Sesgos
mercenarios de un par de periodistas
Desmintiendo
lo que dicen dos periodistas españoles sosteniendo algo que no expresamos en torno al canal
Manuel Moncada Fonseca
Manuel Moncada Fonseca
Con el
Sandinismo en el poder, jamás nos hemos opuesto, en sentido alguno, a la
construcción del canal interoceánico sobre territorio nicaragüense.
Y debe saberse que fue Sandino el claro inspirador del mismo:
“La civilización exige que se abra el Canal de
Nicaragua, pero que se haga con capital de todo el mundo y no que sea
exclusivamente de Norte América, pues por lo menos la mitad del valor de
construcción deberá ser con capital de la América Latina y la otra mitad de los
demás países del mundo que deseen tener acciones en dicha empresa [...] y
Nicaragua, mi Patria, recibirá los impuestos que en derecho y justicia le
corresponden, con lo cual tendríamos suficientes ingresos para cruzar de
ferrocarriles todo nuestro territorio y educar a nuestro pueblo en el verdadero
ambiente de democracia efectiva y así mismo seremos respetados y no nos miren
con el sangriento desprecio que hoy sufrimos.” [1]
Sin embargo,
una periodista española que se presentó ante nosotros como freelance nos
pidió información al respecto del asunto y se la brindamos, pero alevosamente, la
tergiversó. No le facilitamos otra cosa que un conjunto de vínculos que tratan
sobre el tema, lo que acompañamos de una breve opinión personal en torno al
mismo.
Les
presentamos la correspondencia que sostuvimos con ella:
MENSAJES DEL
30 DE OCTUBRE
1. Primer
mensaje de la periodista:
"Estimado
Manuel, soy (…)* periodista freelance española. Coincidí contigo hace muchos
años en Nicaragua... Y desde entonces me llegan tus correos. ¿Cómo te va todo?
Me pongo en
contacto contigo porque voy a realizar un reportaje/análisis, junto con el
periodista [omitimos
también este nombre] (en
copia), sobre la construcción de un canal interoceánico en Nicaragua para el
medio online www.esGlobal. La idea es
hacer un repaso histórico (cómo fue Nicaragua, siempre la primera opción
para Estados Unidos, antes que Panamá) y ver qué puede suponer la construcción
de esta infraestructura.
Nos gustaría
contar con tu visión sobre la necesidad o no de esta construcción; es decir,
ver un poco el sentir del pueblo.
Quizás
también nos podrías ayudar con el contacto de algún experto. [Ojo con esta palabra, muchas
veces utilizada sin inocencia...]
¿Cómo lo ves?
Te
agradecemos de antemano tu tiempo y quedamos a la espera.
(Nombre de
la persona)
Un abrazo
cordial
Periodista
freelance
2. Nuestra
primera repuesta:
“(Nombre de
la persona): gracias por tomar
en cuenta a este servidor. El lunes te estaré enviando una serie de materiales
que pueden serte de mucha utilidad. Por otra parte, como soy enemigo declarado
de todo afán positivista te expondré mi propio criterio al respecto del canal,
cuya construcción está por inaugurarse.
Muchos
saludos.
PD. Me
gustaría saber en qué momento y evento nos conocimos.”
3. Su
segundo mensaje:
"Hola, pues
coincidimos porque yo viajé a Nicaragua en el año 2010 en un proyecto que se
llama 'Jóvenes Voluntarios con América Latina', de Extremadura (España), que
tenía su sede en Ticuantepe y nos diste una charla. Y desde entonces me llegan
tus mails.
Te agradezco
mucho que me expongas tu criterio, así que quedo a la espera.
Un saludo
cordial
(Nombre de
la periodista)
Periodista
freelance
MENSAJES DEL
4 DE NOVIEMBRE
4. Nuestra
segunda respuesta:
"(Nombre de
la persona), aunque con un día de atraso, te remito algunos vínculos que
pueden ayudarte mucho para tu reportaje sobre el Canal Interoceánico en
Nicaragua. [Vienen luego los
vínculos que este servidor le remitió a la periodista].
Una opinión
muy somera de mi parte:
Pienso que,
con todo lo controversial que el canal pueda ser, representa una gran
oportunidad para que Nicaragua pueda despegar de forma firme al desarrollo. Y
aunque ciertamente, como toda gran obra humana, representa riesgos para el
medio ambiente, también lo es que se están tomando, desde ya, todas las
medidas necesarias para minimizar su impacto ecológico. Muchos de los que
critican este proyecto, hoy muestran una preocupación que nunca tuvieron cuando
Nicaragua estuvo bajo dominio yanqui. De fondo, lo que les molesta es que no
sea EEUU el que esté detrás de su construcción, sino una serie de países como
China, Rusia, Bielorrusia. Algunos aducen que Sandino estaba contra toda
posibilidad de que una obra semejante se hiciera realidad, pero, por el contrario,
el héroe planteaba su interés por el canal, salvo que no deseaba, para nada,
que EEUU se volviera su dueño, como lo hizo y, de hecho lo sigue haciendo,
con el de Panamá. En 1914, se firmó el tratado Chamorro Bryan que concedía a
EEUU el derecho perpetuo sobre el potencial canalero de Nicaragua, detalle que,
por cierto, soslayan por completo las fuerzas que hoy se oponen a la
construcción del canal. Ese tratado no concebía otra cosa que impedir, a toda
costa, que otros países pudieran invertir en la construcción del canal en
Nicaragua. La idea consistía en convertir a ésta en resguardo del canal por
Panamá. Con el actual proyecto canalero, se abren, de par en par, las puertas a
la inversión extranjera, sin más restricciones que aquéllas que pudieran poner
en entredicho la soberanía nacional.
5. Tercer
mensaje de la periodista:
"Estimado
Manuel, muchas gracias por los links y por tu reflexión.
Una última
duda: ¿cómo te cito?, ¿historiador?.... Como me digas.
Cuando se
publique el artículo, te envío el link.
Gracias por
tu tiempo.
Un saludo
Nombre de la
periodista
Periodista
freelance
6. Nuestra
tercera repuesta:
"Si necesitas
citarme, puedes hacerlo desde mi condición de historiador. Mas, yo no te he
enviado sino un comentario muy general. Desde hace rato tengo pensado un
artículo al respecto del tema que te interesa, pero otros temas y asuntos me lo
han impedido hasta ahora.
Gracias a ti
por tomarme en cuenta. Es un gusto atenderte.
Fraterno
Manuel."
MENSAJES DEL
12 DE DICIEMBRE
7. Mensaje
de la periodista:
"Estimado
Manuel, ya se publicó el artículo sobre el Canal de Nicaragua para el que te
contacté, te paso el link
(Viene el
vínculo)
8. Nuestra
repuesta
"Hola (Nombre de la periodista).
Agradezco
que me enviaras el artículo. Lo leeré con más atención para poderte dar mi
opinión sobre el mismo. Por ahora te adelanto lo que sigue. Si bien lo que está
entrecomillado es tal como te lo expresé en un mensaje, lo que sigue
inmediatamente después yo no lo he dicho. Me refiero a esta parte del
artículo:
“Con todo
lo controvertido que pueda ser, representa una gran oportunidad para
que Nicaragua despegue de forma firme hacia el desarrollo”, sostiene
el historiador nicaragüense Manuel Moncada." Esto lo dije, en efecto. Esto otro no: "En
sus declaraciones para esglobal, desempolva las dualidades que envuelven
este megaproyecto: desarrollo y oportunidad, por un lado; pérdida de
soberanía y grandes impactos sociales y ambientales, en el opuesto".
Dije que como toda obra humana el canal implica riesgos ambientales, pero
que se trabaja en función de reducir al máximo esos riesgos. Saludos
cordiales.”
Epílogo
Exagerando
sin fundamento de por medio, los freelance anotan que “los impactos ambientales y
sociales siembran la duda sobre un proyecto que ha sido una aspiración nacional
desde hace siglos.” Pareciera,
pues, que alrededor del proyecto canalero lo único que hay son dudas, sin asomo
de certezas. Y en verdad, hay quienes se encargan de sembrar dudas dentro y
fuera del país, porque su interés no está puesto en Nicaragua, sino en
Washington y en Europa… Y, ya no se diga, en sus propios egos e
intereses personales, alimentados, generosamente, por los medios del
imperio de aquí y de allá, también “interesados” ¡qué coincidencia! en la
“preservación” del medio ambiente, pese a que el imperio al que representan
esos medios, por decir algo, hace vomitar centenares de miles de bombas de
uranio empobrecido en numerosos territorios del planeta, sin que ellos hagan
otra cosa que guardar un silencio más que cómplice…
Y pese al
interés supuesto por mostrar la opinión de la ciudadanía, los periodistas,
en su “reportaje/análisis”, hablan
con gran sesgo mercenario. La primera, apuntan, es la postura oficial: “Es un día histórico, de gran
transcendencia en las rutas de evolución, de transformación de la vida
material, social y cultural de nuestro país”. “La segunda es la de la
ciudadanía que no ve con buenos ojos la iniciativa y exige “públicamente al
presidente, a los diputados y a todos los funcionarios involucrados que actúen
en función de los intereses de la nación, y no del gran capital””, ha
escrito “una abogada y experta
en cambio climático”, “quien asegura que el proyecto es
anticonstitucional.” Cualquiera
diría que la abogada, en verdad, está en contra del gran capital. Más
importante aún, habla al peso de la lengua porque múltiples encuestas han
evidenciado la grandísima aceptación que le brinda la población a la
construcción del canal.
Reparamos en
que la palabra "experto" aparece acá como para callarle la boca a
todo aquél “profano” que hable de una temática sin poseer esa calificación, por
lo demás, muchas veces inmerecidamente endosada. Si lo oficial es descalificado
de por sí, lo de experto es elevado, interesadamente, a una escala en la que
las dudas se tornan inexistentes. ¿Quién tiene más propiedad que el experto
para hablar? Nadie, según los sesgos y estereotipos sembrados por los medios
del imperio y sus loras repetidoras del tercermundismo.
¿Y a qué
ciudadanía se refieren los articulistas? ¿Acaso a esa que representa
una miembro de la Fundación Popol Na? ¿Quizá a la que encarna
“Confidencial”? Pero esto no pasa de unas cuantas personas, comprometidas con
el derechista Movimiento de Renovación Sandinista (MRS) y otras siglas, mismas
que reflejan su apego a las revoluciones naranjas con el sombrero de Sandino
teñido con idéntico color; y capaces de inventar falsas huelgas de hambre y muchas
otras perversidades para empañar la imagen del Sandinismo.
Queda por
enésima vez evidenciado que la derecha
mundial está coligada con la local en el afán de desprestigiar un proyecto que
es del, por y para el pueblo nicaragüense. Los ataques en su contra dan fe de
este aserto.
Cerremos. Para
su desgracia, haga lo que haga, la mentira nunca llega muy lejos, porque sus
patas son cortas.
*Omitimos
los nombres de los periodistas implicados por estimarlo innecesario y por
evitar desprestigiarlos de modo personal. Y el medio que les publicó su
artículo nos importa un bledo. No vale nada.
[1] El pensamiento
vivo de Augusto C. Sandino. Editorial Nueva Nicaragua, Managua 1984. Tomo 2. p. 120.
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