Ron
Paul, ex miembro de la Cámara de Representantes por el Estado de Texas y
ex candidato a la presidencia de Estados Unidos.
El Congreso de
Estados Unidos «declara la guerra» a Rusia
Por Ron Paul
La
llamada gran prensa ha pasado por el alto el verdadero significado de una
resolución en la que la Cámara de Representantes de Estados Unidos expresa
una fuerte condena contra la Federación Rusa. Para el político estadounidense
Ron Paul, ex candidato a la presidencia de Estados Unidos, esa
moción constituye, a pesar de su presentación como una moción inofensiva,
un paso peligrosísimo en un camino que solo puede conducir a una guerra contra
Rusia.
RED
VOLTAIRE | 25 DE DICIEMBRE DE 2014
La
Cámara de Representantes de Estados Unidos ha adoptado hoy [4 de diciembre
de 2014] lo que considero uno de los peores proyectos de resolución nunca
vistos.
La Hig
Resolution 758 ha sido presentada como una resolución que «condena
firmemente las acciones de la Federación Rusa, bajo la presidencia de
Vladimir Putin, que ha aplicado una política de agresión contra países vecinos
con fines de dominación política y económica».
La
realidad es que ese proyecto de ley se compone de 16 páginas de una
propaganda de guerra que haría sonrojarse a los neoconservadores, si estos
fuesen capaces de tal cosa.
Este es
el tipo de resoluciones que siempre he observado de cerca en el Congreso, presentadas
como declaraciones de opiniones «sin peligro» pero que
a menudo conducen a la adopción de sanciones y a la guerra. Recuerdo
que en 1998
argumenté fuertemente contra la Ley
sobre la Liberación de Irak porque, como dije en aquel momento, sabía
que nos llevaría a la guerra.
Yo no
me oponía a aquella ley porque fuese un admirador de Sadam Husein –como tampoco
soy ahora un admirador de Vladimir Putin ni de cualquier otro dirigente
político extranjero– sino más bien porque sabía que otra guerra
en Irak no resolvería los problemas y probablemente no haría más
que empeorar las cosas. Y ya sabemos lo que sucedió después.
Es por
eso que me cuesta creer que logren salir indemnes con esta nueva ley,
sobre todo teniendo en cuenta que lo que está en juego
esta vez es mucho más importante: ¡provocar una guerra con Rusia
podría significar la destrucción total!
Si
alguien piensa que estoy exagerando la naturaleza realmente nociva de esta
resolución, permítaseme proporcionar aquí varios ejemplos sacados de la ley
misma:
En
el párrafo 3, la resolución
acusa a Rusia de haber invadido Ucrania y condena la violación de la soberanía
ucraniana por parte de Rusia, declaración que se hace sin prueba alguna de
que tales cosas hayan sucedido. Con todos nuestros sofisticados satélites
capaces de leer desde el espacio la placa de inmatriculación de un auto,
deberíamos tener videos y fotos que prueben tal invasión rusa. Pero no se
ha reportado nada de eso.
En
cuanto a la violación por Rusia de la soberanía ucraniana, ¿por qué no se
habló de violación de la soberanía de Ucrania en febrero, cuando
Estados Unidos participaba en el derrocamiento del gobierno electo en ese
país? Hemos
oído las grabaciones donde varios funcionarios del Departamento de Estado
conspiraban con el embajador de Estados Unidos en Ucrania para derrocar
aquel gobierno. Oímos a la secretaria de Estado adjunta, Victoria Nuland,
jactarse de que Estados Unidos había gastado 5 000 millones de
dólares [para provocar] el cambio de régimen en Ucrania. ¿Por qué no hay
problema con eso?
En
el párrafo 11, la
resolución acusa a varias personas en el este de Ucrania de haber realizado
en noviembre «elecciones
fraudulentas e ilegales». ¿Por qué cada vez que las elecciones
no arrojan los resultados que el gobierno estadounidense espera esas
elecciones son calificadas de «ilegales»
y «fraudulentas»? ¿Será que el
pueblo del este de Ucrania no tiene derecho a la autodeterminación? ¿No es
ese un derecho humano fundamental?
En
el párrafo 13, la
resolución exige que las fuerzas rusas se retiren de Ucrania, a pesar
de que el gobierno de Estados Unidos no ha presentado
ninguna prueba de que el ejército ruso haya penetrado en Ucrania. Este
párrafo también exhorta el gobierno de Kiev a reanudar las operaciones
militares contra las regiones del este que proclaman su independencia.
En
el párrafo 14, la
resolución indica con toda certeza que el vuelo 17 de la Malaysia Airlines que
se estrelló en Ucrania fue derribado por un misil «disparado por las
fuerzas separatistas respaldadas por los rusos en el este de Ucrania». Eso
es simplemente falso. El informe final sobre la investigación no será
revelado hasta el año próximo y el informe preliminar ni siquiera
indica que haya sido un misil lo que derribó el avión. El informe
preliminar –realizado con la participación de todos los países interesados–
ni siquiera culpa a ninguna de las partes.
El
párrafo 16 de la
resolución condena a Rusia por la venta de armas al gobierno de Assad
en Siria. Por supuesto, no menciona que esas armas servirán para
luchar contra el Emirato Islámico –del que decimos ser enemigos– ¡mientras que
el armamento estadounidense enviado a los rebeldes en Siria
en realidad acaba en manos del Emirato Islámico!
El
párrafo 17 de la
resolución condena a Rusia por lo que Estados Unidos llama sanciones
económicas («medidas económicas coercitivas») contra Ucrania,
¡sin tener cuenta que Estados Unidos ha adoptado repetidamente
sanciones económicas contra Rusia y proyecta adoptar más sanciones!
En
el párrafo 22, la
resolución estipula que Rusia invadió la República de Georgia en 2008. Eso
es simplemente falso. ¡Hasta la Unión Europea –que no es precisamente
amiga de Rusia– concluyó en su investigación sobre los hechos de 2008 que fue
Georgia la que «desató una guerra injustificada» contra Rusia!
¿Cómo puede el Congreso aceptar mentiras tan flagrantes? ¿Será que los
congresistas ni siquiera se toman el trabajo de leer las
resoluciones antes de votarlas?
En
el párrafo 34, la
resolución comienza incluso a convertirse en cómica cuando condena a los rusos
por lo que describe como «ataques contra las redes informáticas de
Estados Unidos» y «adquisición ilícita de información» sobre
el gobierno estadounidense. Después de las revelaciones de Snowden sobre
el espionaje estadounidense contra el resto del mundo, ¿qué autoridad moral puede
tener Estados Unidos para condenar a los demás por ese tipo de acciones?
Fríamente,
la resolución apunta contra los medios de prensa financiados por el Estado
ruso y los ataca afirmando que «falsean la opinión pública». Pero
al gobierno de Estados Unidos le parece normal dedicar miles de
millones de dólares al financiamiento y apadrinamiento de medios, como la Voz
de la Américas (VOA) y Radio Free Europe/Radio Liberty, y
a subvencionar medios «independientes» en innumerables países.
¿Cuánto falta para que fuentes de información alternativas como [el canal de
televisión satelital] Russia Today acaben siendo
prohibidos en Estados Unidos? Este proyecto de ley nos acerca al día
infausto en que será el gobierno quien decida qué tipo de programas
podemos ver o no y además hable de tal violación de la «libertad».
En
el párrafo 45, la
resolución da luz verde al presidente ucraniano Petro Porochenko para que
reanude su asalto militar contra las provincias independentistas del este,
exhortando sin embargo al «desarme de los separatistas y de las fuerzas
paramilitares en este de Ucrania». Eso significará más muertes de miles de
civiles.
Para
ello, la resolución implica directamente al gobierno estadounidense en el
conflicto al llamar al presidente de Estados Unidos a «proporcionar
al gobierno ucraniano material de defensa letal y no letal, los servicios
y la formación necesarias para defender eficazmente su territorio y soberanía».
Eso significa armamento estadounidense en manos de fuerzas militares «entrenadas
por Estados Unidos» e implicadas en una guerra caliente, en
la frontera de Rusia. ¿Acaso parece eso una buena idea para todo el mundo?
Quedan
aún en ese proyecto de ley demasiadas declaraciones todavía más ridículas y
horribles como para que valga la pena seguir enumerándolas.
La parte
más perturbadora de la presente resolución es probablemente la declaración que
menciona una «intervención militar» de la Federación Rusa en Ucrania que
«constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacionales».
No es casual el uso de esa terminología: esa frase es la semilla
envenenada introducida en ese proyecto de ley para justificar futuras
resoluciones aún más agresivas. Después de todo, si aceptamos que Rusia
representa una «amenaza» para la paz internacional. ¿Cómo podemos
ignorar algo así? Esas son las pendientes resbalosas que conducen a la guerra.
Esta
peligrosa legislación fue adoptada hoy, 4 de diciembre [de 2014], ¡con sólo
10 votos en contra! Sólo 10 congresistas temen el uso de
propaganda y de mentiras flagrantes tendientes a estimular un irresponsable
ruido de botas hacia Rusia.
He aquí
los nombres de los miembros de la Cámara de Representantes que votaron «No»
en relación con esa legislación. Si no encuentra usted en esta lista
el nombre de su congresista, ¡llámelo y pregúntele por qué votó para
acercarnos a una guerra contra Rusia! Y si encuentra el nombre de su
representante en esta lista, llámelo y dele las gracias por haberse
opuesto a los quieren llevarnos a la guerra.
Congresistas
que votaron «No» a la High Resolution 758:
1. Justin Amash (Republicano por Michigan)
2. John Duncan (Republicano por Tennessee)
3. Alan Grayson (Demócrata por Florida)
4. Alcee Hastings (Demócrata por Florida)
5. Walter Jones (Republicano por Carolina
del Norte)
6. Thomas Massie (Republicano por Kentucky)
7. Jim McDermott (Demócrata por Washington)
8. George Miller (Demócrata por California)
9. Beto O’Rourke (Demócrata por Texas)
10. Dana Rohrabacher (Republicano por
California)
Este
artículo fue publicado originalmente el 4 de diciembre de 2014 bajo el título “Reckless
Congress ’Declares War’ on Russia”
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