¿A qué se le llama educación? (Primera entrega)
Revista Libre Pensamiento
Ser educado es ser una persona con auténticos valores humanistas, no burgueses
La educación se comprende como estar dotado de una carrera técnica o profesional; poseer conocimientos -más instrumentales o aplicables que científicos- y habilidades y competencias variadas. A tal al grado llega esta percepción que, por ejemplo, se presenta al video como herramienta para reinventarla. Se le confunde, pues, con todo aquello que pueda utilizarse para instruir.
En esto no hay nada inocente, dado que se trata de un asunto por completo inducido. No debe asombrar que Michelle Obama y Bill Gates, se mencionen entre los personajes interesados en promoverla.[1] También se le entiende como información que, por su exceso y su desfasamiento veloz, debe saberse buscar, clasificar e interpretar.[2]
Anclándose en este mismo tipo de percepciones, se habla maravillas del “teléfono inteligente”; o se sobredimensiona el potencial de la llamada “educación virtual” vinculada a las endiosadas TIC. Gracias en gran medida a la aplicación de ésta “el capital ha rotó la distancia que separaba el tiempo de trabajo y el tiempo libre, o el tiempo de la vida”, lo que le permite aumentar de modo muy significativo sus ganancias. Y esta apropiación del tiempo ocurre por doquier, en los supermercados y centros comerciales donde se imponen jornadas diarias de 15 o más horas de trabajo; mientras se come dado que se obliga a consumir alimentos en el menor tiempo posible; con las siestas dado que se estima propio de perezosos el practicarla; el descanso nocturno; la memoria y el pasado, afectados por el uso de internet y el celular. [3]
Una fuente que refiere las peculiaridades de los países con mejor educación plantea: “Para decirlo diplomáticamente, la expectativa de muchos de los países más exitosos es que la gente haga lo que se les dice. / Una cultura conformista y centrada, un sentido de propósito colectivo o incluso un Estado de un sólo partido de los tradicionales suelen ser elementos que dan mejores resultados” agregándose que “los finlandeses consiguen un alto rendimiento con un fuerte sentido de independencia liberal.”[4]
El sesgo conductista de lo expuesto es muy visible. Pero tampoco el caso de Finlandia dice mayor cosa que la de hacer apología al capital que en este país nórdico reina. Mas llama poderosamente la atención que se ignoren los avances formidables de la educación en Cuba, lo que sólo es explicable a partir del sistema socialista que existe en ella, por eso no extraña que la isla caribeña le imprima a la misma un alto sentido de cambio social y que el número de profesores por aula sea uno por cada 12 estudiantes.[5]
No está demás expresar que las pruebas Pisa destinadas a decidir los parámetros de una buena educación, se deciden por la OCDE, organismo económico que las lanza al ruedo y las utiliza en función de enrumbar la educación en una dirección determinada, valga decir, favorable a las transnacionales.[6]
Quizá de modo benévolo, se sostiene que una educación de calidad “debe generar conocimientos científicos, técnicos y tecnológicos en niveles de excelencia, así como el logro de aprendizajes emocionales, sociales, éticos y morales, también significativos.” A ello se le agrega que para ser integral, debe atender el derecho a la prosperidad, la paz y la felicidad y que no debe estimársele simple transmisión de conocimientos, memorización de contenidos enciclopédicos, porque entonces se le convierte en instrucción. Pero los planteos hechos no se corresponden con la realidad de opresión y sometimiento que reina en el mundo, porque se reducen, en el mejor de los casos, a buenos deseos concebidos como alcanzables con lo que llaman una educación de calidad y con una conciencia solidaria que permita trabajar en paz y armonía.[7]
¿Trabajar en paz y armonía ahí donde existen clases sociales antagónicas, cuando conscientemente se permite al opresor que lo siga siendo y se espera que el oprimido acepte su suerte como algo natural?
Del mismo tipo es esta otra concepción toda vez que acaricia la idea de una liberación individual y no colectiva de los seres humanos y al plantear no el fin de la reproducción de las relaciones opresoras de producción, sino su permanencia:
“La educación es la única forma que hay de liberar a los hombres del destino, es la antifatalidad por excelencia, lo que se opone a que el hijo del pobre tenga que ser siempre pobre; a que el hijo del ignorante tenga que ser siempre ignorante; la educación es la lucha contra la fatalidad. Educar es educar contra el destino, que no hace más que repetir las miserias, las esclavitudes, las tiranías, etc. Además hay que educar para la ética, hay que saber que educar es ya, en sí, una labor ética, emancipadora" (Fernando Savater, 1999).[8] Como puede observarse, el sistema opresor queda por completo en la sombra y sólo importa, de palabra, la liberación individual.
En esto no hay nada inocente, dado que se trata de un asunto por completo inducido. No debe asombrar que Michelle Obama y Bill Gates, se mencionen entre los personajes interesados en promoverla.[1] También se le entiende como información que, por su exceso y su desfasamiento veloz, debe saberse buscar, clasificar e interpretar.[2]
Anclándose en este mismo tipo de percepciones, se habla maravillas del “teléfono inteligente”; o se sobredimensiona el potencial de la llamada “educación virtual” vinculada a las endiosadas TIC. Gracias en gran medida a la aplicación de ésta “el capital ha rotó la distancia que separaba el tiempo de trabajo y el tiempo libre, o el tiempo de la vida”, lo que le permite aumentar de modo muy significativo sus ganancias. Y esta apropiación del tiempo ocurre por doquier, en los supermercados y centros comerciales donde se imponen jornadas diarias de 15 o más horas de trabajo; mientras se come dado que se obliga a consumir alimentos en el menor tiempo posible; con las siestas dado que se estima propio de perezosos el practicarla; el descanso nocturno; la memoria y el pasado, afectados por el uso de internet y el celular. [3]
Una fuente que refiere las peculiaridades de los países con mejor educación plantea: “Para decirlo diplomáticamente, la expectativa de muchos de los países más exitosos es que la gente haga lo que se les dice. / Una cultura conformista y centrada, un sentido de propósito colectivo o incluso un Estado de un sólo partido de los tradicionales suelen ser elementos que dan mejores resultados” agregándose que “los finlandeses consiguen un alto rendimiento con un fuerte sentido de independencia liberal.”[4]
El sesgo conductista de lo expuesto es muy visible. Pero tampoco el caso de Finlandia dice mayor cosa que la de hacer apología al capital que en este país nórdico reina. Mas llama poderosamente la atención que se ignoren los avances formidables de la educación en Cuba, lo que sólo es explicable a partir del sistema socialista que existe en ella, por eso no extraña que la isla caribeña le imprima a la misma un alto sentido de cambio social y que el número de profesores por aula sea uno por cada 12 estudiantes.[5]
No está demás expresar que las pruebas Pisa destinadas a decidir los parámetros de una buena educación, se deciden por la OCDE, organismo económico que las lanza al ruedo y las utiliza en función de enrumbar la educación en una dirección determinada, valga decir, favorable a las transnacionales.[6]
Quizá de modo benévolo, se sostiene que una educación de calidad “debe generar conocimientos científicos, técnicos y tecnológicos en niveles de excelencia, así como el logro de aprendizajes emocionales, sociales, éticos y morales, también significativos.” A ello se le agrega que para ser integral, debe atender el derecho a la prosperidad, la paz y la felicidad y que no debe estimársele simple transmisión de conocimientos, memorización de contenidos enciclopédicos, porque entonces se le convierte en instrucción. Pero los planteos hechos no se corresponden con la realidad de opresión y sometimiento que reina en el mundo, porque se reducen, en el mejor de los casos, a buenos deseos concebidos como alcanzables con lo que llaman una educación de calidad y con una conciencia solidaria que permita trabajar en paz y armonía.[7]
¿Trabajar en paz y armonía ahí donde existen clases sociales antagónicas, cuando conscientemente se permite al opresor que lo siga siendo y se espera que el oprimido acepte su suerte como algo natural?
Del mismo tipo es esta otra concepción toda vez que acaricia la idea de una liberación individual y no colectiva de los seres humanos y al plantear no el fin de la reproducción de las relaciones opresoras de producción, sino su permanencia:
“La educación es la única forma que hay de liberar a los hombres del destino, es la antifatalidad por excelencia, lo que se opone a que el hijo del pobre tenga que ser siempre pobre; a que el hijo del ignorante tenga que ser siempre ignorante; la educación es la lucha contra la fatalidad. Educar es educar contra el destino, que no hace más que repetir las miserias, las esclavitudes, las tiranías, etc. Además hay que educar para la ética, hay que saber que educar es ya, en sí, una labor ética, emancipadora" (Fernando Savater, 1999).[8] Como puede observarse, el sistema opresor queda por completo en la sombra y sólo importa, de palabra, la liberación individual.
[1] 35 charlas TED sobre
educación que todo docente curioso debería ver. https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/charlas-ted-sobre-educacion-para-docentes-curiosos/32245.html
[2] Ocho cosas que probablemente deberían cambiar en la educación. https://www.xatakaciencia.com/psicologia/ocho-cosas-que-probablemente-deberian-cambiar-en-la-educacion
[3]. “con la universalización
del capitalismo lo que hoy se está viviendo es la plena “subsunción de la vida
al capital”, que implica que se han mercantilizado y sometido a la férula del
tiempo abstracto todos los aspectos de la vida. En concordancia con este
presupuesto, el capital ha rotó la distancia que separaba el tiempo de trabajo
y el tiempo libre, o el tiempo de la vida. Eso se ha logrado con la utilización
de múltiples estrategias, entre las que sobresalen la flexibilización laboral,
que no es otra cosa sino el alargamiento de la jornada de trabajo y el regreso
a formas de explotación donde impera la plusvalía absoluta, la deslocalización
de empresas a otros países y continentes, en los que se puede someter a vastos
contingentes de trabajadores a ritmos infernales y prolongados de explotación
diaria (jornadas de 15 o más horas de trabajo) y, sobre todo, el empleo de la
tecnología electrónica y digital. Este aspecto es tan crucial, que amerita ser
tratado con algún detalle.” Renán Vega Cantor. La expropiación del tiempo en el
capitalismo actual http://www.herramienta.com.ar/revista-herramienta-n-51/la-expropiacion-del-tiempo-en-el-capitalismo-actual
[4] Sean Coughlan. BBC. 9
peculiaridades de los países con la mejor educación en el mundo. http://www.bbc.com/mundo/noticias-38213226
[5] Clive Kronenberg. ¿Por qué
la educación en Cuba es una historia de éxitos? Y lo que puede enseñar al
mundo. http://www.cubadebate.cu/noticias/2016/11/08/por-que-la-educacion-en-cuba-es-una-historia-de-exitos-y-lo-que-puede-ensenar-al-mundo/#.WnOaKaiWaM8
[6] La crítica a dicho sistema
de evaluación comienza con lo que las pruebas Pisa advierten sobre su uso: “si
un país puntúa más que otro no se puede inferir que sus escuelas sean más
efectivas, pues el aprendizaje comienza antes de la escuela y tiene lugar en
una diversidad de contextos institucionales y extraescolares”. Cada vez más
expertos estiman que PISA, amén de un fracaso, es también un fraude, toda vez
que no sirve para “ayudar a la mejora de las escuelas y los sistemas
educativos.” Enrique Diez Gutiérrez. Desmontando PISA (3): Críticas a PISA. http://www.aikaeducacion.com/opinion/desmontando-pisa-3-criticas-pisa/
[7] Jordán Segovia Gareca. El
País. Educar es liberar. http://www.elpaisonline.com/index.php/2013-01-15-14-16-26/cantaro/item/199767-educar-es-liberar
[8] REFLEXIÓN, ¿QUÉ ES EDUCAR? https://revistamagisterioelrecreo.blogspot.com/2013/05/reflexion-que-es-educar.html
Excelente tema. LA EDUCACIÓN esta claro que la educación es un gran responsabilidad de los Padres y de los Maestros, la falta de calidad en la educación es consecuencia de la politizar de las Secretarias o Direcciones de educación al utilizar a los maestros y alumnos a ser parte de cañón en la política, lo que disminuya la calidad de la Educación, Y si Los Gobiernos que se asentaron en el poder por muchas años comprenderemos la falta de capacidad de los Padres de educar a sus hijos lo que complica la actividad del Maestro que también esta invadido por la politica haciendo de su labor una mala educacion
ResponderEliminarAmigo Braga, se le agradece el comentario. Me permito, no obstante, expresar que nosotros no vinculamos la educación con instituciones sino con una actitud de entrega a los demás. Nos ceñimos al planteo de José Saramago cuando expresa que ni las universidades ni las escuelas educan. Primero porque no están para eso; segundo porque no les interesa y tercero porque se educa con valores humanistas que las instituciones señaladas en sí mismas no sustentan.
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