Inteligencia Estratégica para la Desestabilización Global
Manuel Espinoza J.
En el mundo académico
regional es común encontrar a académicos, que con toda seguridad han leído el
trabajo clásico del científico
político Samuel P. Huntington titulado “Choque de Civilizaciones”. En su gran
mayoría, dan por sentado la calidad de
pronóstico de la obra
casi a nivel del francés Michel de Nitre-Dame conocido como Mostráramos.
Por muchas
razones, los colegas se reúsan a creer que
este tipo de producción científica académica ayude a crear las bases del razonamiento global en
función de la adaptación a los futuros escenarios de conflicto internacional,
creados como bebé de probetas en laboratorios (estructuras) especializadas en
este estratégico menester
de la hegemonia global.
Igual sucedió con el
absurdo trabajo de Francis Fukuyama, asegurando “El fin de la Historia”, tras el colapso del sistema socialista. A
diferencia de Huntington, Fukuyama no corrió largo y su intención de
futurología en las relaciones internacionales tuvo que soportar la crítica
global ante su premura de enterrar al fascismo y al socialismo como opciones
ideológicas. Sin embargo, la creación de fuentes disfrazadas de manera cuasi-
científica no deja de tener sus réditos
en la formación académica de miles.
Pero estas obras apenas
son un referente minúsculo de una enorme capacidad de producción
analítica-investigativa, que está en función de la desinformación, desestabilización y del control global. Lo absurdo de esto es ver cómo muchos
especialistas se jactan de conocer estas y otras obras similares y hasta las
incluyen en su labor de enseñanza y sus trabajos analíticos.
La
obra de Alexander Utkin sobre “Futurologia
Norteamericana en las Relaciones Internacionales en el SXX”, sitúa el caudal de temas y obras producidas
en la lógica de la desinformación global en función de la aceptación mundial de
las acciones de política exterior a emprenderse a largo plazo en diferentes
administraciones de los EE.UU. Dichos trabajos no dejan de ser un producto de
inteligencia estratégica.
En Occidente, la
elaboración de este tipo de productos de inteligencia no tradicional es parte de la planeación estratégica y tiene
un mercado consumidor muy exclusivo; propiamente, los tomadores de decisiones (dentro y fura del
sistema gunernamental), en aras de hacerlos
tomar decisiones de corte táctico en el
marco de una perspectiva estratégica global. Esto explica la participación en
diversas etapas de su formulación de muchas instituciones académicas, científicas,
el sector privado (a nivel trasnacional) y la comunidad de inteligencia estadounidense.
Se realizan Talleres,
simposios y conferencias sobre temas de interés global, así como reuniones y
paneles entre instituciones específicas sobre temas específicos. Éstos son
difíciles de monitorear y de darles el seguimiento y tratamiento analítico
estratégico apropiado.
Esta práctica inclusiva
de expertos “no gubernamentales” genera una mayor experticia en la comunidad de inteligencia de EEUU y, por
ende, le imprime carácter de complejidad a sus operaciones de futuro. Se trata de obtener la
mejor informacion en su carácter cuantitativo y cualitativo, en función de
anticiparse a cambios drásticos en el sistema internacional y tener la
oportunidad de influir en éstos a su favor y conveniencia.
En
términos de inteligencia, entendida ésta como información importante, a tiempo
y comprobable, el susministro de temas trabajados por los expertos no
gubernamentales es lo que le genera una parte del valor estratégico. La otra
parte se supedita al tiempo que llevará sacarle provecho a la información
obtenida.
Sin
querer profundizar en la metodologia aplicada al
final de
dichos ejercicios, la ruta de indicadores para la
lógica de la desestabilización queda
trazada y sólo se requiere que las agencias involucradas hagan lo que tengan que
hacer en diversas etapas, en función de alcanzar los resultados esperados en el
tiempo estipulado.
Lógicamente nos tenemos
(ni las hemos querido tener) unidades especializadas de seguimiento analítico a
la enorme cantidad de temas en materia de futurología en las RR.II, que en verdad
si ejercen influencia en la transformación global o, al final, tienen mayor
relación con nuestro país.
Es más, aun cuando en el
mismo afán de moldear y adaptar nuestra comprensión sobre el futuro global, se nos brindan trabajos casi acabados (de cierta utilidad), a
los que nosotros no le damos el tratamiento necesario; nos hemos reducido a la
crítica defensiva y a la aceptación del análisis estratégico de unos pocos al
punto de sólo reaccionar y no anticipar.
¿Analizamos y
visualizamos o, por lo menos, nos enteramos en su momento del asunto planteado desde
hace unos quince años atrás? ¿Qué producto analítico sobre los
escenarios futuros globales alternativos a suceder en el periodo 2000-2015,
produjeron los paneles de debate del Buro de Investigación e Inteligencia del
Departamento de Estado y el Proyecto de Futuro Global de la CIA? ¿O los que produjo
la Universidad de Defensa Nacional en
temas sobre la influencia que tendrían los medios de información, las
tecnologías de la información y el internet en el Medio Oriente; o las guerras
y conflictos alternativos futuros que visualizaron la Agencia de Inteligencia
de Defensa del Pentágono, El Colegio de Guerra Naval y la CIA? ¿Y qué decir del
tema de las tendencias de democratización debatido con saciedad entre expertos
académicos y la CIA?
Hoy
sólo nos toca sorprendernos de conque rapidez los Gobiernos sucumben, los
gobernantes son asesinados y los Estados se mantienen en completo caos. Al
final, la obra de Gene Sharp resultó ser más efectiva que la biblia y sus diez
mandamientos y, castigados como Sodoma y Gomorra, cayeron en ese esquema desestabilizante
sobre Egipto, Libia, Siria y Ucrania. En el resultado del derrocamiento, el
caos y la destrucción no sólo se debe medir el accionar de los servicios
secretos de EEUU y el Departamento de Estado y sus agencias apéndices. Si no también
en el ejercicio de dimensionamiento del mundo hace unos quince años atrás, lo que
debía de hacerse en tiempo y forma para fríamente convertirlo tal y como esta hoy día, en
funcion de sus intereses y estrategias a un plazo mayor. Entiéndase un siglo
XXI a lo estadounidense.
Un ejemplo asociado de ruta para la desestabilización, por cierto relacionado mucho con
nuestro país, lleva ya más de dos décadas de
ejecución. Son los temas sobre gobernabilidad (gobernanza nacional e internacional) y democracia. El
documento del Consejo Nacional de Inteligencia elaborado en 1999, revisa estos
temas y aquellos factores de entorno que influirían para el 2015 en su situación.
“Grupos
comunitarios tradicionales (de lengua o religión) serán de gran reto para la governanza.
Al usar las oportunidades de la globalización y la apertura de la sociedad
civil, los grupos comunitarios estarán mejor posicionados para movilizar a sus
correligionarios o de afinidad étnica para reclamar sus intereses o defenderlos
en contra de lo que perciban como descriminacion economica o politica. Las diásporas
étnicas en el exterior, tendrán la capacidad y la voluntad de proveer a sus
grupos fraternos apoyo político y financiamiento.”
Más
adelante, se afirma que en Centroamérica y en unas cuantas regiones más, los
conflictos internos sin duda estallarán.
Sobre todo “si el crecimiento economico es lento, el poder ejecutivo está
concentrado en una exclusiva elite de poder y los derechos civiles de las minorías
y la ejecución de la ley son débiles y
se inclinen a discriminar a las minorías étnicas”
Los
temas se tornan más complejos aún si se
les asocia con ejercicios analíticos que
contemplen otros factores, tales como la tipología de los futuros conflictos,
los actores no estatales, las redes de organizaciones criminales, las diversos
grupos de identidad cultural, el crecimiento deigual y la desigualdad de
distribucion interna y, ya ni se diga, los intereses de EE.UU sobre cada región
y país del planeta.
La
verdad es que falta muy poco para entrar en el 2015 y llegar al 2016. Serán
años cruciales en el devenir político y económico del país. Pudimos apreciar cómo,
en menos de un mes, se dieron acciones a lo interno del mismo por parte de
grupos originarios protestando por el Canal y la expansion de colonos en su
territorio autónomo. Por otro lado, Costa Rica reinició su histeria política,
desde su congreso, alrededor del tema fronterizo con el Río San Juan de
Nicaragua. Colombia, a su vez, abre el tema en torno a las islas de San Andrés
y Providencia. Muy pronto hasta la ONU demostrará preocupación y los medios de
comunicación global de la nada harán su trabajo de inflar toda situación por
muy pequeña que sea.
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