OBAMA: EL DISCURSO DE LA
MENTIRA Y LA HIPOCRESIA
NOTA DE LOS EDITORES
Fue triunfalista el
discurso sobre el Estado de la Unión del presidente Barack Obama. Según él, todo sigue maravillosamente en EEUU, en este
segundo mandato. Deturpó conscientemente la realidad, en una pieza de oratoria
grandilocuente por el estilo, hipócrita, sembrada de mentiras.
En la primera parte, para
consumo interno, dirigiéndose a la
clases medias, esbozó un cuadro de éxitos, en un clima de paz social, con la
economía creciendo, el desempleo bajando, la salud y la educación en pisos superiores.
Ocultó que los EEUU
permanecen hundidos en una crisis profunda, que gigantescas manifestaciones
toman las calles en protestas contra el racismo y la violencia de la policía, y que la desigualdad aumenta
peligrosamente en la sociedad norteamericana, con una elite de millonarios
concentrando un porcentaje colosal de la riqueza producida.
Fue ridículo leer la
carta personal de una joven que mejoró mucho su situación familiar gracias a la tenacidad y
imaginación con que ella y el marido enfrentaron la crisis.
Exhibió la misma
euforia en la segunda parte del discurso, dedicada a la política internacional.
Afirmando que cumplió
ya casi todos los compromisos asumidos, declaró que EEUU al intervenir en Afganistán
e Iraq llevaron allí el progreso y la
democracia.
Subrayando que honró
la palabra de la Casa Blanca y retiró las tropas de la Región, atribuyendo a
fuerzas locales las tareas de seguridad, acumuló mentiras, falsificando la Historia.
Las agresiones
norteamericanas destruyeron y arruinaron los dos países y son responsables en
ambos por centenas de miles de muertos, por la tortura de miles de prisioneros,
por la llegada de la miseria, del hambre y una epidemia de corrupción (
v.odiario.info.21.1.15).
En estos días, no hay
que olvidarlo, mil soldados más fueron enviados para Afganistán y otros tantos
para Iraq.
De los golpes de estado
auspiciados por EEUU en América Latina en sus mandatos no habló. Se abstuvo también de referencias
al Africa Comand, a los crímenes de la OTAN en Libia, a los bombardeos asesinos
de drones en Somalia y Yemen y a la
intervención militar en Uganda enmascarada de ayuda.
El presidente criticó a Rusia a propósito de los
acontecimientos de Ucrania, llamándole «agresora», y fue enfático en los elogios al gobierno fascista
de Poroshenko, instalado en Kiev con la complicidad norteamericana. Para Obama es un aliado
democrático.
Es optimista respecto a
Asia Oriental, Región en la cual EEUU está reformulando su política de alianzas.
Omitió obviamente que la nueva estrategia es dirigida contra Rusia y China.
Al final del discurso, sin sorpresa, fue
dedicado a los valores eternos de la democracia
de EEUU, nación predestinada para salvar la humanidad.
Terminó invocando el
Señor: «Que Dios bendiga este país que tanto amamos!»
LOS EDITORES DE ODIARIO.INFO
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