9
DE AGOSTO DE 2013
Las
guerras de Obama no se toman vacaciones
Publicado
el 9 de agosto de 2013
Amy
Goodman y Denis Moynihan
Mientras
la familia Obama se prepara para pasar las vacaciones en la isla Martha’s
Vineyard, alguien debería recomendarle al Presidente que lleve el libro “Trampa
22” (cuyo título original en inglés es Catch-22) como lectura de verano. Esta
clásica sátira contra la guerra del escritor Joseph Heller, publicada en 1961 y
basada en las experiencias del autor como piloto de un avión de combate en la
Segunda Guerra Mundial, lamentablemente es muy pertinente en la actualidad,
cuando las guerras de Obama en Afganistán y otras partes del mundo continúan
prolongándose.
El
título de la novela de Heller hace referencia a la regla de un régimen militar
ficticio, según la cual solamente es posible escapar al servicio militar si se
es loco, pero si se solicita ser exonerado del servicio militar se considera
que la persona es cuerda y, por tanto, tiene el deber de servir en el ejército,
lo que deja a los personajes atrapados en un callejón sin salida. Heller
escribe en su libro “Sólo había una trampa, y era la 22, que establecía que
preocuparse por la propia seguridad ante peligros reales e inmediatos era un
proceso propio de mentes racionales. Orr estaba loco y podían retirarlo del
servicio; lo único que tenía que hacer era solicitarlo. Y en cuanto lo hiciera,
ya no estaría loco y tendría que cumplir más misiones”.
Barack
Obama presentó su candidatura a las elecciones primarias de Estados Unidos de
2008 como la alternativa contra la guerra. Su principal rival era Hillary
Clinton, cuya nominación como candidata a la presidencia por el Partido
Demócrata parecía inevitable. Algunos años antes, en un discurso pronunciado en
Chicago el 2 de octubre de 2002, Obama declaró su oposición a la inminente
invasión de Irak y la denominó una “guerra tonta, una guerra precipitada, una
guerra no basada en la razón sino en la pasión, no basada en principios sino en
la política”. Como miembro del Senado de Estados Unidos, Obama prometió obstruir
todo proyecto de ley que otorgara inmunidad retroactiva a las grandes empresas
de telecomunicaciones que cooperaron en el programa del Gobierno de Bush de
escuchas telefónicas de ciudadanos estadounidenses sin órdenes judiciales. Y el
mismo día en que asumió la presidencia por primera vez, como recordarán, Obama
prometió cerrar la prisión de Bahía de Guantánamo.
¿Puso
Obama fin a la guerra de Irak? Definitivamente no, al menos no para los
iraquíes. Julio fue uno de los meses más sangrientos en el país desde el
aumento de la insurgencia contra el Gobierno iraquí impuesto por Estados
Unidos. En lo que va del año, más de 4.000 iraquíes han muerto, la mayoría en
ataques con bomba contra civiles, y alrededor de 10.000 resultaron heridos en
ataques de suníes contra chiíes o viceversa. El 22 de julio, hubo un ataque
militar insurgente contra la prisión de Abu Ghraib, que se hizo tristemente
célebre hace diez años por las fotos estremecedoras de abusos contra
prisioneros por parte de soldados estadounidenses. Quinientos prisioneros
fueron liberados durante el ataque, entre ellos varios líderes de al-Qaeda. La
organización Transparency International clasificó al gobierno de Irak como el
séptimo gobierno más corrupto del mundo, por encima de Sudán, Afganistán, Corea
del Norte y Somalia. Trece soldados estadounidenses murieron en Afganistán en
julio, entre ellos Caryn Nou, una soldado de 29 años que tenía dos hijos.
La
adopción de Obama de un Estado de vigilancia es ahora evidente, tras las
revelaciones del informante de la Agencia de Seguridad Nacional Edward Snowden.
En diciembre de 2007, la oficina del entonces senador Obama emitió un
comunicado de prensa que afirmaba “El senador Obama se opone firmemente a
otorgar inmunidad retroactiva a las empresas de telecomunicaciones y ha apoyado
la iniciativa del senador Dodd de eliminar esa disposición del proyecto de ley
FISA. Otorgar dicha inmunidad va en contra de las protecciones constitucionales
que los estadounidenses esperan que el Congreso defienda. El senador Obama
apoya la obstrucción de este proyecto de ley y exhorta a otros legisladores a
que hagan lo mismo”. Eso decía el comunicado de prensa publicado en su sitio
web. Meses más tarde, Obama no solo no obstruyó el proyecto de ley, sino que
votó a favor de él. Ahora, el Presidente Obama se niega a reunirse con el
Presidente Vladimir Putin el mes próximo en Rusia, debido a que Putin otorgó
asilo temporal a Snowden.
Además,
está la prisión de Guantánamo. Cien de los 166 prisioneros que están detenidos
allí llevan seis meses en huelga de hambre. El Pentágono está alimentando a
muchos prisioneros por la fuerza. Se ha autorizado la liberación de ochenta y
seis de ellos. La mayoría de los 166 nunca fueron acusados y algunos permanecen
detenidos en esas condiciones desde hace más de 11 años. Dicen que hay una
desesperación generalizada entre los prisioneros, tanto que preferirían morir
de hambre antes que tener que soportar más de lo mismo. El Presidente Obama
afirmó en abril: “No quiero que estas personas mueran. Obviamente el Pentágono
está tratando de manejar la situación lo mejor posible, pero creo que todos
deberíamos reflexionar sobre por qué estamos haciendo esto”. De modo que hace
que los alimenten por la fuerza para mantenerlos con vida, sin acusación, sin
un final en vista. Aunque el Gobierno de Obama libere a dos prisioneros, un
plan que el Secretario de Prensa, Jay Carney, reveló el viernes pasado, aún
quedan 164 prisioneros languideciendo ahí.
Antes
de salir de vacaciones, el Comandante en Jefe Obama pronunció un apasionado
discurso a los infantes de marina de Camp Pendleton, California. En otro lugar,
el soldado Bradley Manning asistió a otro día de su audiencia de condena. El
protagonista del libro de Joseph Heller “Trampa 22”, el capitán Yossarian, sostiene
a un compañero moribundo, casualmente llamado Snowden, que muere en sus brazos.
La experiencia suscita la oposición de Yossarian a la guerra. Del mismo modo,
Bradley Manning fue a la guerra, detestó lo que vio y tomó medidas al respecto,
al filtrar documentos para generar un debate a nivel nacional.
La
descripción de Heller de la guerra, cruda y descarnada, si bien se basó en su
propia experiencia, es parte de la ficción, mientras que las guerras de Obama,
sus ataques con aviones no tripulados, su guerra contra los informantes, son
muy reales.
©
2013 Amy Goodman
Texto
en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy
Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy
Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se
emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión en inglés y en
más de 400 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el
sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos",
editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
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