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miércoles, 29 de julio de 2015

LA HISTORIA NO PUEDE SER EN SÍ NI VERDADERA NI NEUTRAL

LA HISTORIA NO PUEDE SER EN SÍ NI VERDADERA NI NEUTRAL
Manuel Moncada Fonseca

Para las siguientes líneas retomamos en parte un artículo propio que, pensamos, guarda siempre actualidad.


La Historia no es, ni puede ser, concebida como absolutamente verdadera, no sólo porque siempre deba comprendérsele en un momento dado en el que, además, está de por medio el hecho que cada investigador que la somete a estudio se ve imposibilitado de abarcarla en todos sus aspectos, sino también porque, desde la sociedad esclavista hasta el presente, en la realidad social han interactuado e interactúan hombres que se confrontan en términos económicos, políticos, ideológicos, culturales, etcétera, que, por lo tmismo, la conciben a partir de sus propios intereses. 



Así, aunque las posiciones maniqueas no deben ir de la mano del historiador, esto no atañe forzosamente a la posición político-ideológica que posea, la cual determina, en gran medida, su forma de concebir la historia. 



Estamos, así, ante una historia que posee y poseerá siempre naturaleza objetivo-subjetiva; lo que nos coloca frente a su carácter contradictorio y a su complejidad, en tanto que en ella confluyen un conjunto de factores disímiles en los que juega lo objetivo y lo subjetivo; lo verdadero y lo falso; las condiciones circundantes y la influencia recíproca que el género humano ejerce en ellas; lo que motiva a las personas a pensar u obrar de un modo u otro; lo que las conduce a la verdad o la mentira; los diversos sentimientos que en ellas afloran; lo que las impulsa a la acción o a la inacción y el sentido u orientación que éstas posean; los valores que sustentan de uno u otro signo; las versiones que poseen sobre los acontecimientos que las rodean, etc. 

No tiene objeto presentarse ante el público como historiador de lo verdadero en sí mismo; como científico social por completo objetivo, absolutamente profesional y, por ende, por encima del bien y del mal. No debe soslayarse que la misma moral debe entenderse de acuerdo a la época histórica y a tlos intereses de clase sustentados.[1]

La idea anterior, la completamos con esta otra que recién formulamos: 

Los matices existen. Nada es sólo blanco o sólo negro. En la vida real, no en la fantasía, ni en lo que simplemente se imagina cada cual, la verdad no existe como absoluto, sino como algo relativo. No está dada de una vez y para siempre. Está determinada por la época vivida; por el nivel de desarrollo que en ella se haya alcanzado en términos materiales, espirituales y cognitivos, por los intereses de clase sustentados y por la clase social a la que se pertenece. En términos históricos, no en términos particulares, la verdad de hoy no es la de mañana; lo que hoy es cierto deja de serlo mañana. Igual pasa con la moral. 

No hablamos de cosas propias de cada persona, sino de asuntos que atañen al ser humano en su conjunto. La verdad del esclavista no es la del esclavo; la del siervo de la gleba no es la del señor feudad; la del burgués no es la del proletario; la del interventor no es la del intervenido y así por el estilo. La verdad es pues histórica y clasista.



[1] Manuel Moncada Fonseca Teoría del conocimiento, "Historia Verdadera" y neutralidad político-ideológica. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=105126

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