TORTURA
Marxio Vargas
Si no fuera trágico y profundamente asqueroso, el motivo del debate actual en el Senado USA sobre divulgar o no, y qué partes sí y cuáles censurar, como refleja un informe sobre torturas aplicadas por la CIA contra cientos de personas, - en un 95 por ciento inocentes de cualquier cargo, fueron al menos doce años de aplicación de las tácticas más brutales de lo que llaman "interrogatorio reforzado"- es un eufemismo que pudiera dar risa si no provocara llanto y rabia en las víctimas.
Pero lo
peor es que quienes defienden el "derecho a la transparencia" en este
caso, aducen que las torturas "entran en alguna contradicción con los
valores" que USA dice defender en el mundo y en su propio territorio.
Esa es
la mayor falsedad. “Prefiero”, en ese caso, a los torturadores que dan la cara
en defensa de esas "técnicas" como legales y "morales".
Falsedad,
digo, porque los "valores" que los yanquis han promovido dentro y
allende sus fronteras, desde siempre, son precisamente esos que llevan a los
Navy SEALS al colmo de la barbarie y al asesinato ya no tan selectivo ahora,
con drones y todos, de millares de personas en cualquier parte del mundo.
Incluso,
USA, que se precia de ser una suerte de Virgen María en defensa del derecho, la
justicia y la democracia, mantiene en más de la mitad de sus 50 estados, la
pena de muerte. Es decir, la venganza como forma de justicia. Supongo hay algo
de influencia en la ley del talión.
Así como ni siquiera se nos ocurre hablar -por espacio y tiempo reducido, de la discriminación racial, y la forma en que son tratadas las "minorías" en ese país de marras.
Es el colmo de los colmos de la hipocresía y la doble moral.
Así como ni siquiera se nos ocurre hablar -por espacio y tiempo reducido, de la discriminación racial, y la forma en que son tratadas las "minorías" en ese país de marras.
Es el colmo de los colmos de la hipocresía y la doble moral.
Y si
todo esto fuera poco, debemos recordar que, por un siglo al menos, los yanquis
han sido los "asesores" maestros de torturadores en América Latina y
el mundo en general.
Cuando uno ve como terrible tortura el ahogamiento simulado, debería leer libros nicas como "Estirpe Sangrienta", escrito por Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, o "Noche de Torturas" de Clemente Guido.
Cuando uno ve como terrible tortura el ahogamiento simulado, debería leer libros nicas como "Estirpe Sangrienta", escrito por Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, o "Noche de Torturas" de Clemente Guido.
O
simplemente recordar testimonios de gente como Daniel o Tomás Borge, que fueron
sometidos a infamantes torturas por agentes entrenados en USA.
Millares
de campesinos nicaragüenses torturados, violados, destrozados y asesinados bajo
el mando directo de los yanquis.
Mujeres
como Lesbia Carrasquilla, Doris Tijerino, las mujeres del Cuá y tantas otras
víctimas de la infamia yanqui enseñada a soldados nicas de la GN.
Así que,
por favor, ahora que se rasgan las vestiduras, nunca se han parecido más a los
fariseos que terminaron crucificando a Jesucristo.
Hipócritas
y cobardes. Salvajes.
Y
todavía tienen el "taco" de decir que un informe que llega doce años
tarde, y que costó casi 50 millones de dólares elaborarlo y censurarlo, es una
muestra de gran transparencia.
Creo que los yanquis no tienen perdón ni siquiera de Dios.
Creo que los yanquis no tienen perdón ni siquiera de Dios.
Patria
y Libertad
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