Denis
Sinyakov / Reuters
Revelan
misterios del laboratorio biológico más secreto del mundo
Publicado:
21 ene 2015 11:30 GMT | Última actualización: 21 ene 2015 11:51 GMT
El ébola, el
carbunco y la reciente 'epidemia del sueño' en Kazajistán son algunas de las
enfermedades con las que está relacionado el laboratorio militar más secreto
del mundo, el USAMRIID, Instituto Militar de Investigación Médica de
Enfermedades Infecciosas de EE.UU. en el Fort Detrick. Expertos han conseguido rastrear una figura muy
emblemática de esta institución.
Este año en
Kazajistán se abre el Laboratorio Central de Referencia en la base del antiguo
Instituto de Investigación sobre la Peste de la URSS. Recibirá ayuda financiera
del Departamento de Defensa de EE.UU.
Oficialmente
el laboratorio, en la ciudad de Almaty, se crea para garantizar la seguridad
del almacenamiento de los agentes patógenos de alta peligrosidad que han
quedado en Kazajistán del programa militar biológico soviético, para investigar
las formas de protegerse contra estos patógenos, así como para la contratación
de exbiólogos militares.
Dmitri
Popov, jefe del Centro de Información de los Urales del Instituto Ruso de
Estudios Estratégicos, cree que en realidad el laboratorio servirá para el
desarrollo de armas biológicas para Estados Unidos.
Según Leonid
Savin, de la Fundación
de la Cultura Estratégica de
Rusia, el laboratorio estará dirigido por Kanatjan Alibekov.
Fuga a
EE.UU.
En 1992,
Alibekov abandonó su puesto de subdirector de la empresa Biopreparat, creada en
los años 1970 en la URSS para investigar las armas biológicas, y dejó
Kazajistán para irse a EE.UU.
Según sus
propias palabras, durante los primeros años en EE.UU. trabajó para ayudar a
crear un sistema de protección contra las armas biológicas y periodistas rusos
afirman que trabajaba para USAMRIID. Precisamente esta organización fue
mencionada por la periodista
de RT Karen Méndez, entre otros, como lugar donde se creó el ébola.
El carbunco
Según
periodistas rusos, Alibekov, que en Biopreparat investigaba el carbunco (ántrax maligno),
vendió secretos soviéticos a Estados Unidos. El apellido de Alibekov aparece
mencionado en el libro sobre armas biológicas de EE.UU. 'Germs: biological
weapons and America's secret war' de 2001 en la descripción del proceso de la
creación de una cepa peligrosa del carbunco en forma de polvo.
Alibekov
investigó el carbunco junto con William Patrick, exjefe del departamento del
programa de armas biológicas del Ejército de Estados Unidos durante la Guerra
Fría, que obtuvo del USAMRIID cinco patentes para el uso del carbunco como
arma.
REUTERS
En 1995
Alibekov de repente resultó ser el biólogo que desarrollaba la cepa más
peligrosa del carbunco, la № 836, en una planta de Biopreparat en Kazajistán,
visitada ese año por Andrew Weber, primer secretario de la Embajada de EE.UU.,
que se convirtió en el primer estadounidense en entrar en esta planta secreta,
subraya 'American
Scientist'.
La invasión
en Irak
A mediados
de la década de 2000, Alibekov dirigió al Centro de Bioseguridad Nacional de
Estados Unidos. Según los diarios 'Los Angeles Times' y 'The New York Times',
los informes del científico sobre la posible fuga de diferentes cepas
biológicas a Irak y Corea del Norte en la década de 1990 sirvieron a Bill
Clinton y George W. Bush para activar los programas de protección biológica.
Según 'Los Angeles Times', Alibekov estaba absolutamente convencido de que Irak
estaba desarrollando armas biológicas. Alibekov fue despedido de la Universidad
George Mason, Virginia, donde trabajaba como profesor, cuando no se encontraron
armas de este tipo en el país árabe.
En julio de
2007, 'Los Angeles Times' publicó una investigación de seis páginas sobre
Alibekov con el titular 'El vendedor
del miedo de bioterrorismo'.
De vuelta a
Kazajistán
En 2010
Alibekov cerró todos sus proyectos comerciales en EE.UU. y regresó a
Kazajistán, donde se interesó por el tratamiento del cáncer.
Este país
por segundo año sufre una misteriosa 'epidemia
de sueño', que ha afectado a más de 120 personas. El brote, según los
especialistas locales en enfermedades infecciosas, se parece al de la
encefalitis letárgica, una forma del virus que afecta el sistema nervioso
central y se transmite por el aire, informa el portal kazajo 'Zakon'.
Al mismo
tiempo, los científicos locales señalan que algunos de los infectados no habían
estado en contacto con enfermos, por lo que se puede hablar de una forma mutada
de un virus.
¿Nueva arma?
En 2014, en
referencia a las historias de Alibekov sobre el virus del Ébola, los periódicos
'Die Welt' y 'Washington Post' publicaron artículos sobre una posible nueva
forma de armas biológicas basada en el virus de la fiebre hemorrágica.
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