Las palabras del terror: "Soy de Goldman Sachs y estoy aquí para ayudar"
Publicado: 3 may 2016 13:28 GMT | Última actualización: 3 may 2016 18:58 GMT
En este episodio de Keiser Report, Max y Stacy hablan sobre la frase que más terror provoca: “Soy de Goldman Sachs y he venido a ayudarle”. Analizan por qué Goldman Sachs Bank USA está tan ansioso por atraer a los pequeños depositantes. En la segunda mitad, Max continúa su entrevista a Jim Rickards sobre su nuevo libro: ´El nuevo caso para el oro´. Echan un vistazo a los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI y discuten por qué China está intentando acumular el mayor número posible de ellos.
Si antes el depósito mínimo para tener una cuenta en Goldman Sachs era de 10 millones de dólares, ¿por qué han bajado de estos 10 millones de dólares a un dólar? ¿A qué se debe este generoso gesto de Goldman Sachs de ofrecerle al pequeño cliente una rentabilidad superior a la media?
La entidad bancaria ha empezado a ofrecer tasas de interés ligeramente más altas que las de la competencia para las cuentas de ahorro, lo que se traduce en una mayor acumulación de dinero para los ejecutivos de Goldman Sachs, aunque también podrían estar desesperados por conseguir estos depósitos bancarios a toda costa por miedo a caer en quiebra.
"Las 6.000 toneladas de oro que guarda el Banco de la Reserva Federal de Nueva York es el de otros países, oro que corre el riesgo de confiscación en casos de extrema necesidad si se produjese una crisis financiera peor que la de 2008"
Para demostrarlo, Stacy Herbert y Max Keiser analizan un informe de la Oficina del Controlador de la Moneda (OCC) de Estados Unidos que muestra que la exposición crediticia de Goldamn Sachs, es decir, el riesgo de que la contraparte no pague la deuda, es de un gigantesco 516 por ciento, frente al riesgo que presentan otras entidades como JP Morgan o Citibank, de un 209% y un 166%, respectivamente. En este sentido, los presentadores concluyen que Goldman Sachs es insolvente y que necesita cuanto antes liquidez. Y advierten: “aquel que invierta su dinero en esta entidad está dispuesto a perderlo”.
Pero, ¿cómo es que este tipo de entidades con prácticas fraudulentas aún no han caído por su propio peso y no han quebrado? Max y Stacy argumentan que porque son los mismos bancos los que aplican y luego derogan las leyes estatales según les conviene, para que lo que era una práctica ilegal en un primer momento, se convierta en legal derogando alguna ley en caso de que sea necesario.
"Desde el desplome financiero, los bancos ‘demasiado grandes para caer’ se han hecho aún más grandes; la separación entre las entidades de inversión y los bancos es mucho menor, cada vez están más fusionados. Así que hay mucha menos competencia y, desde luego, mucha menos libertad para los ciudadanos estadounidenses, que son mucho menos libres porque tienen que cargar con una gran deuda", apunta Stacy.
En la segunda parte del programa, Max entrevista al Jim Rickards, autor del libro ‘El nuevo caso para el oro’. Juntos analizan la creciente tendencia hacia la hegemonía del oro y qué clase de confrontaciones podría generar.
Rickards expone como ejemplo el caso del oro que EE.UU. custodia y guarda para otros países. "El oro de Estados Unidos no está en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, sus reservas están en Fort Knox y West Point, dos bases militares controladas por el Ejército, no por la Reserva Federal ni por el Tesoro. Las 6.000 toneladas de oro que guarda el Banco de la Reserva Federal de Nueva York es el de otros países, oro que corre el riesgo de confiscación en casos de extrema necesidad si se produjese una crisis financiera peor que la de 2008", explica.
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