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jueves, 18 de mayo de 2017

DESDE PERÚ: 4 PINTURAS Y UN POEMA A SANDINO


 DESDE PERÚ: 4 PINTURAS Y UN POEMA A SANDINO

Managua, 18 de mayo, 2017.



Al cumplirse el 122 aniversario del natalicio del Augusto C. Sandino, el General de Hombres y mujeres libres, un grupo de destacados artistas plásticos del Perú se hace presente en la exposición colectiva del Teatro Nacional Rubén Darío, en homenaje al héroe nicaragüense.



Bruno, Portuguez, Fanny Palacios, Sonia Estrada, Ever Arrascue y Carlos Alberto Ostolaza, exponen sus lienzos que reflejan el amor que el pueblo del Perú ha tenido por Sandino desde que el huanuqueño Esteban Pavletich se uniera al Ejército Defensor de la Soberanía Nacional en 1928 y fuera nombrado secretario privado del General.


Desde el colorido y el vigor de estos pintores, que han llegado hasta Nicaragua para honrar al patriota latinoamericano, canta la lucha sempiterna de los pueblos de Nuestra América.


La poeta Rosina Valcárcel, quien también forma parte de la delegación peruana, lo resume en el siguiente poema:

SANDINO 

Compañero Sandino has venido a visitarnos
Nicaragua tiene adentro una alegría porfiada
Te recordamos tiñendo la vida de arcoíris
Tu mamá Margarita Calderón pintó de flores tu infancia
Ágil jugando con pelotas de trapo en tu barrio
Corajudo, alertas las casitas llenas de humo
Juraste ante los oprimidos
Y los yanquis temblaron

Quién a traición mandó detenerte
Quién decretó asesinarte

Libertario de hombres y mujeres
Hombre de risa abierta, nicaragüense
El pájaro guardabarranco disipa tu corazón
Y el árbol madroño cuelga tus sueños
Universal de miras
Cae un trueno sepia sobre la tierra
Tu intacto cuerpo humeante 
Apunta que eres sol en el río magenta

Por arte de magia los mártires de la patria
Permanecen entre rosas de sal bajo la lluvia
Y tú, compañero
Eres astro-nube iridiscente bajo el horizonte
Bordando a disparos el compás.

Otoño, 2014, mayo 2017

Cortesía de Marcela Pérez Silva, embajadora de Nicaragua en Perú

viernes, 24 de febrero de 2017

CARTAS A MI AMIGA DIANA


CARTAS A MI AMIGA DIANA
Rosina Valcarcel

1. VIENTO
a Diana Ávila

Flota en el aire libre

Una mujer desnuda de espaldas al cielo

Sus ojos egipcios han vuelto

Al fértil árbol

A la tierra del trigo y uva

Al lago irisado

Los espejos oblicuos

Tu cuello capulí / el rubor

Tu cabellera de orquídeas

Enigma, melodía

Donde el oboe vibra

Respiras al atardecer

Y nos fecunda el viento

El aroma del pino

Una taza humeante de café

Torrente de existencia

Abrimos las manos al mundo

Cerca a la playa La Punta

Hieren nuestros cuerpos silvestres

Somos libertad / alas de golondrina

Al fin, menos batalla

Brisa, refugio, esperanza

Contradanza, Fondo Editorial Cultura Peruana, Lima, 2013, pp. 45-46



2. NOSOTRAS
a Diana Ávila

-El tranvía echa humo azafrán

—Lima es una presa que sangra, dijiste.

Si esta tarde lloviera hasta las diez

El río Chillón no duraría bajo el cielo

Ni el fervor de Octubre en nosotras

Flores de los vientos

Esperamos al hombre nuevo

A la mujer y al espejismo

Fulgor del poniente

La mar, la tierra, la vida

Entre el tabaco y el pisco aquel fugitivo se lleva

un trofeo

Pensamos en los otros / Víctimas de la filosofía

Del cristianismo / de Erich Fromm /

Del humanismo

De Marx

Hablo por la mujer / Hay eco / Resplandor vivo

Una existencia Un soplo Silencio de las nubes

Al margen de la esfinge: exaltadas

Cómo revelar el estado de nuestro cuerpo

de nuestra mente

Exponer nuestra ropa raída

Las tardes salobres

Los zapatos rotos

En nombre de la ética subversiva

Nuestra soledad se borra

Nuestro espíritu gira

Los huesos resucitan

La madreselva se entona

Tu frente se ruboriza

La tierra es un misterio

El presente lo atestigua

De Versos para colgar en la pared, Lima, 2016, pp. 93-94

30 enero 2016


3. PERÚ

Y no sabremos nunca, en esta vida, si la noche que entró,

por tu ventana es la misma mañana que entrará, por la mía

Calvo-Basagoitia

Las aves de paso nos largamos por la ventana

Si habitaras en Perú, explicaría la palabra exilio,

amor Señales como caos, pasión, fuego, soledad

Palabras sin borde ni apego

Sin patio verano maíz ni vicuñas

En el paraje remoto donde moran tus labios

Viento en popa En Fiestas Patrias

César desfila en la Plaza Mayor

Gladys da una ojeada celeste

Erasmo lleva escarapela en su uniforme

Víctor Raúl y Joao prueban

mondonguito a la italiana

Kaku, salobre de sombras

Habla con Patricia

De la bella Amazonía

De los arbustos fecundos

De las revueltas campesinas y los cumpas

Y Diane envuelve a las orquídeas

Pero la patria se hunde

En los restos de un bello cuadro.

Versos para colgar en la pared, Horizonte, 2016, pp. 111


4. La carta que no se envió

a dos voces, sobre la vida, para Diana

Gladys Acosta y Rosina Valcárcel

--Genoveva: -Eres bella como la luna y el sol juntos

--Rosamar: -Oh, gracias, amiga maravillosa
--Somos las amazonas que vengarán a su kamarada

Y a su Tribu del humo impuro y de la adversidad

No somos varones y nuestra cabalgadura relampaguea

La rosa de sangra ha de calmarse

Lidiando, remediamos el dolor de nuestra amiga

Subimos hacia el monte, el vendaval cambia su traje leve

Y su voz se aclara y salimos de las sombras

La lluvia tiene la forma lunar y el color del océano Pacífico

Oímos esta narración de plata y sangre, agonía y resurrección

Bienamadas, a la hora del viento vendrán lágrimas doradas

y viajaremos a través del Oceáno azul cobrizo

No más noticias ácidas / Ni tristeza

Al fondo de la patria, al atardecer un canto leve pueda revelar

La defensa de los derechos humanos

El vuelo de las pajaritas que caen sobre la tierra condenada

Sublimes ámbares / Pureza desarmada / Pasión ardiente

La ira de Enero / La orilla del verano / Nuestra hora el mañana

Amor se desnuda y cultiva claveles rojos

¿Dónde estás, gaviota herida?

¿En México o en Colombia?

Son tres sombras, cuatro sombras azules

Que palpitan y renacen sobre la campiña

Vuestros cuerpos de quinua en la tierra

El tórrido color de las cabelleras frescas

Nuestras risas hechas polvo enamorado

El pasado que nos separa de la muerte

Estamos picando rocas al filo del vacío

Amadas, en Lima se ha esfumado el olor del verano

(Hermanas el río las abraza sobre las piedras negras).

•24/01/2015 (inédito)


5. AUGURIO /
a Diana Ávila

eres la adarga que el gentío ha de ver

r.v.

Oh tú, esencia mía, la inmortal entre las diosas

Estás al tanto y tienes potestad

Estas son las manos que el siglo XXI exige

El relámpago está quieto en mi brazo

Y un día tendrá que exterminar

Verás entonces su albor azulino

Y acertarás Únicamente entre miles

Las otras menos enérgicas

Eres la naturaleza y el collar que vincula

Eres la adarga que el gentío ha de ver


Lima, Jueves, 4 de junio de 2015

(antes del natalicio de D.)


6. ¿EL AMOR ELIGIÓ SU GUARIDA?

a Diana Ávila

El navío cómplice trota la tarde sin extremos

Rodando bajo las lluvias sin base ni signo

En el cascarón azabache del universo

Las casitas fueron añadidas mirando al Oeste

casi a 100 metros del Océano Pacífico

sobre desnudas arenillas tangibles

¿El amor eligió su guarida?

La nube enlaza Una carga de volantes desheredados

Ahí, Diana, en el inicio del esplendor marino

Cuatro aves ansiosas y erizadas no sueltan la barcaza.

Lima, 11: 30 p.m, sábado, 24

de enero de 2015



7. CARTA A DIANA

Mi querida Diana

Me acuesto pensando / Me levanto pensando en ti

No importó atesorar las bodas a toda costa

La plata pálida del invierno nos da frío

Todo tiembla Y sobrevivimos a media luz

Es posible ir más allá de lo real

Tu cuerpo no se desmorona

Tu cuerpo protesta

Mi universo desmaya

Mi corazón te susurra

No abandonamos las chozas

Cuando el fuego las envuelve

Te llevo en un navío por otra ribera

Estamos en la Amazonía y no te consumes

El pequeño cocodrilo juega con nosotras

Hemos vivido en un lugar errado

Sobre laderas de tierra estéril

Pronto cantará el totí

En medio de un vasto mundo fértil

Y estará el cielo despejado. Y tu sonrisa bajo la Luna de cuarzo

Domingo, 26 de junio de 2016

domingo, 15 de enero de 2017

CÓMO PUEDO IMPEDIR


CÓMO PUEDO IMPEDIR
Por Rosina Valcárcel

Cómo puedo impedir que partas si soy un violín

Te entrego la obra de Arguedas y no la de Vargas Llosa

Te doy una calle endeble, el crepúsculo delirante, la luna rasgada de extramuros

La aflicción de una mujer que atrapó larga y quedamente la luna azafrán

Ese eje de mí misma que he liberado: ese espíritu que no negocia con palabras, que no cede los sueños, y que no ha yacido trastornada por el tiempo, el gozo, ni el infortunio

La evocación de la rosa ambarina, vista al atardecer, estaciones antes de que me conocieras

Volando por donde la luz irradia te cedo la teoría acerca de ti, genuina y asombrosa crónica de ti mismo

Te doy mi reino, mi casa, mi cuerpo

Y te alcanzo mi retiro, mi opacidad, la avidez de mi alma 

Tratando de atraerte con el titubeo, el riesgo y el fracaso.

15 enero 2017

ROSINA

miércoles, 30 de noviembre de 2016

DIARIO Al Comandante Fidel Castro

DIARIO
Al Comandante Fidel Castro 
Rosina Valcárcel

Querido Comandante Fidel: 

¿Podré volver a ti padre de la tierra vivero en cauce, espiga del trigo, tronco de primavera? Has cumplido noventa años. De todo el mundo te llegan manifestaciones, saludos, cuadros, poemas, canciones, cartas. Cuando Gustavo Valcárcel y otros escritores vivían el exilio en México D.F., ciertas noches iban al bar llamado "El gallito" (en el Distrito Federal). Ahí en la mesa izquierda hablaban varios cubanos, tú y el Che. En la otra esquina, mi padre, Juan Pablo Chang, Lucho de la Puente, Juan Gonzalo Rose, Willy Carnero Hoke, Jacobo Hurwitz, Genaro Carnero Checa, entre otros “tíos”, platicaban fraternos y los veían y saludaban, en un clima bohemio y copas de ron. Pero la mayoría suponía que en cada mesa conspiraban, años más tarde se confirma. La historia me absolverá, frase final y título del alegato de autodefensa posterior, Fidel, ante el juicio en contra tuyo abierto el 16 de octubre de 1953 por los asaltos a los cuarteles Moncada, etc., el 26 de julio de ese año. Ante el juicio, Fidel, licenciado en Derecho Civil, decides asumir tu propio amparo. Se enmendó tu discurso después para el manifiesto del Movimiento 26 de Julio. ¡Condenado a 15 años de cárcel por tu participación en los asaltos! Pero todos los rebeldes, incluido tú, fueron liberados tras la amnistía de 1955.

GUATEMALA: En otro escenario, bajo el Gobierno de Jacobo Árbenz (Presidente 1951 y 1954), mi padre viaja a Guatemala, un año antes de la intervención de la CIA. En el avión va Ernesto Guevara, muy joven, dialogan, simpatizan, el Che necesita contacto con el Partido Comunista de Guatemala (PCG- fundado en 1922. (Fuente: Pacarina del Sur *) y quedan en verse después. El PCG le dice a Gustavo: -Que no pueden recibir a un argentino tal vez aventurero. Padre alega, en vano. En 1954 Hilda Gadea presenta al Che en los círculos izquierdistas en Guatemala. Luego el Che en México seguiría más de dos años. Allí definió sus ideas políticas, se casó con Hilda el 18 de agosto de 1955, tuvo a su primera hija e ingresó al Movimiento 26 de Julio, dirigido por ti, con el fin de formar un grupo guerrillero en Cuba y derrocar al dictador Batista e iniciar la revolución. Te habías trasladado a México, antes de tornar a Cuba en el yate Granma en diciembre de 1956. Ello impactará mi adolescencia y mi vida.

La aprendiz tenía 12 años, había acabado el Primer año de Secundaria cuando el 1° de enero de 1959 triunfa la Revolución Cubana. En nuestro Continente se festeja la heroicidad y en casa se arma una jarana singular. Cuba convulsiona, fustiga, da esperanza. 

CUBA- Vallejo y Gustavo 1961-1962

En un Congreso Internacional de periodistas en La Habana a fines del año 1961, Gustavo, mi padre —quien venía escribiendo y divulgando la obra de César Vallejo— les sugiere la importancia de la edición popular de una antología de poemas de Vallejo en tu patria, Fidel. Le otorgan la tarea de antólogo y prologuista de dicho proyecto. Él enfatiza las vitales características de la poesía de Vallejo, en el Prólogo que acompañó a la Antología poética, La Habana, Biblioteca del Pueblo, Colección los Poetas del Pueblo, marzo, 1992. Cuyo tiraje extraordinario fue de 100 000 ejemplares. Así, en el corpus de la Bibliografía que aporta Valcárcel al estudio de la obra de CV, se puede advertir, por las fechas de edición, el itinerario de mi padre comprendido, entre los años 1950 y los 60, en los países Perú, México, Guatemala, Cuba y Perú.* Gustavo tras su primer viaje a La Habana por aquella reunión de periodistas, escribe y edita: ¡Cuba sí, yanquis no! (1961). Justamente, Walter Palacios, dirigente universitario, asiste al Congreso de la Unión Internacional de Estudiantes (UIE) que se desarrolla en el Capitolio y lleva entre las manos un ejemplar del libro citado. Y cuando suben a saludarte, él te entrega el libro de papá como símbolo y tú te alegras mucho.

¿Cómo no simpatizar con Cuba revolucionaria? Ya en 1963 adhiero vuestra defensa. Y, en 1964, al ingresar a la universidad de San Marcos se amplía tras el asesinato de Javier Heraud y al bordear la revista Piélago (director Hildebrando Pérez Grande, colaboradores Juan Cristóbal, Juan Ojeda, Julio Nelson, Edgardo Tello, entre otros).

La composición social y cultural de los movimientos insurgentes del decenio del 60: el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, de Perú, eran conformados en su mayoría por estudiantes universitarios deslumbrados por la gran experiencia cubana. Sobreviven ELN Héctor Béjar, Julio Dagnino, Alaín Elías, Abraham Lama Mucha, Víctor Hugo Chacón (ELN), entre otros. Hubo múltiples caídos en combate: Luis de la Puente, Guillermo Lobatón, Máximo Velando, (MIR), ejemplos máximos. Hay eco real de Cuba entre los movimientos alzados latinoamericanos. En nuestra existencia, nuestras amistades predilectas; nuestros afectos; nuestros sueños, alucinaciones y escritura.

Entre 1965 y 1970 dirijo Kachkanirajmi. En 1969 comparto tertulias con aedas de Estación Reunida: José Rosas R., Elqui Burgos, Óscar Málaga. En 1970 con los poetas de Hora Zero: Enrique Verástegui, Jorge Pimentel, Juan Ramírez R. En los recitales, manifiestos, poblados mítines: Cuba!

La década siguiente, tenía cuatro años en la docencia sanmarquina, y más de un año de militancia en la nueva izquierda cuando el El Moro y yo, insomnes, lidiando sobre la revolución en nuestro continente, soportamos un accidente automovilístico (1977).

El hospital Frank País de La Habana el verano de 1979 me invita tres meses para una cirugía y rehabilitación. Roberto Fernández Retamar me visita con el libro, María de Jorge Isaacs y me lo da. Creía que era una muchachita. Luego estuve en Casa de las Américas, refugio fenomenal de cultura. A Fernández Retamar le entregué un documental inédito sobre José Carlos Mariátegui que me había confiado Javier, su hijo psiquiatra, afable me agradeció y dijo "es una tarea clandestina". Visité la UNEAC y al gran Nicolás Guillén quien me enterneció la vida y llenó de libros con dibujos y me llevó a pasear y a conocer La Bodeguita del Medio. Saludé al ingenioso Mario Benedetti quien me dio autografiado uno de sus libros. A Reina María Rodríguez, aguda poeta joven y a la Brigada Hermanos Saiz. Un día, estaba en mi habitación en el hospital, cuando súbito una joven exclamó: -Ha llegado “¡El Caballo!” Salí veloz en bata y chancletas, rudamente en la puerta me pararon:- "No puede acercarse, él está para ver la construcción nueva del Frank País"...Yo no entendía sólo deseaba saludarte. Por entonces, Fidel, casi siempre tenías prisa. Vi tu altura, Fidel, manos honradas, mirada bella firme, sonrisa franca. Encuentro trunco. Luego me explicaron. Son medidas de seguridad. Tuve que acceder. Con el c. Ramón te envié dos caballitos de Pucará y cartas; el c. Néstor y otro camarada te entregaron. Y recibí tarjetitas con saludos. Por azar conocí a uno de los cocineros que te atendía y me regaló una máscara de cuero que aún conservo, amén de un almuerzo exquisito. Además en el hospital vi a uno de los camaradas de tu seguridad, hicimos amistad, me invitó a casa de su familia un sábado, me cobijaron ese fin de semana e intercambiamos presentes. Luego le escribí a Celia Sánchez, mi heroína, leyó un poema mío y vio los obsequios. Ella ya estaba muy enferma. Pero supe por Paco Moncloa que habían recibido todo. El 1° de mayo del mismo año me atrajeron a la Manifestación. Radiante día para el proletariado. Cumplí mis 32 años en Cuba, Me indicaron que si te veía no gritase tu nombre ni creara señales. Y justo, donde me situaron estaba lindante al cercado izquierdo por donde descendiste. Tus gestos únicos, tus bellos ojos fuertes. Y quise gritar. Pero resistí tu nombre. Mis ojos seguían todo el tiempo tu caminar. Vi cómo te conmovía el desfile de los pioneros. Te sentí auténtico. Uno de los hechos cardinales. Pasaron los años y en 1988 la compañera Flor Guardia nos convoca a asamblea del Frente Continental de Mujeres (FCM), al local de Lince llegamos Diana Miloslavich, Tessy Bermúdez, Beatriz Suárez, Pilar Freitas, Alicia, otras y yo. La c. Flor, optimista, anunció una tarde que se acercaba un evento en Cuba y programó hacer un viaje colectivo que se cristalizó. Ya en el Palacio de la Revolución, la noche de la clausura del FCM, tú, Fidel, seguro, tomaste la palabra, locuaz: Discurso lúcido y de verbo encendido. Después fui llamada a un hall donde estaban otras participantes. Al frente de pie tú y Tomás Borge. Las filas: cortas. Llevaba credencial con mi primer nombre: Silvia...Cuando llegué a tu lado dijiste:-"Bienvenida compañera Silvia". De inmediato acoté: -"Soy Rosina".Y tú: -¿Por qué dice Silvia, entonces? Yo: -"Para despistar al enemigo…". Soltaste carcajadas sonoras. Me valí y marqué:- "Todo lo que brilla en el Perú no es oro. Hubo una matanza en los Penales, ejecutaron a más de 300 presos políticos...". Tú, sin titubear preguntaste –¿Quiénes son tus padres? Respondí. Y definiste:-Con razón. Valoro tu mensaje compañera, sigue así sincera, ingeniosa, saluda a la familia. Nos dimos el anhelado abrazo. Además saludé al vate de Nicaragua.

Ícono y germen de inspiración no sólo cuando estimulados por el movimiento ascendente de las luchas populares se daban pasos firmes en dirección del socialismo, sino también en los recurrentes instantes en que nuestros logros se suspendían como consecuencia de la ferocidad de la reacción del imperialismo y sus aliados locales.

Mi hermano Marcel Valcárcel, sociólogo, participó en el XVIII Congreso Latinoamericano de Sociología en La Habana (28-31 mayo, 1991). ALAS de Cuba, presidido por L. Suárez Salazar. Contó con 2500 investigadores, 900 delegados, Perú: 50, Alejandro Tamashiro, Grazia Ojeda, B. Sánchez León, V. Otta, etc. Carlos Rafael Rodríguez, economista, anotó el gran interés en conocer la capacidad de adecuación de la Isla a los profundos cambios internacionales. Criticó el socialismo “no auténtico”, cuya caída afectó atrozmente a Cuba. Mi manito caro y varios compatriotas tornaron emocionados.

Violeta y Gustavo, fueron a La Habana, antes de la muerte de papá (mayo, 1992). La salud del vate fue evaluada, pero mi Viejo escapó a todo tratamiento y prefirió “los Mojitos”. Volvió lleno de libros, remembranzas y alguna insignia.

En 1999 la Asociación Cultural Alma Matinal, a nuestro cargo, edita la antología artística Un minuto cantado para Sierra Maestra, que reúne a múltiples voces peruanas.

Mi hija Milena Carranza, comunicadora, fotógrafa, defiende y se identifica con las culturas afrodescendientes. El 2011 se interesó en la poesía de Nicolás Guillén, elaboró un texto pedagógico “Por el mar de las Antillas anda un barco de papel”. La Literatura infantil como vehículo trascendental de identidad orgánica. Ponencia que formó parte del Congreso Internacional de Literatura Afroperuana y Afrolatinoamericana* organizado en Lima-Perú (2011) por el GELAC, y la sustentó en la Casa de la Literatura Peruana. La joven autora confiesa en el Preámbulo: Cuando tenía 6 años mi mamá me trajo de Cuba un libro que luego se convirtió en uno de mis tesoros más preciados: "Por el mar de las Antillas anda un barco de papel", de Nicolás Guillén. A esa edad empecé a hacer solita funciones de títeres para mi familia, en donde usaba como guión los versos de ese libro. Años después, muchos, haciendo el análisis de por qué me siento tan identificada con la cultura afro, caí en la cuenta de que este libro era una de las pistas.

Carlos Alberto Ostolaza, mi pareja, pintó la obra Cuba, sí, ofrenda a tus 90 años. Se apreció en la exposición “Rostros de Fidel” (Lima agosto de 2016), en la Casona de San Marcos donde participaron Bruno Portuguez, Fanny Palacios Izquierdo, entre varios.

En mayo del 2016 volví a nuestra añorada Cuba. El 22 los historiadores Froilán González y Adys Cupull Reyes en su casa-museo, muy fraternos proyectan Juan Pablo, magnífico documental esperanzador, ofrenda al héroe peruano-latinoamericano Chang. A partir del 23 participé en el 17 Festival de Poesía de La Habana que se realiza gracias a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, el Ministerio de Cultura, el Instituto Cubano del Libro, etc. Los 220 escritores pudimos leer en la Basílica de San Francisco de Asís, en colegios, plazas, instituciones, en el interior, etc. Quedé casi veinte días. Hubo de todo como en botica. Cada viaje diferente. Reconocí a personajes: Eugene Evtuchenko, Aitana Alberti, Nancy Morejón. Conocí a los autores Roberto Pasquali (Italia)*; Alex Pausides, Pedro López Cerviño (Cuba); José Linares Moreno (Venezuela), entre tantos. Periodistas: Pedro Martínez Pires (Radio Habana). Editores, Marlene Alfonso (Cuba). Estudiantes, ciudadanos comunes, trabajadores. Estuvieron los compatriotas aedas Nicolás Matayoshi, Carolina Ocampo y Patricia del Valle, mi cómplice y testiga. Tuve experiencias variopintas. 

Anhelé entrevistarte. Pero no hubo confianza en cierta burocracia ni en algunos dogmas, y percibí exigua ilusión ¿El socialismo podrá cambiar a los hombres y mujeres? Las condiciones internacionales y el bloqueo sufrido por ustedes tantas décadas crearon desgaste. Más allá de estas dudas, vibré en Cuba, experimenté alegría única, ternura por la vida y verifiqué sucesos positivos con un eje común: ¡El pueblo sigue queriéndote Fidel!

Colofón

Con fecha del 16 de agosto a las 7: 28 he recibido esta nota del poeta italiano Roberto Pasquali:

Querida Rosina un hermoso diario gracias por compartirlo, más allá de todos los defectos Cuba sigue siendo un ejemplo único en el planeta y su gente siempre sigue maravillosa. · 16 de agosto a las 7:28

Notas:

«CÉSAR VALLEJO Y GUSTAVO VALCÁRCEL: UN DUETO DE ESTÉTICAS, PRAXIS Y ÉTICAS DEL SIGLO XX EN PERÚ». GUSTAVO VALCÁRCEL PROMOTOR. Por Rosina Valcárcel. Tomo III, CONGRESO INTERNACIONAL VALLEJO, SIEMPRE, Editorial Cátedra Vallejo, Lima, 2015.


“…escritura destinada a la infancia y a la adolescencia, a menudo relegada a un plano inferior con respecto a la literatura per se debido a una disparatada “adultocracia.”[1] PUBLICADO: 2012-01-04


Lima, Perú, 16 de agosto del 2016

martes, 8 de noviembre de 2016

¿TEMA CONTROVERSIAL?: Sandinistas obtienen el 72% de votos

1*

¿TEMA CONTROVERSIAL?: Sandinistas obtienen el 72% de votos
Rosina Valcárcel Carnero



PARA QUE CONTINÚE LIBERÁNDOSE... NICARAGUA VUESTRO VOTO FUE POR LA PATRIA LIBRE

El 6 de Noviembre, votaron de acuerdo con sus reflexiones, opiniones y pasiones patrias. No lo hicieron por un proyecto sobrio, puritano, pues se trata de un proyecto de hombres para hombres, de mujeres para mujeres. Y lo hicieron porque se acerca enormemente más, al proceso interminable de progreso; al que ha conseguido satisfacer más que otro impulso político local, e incluso más que todas las demás intenciones. Unidos los deseos, las quimeras, las esperanzas, los anhelos y expectativas de una Patria Luz, ¡movió! Aquella que advirtió Sandino con su voz de viento, su estilo guerrero y su rebeldía oriunda. Votar en la 2 fue el único modo de honrar a los héroes, heroínas y mártires, a aquellos que lo proveyeron todo por el pueblo. Por ello vuestro voto íntegro, en torrente, recayó en el FSLN conducido por Daniel Ortega y Rosario Murillo. La indiferencia por el voto era sólo sinónimo de atraso, petulancia o traición. Sólo dos alternativas claras quedaron frente a ustedes La Patria o El Imperio. No exageraron, ni accedieron que los tergiversen en manera alguna.

2

Claro que hay mucho pan por rebanar, errores por corregir, no son, ni somos ciegos, ni ciegas. Admiramos al camarada Tomás Borge. Abrazos cálidos a la compañera Marcela Pérez Silva. Parabienes al heroico pueblo de Nicaragua.

Rosina Valcárcel, Lima, 8 de noviembre de 2016.

1) "Sandino y su compañera" x Carlos Alberto Ostolaza Ramírez, 2014.
2) Marcela Pérez Silva, a un lado Marco Tulio Rotondo M, al otro Carlos Alberto Ostolaza Ramírez y Rosina Valcárcel Carnero, Stand en San Isidro.

lunes, 9 de marzo de 2015

MÉXICO y otros poemas de Rosina Valcárcel Carnero




MEXICO 


Cuando niños recogíamos dátiles en lo alto 
de las palmeras
Sin comprender totalmente la palabra patria
En el exilio, ¿te acuerdas, Xavier?
El tío Juan Pablo sonriente conspiraba
con los compañeros
La intermitente tempestad
de los sueños escarlata.

RELOJ DE ARENA


El reloj que ayer alumbró hoy nos devora
Cae la Amazonía en crepúsculos plateados
Y mi cuerpo solitario como una balsa
La mañana no tiene el resplandor
De tus ojos cerca al Mayo
Aquel río rodeado de palmeras
Donde desembocaron
A 426 metros de altura

¿Para quién me visto en el portal
A quién espero loca como los pájaros?
El reloj de arena advierte la prosa del viento
Necio corazón esperas una inútil señal
Amarilla flor que limpie la suerte

En la calle: odio y violencia
Morbidez y miseria
La sombra negra como la muerte
Recorre las plazas / Mata
Y desaparece

La letanía se repite
El relincho azul
Simple karabana
El café de racumín
Y tu nombre es perseguido

HOSPITAL PSIQUIÁTRICO
Goya: Casa de Locos

Por qué ha caído
preguntan
Y el hijo del griego
suelta la espada

—Es la bestia que llevo dentro
el alcohol y el tabaco acallan su desventura
Mi sombra entre racimos se sonroja
y en su curva de guitarra
sólo el amor me derrota

Y entre ángeles de sal agacha la cabeza 
—Es el fantasma que sigue mi huella
y serena su tedio con aguardiente
Mi rostro de niño empalidece
y en su alma de miel
a veces el amor me restituye

En el hospital
el hombre de 50 años
levanta los ojos
—Es el karma que arrastran mis pasos
llora mi mano pintando arcoíris
y en su tiempo de rosa
el amor me ilumina

GRAFFITI


a M. Escobedo

Murió Atenea
nadie les va a abrir la ventana
Qué hemos hecho de la sabiduría
rosas altivas al atardecer, alas de molino y nácar
Gioconda anduvo guiñando un ojo
en todos los museos
Sensuales, brujas y hechiceras
aletean el cielo y la noche
Crines esmeralda
Frágiles sombras calcinan las manos azules
de los bebedores más puros
Este es un mito olvidado
las engañadas de siempre
Un abstracto desván de colores y recuerdos
(Muestro tu pecho Monsieur Freud)
Distante luna, aéreo grito, alga y sangre
vecina de ríos y huracanes
Nos atan los ojos taciturnos
irreverentes, descarados

Lilas, ateas, herejes, supersticiosas,
cartesianas, creyentes, postmodernas
Sienten agónicas las grietas 
de nuestra bestial historia

¡Escuchen a Juana de Arco
en la hoguera de Ruan
alcen la página canonizada de su enagua!
¡Mujeres: sacerdotisas, ojos de lechuza
ombliguito de coral
escuchen!

Tomasa Tito Condemayta
andina trenza de obsidiana
¿leyenda solamente? No
cima de flores y heroínas
rojas provocando la revuelta
olla común, vasos de leche, Nicaragua
Cuba. Eco libertario que nos queda

Una habitación propia
la mujer-pájara

Danza joven
afinando cien túneles
antiguos festejos
pergaminos y graffitis

Insulina pura
clavada en el corazón del prójimo.


jueves, 26 de febrero de 2015

TESTIMONIO: Entre el Exilio de los años 50 y la Poesía de la Generación del 70

TESTIMONIO: Entre el Exilio de los años 50 y la Poesía de la Generación del 70
Rosina Valcárcel Carnero

PUBLICADO: 2015-02-24 



El destierro, en sus variantes de exilio forzado y expatriación, es una práctica de control político y cultural que todos los Estados latinoamericanos adoptaron a lo largo de 200 años de vida independiente. Recientes avances en el análisis de esta práctica política han revelado el carácter generalizado y recurrente de este mecanismo de exclusión institucionalizada y su impacto como un factor transnacional, persistente aunque variable, en la historia de América Latina. (dixit Luis Roniger[1] Destierro y exilio en América Latina: Un campo de estudio transnacional e histórico en expansión). 

Los exilios políticos durante la década del 50, del s. XX, en Perú fueron una suerte de crimen “específicamente aciago” cometido por “el dictador”, Manuel A. Odría. Sabían que Gustavo Valcárcel, nuestro padre, sí tenía militancia política, entonces era aprista, pero aunque la tuviera me parece que el procedimiento para juzgar conductas impropias por parte de la ley no era la prisión ni el destierro. Ese suceso signó la vida de los cuatro hijos. VALLEJO, tempranamente nos invadió

En lo repentino de la infancia, Vallejo siempre estaba allí con sus ojos vivaces y su perfil nostálgico, en México, Guatemala, Perú, Lima, pues papá en voz alta leía poemas, daba charlas, escribía artículos y debatía acerca de la vida y obra del poeta de Santiago de Chuco. A la vuelta del destierro, dos años después, en 1959, mi padre editó 50 000 ejemplares de la colección titulada Festival César Vallejo. Y después publica César Vallejo, vida y obra, de Luis Monguió. Esta insólita aventura pionera, irradió nuestro hogar y me llenó de emoción compartirla.

Poemas humanos me perturbó en la adolescencia, el poema «Palmas y guitarras», por ejemplo:

¿Qué te importan a ti las balas,

si el fusil está humeando ya en tu dolor? / Hoy mismo pesaremos

en los brazos de un ciego nuestra estrella / y, una vez que me cantes, lloraremos…

Pongo de relieve el papel de promotor, divulgador y difusor de la obra poética de Vallejo que efectuó Gustavo Valcárcel en nuestro Continente desde los años 50. Los ideales, la experiencia de la prisión, el humanismo, la solidaridad, la belleza, los valores éticos, la bohemia, el viaje como experiencia existencial, las tareas propagandistas y el internacionalismo proletario están presentes en la concepción estética de nuestros escritores. Valcárcel estuvo consciente de la importancia y trascendencia de Vallejo.

La poesía era una suerte de magia. Los autores no se parecían los unos a los otros, cada uno armaba su propio paisaje, aunque sí había algo que los hermanaba el objeto llamado libro, la forma, el tamaño, las tapas, el color, pero el olor casi siempre era el mismo a imprenta. El 15 de mayo de 1963, ya en Lima, en 5to de Secundaria cuando supe que un autor había muerto me dieron tanta tristeza todos los libros que se murieron con él. Esos libros se llevan su corazón, su ser. Desde entonces me preocupa ser alguien en la palabra. Nosotros éramos muy jóvenes pero en el camino nos encontramos nosotros y con los otros. Primero con los poetas de Piélago. Luego con los poetas insulares Armando Rojas y Ricardo Silva Santisteban. Después con los de Estación Reunida, y, finalmente, con los de Hora Zero… etc. Vendría el tiempo para conjurarnos de ciertas ilusiones vanas que nos hicieron creer que éramos héroes de barrio o heroínas de cine al ritmo de boleros de Pedrito Otiniano, la Sonora Matancera, los valses de Juan Gonzalo Rose y Tania Libertad o canciones francesas, música clásica, canciones latinoamericanas.... Vimos filmes como Jules et Jim (1962), drama-romance, director François Truffaut con la actriz Jeanne Moreau…

Viajera por las circunstancias tuve como destino México 

Rememorar mis poemarios

El tiempo, la historia nos transforman, soy otra persona. Decisivamente, cada libro ocupó un espacio existencial. El primero, cuando tuve 19 años: Sendas del bosque, 1966. En aquel tiempo, en Nueva York se estrenó Black and White Ball, llamada El partido del siglo, de Truman Capote. El otro espacio, gozó los 28 años con Navíos, 1975. Para entonces nuestra patria tuvo reformas y el mundo era otro: se celebró el Año Internacional de la Mujer, por la Organización de las Naciones Unidas (ONU); el 30 de abril, con la caída de Saigón, finaliza la Guerra de Vietnam.

Viajera por las circunstancias tuve como destino México y como acompañante de viaje, a mi familia. En mi retorno, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos me abrió cien ventanas, lo que significó los primeros pasos en la literatura, principalmente en la poesía.

El 9 de julio de 1991, a mis 44 años, ya no estuve sujeta a la vida académica ni a horarios: se amplió mi panorama. Me sentí libre y, en retrospectiva, vi el túnel que llevaba en mis alforjas para una luz futura; y Una mujer canta en medio del caos fue el inicio de dicha luz. En 1995, gozaba entonces 48 años; y sentí con dolor lo que el Perú padecía; entonces, Loca como las aves confronta la realidad y rompe mis interiores. Posteriormente, el 6 de septiembre de 2001, Colmillo Blanco publica Paseo de sonámbula, cuando tenía 54; bordeo sendas y estilos que mi proceso me brinda. Una década después, el año 2011, selecciono poemas dispersos y armo un nuevo trabajo:Naturaleza viva. Esta obra fue editada el 2011 por Hipocampo dentro de la Colección Premio Libro de Poesía Breve 2010, tenía 64 años. Renací y elevé mis cualidades y ansias poéticas. Desde entonces la pluma se desliza en una constancia imparable para mi sorpresa que, en el año 2013, el Fondo Editorial Cultura Peruana edita Contradanza, contaba con 66 años. Y de modo lúdico le hago una gracia a mi nieta con una plaqueta que lleva su nombre: Luana. El año 2014, nace mi obra Poesía reunida por iniciativa aquel Fondo de Cultura Peruana. Y me sentí complacida del eclipse lunar de «Luna Roja» enlazada a mi Poesía reunida.

La poesía, el proceso creativo y “las enfermedades mentales” parecen estar íntimamente enlazadas…

La depresión y la llamada locura son temas recurrentes a lo largo de la historia de la literatura. Dicen que los poetas tienen veinte veces más posibilidades de acabar en un asilo que el resto de la población. Eso dicen. A Keats, el amor obsesivo lo llevó al paroxismo; a Sylvia Plath la llevó al suicidio; a Kleist (1777-1811), la incomprensión de su época terminó con su vida de un disparo. Páginas interminables de escritores y artistas sin definir esta situación. Edgar Allan Poe selló que aún no se había comprobado si «la locura era o no la más excelsa inteligencia». Como escritora, en muchos momentos he padecido tormentos propios de artista incomprendida e impotente ante la sociedad, ante la injusticia, ante la intolerancia. El libro Naturaleza viva es una prueba de mi existencia de lo dicho.

La problemática familiar, el hábitat más íntimo, aparecen en los últimos libros

Porque la mujer de ahora, madura, no veía la fuerza que conlleva una familia. Mi infancia dista mucho con la edad actual; en ese entonces, no advertía que fui desarraigada y partí con mi familia a México por la dictadura de Odría. En la actualidad, como hija y madre, brota de mis adentros la necesidad de ofrendar lo que sé hacer: poesía. Por tal razón, están presentes mis padres, mis hijas y mi familia en general. Sí, la familia está más en Naturaleza Viva y en Contradanza desde un enfoque singular. Sí, el trama de fondo, el que sí me capta es el tema padre-hija; quizás con cierto origen kafkiano. Ese sí acorrala, es un tema sugerente; tal vez por la autoridad paterna, quizás porque he sido madre después. La relación madre-hija no es fácil en la sociedad-cultura occidental. Pero ahí vamos.

Las lecturas de infancia son las que nos sellan

Por cierto, porque tierno no solo lees, fabulas, haces fantasías, creas mitos, y modos de vivir, creas una noción de pasado. Vives inventando un montón de formas, por eso puedes vivir de ellas después. Por ejemplo, La vuelta al mundo en ochenta días o las 20 mil leguas de viaje submarino, de Julio Verne, que leímos cuando teníamos doce años no se terminan jamás. El conocimiento y la inteligencia de la persona mayor es saber ir puliendo para advertir qué hay detrás de los primeros libros, de aquellas lecturas. ¿Qué evocamos? Hace alrededor de un siglo, ¿qué avión surcaba el cielo? Los barcos de vapor eran la primicia. Fue en aquel momento surgió en el mar un monstruo, que era el pánico de los marineros. Para agarrarlo, se preparó la embarcación “Abraham Lincoln”... En mi caso, antes de los diez años leí diversos cuentos rusos valiosos como Chuk y Gek, La Manopla. Sin embargo, el filme mudo de 1925: El acorazado Potemkin, dirigido por el soviético Serguéi M. Eisenstein dejó honda huella en mí. La película representa el motín sucedido en el acorazado Potemkin en 1905, cuando la tripulación se rebeló contra los oficiales del régimen zarista.

Es muy difícil definir la poesía

Es muy complejo. Un ente es poesía si, cuando lo lees, dices "esta soy yo". Y lo que te expresa a veces te sorprende. Una innovadora poesía necesita un buen lector. Es cierto que la poesía la pueden leer todos, pero solicita más energía que la lectura de un periódico. Aquí no se concede: si pretendes sacarle más partido, has de hacer más esfuerzo. Acaso la poesía sea un destino.

Notas

Destierro y exilio en América Latina: Un campo de estudio transnacional e histórico en expansión http://t.co/Ng6FmSYQJ3 vía @Pacarinadelsur}

PLÁTICA IMAGINARIA: Entre Ros y R.L.C.

Texto base para el evento Testimonio y poesía, Poesía escrita por mujeres, organizado por la Academia Peruana de la Lengua y realizado del 24 al 27 de febrero de 2015 en el Instituto Raúl Porras Barrenechea.

http://t.co/vyJYtvaSHl vía @elcomercio

domingo, 15 de febrero de 2015

EL ALUCINADO y JORGE NÁJAR - EVOCANDO A JUAN CRISTOBAL


EL ALUCINADO y JORGE NÁJAR
Por Rosina Valcárcel

"¿Para quién son estas serpientes que silban sobre nuestras cabezas?"

Racine, (Andromaque, V, 5)

PUBLICADO: 2014-10-30 

Evoco a Jorge Nájar a inicios de 1974, sonriente, escuchando "Construcción" y otros cantares de Chico Buarque en la casa de los vates amigos Ricardo Falla y Sonia Luz Carrillo. Él tenía menos de treinta años. A ambos nos unía el aprecio por Armando Rojas, Manuel Morales, Antonio Claros, Ricardo Silva Santisteban, poetas insulares. Los rebeldes hilos visibles, la magia, los libros, los brindis, las caminatas con Óscar Málaga, Elqui Burgos, Jorge Pimentel, estrecharon nuestras manos. El quimérico viaje a Huancayo con Chacho Martínez, José Luis Ayala, nos permitió dar recitales, cultivar amistad con el noble Nicolás Matayoshi, con el pintor mítico Josué Sánchez y el cálido Sergio Castillo, a fines de 1974, bailar waynos y cantar taquiraris (del Sur), contemplar el valle del Mantaro y saborear dulces capulíes. Ahí Jorge me contó de su adolescencia en diversas ciudades de la Amazonía, del paisaje, de los ríos, de las leyendas y cuentos de Pucallpa. 

El Alucinado es una novela lanzada por Editorial Summa, representada por el joven escritor Harold Alva, que se celebró el viernes 25 de noviembre del 2013 en el Auditorio del Colegio de Abogados de Lima (Miraflores). Una vez más, Jorge Nájar, poeta integrante de la generación del 70, sorprende con su escritura fecunda, con su imaginación y gran talento. Aquí Nájar se impulsa con su prosa ingeniosa, bella, perspicaz, logrando –cual brujo de la palabra- atrapar al lector (a). Jorge ha escrito una novela, realmente, fulminante.

Esta puede ser la historia de un ejemplo de peruano perdido en la ciudad cosmopolita. Entonces, ese hombre en esta urbe monumental, desea recalcar su procedencia y pertenencia al terruño, su identidad, sus raíces. En aquel realce de esas características propias alcanza el delirio, visiones, una suerte de locura. Por ello, el título El Alucinado, un individuo que ve espectros, de la historia; que ve apariciones de las identidades asesinas, porque, de un modo u otro, estamos obsesionados por nuestra identidad nacional, cultural, multiétnica, por los conflictos profundos, la violencia a ultranza. Por eso es que este es un interlocutor hipnotizado, un gran personaje, un alucinado.

Uno de los relatos cardinales toma forma con la alusión de lo acaecido el15 de abril. Veamos:

EL DÍA 15 DE ABRIL, AL CAER LA NOCHE, un joven francés de origen africano, había salido a pegar carteles en las cercanías de la estación de trenes Saint Charles, en Marsella, en defensa de los derechos humanos. Lo hacía cantando el rap “Menelik está en la plaza, / seguro que habrá camorra…”, homenaje a la vida de los suburbios y crítica al comportamiento de cierto sector policial. No había terminado de cantar cuando recibió una descarga de rifle en la espalda y cayó al suelo. (JN)

En la confabulación de El Alucinado nos hallamos, pues, ante la puesta en escena de una historia narrada con belleza, frescura, a la vez poética y realista sobre el drama de la migración que padeció el Perú en los últimos decenios. Un poeta afincado en París, ex militante de una célula ultra izquierdista peruana es violentado impetuosamente a orillas del Sena por unos militantes de la extrema derecha francesa. La veloz intervención de la Cruz Roja y de la policía permite componer no sólo la vida de Pedro Toledano desde sus orígenes en la Amazonía, atravesando Lima, la India y París, sino también transitar junto a él su peregrinaje por las orillas del Río de la Iluminación en exploración de una extraviada serenidad. En ese cruce asoma el 1° de mayo, día internacional de los trabajadores; y van brotando los fantasmas del pasado; los operativos del Núcleo Invisible, las tácticas de la lucha anti terrorista, el amor en los tiempos de la ira, el odio y la venganza. Esta novela El Alucinado, deviene en un aullido, una exclamación de alarma y prevención contra las identidades asesinas.

Hay quienes creen que dicho personaje se parece un tanto al real Jorge Nájar, aunque el autor no esté de acuerdo totalmente. Esparte de los misterios por indagar.

¡Un ramito de alelíes, un abrazo y congratulaciones!

-000-

EVOCANDO A JUAN CRISTOBAL 
Por Rosina Valcárcel

¿AL MARGEN? O LA DEFENSA DE LA CONDICION HUMANA


“Hay que endurecerse sin perder la ternura”.

CHE

Acerca de la primera y última noticia del autor

Hurgando en las páginas hallé un curioso testimonio biográfico de Marcelina Parra. Veamos algunos pasajes: «Cuando abrió los ojos, Juan Cristóbal vio una callejuela por donde volaban luciérnagas y duendes aldeanos. Cuando tuvo uso de razón, es decir cuando su padre le dijo: "Eh, idiota, ven aquí", era el tiempo de Huancayo y la Guardia Civil. Después Juan Cristóbal entristeció (a pesar de su madrina) y reconoció trenes y ríos en Chosica. ¿Cuál fue su desdicha? El asma, dicen varios; mas él trató de descifrarla como algo útil, pero fracasó, y ello lo condujo a la bancarrota de las simpatías. Acabó de estudiar a los 16 años: ya bebía y eso fue (para él y su familia) como si el primer hombre de las cavernas hubiese sonreído.

Luego voló a España a estudiar medicina. ¿Cuál fue su mejor examen? Fue en una tasca, junto a "bellas prostitutas"; pero una noche de espanto de conciencia perdió el diploma. Después lo recuperó gracias a tahúres y toreros.

A su retorno, el avión casi cae en el país de los dulces cocodrilos. Algunos suspicaces creen que fue el miedo el que lo llevó a la pudorosa poesía.

En Lima conoció a un estudiante a quien le llamaban El Tulipán Negro, el cual le habló de Marx y Engels como buenos conocedores de almas y de vinos en sendas desconocidas, y que alguna vez habían dicho "Proletarios del mundo, uníos". Lo cierto es que, sin conocer esto de los camaradas, JC ya había repartido volantes clandestinos por las plazuelas de Madrid ayudando a un viejo carnicero.

Fruto de todo ello conoció un banco, pero no de madera. Al final de su vertiginoso viaje por las porosas calles de nuestra capital, los diarios empezaron a llamarlo "el chofer de los ojos almendrados", y esto mientras JC cantaba a dúo (con su conciencia y un amigo) "A la Molina no voy más... Y como no le dieron posibilidades de seguir buscando documentos antiguos Bajo el Puente, se marchó a Chile donde era aún el tiempo de la lluvia. Ahí supo del poeta Teillier, quien vivía arruinado por la poesía, lo cual es un honor. Tres veces estuvo a punto de viajar a los lagos del sur, pero tres veces se quedó en la Estación Central, porque "justamente acababa de salir el tren".

A su vuelta amó, pero de poco le valió: igual fue a conocer la sensación medieval en las paredes. Allí entendió mejor que antes que el pueblo vencerá algún día a los enemigos del pueblo.

Al concluir El Osario de los inocentes, JC residía en la palabra del mudo, pero expresó alborotado "¡Abajo Trotsky! ¡Viva el cholo Sotil! ¡El deber de todo poeta es hacer la revolución!, y, claro empezó de nuevo a vivir. Ahora sabe que la lucha es de todos los pobres del mundo... Cree, por supuesto, en el internacionalismo proletario, y se identifica con el Che en toda la extensión de la palabra (y a veces escondido lee a Trotsky).

De Piélago y otros datos

JC nació el 20 de octubre de 1941. Ingresó a San Marcos en 1960. Se presenta a Medicina, pero no ingresa. Entonces se va a España y allá estudia un año de Medicina. Como no le gustó a pesar que le regalaron un esqueleto regresó e ingresó a Letras a estudiar Literatura. Paralelamente militó en el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) y fue integrante y activo animador de la revista Piélago. Entre sus amigos: Juan Ojeda, Paco Espinosa, Hildebrando Pérez Grande, Julio Nelson, Adriana Palomino, Carlos Burgos Rivera, Alfredo Portal, Aníbal Marcazolo, Chacho Martínez, Chaska, Patricia del Valle...

Disquisiciones

La obra En los bosques de cervezas azules (Antología poética personal 1971-1999; San Marcos, Lima 2001) de Juan Cristóbal (seudónimo de José Pardo del Arco), está dividido en tres: 1 Libros éditos, desde El osario de los inocentes (1971) hasta Los rostros ebrios de la noche (1999); Libros inéditos: Memoria de lo infame y Las armas de la memoria; III Inéditos (no reunidos en libros). En cada uno de sus libros (como en la propia existencia de este aeda) se mezclan bipolares dimensiones/obsesiones, diversos astros y fantasmas, claveles y barro, nobleza y soledades, solidaridad y machismo, logros e interrogantes. Los personaje individuos devienen en ese reflejo que el mismo sujeto proyecta con frecuencia por instinto de sobrevivencia o rechazo, más allá del cual el hombre real vive y fallece en el complejo desafío que es la vida, fundamentalmente la de los condenados de la tierra.

A propósito de este libro, platiqué con el autor y él confesó que escribe para vivir y morir buenamente y no dejarse morir en vano como un simple "inquilino en la tierra" al decir del gran turco Nazim Hikmet.

Juan Cristóbal desde hace años es profesor de literatura y por razones de enseñanza ha tenido que aprender las características, nacimientos, desarrollo de las escuelas o movimientos literarios, pero cuando comenzó a escribir (desde 1955 aproximadamente) no conocía nada de eso, así que escribió y escribió y no sabía en qué orilla estaba; ahora tampoco lo sabe, cree que su poesía tiene de todo un poco como en la botica de la abuela buena para el dolor de cabeza. Empero en testimonio que asoma en las solapas del citado libro JC enfatiza: Mi poesía tiene dos vertientes: la poesía onírica, lárica y la marginal. Onírica por la influencia surrealista. Lárica, por el Dios Pan: vuelta a la tierra, a la naturaleza, al hogar paterno, a la infancia, rebelión contra la ciudad. Marginal, por vivir solo, encerrado en uno mismo, al lado de los seres y lugares más olvidados de este mundo, junto a las hipocresías y traiciones de los hombres, viviendo la esperanza desde el oscurantismo y la desesperanza. Y la del compromiso políticoideológico, que es el compromiso con la humanidad y el socialismo; que aún existe a pesar que algunos desean desaparecerlo, infructuosamente.

¿Juan Cristóbal acaso es un poeta Intempestivo e inmenso? Cuya inmensidad naciera en los intersticios de la marginalidad, presente en su discurso poético, el cual, asumiendo la poesía popular, va abriendo los pétalos de la vida, para decirnos que la vida no es sólo una sino múltiple, y que en ella hay que buscar la esencia del vivir.

En su obra, no sólo hallamos el vacío y el horror que sienten aquellos poetas que ven que el mundo les es cada vez más ancho y ajeno. Como todo poeta de la acción colectiva, descubrimos fundidos en sus letras el sol de la calle y la metáfora de las esquinas orladas de cerveza. Como miembro de un sector de la generación del 60, crecida entre la estoica militancia, él nos entrega un discurso poético que vertebra la vida cotidiana con la remembranza, la visión de los vencidos y el amor.

Es tributario de poetas de gran aliento como Nazim Hikmet, Bob Marley, Martín Adán, Gustavo Valcárcel, Jorge Teillier, Juan Gonzalo Rose, entre otros. Y, a veces, su expresión llega a momentos épicos. ¿Acaso no es épica la vida de los marginales y de los revolucionarios? Es por eso que su pluma trasunta el vuelo del sol, en la búsqueda de los caminos que permitan tomar el cielo por asalto. He aquí el motivo esencial por el cual el poeta asume el riesgo de plasmar vida y obra.

A pesar que en su poesía existen matices pesimistas sobre la existencia, hay que reparar que no es el escepticismo de aquellos que perdieron la visión de la esperanza. Tal vez al igual que Baudelaire en Las flores del mal, el pesimismo de Juan Cristóbal sea respuesta ante el horror del capitalismo, el cual convierte a los seres humanos en objetos.

Ante esta cosificación el poeta arremete, en última instancia es la voz de los marginales, es el grito de protesta que nace tanto en las usinas como en los bares. Como si interpretando el mundo pudiéramos transformarlo, he allí la piedra filosofal de este alquimista de la palabra.

Las huellas del fuego, nacida en los extramuros de la existencia marginal es la clave para comprender a Juan Cristóbal, el cual en todos estos años de muerte y desolación ha seguido persistiendo en los sueños de la edad de oro. Quizá esta sea una de las razones por las que él es soslayado en varias antologías, y no sea parte del Partenón de la cultura oficial. Más bien, él es integrante de toda una tribu que ha comprendido que el elan vital se origina en la lucha constante del gueto.

Toda la obra de este poeta se haya cruzada por la esperanza y el infortunio, por la amistad y la remembranza, por la vida y la muerte. Antinomias que nos retrotraen hacia las sendas de la filosofía del arte, entendiendo que esta no es sólo un concepto vacuo y erudito, más bien es todo lo contrario, puesto que su significancia se puede encontrar en la historicidad de las contradicciones sociales.

Es esto lo que marca a su yo poético, lo que da valor a sus formas particulares de interpretar el mundo, es la razón que enciende la sangre de las utopías y que halla en la vertebración de los múltiples discursos de la calle, la razón única de su existencia.

Esto lleva a preguntarnos ¿cómo entender a un poeta?, ¿cómo sentir su poesía? La respuesta puede ser dada sólo en la medida que en su obra se sientan las hondas confluencias de la humanidad, la tragedia y la épica. La raíz que permita encontramos con nosotros mismos, formando parte de una colectividad creativa.

La cultura dominante y sus mediadores nos dan una percepción de los marginales, propia del sensacionalismo y de las páginas amarillas. Incluso ha creado toda una serie de términos para graficarlos de "fatalistas, anómicos, anodinos, etc." Sin embargo al igual que Gonzalo Rojas, Juan Cristóbal los reconceptualiza desde categorías verdaderamente humanas. Existe en su poesía, la lucha constante contra "la verdad oficial", por darles su real contenido. Es la otra parte de la humanidad, ergo la mayoritaria, la cual a pesar de la catástrofe de la dominación sigue soñando y haciendo su camino propio.

Aunque sus líneas estén, llenas de desvaríos y horizontes suicidas, la poesía de Juan Cristóbal no es un canto de la desesperanza, es lo opuesto, en ella se palpa la adhesión racional y emotiva a los ideales que dan vida, a la lucha por un mundo mejor para todos y que de individuos podamos convertimos en seres humanos.

Coda ¿Búsqueda de la lámpara o la defensa de la condición humana?

Pareciera a veces que tras la voz poética de JC se oculta la sutil búsqueda de una lámpara mágica, pero no nos confundamos, lo que el autor enfatiza en las variadas inflexiones de su misma voz es más bien la defensa suprema de la condición humana. Por ello hallarnos en la obra de JC. una predisposición para recibir y hacer suyo lo que estima auténtico o válido en el universo de las culturas populares, elevando así la condición históricamente marginal (por la dominación de la cultura hegemónica sobre las culturas subalternas) a la condición humana (desalienada), como si la energía de la poesía tuviera tal fuerza capaz de purificarnos y ennoblecernos. La poesía nacida de los hechos cotidianos y de las emociones o estados de ánimo de angustia, dolor, soledad, desesperanza y locura nos redescubre, nos reconoce así como seres humanos y nos libera. Sólo el que ha sufrido bajo las tinieblas puede saltar y alcanzar la luz; sólo el que ha soportado el vacío puede acariciar los valores y de este modo puede desenajenarse, recuperar su condición humana y trascender.


C/f: “Caballo de Fuego”, Huancayo, Perú, pags. 8-9. Abril 2002. II Epoca.

Director: Nicolás Matayoshi. Ahí se editó la versión original.

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