Arminio Fraga Neto y Aecio Neves
Soros y la CIA apoyan a
Neves para derrotar a Rousseff
por Wayne Madsen
Después
de una campaña electoral marcada por la muerte del candidato socialista Eduardo
Campos en un «accidente» aéreo, la opción que se presentaba a los
brasileños era entre los tres principales candidatos: la presidenta saliente
Dilma Roussef, el socialdemócrata Aecio Neves y Marina Silva, candidata
ecologista proveniente de Campos y conocida fundamentalmente por sus notorios
vínculos con el multimillonario George Soros. La decisión de Marina Silva
de respaldar a Neves en la segunda vuelta parecía descartar todo riesgo de
intervención extranjera pero en realidad tuvo el efecto contrario, observa
Wayne Madsen.
RED
VOLTAIRE | WASHINGTON D. C. (ÉTATS-UNIS) | 26 DE OCTUBRE DE
2014
Luego
que los medios corporativos, la CIA y los manipuladores de George Soros
trataron de conducir a la candidata presidencial, Marina Silva, del Partido
Verde convertido en Partido Socialista de Brasil hacia la presidencia de
Brasil, luego del asesinato aéreo —típico de manual de la CIA— del abanderado
del Partido Socialista, Eduardo Campos, estas mismas fuerzas siguen en lo mismo
por cuenta del candidato Aecio Neves da Cunha del Partido Social Demócrata de
Brasil. A pesar de que Neves aparecía en segundo lugar después de la
presidenta brasileña, Dilma Rousseff, antes de la primera vuelta, la muerte de
Campos y de sus ayudantes principales en un accidente aéreo altamente
sospechoso el 13 de agosto pasado, proyectó a Neves hacia el tercer lugar en
los sondeos.
Silva,
una de las favoritas de Soros y de su red internacional de bien financiadas
organizaciones no gubernamentales, fue empujada hacia el segundo puesto.
No
obstante, gracias a un bien informado equipo de periodistas
investigadores, los vínculos de Marina Silva con Soros y su equipo de
intervencionistas y de magnates de los fondos de cobertura fueron denunciados.
El electorado brasileño, sabiendo que la candidata Silva era en realidad
un títere de Soros y de otros banqueros, la dejó en tercer lugar el pasado 5 de
octubre.
Consecuentemente,
Marina Silva respaldó a Neves, segunda opción de Soros para arrebatarle las
riendas del poder presidencial a Dilma Rousseff.
El
principal asesor económico de Neves y posible ministro de Hacienda si Neves
llega a la presidencia es Arminio Fraga Neto. Ex amigo íntimo de Soros y
asociado a este en el Grupo Quantum de fondos de cobertura. Fraga abriga la
esperanza que la presidencia de Neves abra el país a las “fuerzas del mercado”,
estas son las mismas fuerzas que han declarado la guerra económica contra
Venezuela y que están tratando de estafar a Argentina a través de los fondos
buitre manejados por los amigos de Soros en Wall Street.
Fraga
es un conspicuo asistente al Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, ex gerente
de Salomon Brothers y ex presidente del Banco Central de Brasil. Fraga también
mantiene vinculaciones con Goldman Sachs a través de un contrato de bienes
raíces en Manhattan que comprende la compra de un condominio a un ex gerente de
Goldman Sachs y Lehman Brothers por la suma de 7,5 mil millones de dólares.
Fraga es miembro del elitista Consejo de Relaciones Exteriores y del Grupo de
los Treinta lo cual lo pone en el mismo campo de los bandidos de Wall Street
como Allan Greenspan, David Rockefeller, Jacob Frenkel, ex presidente del Banco
de Israel y del columnista apologista de Wall Street, Paul Krugman y del ex
Secretario del Tesoro, Larry Summers.
Arminio Fraga Neto y George Soros
La
fácil victoria de Rousseff el pasado 5 de octubre, hizo que los medios de
prensa propios y afines de Wall Street se opusieran a modo de propaganda
extrema a los planes de Rousseff para crear un banco alternativo de desarrollo
entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica para competir con el Banco
Mundial.
Dudosos
sondeos de opinión sugirieron que Rousseff y Neves están corriendo codo a codo
en tanto se acerca la segunda vuelta el 26 de octubre y fueron publicados
como noticias fidedignas por los patéticos escribidores de siempre que pasan
por periodistas en el Wall Street Journal, el Financial
Times, Bloomberg News y Forbes.
Tancredo Neves, abuelo de Neves da Cunha, un izquierdista
que era una amenaza para la larga dictadura militar de Brasil, cayó gravemente
enfermo justo cuando se iba a juramentar como presidente el 15 de marzo de
1985. La
enfermedad de Neves dio como resultado que el deslucido y más conservador
candidato a la vicepresidencia, José Sarney, fuera juramentado como
presidente. Tancredo Neves nunca se recuperó de lo que se dijo era una
diverticulitis y falleció el 21 de abril. Posteriormente, se reveló que Neves
padecía de un tumor canceroso que fue descubierto cuando ya era demasiado
tarde.
La
repentina enfermedad de Dilma Rousseff luego de su debate televisado con Aécio
Neves causó alarma entre muchos brasileños que bien recuerdan el destino de
Tancredo Neves.
Por
otra parte, los arreglos de la CIA para los oportunos accidentes aéreos como los
que causaron las muertes del primer ministro de Portugal Francisco Sá Carneiro,
del presidente de Panamá Omar Torrijos y del presidente de Ecuador Jaime
Roldós, todos en el espacio de 5 meses, entre diciembre de 1980 y abril de
1981 (luego de la elección de Ronald Reagan como presidente de Estados Unidos y
el regreso a la dirección de la CIA de George H.W. Bush y de los infames
pistoleros de William Casey, la División de Servicios Técnicos continuaron
desarrollando armamento biológico, incluyendo armas cancerígenas para asesinar
a sus enemigos políticos).
En
años recientes, cierto número de líderes latinoamericanos han fallecido, han
sido presas del cáncer o sufrido ataques cardíacos. Las dos víctimas más
notables son el presidente de Venezuela Hugo
Chávez Frías, el ex presidente de Argentina Néstor Kirchner, la esposa de este y presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner de quien
se dijo que sufría de cáncer tiroideo, cosa que luego fue desmentida por sus
voceros. La repentina aparición de cáncer en variados niveles de gravedad
también afectó a otros líderes latinoamericanos, como al ex presidente de
Paraguay Fernando Lugo
(posteriormente derrocado en un golpe de estado diseñado por la CIA), el
presidente de Colombia Juan Manuel
Santos (luego de haber firmado un acuerdo de paz con el movimiento
guerrillero de las FARC) el ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y el recientemente reelecto presidente de
Bolivia Evo Morales.
El
presidente de Guyana Forbes Burnham
murió de cáncer en la garganta y el presidente de Nauru Bernard Dowyogo falleció de un repentino ataque al corazón mientras
era atendido en un hospital de Washington, DC. La sospecha rodea los dos
fallecimientos, ocurridos uno en el Hospital de la Universidad de Georgetown y
el otro en el Hospital George Washington respectivamente.
El siniestro judío-húngaro, científico jefe de la CIA, Dr.
Sidney Gottlieb desarrolló una variedad de armas biológicas para el programa
MK-ULTRA de la CIA durante sus más de 20 años de servicio para la agencia. Una
de ellas es una toxina biológica que fue colocada dentro de un tubo de crema
dental que sería usada por el primer ministro del Congo, Patricio Lumumba y
otra en un pañuelo infectado con botulismo que sería entregado al líder iraquí,
general Abdul Karim Kassem.
En
cuanto a Aécio Neves, alejándose de las credenciales centro izquierdistas de su
abuelo, representa otro aspecto de las operaciones de influencia de la
CIA. Aécio
Neves es adicto a los intereses de Wall Street lo cual es puesto en evidencia
por la presencia de Fraga como su principal asesor económico. Los
buitres de Wall Street, incluyendo a Soros y a otros socios de Fraga en Nueva
York, desean privatizar la corporación petrolera estatal brasileña Petrobras. Por
lo tanto, Aécio Neves ha sido comprado generosamente por los mismos intereses
financieros globalizados que intentaron llevar a Marina Silva a
la presidencia. Con su derrota, no resulta sorprendente que estas mismas
fuerzas se hayan unido detrás de Neves.
Para la CIA la sangre no es más espesa que el agua. A Aécio
Neves no le importa que la CIA haya tenido que ver con el asesinato de su
abuelo. El hijo de Omar Torrijos, Martín Torrijos, llegó a presidente de Panamá
solo por firmar un acuerdo de libre comercio pro Wall Street con Washington.
Del
mismo modo, Martín Torrijos, acató graciosamente las órdenes de los banqueros
para postergar la edad de jubilación en Panamá y reformar el seguro social.
Martín Torrijos también se convirtió en un estrecho aliado del presidente de
Estados Unidos, George W. Bush, quien posiblemente firmó la orden para la
operación de la CIA para asesinar al propio padre de Torrijos.
Al líder de oposición favorito de George Soros en Asia, Aung
San Suu Kyi, no pareció importarle el hecho que fueron los amigos de Soros
quienes en la Oficina de Servicios Estratégicos/CIA ordenaron a la inteligencia
británica asesinar a su padre, Aung San.
Aung San, fundador del Partido Comunista de Birmania
(Mianmar) estaba pautado para convertirse en el primer presidente de Birmania,
luego de su independencia. Aung San fue asesinado por terroristas al servicio
del ex primer ministro pro británico, U Saw. El armamento para los
asesinos fue entregado directamente por el capitán del ejército británico,
David Vivian, quien logró, con la “asistencia” del gobierno de Birmania huir de
una prisión en el año 1949.
El jefe del Partido Liberal de Canadá, Justin Trudeau, hijo
del ex primer ministro de Canadá, Pierre Elliott Trudeau, a diferencia de
su padre, fue captado por Estados Unidos, Wall Street y la causa de la
globalización.
Justin Trudeau y Aécio Neves son los principales ejemplos de como el águila de
la CIA cobija bajo sus alas a una progenie de íconos izquierdistas para
alcanzar sus metas.
Las
políticas de la presidenta Rousseff le han acarreado poderosos enemigos dentro
de las dependencias de la CIA en Langley, Virginia y entre los salones de
directorios de Wall Street y de las corporaciones occidentales más
poderosas. Dilma Roussef tuvo éxito al demostrar que los sondeos de opinión y
los críticos estaban equivocados el 5 de octubre. El 26 del corriente continúa
siendo otra valla que saltar. El pueblo brasileño estará votando ese día como
si su vida dependiera de esto. Para los pobres de Brasil y la nueva clase media,
una victoria de Neves destruiría su modo de vida tanto como sus propias vidas.
Traducción:
Sergio R.
Anacona
Fuente:
Strategic Culture Foundation
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