Contraponer al
Presidente Maduro con la memoria del Presidente Chávez no es el camino
Por Julio Escalona
Ojeda*
No
creo que sea una buena política tratar de contraponer permanentemente al
Presidente Maduro y al Presidente Chávez. Contraposición en la que el
Presidente Maduro podría estar siendo descalificado y debilitado. Esto va más
allá de la crítica y puede terminar golpeando la esperanza.
El
Presidente Maduro ante los amigos y los enemigos es nuestro Presidente y eso
debe quedar absolutamente claro sin dejar brecha alguna, ni “un tantico así”,
pues si lo que algunos dicen sobre el deterioro de la confianza popular se
estuviere materializando deberíamos tener mucho cuidado con echar agua para
alimentar ese molino. Sin retirar las críticas, ellas deben buscar el camino de
transformarse en propuestas de
soluciones, propuestas que alimenten la confianza, la esperanza porque desde
ese lugar es posible levantar un movimiento que, respaldando al Presidente,
también demande soluciones y logre permear la voluntad del presidente, no
simplemente confrontarla.
Abrir
un frente de batalla contra el presidente es uno de los peores escenarios que
podamos suponer. Creo que esto hay que valorarlo bien.
La
oposición pese a todos los recursos que maneja no ha podido abrir ese campo de
batalla. No creo que desde el chavismo sea posible y sobre todo, que sea
conveniente. Ningún sector chavista tiene fuerza ni líderes carismáticos como
para confrontar públicamente al Presidente Maduro, pero sobre todo, no creo que
el chavismo se anote en un proceso que pueda ir en esa dirección. Lo que si
podríamos es crear dudas, incluso, desencanto en un momento en que la guerra mediática
contra el proceso bolivariano y en particular contra el Presidente, va a ser
más intensa.
Una
política de ese tipo puede revertirse hacia resultados no esperados. El
Presidente Maduro no va a emprender cambios porque reiterada y cotidianamente se
le emplace, se le cuestione, etc.
Una
política orientada por la solidaridad, dirigida a fortalecer al presidente, que
tenga un carácter propositivo y que pueda generar iniciativas positivas, creo
yo, puede ser tomada en cuenta. Creo que la crítica pertinaz, incluso, me
parece, a veces descalificadora, lo que podría provocar es la creación de
barreras y estas no han ayudado nunca a la comunicación, al diálogo fluido y
positivo. Creo pues en la crítica solidaria.
La
crítica solidaria
Va
más allá de la llamada crítica constructiva que suele ser una elegante manera
de descalificar. La crítica solidaria no niega al otro. Propone un camino de
práctica común y reflexión sobre esa práctica común para dirimir las
diferencias. En lugar de polemizar sobre razones, sugiere reflexionar sobre la
práctica compartida y hechos que hablen por sí mismos.
El
proceso bolivariano, como lo he venido repitiendo vive, probablemente uno de sus momentos más difíciles: se profundiza
corrigiendo errores o puede estancarse. Por eso la crítica solidaria es muy
importante, por tanto la necesidad de reflexionar sobre experiencias y tareas y
menos sobre razones generales. La crítica es para fortalecer la esperanza, para
intentar señalar caminos de redención, de liberación. Por eso debe ser fraterna
y solidaria.
¿Cómo
ayudamos al pueblo, sobre todo al pueblo bolivariano, a discernir mediante la
maduración de su propio entendimiento y no mediante una “conciencia” que “se le
introduce desde fuera”, a profundizar su práctica de lucha transformadora? El
pueblo ha crecido y ha sabido resolver por sí mismo en las coyunturas
dilemáticas donde se planteó la victoria o la destrucción del proceso
bolivariano.
Es
decir, no estamos ante un pueblo inexperto e inocente. Las críticas deben ser,
entonces, creo, profundamente pedagógicas y que no parezcan descalificatorias,
sino en propuestas para acciones constructivas fundadas en la esperanza.
Este
pueblo supo qué hacer cuando el golpe de Estado de abril de 2002, cuando el
paro petrolero de diciembre de 2002 y enero de 2003 y más recientemente,
también supo qué hacer, ahora con el liderazgo del presidente Maduro, ante el
ilegal plebiscito que Capriles convocó en diciembre de 2013, y en los primeros
meses de este año con las guarimbas que trataron de incendiar el país, lo que
se hubiera facilitado si sectores del pueblo chavista hubieran salido a
confrontarse con los guarimberos. El Presidente Maduro llamó a no caer en
Provocaciones y esa orientación se cumplió.
Las
deficiencias hay que decirlas, los errores hay que señalarlos y desenmascarar
lo que no pueda tener otro nombre que delitos, pero siempre planteando
propuestas, salidas, soluciones.
En
esta línea de acción, no se puede aparecer como quien desacredita al Presidente
Maduro. Observemos que así está siendo tomado por voceros chavistas y a partir
de ese momento es difícil que alguien escuche aquello que de buena fe se quiera
comunicar, enmendar, etc. Hay un malestar, un rechazo que está madurando hacia
la crítica que pueda no ser cuidadosa, que puede extenderse a cualquier crítica
por legítima que sea. No podemos generar más divisiones, más desencuentros. No
digo esto como para que alguien se coloque una mordaza. Claro que el Presidente
puede ser criticado y creo que ante la crítica solidaria va a ser receptivo.
Creo que él espera la crítica solidaria.
Estamos
enfrentados a una guerra de baja intensidad
Una
vez más deseo reiterarlo. No hay paz ni en Venezuela ni en el mundo. La guerra
es el argumento fundamental. Siempre tratando de rodearla de coberturas
políticas y de la apariencia que se hace en nombre de la democracia y los
derechos humanos. Por eso he dicho hoy que la política imperial es la
continuación de la guerra por otros medios.
Esa
es ahora la situación en el Medio Oriente con el llamado fundamentalismo
islámico. Con el apoyo de EEUU, han tomado posiciones en Siria e Irak y esta ha
sido la excusa para intervenir directamente en Siria con fuerzas militares
estadounidenses y retornar a Irak con una coalición internacional y una extraordinaria
cobertura mediática.
El
trajinado califato islámico es, desde varios aspectos, una creación de
Occidente. En verdad son mercenarios y son otra cara de Al Qaeda, una que pueda
ser más digerida por el público que es manipulado por la dictadura mediática
internacional.
De
alguna manera es también una provocación a Rusia y de cierta forma también a
China. En Ucrania trataron de poner contra la pared a Rusia derrocando al
Presidente Yanukovich y colocando como presidente a un fascista reconocido que
llegó al poder con el apoyo de bandas nazis alentadas por EEUU. Ante la
enérgica respuesta de Rusia, ahora tratan de abrir otro frente en el Medio
Oriente reforzando los esfuerzos por derrocar al gobierno sirio.
En
Venezuela viene otra ofensiva guarimbera como una profundización de la guerra
de baja intensidad, que puede tener como complemento una guerra de guerrillas
en la frontera, emprendida por los narcoparamilitares contrabandistas, con
apoyo de Uribe.
Quiero
ratificar que si bien hay que alertar sobre errores y problemas hay que
prepararse para enfrentar unidos la ofensiva imperial, sea cual sea y la forma
que asuma y la manera como trate de encubrirse. Una de las claves de esos
preparativos es la unidad y sobre todo, la unidad de acción, para saber
derrotarlos políticamente garantizando la paz.
Estamos
frente a un proceso nacional-mundial. Nuestro país es un campo de batalla de
fuerzas trasnacionales, muchas de ellas de reconocida criminalidad y vesania.
Dialogando con Toby
Valderrama
El
día 11 de septiembre de 2014, Toby publica un artículo que titula, Julio
Escalona tiene razón y realiza comentarios elogiosos hacia mi persona. Te lo
agradezco mucho Toby no sé si los merezca. También te agradezco citar mi
artículo.
En
varios puntos no tenemos la misma mirada sobre el Presidente Maduro y sobre el
desenvolvimiento del proceso bolivariano, pero no es como para iniciar una
polémica. He dejado de creer en las polémicas. No por temor sino porque no
tengo una buena experiencia con ellas y no estoy seguro de su utilidad.
También
debo decirte, aun cuando señalas que yo tengo razón, cuestión que también te
agradezco pues he seguido tus escritos y no he visto que seas “jala” mecate, no
me importa mucho hoy día tener o no la razón. Muchos de los asuntos en los que
creo ahora, cada vez con más fuerza, como la esperanza, el amor, la fe, la
solidaridad, la belleza, la fraternidad, la amistad, la compasión (uno de cuyos
significados es padecer con el otro o la otra), el llanto de las tortugas, la
obstinada defensa de los derechos de la madre tierra, de la vida y de todas las
formas de vida, no he llegado a ellos fundamentalmente (o no sólo) por la vía
de la razón. Más bien por la vía de la intuición, de la imaginación, de la
pasión, de la ensoñación y cosas así…
¿Por qué un dialogo y no
una polémica?
Generalmente
las polémicas, es mi parecer en correspondencia con mi experiencia personal, se
fundan más en las razones que en el hacer. Yo creo firmemente en un consejo que
le dio Marx a la I Internacional, que en líneas generales puede expresarse así:
la unidad de las corrientes diversas se fundamenta en la práctica común y en la
reflexión sobre esa práctica común. Es decir, la reflexión, que puede conducir
a las elaboraciones teóricas debería tener como sustentación el hacer común. Un
proceso, digo yo, que pueda favorecer la construcción de espacios donde nos
vinculemos a través de la práctica para que el que hace, el que piensa, el que
sueña, puedan ser la misma persona. Es probable que esto se acerque a la
propuesta que hace Marx en La ideología alemana, relacionada con la superación
de la división del trabajo en trabajo manual y trabajo intelectual.
También
me he estado inspirando en una frase de Galeano que dice: “Somos lo que
hacemos. Sobre todo lo que hacemos para cambiar lo que somos.”
Aspectos del diálogo
Me
alegra tu acuerdo en la necesidad de la solidaridad con el Presidente Maduro y
no dejar que se debilite. Es verdad que otro problema es que él se debilite así
mismo. De acuerdo, pero incluso en ese caso, creo yo que nuestro deber es, […],
tratar de sostenerlo, hasta en el supuesto de que él no lo desee.
Más
adelante agregas: «el centro de su pensamiento (el mío) es: "El sacudón
llegó un poco más allá de donde la relación de fuerzas lo permitía".»
Bueno, respetando tu derecho de lector a escoger lo que consideras el centro de
mi pensamiento, diré que ese es un aspecto importante, pero yo trabajo,
generalmente con ideas interdependientes, pero repito, esa es tu opinión sobre
mi artículo y yo la respeto. Sólo trato de aclarar algo personal pues esa idea
en mi artículo según lo que yo escribí es totalmente complementaria e
interdependiente con la que sigue:
“Desarrollar otra relación (de poder) fundada
en el protagonismo popular es
imprescindible y fortalece al presidente.” El alcance de la primera no se
completa sino se acompaña con la segunda.
Quiero
decir que desde el momento en que estamos tratando de construir una democracia
participativa y protagónica, el protagonismo popular es decisivo para lo que el
Presidente pueda hacer o no hacer. Por supuesto, las iniciativas presidenciales
son sumamente importantes para el desarrollo del protagonismo popular, pero, ¿y
las nuestras? ¿Qué hemos hecho, que estamos haciendo para contribuir con el
protagonismo popular, un protagonismo que empuje al Presidente, que lo ayude a
ir más allá? En mi caso personal reconozco que no estoy haciendo mucho. En ese
sentido, me siento responsable por no contribuir al fortalecimiento del
Presidente Maduro, para que él pueda ir más lejos con una correlación de
fuerzas favorable.
También
creo que ese aspecto tiene una importancia adicional: el protagonismo popular
puede compensar el presidencialismo y de esa manera ir construyendo otra
cultura política en correspondencia con el Art. 5 Constitucional que establece
que la soberanía reside en el pueblo y es intransferible. En fin de cuentas es
el pueblo el que debe ir trazando el rumbo y madurando en cada proceso ¿El
Presidente Maduro tiene responsabilidad en este asunto? Sí, decisiva. Pero no
es cómo para que sectores chavistas estén sintiendo que a diario hay como una
especie de crucifixión hacia el Presidente Maduro. Ojo, no digo que eso se esté
haciendo, pero es lo que por lo menos un sector chavista está sintiendo ¿Es ese
el mejor ambiente para un diálogo que contribuya al encuentro pedagógico, a la
reflexión serena? Sinceramente Toby, no lo creo, pero mi palabra es sólo eso,
mi humilde palabra.
Creo
que el Presidente Maduro ha hecho y hace esfuerzos por construir una dirección
colectiva. Eso es un mérito. Luego, centrar toda la crítica en el Presidente
Maduro, ¿no es una manera de contribuir al Presidencialismo? Tenemos una
revolución en la medida que el poder se va constituyendo desde abajo y el
sujeto pueblo es capaz de inclinar la correlación de fuerzas a favor de cambios
en función de una nueva sociedad, aquella donde la minoría capitalista no sea
quien monopolice el poder con los mismos métodos y valores con los que monopoliza
el mercado. Esa misma minoría que sólo puede prosperar en medio de la escasez,
pues es la que le permite especular con los precios.
Inmediatamente,
Toby, en el párrafo que sigue digo: “El Estado y la sociedad siguen siendo
capitalistas”. Es decir, seguimos trabajando con el mismo Estado, con la misma
burocracia cuartorepublicana, no importa que ahora se llame chavista o
bolivariana, con los mismos métodos, estilos y maltratos hacia la población…
Más grave aún, con las mismas relaciones de poder, los mismos valores, sólo que
ahora se les llama “socialistas”, aun cuando lo que sean, es “sociolistos”. Eso
fue así ayer con el Presidente Chávez y posiblemente se haya agravado en la
medida que ha pasado el tiempo y las camarillas burocráticas se van atornillando
en el poder y desplazando a funcionarios honestos, revolucionarios, verdaderos
servidores públicos.
La
correlación de fuerzas dentro del aparato del Estado no es a favor de la
revolución, pero no sólo hoy, ayer con el Presidente Chávez también era así. La
corrupción y la política social fundada en la dádiva nos vienen haciendo un
daño severo desde hace mucho tiempo, prácticamente desde que comenzó este
proceso. Como sabemos esto impacta también a la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana (FANB), a los tribunales, al aparato educativo, a las empresas del
Estado, a las organizaciones sindicales, en fin, a toda la sociedad. El
Presidente Chávez trató de acelerar el proceso de cambiar la correlación de
fuerzas dentro del Estado y avanzó pero la cuestión sigue planteada. Eso lo ha
recibido el Presidente Maduro y en esa batalla está y estamos.
Pero
también hay que reconocer a los funcionarios honestos que están ahí dentro,
dando una batalla a veces desigual. Muchas veces nadando contra la corriente.
Mi homenaje para todos ellos.
Por
otra parte, una parte sustancial del aparato productivo y de la distribución de
los bienes y servicios, sigue controlada por el capital.
Donde
el Presidente Chávez avanzó más fue en la forja de un pueblo. Ahí está ese
pueblo y ese pueblo está respaldando al Presidente Maduro. Yo creo que hay
malestar, incluso, algunos sectores se desesperan; pero el bolivarianismo, el
chavismo son un sentimiento arraigado y no serán destruidos fácilmente. Eso es
lo que las encuestas están diciendo y es lo que yo puedo percibir. Yo me
desplazo en esta ciudad en autobús, en metro, a pie, escuchando, viendo…
Diariamente.
Cuando
hablo de correlación de fuerzas hablo principalmente de este proceso que muy
limitadamente he tratado de resumir.
Como
dije antes, debemos ejercer la crítica, pero acompañándola con la esperanza y
trabajar activamente por ella. Toby, tú y yo somos militantes de esta causa,
nadie nos va a sacar de ahí. Yo respeto profundamente la pasión que le pones a
todo esto. Es difícil encontrar otra manera de militar. Deseo continuar este
diálogo aun cuando una parte de él probablemente deba ser privada.
En
la parte como conclusiva de mi artículo señalo que:
“El
eje de los cambios es la revolución del modelo petrolero. No se puede seguir
financiando un patrón de consumo y producción transnacional y agrego ahora, un
modo de vida imperial. Dice Luis Britto: ¿Es imperativo favorecer con tal subsidio (dólares preferenciales, NN)
a firmas vendedoras de licor y agua azucarada? Continuo diciendo yo: “O seguir
financiando un patrón de producción fundado en corrupción e ineficiencia de
empresarios prósperos (corruptos) y empresas quebradas”.
“La
transferencia de renta petrolera mediante créditos al sector privado debe
cumplir requisitos: compromiso de fiel cumplimiento medido en volúmenes y
lapsos de producción, compromisos sociales y ambientales; sostenibilidad de la
inversión para que el fracaso, generalmente vinculado a corrupción e
ineficiencia no sea premiado con nuevos créditos.”
El
Presidente Maduro ha otorgado nuevos créditos al sector privado. No me opongo a
eso ni creo que sea una traición. En el pasado el Presidente Chávez entregó
milmillonarias sumas y el resultado principal es que ese capital fue
transferido al extranjero y desviado hacia la especulación financiera, hacia la
conspiración contra el bolívar para provocar devaluaciones y fuga de capitales,
problemas en la balanza de pagos, déficit fiscal, etc., ahora los compromisos
deben ser rigurosos de tal manera que en un plazo taxativamente estimado, esos
créditos deben estar retornando a la sociedad convertidos en bienes y
servicios, salarios, impuestos sobre las ganancias obtenidas, etc. De no ser
así, el proceso bolivariano podría estar en proceso de ser derrocado. Estos
resultados han sido uno de los efectos del modelo petrolero.
“Ese
modelo petrolero es la raíz del
deterioro del aparato productivo, el déficit fiscal, el endeudamiento,
problemas en la balanza de pagos, la escasez, la inflación.” Es mi opinión que
si no centramos aspectos de la crítica en este asunto, no estaremos, me parece,
solidarizándonos y fortaleciendo al Presidente Maduro. Si se continúa
profundizando el modelo petrolero transnacional, las campanas estarán doblando
por el proceso bolivariano.
¿Cuándo vamos a reconocer el gran esfuerzo que viene
haciendo el Presidente Maduro desde cuando siendo vicepresidente le tocó
relevar a Chávez?
Unas
breves palabras para decir que no es poca cosa la que le ha tocado al tener que
tomar las riendas que dejó el Presidente Chávez. Todos los desfiladeros y aguas
turbulentas que ha tenido que cruzar. A
poco más de un mes de la muerte del Presidente Chávez le tocó ir a unas
elecciones y las ganó, con un pequeño margen, pero las ganó y eso ha sido
decisivo para que estemos aquí y en las elecciones locales de diciembre 2013,
el pueblo chavista supo derrotar el ilegal plebiscito que convocó Capriles.
Muchos
procesos están por definirse y las elecciones parlamentarias del año 2015 están llenas de interrogantes que no
son un reto sólo para el Presidente Maduro. Es también nuestro. Yo sé Toby que
esta preocupación también es tuya.
*
Embajador Adjunto de Venezuela en Naciones Unidas (ONU)
Enviado por su autor
Lic. Rosa Cristina
Báez Valdés "La Polilla Cubana"
Moderadora Lista
Cuba coraje, miembro de Red Social Hermes< http://auto-hermes.ning.com/> y
miembro fundador de la Red de Trincheras Amigas
Twitter @LaPolillaCubana
*¡JUNTOS PODEMOS LOGRARLO! Libertad a los 5 ¡YA!*
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