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sábado, 24 de mayo de 2014

Nicaragua, Venezuela, Nuestra América y el mundo deben resistir unidos contra el imperio yanqui-europeo

Nicaragua, Venezuela, Nuestra América y el mundo deben resistir unidos contra el imperio yanqui-europeo
Manuel Moncada Fonseca

¿Qué planos de la realidad mundial deben interesarnos? ¿Acaso sólo lo que nos conciernen de modo directo? ¿Por qué no vemos el todo del que formamos parte como algo inseparable de nuestras vidas y destinos? Podemos decir, por ejemplo, “Nicaragua es mi país y fuera de él no me importa nada”. Pero entonces ¿cómo podría sobrevivir el proceso de transformaciones sociales que en ella se vive? ¿Cómo podría preservarse su decoro nacional y la redención del oprimido que Sandino y Carlos Fonseca le legaron?

¿Cómo podrá sostenerse la soberanía de los países que conforman Nuestra América sino no los vemos integrándose en una sólo patria con sus defectos, virtudes y, sobre todo, con todo el potencial de desarrollo social que ello encierra? 

¿Y qué encontramos fuera de nuestro hemisferio? Nuevamente amenazas contra la libertad de las naciones para definir sus propias opciones de desarrollo.

Algunas personas podrán estar cansadas de oír hablar de las guerras que han destruido países como Afganistán, Iraq, Libia convirtiéndolos en estados fallidos. Mas ello no es ni diversión, ni necedad: es necesidad imperiosa. 

Contra Siria no lo han logrado por la resistencia que libra el gobierno de Bashar Al-Assad y sus pueblo en contra de quienes han desatado en su territorio, no una guerra civil -como se sostiene en Occidente sin fundamento real- sino una intervención militar desencadenada a través de fuerzas mercenarias de múltiples países; guerra que tiene como propósito realizar las aspiraciones yanqui-europeas y sionistas de establecer un imperio que se extendería, de volverse realidad, desde Israel hasta Irán. 

Después vendrían Rusia y China, convertidas, igualmente, en estados fallidos para que, sobre sus cenizas o sobre su múltiple balcanización, Occidente impusiera al fin su gobierno mundial, su nuevo orden mundial con el mundo entero esclavizado. 

¿Podemos creer que lo de Ucrania, donde EEUU y la UE han impuesto a un atajo de nazistas en el poder, no esté orientado, nuevamente, contra Rusia?

¿No es Nigeria, acaso, un nuevo punto de intervención yanqui europea dirigida no al rescate de unos niños secuestrados -lágrimas de cocodrilo de por medio, como las vertidas por Michelle Obama, Carla Bruni y Angelina Jolie-, sino al avance del dominio yanqui-europeo sobre África, indiscutiblemente, el más que sufrido, intervenido, saqueado y destruido continente desde la época abiertamente colonialista hasta la fecha? ¡Ha pero, las guerras que estallan en ella se presentan, interesadamente, como diferencias tribales! ¡Malditos medios occidentales!

Pero volvamos a Nuestra América.

¿No nos damos cuenta de que EEUU está empeñado en destruir la Revolución Bolivariana recurriendo a cualquier mentira en su contra; ya no se diga, usando a sus peleles de la llamada oposición, para invadirla, quedarse con su petróleo y luego aventarse abiertamente contra el resto de Nuestra América. Kerry, atribuyéndole a su país el papel de Mandamás de nuestro hemisferio, declara que el diálogo en Venezuela ha fracasado. Y la amenaza con sanciones. ¿No es lo mismo, acaso, que EEUU hizo contra los países que ya ha invadido, saqueado y destruido?


Al grano: es hora de resistencia a escala internacional; es hora de hermanar a los pueblos del mundo contra el fascismo, el nazismo y la xenofobia. Es hora de que dejemos a un lado los localismos y nos veamos como especie humana, si realmente deseamos sobrevivir.   

2 comentarios:

  1. obrigada meu amigo por esse artigo, esclarecedor e motivador. Espero que despertamos e nos unimos cada vez mais. América Latina unida!

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  2. Muchas gracias Luz. Ojalá sepamos despertar como pueblos hermanos.

    Manuel Moncada Fonseca

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