¿“Indios contra indios en la conquista” de Perú?
Manuel Moncada Fonseca
Una imagen vale más que mil palabras, reza el adagio,
pero las palabras de una narración o de un libreto, acompañado de determinados
efectos de luz y sonidos, le pueden quitar a la imagen su valor real y hacerla
expresar algo por completo distinto a lo que ella encierra. Así una imagen
apacible se puede volver aterradora; ésta angelical y, esta última, a su vez, demoníaca.
Y si de videos se trata, las maravillas de lo que se puede hacer con ellos
crecen de modo exponencial, máxime cuando el celuloide se utiliza para dar la
impresión de objetividad a toda prueba y, más aún, cuando se pone a explicar o
narrar los fenómenos a los “más grandes conocedores” de esto u lo otro… Ello ha
pasado contra Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Venezuela, Iraq, Libia, Siria,
Irán, Rusia, China… Pero pasa también con historias “indeseables” del pasado,
como la de imperio incaico, con su comunismo, contra el cual resuenan, de
fondo, estas palabras propias de un malinchista, peruano en este caso:
“Esta historia empezó
hace siglos […]. Cubiertas por el manto del misterio,
centenares de momias aguardaban medio milenio (y más) el momento de
sorprendernos con la flor de su secreto, el momento de acercarnos a una imagen
más reconocible de nosotros mismos.”[1]
La historia referida no comenzó siglos antes, porque
pertenece por entero a la época colonial. Sin embargo, el hallazgo de esas
momias y, en particular, la del cráneo de un joven con más que evidentes
muestras de violencia, pasa de ser un asunto achacable al conquistador español a
convertirse, como por encanto, en algo atribuible a los “feroces” incas. Se
trata del caso Morrito del Perú que, no por casualidad, se orienta a
“demostrar”, ni más ni menos, que la violencia estuvo siempre, mucho más entre
los “indios” que entre los europeos; entre los incas -que sometieron a gran
cantidad de pueblos andinos- que entre los conquistadores españoles. El caso en
cuestión, presentado en el documental “Conquista del Imperio Inca: La Verdadera
Historia”,[2] mostró,
cosa sintomática, una violación terrible de los rituales de enterramiento
propios del Tahuantinsuyo, toda vez que queda a flor de piel que las víctimas
momificadas fueron enterradas a toda prisa, sin que existan evidencias de que
ello ocurriera antes del dominio colonial.
Extraña también que tras restarle importancia a que los
incas no podían hacerle frente ni a las caballerías, ni a las armas de fuego,
como tampoco a las enfermedades “importadas” de Europa (de las que se sabe que,
en todo el continente, de 1550 a 1700, redujeron a su población de 65 millones
a 5 millones)[3], se sostenga, sin
prueba alguna, que, antes de llegar los conquistadores europeos, el imperio
incaico ya se estaba desmoronando, pese a que este argumento, prácticamente,
subyace como fondo de todo el documental “Conquista del Imperio Inca: La
Verdadera Historia”.
Así las cosas, los pueblos sometidos por este imperio,
hartos de su yugo, se aliaron de modo masivo al invasor europeo. De ahí resultó
que la conquista del Perú pasó de ser un hecho endosable a la acción bélica de los
conquistadores españoles a una guerra de “indios contra indios”. Para remate, el
malinchismo vuelve a su pestífera carga con estas palabras: “¿Qué resulta mejor para el tejido social de
un país con medio milenio de fusión: considerarse el resultado de un violación
o saberse, más bien, el resultado de un fratricidio?”[4]
Palabras que, por cierto, se pronuncian soslayando que el documental acusado
deja escapar que los “indios” fueron inducidos por Pizarro a levantarse contra
los incas, prometiéndoles en vano la independencia.
A lo anterior hoy le añadimos que la verdad ya está científicamente comprobada, por un equipo internacional que aclara el impacto real de la conquista de América por los europeos, propiamente que una parte significativa de la población indígena desapareció como corolario del genocidio y las enfermedades traídas del viejo continente: “De los 84 linajes genéticos identificados y analizados, ninguno perdura en las poblaciones indígenas actuales.” [5]
A lo anterior hoy le añadimos que la verdad ya está científicamente comprobada, por un equipo internacional que aclara el impacto real de la conquista de América por los europeos, propiamente que una parte significativa de la población indígena desapareció como corolario del genocidio y las enfermedades traídas del viejo continente: “De los 84 linajes genéticos identificados y analizados, ninguno perdura en las poblaciones indígenas actuales.” [5]
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[1] “Indios contra indios en la conquista. http://blog.rpp.com.pe/recuerdeelalmadormida/2012/03/11/indios-contra-indios-en-la-conquista/
[2] Conquista del Imperio Inca: La Verdadera Historia (Partes de la una a la seis)
https://www.youtube.com/watch?v=0JoxgwyZ7ss, y https://www.youtube.com/watch?v=cJZi_CcgFIM
[3] Ricardo Pacheco Colin.”60 millones, los indígenas muertos tras la conquista”. http://www.cronica.com.mx/notas/2002/24297.html
[4] “Indios contra indios en la conquista. Ob. cit.
[5] https://actualidad.rt.com/ciencias/203644-adn-momias-aclarar-impacto-conquista-america
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