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miércoles, 26 de noviembre de 2014

Inteligencia Estratégica para la Desestabilización Global

Inteligencia Estratégica para la Desestabilización Global
Manuel Espinoza J.

En el mundo académico regional es común encontrar a académicos, que con toda seguridad han leído el trabajo  clásico del científico político  Samuel P. Huntington titulado “Choque de Civilizaciones”. En su gran mayoría, dan por sentado la calidad  de pronóstico de la obra casi a nivel del francés Michel de Nitre-Dame conocido como Mostráramos. Por muchas razones, los colegas se reúsan a creer que este tipo de producción científica académica ayude a  crear las bases del razonamiento global en función de la adaptación a los futuros escenarios de conflicto internacional, creados como bebé de probetas en laboratorios (estructuras) especializadas en este estratégico menester de la hegemonia global.  

Igual sucedió con el absurdo trabajo de Francis Fukuyama, asegurando “El fin de la Historia”, tras el colapso del sistema socialista. A diferencia de Huntington, Fukuyama no corrió largo y su intención de futurología en las relaciones internacionales tuvo que soportar la crítica global ante su premura de enterrar al fascismo y al socialismo como opciones ideológicas. Sin embargo, la creación de fuentes disfrazadas de manera cuasi- científica no deja de tener sus réditos  en la formación académica de miles.

Pero estas obras apenas son un referente minúsculo de una enorme capacidad de producción analítica-investigativa, que está en función de la desinformación, desestabilización y del control global. Lo absurdo de esto es ver cómo muchos especialistas se jactan de conocer estas y otras obras similares y hasta las incluyen en su labor de enseñanza y sus trabajos analíticos.

La obra de Alexander Utkin sobre “Futurologia Norteamericana en las Relaciones Internacionales en el SXX”,  sitúa el caudal de temas y obras producidas en la lógica de la desinformación global en función de la aceptación mundial de las acciones de política exterior a emprenderse a largo plazo en diferentes administraciones de los EE.UU. Dichos trabajos no dejan de ser un producto de inteligencia estratégica.

En Occidente, la elaboración de este tipo de productos de inteligencia no tradicional es parte de  la planeación estratégica y tiene un mercado consumidor muy exclusivo; propiamente, los tomadores de decisiones (dentro y fura del sistema gunernamental), en aras de hacerlos tomar decisiones de corte táctico  en el marco de una perspectiva estratégica global. Esto explica la participación en diversas etapas de su formulación de muchas instituciones académicas, científicas, el sector privado (a nivel trasnacional) y la comunidad de inteligencia estadounidense.

Se realizan Talleres, simposios y conferencias sobre temas de interés global, así como reuniones y paneles entre instituciones específicas sobre temas específicos. Éstos son difíciles de monitorear y de darles el seguimiento y tratamiento analítico estratégico apropiado.

Esta práctica inclusiva de expertos “no gubernamentales” genera una mayor experticia  en la comunidad de inteligencia de EEUU y, por ende, le imprime carácter de complejidad a sus operaciones de futuro. Se trata de obtener la mejor informacion en su carácter cuantitativo y cualitativo, en función de anticiparse a cambios drásticos en el sistema internacional y tener la oportunidad de influir en éstos a su favor y conveniencia. 

En términos de inteligencia, entendida ésta como información importante, a tiempo y comprobable, el susministro de temas trabajados por los expertos no gubernamentales es lo que le genera una parte del valor estratégico. La otra parte se supedita al tiempo que llevará sacarle provecho a la información obtenida.

Sin querer profundizar en la metodologia aplicada al final de dichos ejercicios, la ruta de indicadores para la lógica de  la desestabilización queda trazada y sólo se requiere que las agencias involucradas hagan lo que tengan que hacer en diversas etapas, en función de alcanzar los resultados esperados en el tiempo estipulado.

Lógicamente nos tenemos (ni las hemos querido tener) unidades especializadas de seguimiento analítico a la enorme cantidad de temas en materia de futurología en las RR.II, que en verdad si ejercen influencia en la transformación global o, al final, tienen mayor relación con nuestro país.

Es más, aun cuando en el mismo afán de moldear y adaptar nuestra comprensión sobre el futuro global, se  nos brindan trabajos casi acabados (de cierta utilidad), a los que nosotros no le damos el tratamiento necesario; nos hemos reducido a la crítica defensiva y a la aceptación del análisis estratégico de unos pocos al punto de sólo reaccionar y no anticipar.

¿Analizamos y visualizamos o, por lo menos, nos enteramos en su momento del asunto planteado desde hace  unos quince años atrás? ¿Qué producto analítico sobre  los escenarios futuros globales alternativos a suceder en el periodo 2000-2015, produjeron los paneles de debate del Buro de Investigación e Inteligencia del Departamento de Estado y el Proyecto de Futuro Global de la CIA? ¿O los que produjo la Universidad de Defensa  Nacional en temas sobre la influencia que tendrían los medios de información, las tecnologías de la información y el internet en el Medio Oriente; o las guerras y conflictos alternativos futuros que visualizaron la Agencia de Inteligencia de Defensa del Pentágono, El Colegio de Guerra Naval y la CIA? ¿Y qué decir del tema de las tendencias de democratización debatido con saciedad entre expertos académicos y la CIA?

Hoy sólo nos toca sorprendernos de conque rapidez los Gobiernos sucumben, los gobernantes son asesinados y los Estados se mantienen en completo caos. Al final, la obra de Gene Sharp resultó ser más efectiva que la biblia y sus diez mandamientos y, castigados como Sodoma y Gomorra, cayeron en ese esquema desestabilizante sobre Egipto, Libia, Siria y Ucrania. En el resultado del derrocamiento, el caos y la destrucción no sólo se debe medir el accionar de los servicios secretos de EEUU y el Departamento de Estado y sus agencias apéndices. Si no también en el ejercicio de dimensionamiento del mundo hace unos quince años atrás, lo que debía de hacerse en tiempo y forma para fríamente  convertirlo tal y como esta hoy día, en funcion de sus intereses y estrategias a un plazo mayor. Entiéndase un siglo XXI a lo estadounidense.

Un ejemplo asociado de ruta para la desestabilización, por cierto relacionado mucho con nuestro país, lleva ya más de dos décadas de ejecución. Son los temas sobre gobernabilidad (gobernanza nacional e internacional) y democracia. El documento del Consejo Nacional de Inteligencia elaborado en 1999, revisa estos temas y aquellos factores de entorno que influirían para el 2015 en su situación.

“Grupos comunitarios tradicionales (de lengua o religión) serán de gran reto para la governanza. Al usar las oportunidades de la globalización y la apertura de la sociedad civil, los grupos comunitarios estarán mejor posicionados para movilizar a sus correligionarios o de afinidad étnica para reclamar sus intereses o defenderlos en contra de lo que perciban como descriminacion economica o politica. Las diásporas étnicas en el exterior, tendrán la capacidad y la voluntad de proveer a sus grupos fraternos apoyo político y financiamiento.” 

Más adelante, se afirma que en Centroamérica y en unas cuantas regiones más, los conflictos internos sin duda estallarán.  Sobre todo “si el crecimiento economico es lento, el poder ejecutivo está concentrado en una exclusiva elite de poder y los derechos civiles de las minorías y la ejecución de la  ley son débiles y se inclinen a discriminar a las minorías étnicas”

Los temas  se tornan más complejos aún si se les asocia con  ejercicios analíticos que contemplen otros factores, tales como la tipología de los futuros conflictos, los actores no estatales, las redes de organizaciones criminales, las diversos grupos de identidad cultural, el crecimiento deigual y la desigualdad de distribucion interna y, ya ni se diga, los intereses de EE.UU sobre cada región y país del planeta.  

La verdad es que falta muy poco para entrar en el 2015 y llegar al 2016. Serán años cruciales en el devenir político y económico del país. Pudimos apreciar cómo, en menos de un mes, se dieron acciones a lo interno del mismo por parte de grupos originarios protestando por el Canal y la expansion de colonos en su territorio autónomo. Por otro lado, Costa Rica reinició su histeria política, desde su congreso, alrededor del tema fronterizo con el Río San Juan de Nicaragua. Colombia, a su vez, abre el tema en torno a las islas de San Andrés y Providencia. Muy pronto hasta la ONU demostrará preocupación y los medios de comunicación global de la nada harán su trabajo de inflar toda situación por muy pequeña que sea. 


Nosotros no nos podemos permitir lo que sucedió en Libia, Siria o Ucraina. Mientras jugaban con sus servicios de seguridad e inteligencia de una manera tradicional, sus operaciones de inteligencia estratégica marcharon por la senda invisible. Este es el reto principal hoy día.  

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