México, fue el Estado
Ilka Oliva Corado*
Artículos de Opinión | 05-11-2014
“Desgraciados los pueblos donde la juventud no haga temblar al mundo y
los estudiantes se mantengan sumisos ante el tirano.” -Lucio Cabañas.
“México, fue el Estado.” “No son 43 normalistas desaparecidos, son
24,500 personas desde el 2005.” Si a esto sumamos los más de 70,000
migrantes desaparecidos y la cantidad de fosas descubiertas en los últimos
meses, no nos quedaría excusa alguna para despertar. Agregando
las muertas de Juárez, las desaparecidas de Puebla, los migrantes masacrados en
Tamaulipas y el consorcio del Estado mexicano con el crimen organizado, no nos
quedaría excusa para despertar.
Me pregunto, ¿hasta dónde es capaz de soportar
la indignación? ¿Cuántos más tienen que desaparecer y morir? ¿Cuántas fosas
clandestinas se necesitan para defender la honra del pueblo humillado? Aplica
para México y cualquier otro país con gobierno corrupto, especialmente
Guatemala con presidente genocida y fiel servidor de los dueños de la fincona.
Hay historia con las Escuelas Normales, la
represión desde siempre a todo aquel que se atreva a manifestar su desacuerdo
ante la injusticia y la imposición de un Estado putrefacto. La
apatía de la sociedad que ve al estudiante del sector público como un paria,
drogadicto y delincuente. En
Guatemala ganó la imposición del gobierno, porque cuando unos pocos
manifestaron la misma sociedad se encargó de señalar a los honestos que
defendieron la soberanía de la educación, hoy en día no existe el magisterio y
fue sustituido por una lóbrego Bachillerato en Orientación en Educación, dentro
de poco las escuelas públicas estarán militarizadas, con ojetes y orejas
pasando el norte de cualquier paso en falso para que el gobierno y sus
escuadrones de limpieza social y paramilitar limpien la zona y desaparezcan tal
como en México a los estudiantes vanguardistas que defienden lo que debemos
proteger todos. También tenemos nuestros mártires, a los que
deshonramos.
Los gobiernos amparados por la jauría de
traidores le temen al poder libertador del docente, es la carrera más noble y
combativa, no cualquiera es un educador, es privilegio de pocos. Le
temen a la palabra que cuestiona y despierta las mentes, a la letra que
denuncia e independiza. Le temen a la acción vuelta rebelión de masas
despabiladas. Le temen a la pureza y a la integridad. Se atemorizan con lo que
es justo y florece.
Si por ellos fuera desaparecerían también las
universidades públicas, aunque ya están bastante maleadas aun hay resistencia
en la vena de los pocos que no se dejan comprar ni manipular. Saben que una semilla fértil germinará en
cualquier terreno.
Por eso las desapariciones forzadas, las
torturas, las fosas, los ríos de sangre y el terror, para acobardar a quienes
pretendan estar en desacuerdo, para silenciar a las ovejas negras. Entre
más horror más sumisión, más libertad para los avaros.
No hay factor sorpresa ante lo sucedido en
México con los estudiantes normalistas desaparecidos, es un patrón muy bien
establecido que lleva décadas, aquí lo que varía es el número de víctimas. Tocar a un estudiante es tocar el corazón de
un pueblo. Es calcinar el crecimiento intelectual del mismo, es cortarle la
garganta a los jilgueros de pecho amarillo. Es intentar arrancar la raíz de un
pueblo milenario en resistencia. Y seguirá la impunidad hasta donde se lo
permitamos.
¿Qué hace falta para la revolución? ¿Qué hace
falta para el cambio consecuente? ¿Más muertos, más fosas clandestinas, más
ríos de sangre? ¿Más gobernantes corruptos? ¿Seguir alimentando el sistema de
impunidad? ¿Qué hace falta para que el pueblo imponga respeto?
¿Qué hace falta para que se tome las calles y
denuncie y se unan hombro con hombro la dignidad y la justicia? De pronto y se nos olvida que los Derechos
Humanos tenemos que defenderlos todos, sin exclusión alguna. Es nuestra
responsabilidad. Artículo 5. Nadie será sometido a tortura, trato cruel,
inhumano o denigrante. Artículo 9. Nadie podrá ser arbitrariamente detenido,
arrestado ni apresado.
Artículo 18. Toda persona tiene libertad de
pensamiento, religión y conciencia. Artículo 26. Toda persona tiene derecho a
la educación. Artículo 3. Toda persona tiene derecho a la vida, la seguridad y
la libertad personal.
Aunque claro, todo esto es más complejo que un
listado de artículos y normas. El problema de la manipulación, la desmemoria,
apatía, ignorancia y solapar tiene sus cepas bien profundas; pero no más que la
dignidad, la honra, la justicia y la vida.
Aquí la pregunta es: ¿hasta cuándo?
¿Permitiremos que nos nieguen el derecho a soñar? ¿Qué sigan haciendo con
nosotros un festín de narco gobiernos? ¿El trueque de compra venta y
deslealtades? ¿Acaso no tenemos sangre en las venas? ¿Acaso seguiremos con la
excusa: es que no es tan fácil? Lo que transforma no es avaro ni azadón. Lo que restaura es humilde pero ante todo
honesto y bravío.
Porque los estudiantes desaparecidos en México
también son nuestros hijos, porque los migrantes desaparecidos también son
nuestros hijos, porque las muertas en los feminicidios también son nuestra
hijas, porque nosotros también somos pueblo y como tal los únicos con la
potestad de avivar una revolución.
Quítele las murallas a las fronteras y aquí el
que no salte es chafa y quien no se manifieste un solapador.
“Soy la única esperanza de los desamparados,
de los humildes, de los parias. Vivo en la covacha; acompaño a los que van de
lugar en lugar ofreciendo sus brazos a la rapiña burguesa. Soy el rayo de luz
que penetra al calabozo del presidiario; soy la promesa risueña que hace
tolerable la vida del proscrito. Pensamiento: pongo a Dios en el banquillo de los
acusados y lo sentencio a muerte. Acción: pongo en pie a los hombres que
horadaban con sus rodillas las baldosas de los templos, promuevo el progreso,
hago la Historia.
¡Cededme el paso!
¡Soy la Revolución!” Extracto del poema: La
Revolución. Ricardo Flores Magón.
* Ilka Oliva Corado. (Normalista, reivindico
la lucha de María Chinchilla).
Noviembre 05 de 2014.
Estados Unidos.
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