sábado,
22 de marzo de 2014
Tomado de Despierta tú que duermes
En
muchos diarios del mundo se le considera una especie de Robin Hood de la era
electrónica, que roba en gran estilo a los países ricos para beneficio de los
países del Este y de Rusia a través de variadas Fundaciones, con objeto de
pavimentar el camino a la ‘democracia’ a los pobres países recién liberados del
comunismo.
Pero
¿quién es este Soros?
La
leyenda oficial cuenta que en 1930, como adolescente hijo de padres judíos fue
exiliado de Budapest por los Nazis. Pasando por Inglaterra, donde estudió en la
Escuela de Economía de Londres, llegó a EE.UU. a mediados de los ‘50. Se sintió
atraído mágicamente por Wall Street y tuvo una carrera bastante discreta hasta
1969. Entonces se hizo cargo de la administración de un cuantioso capital. Vendió
acciones, que no eran suyas, confiando que su precio caería antes del plazo
fijado y podría recomprarlas a menor precio. De estos capitales nació el “Grupo Quantum”, una batería de
capitales especulativos que opera desde las Antillas holandesas.
Hoy
es considerado una de las ‘maquinarias inversoras’ más influyentes del mundo. En
8 de los 24 años pasados el grupo tuvo utilidades ‘oficiales’ de más de 50%,
incluso del 100% en dos oportunidades. Entretanto Soros ha delegado los
negocios a un equipo gerencial y dirige sólo las ‘grandes campañas’. Describe
sus ‘principios’ en el libro ‘La
Alquimia de las Finanzas’, en el cual dice “lo que crean los especuladores
será más importante que la realidad de la economía”.
Sin
embargo esa es la imagen que la
prensa, en manos de quienes ya sabemos, nos presenta sesgadamente. ¿Pero
quién es realmente? William Engdahl revela:
“Soros
especula en los mercados financieros mundiales con su firma clandestina
extracontinental ‘Quantum Fund NV”,
un ‘fondo de inversiones privadas’ que administra para una serie de ‘mandantes’
un capital de entre 4 y 7 mil millones de US$. El Quantum Fund está registrado
en el oasis tributario caribeño de las Antillas Holandesas (Aruba). Para evadir
la supervisión de las autoridades estadounidenses sobre sus movidas
financieras, Soros contrató exclusivamente a ciudadanos europeos para su
Consejo Administrativo. Sus directores son una extraña mezcla de economistas de
Suiza e Italia…
Soros
ha sido incorporado como ‘hombre de paja’ (‘goma’ en jerga Chilena), al
conglomerado bancario anglo-francés de los
Rothschild. Comprensiblemente esta circunstancia se mantiene oculta por
interés tanto de Soros como de los mismos Rothschild, para no enturbiar sus
estrechas relaciones con amigos en la City londinense, el Ministerio de
Relaciones Exteriores, el estado israelita, así como sus poderosos amigos en el
establishment yanqui”.
Entre
las más prominentes personalidades del Quantum Fund figura un tal Richard Katz.
Es simultáneamente jefe de la “Rothschild Italia S.p.A.” de Milán y tiene un
puesto en el Consejo Supervisor del banco comercial londinense “N.M. Rothschild & Sons”.
Otro
miembro conspicuo es Nils O. Taube, socio de un grupo de inversores londinense
llamado “St. James Place Capital”,
que cuenta entre sus socios mayoritarios a Lord Rothschild.
Un
cómplice frecuente en las especulaciones de Soros, especialmente las que tienen
que ver con el alza del oro, es Sir James Goldsmith, miembro de la dinastía
Rothschild. Entre otros se cuentan en la dirección del Quantum Fund los
gerentes de algunos bancos privados suizos ‘altamente discretos’ (se ocupan del
lavado de dinero de los sindicatos del crimen, comercio de armas y de
drogas).
Luego
cuentan: Edgar D. de Picciotto, gerente del banco privado de Ginebra
“CBI-TDB Union Bancaire Privée”, un actor principal en los mercados del oro e
inversiones Isidoro Albertini, dueño de la firma bursátil milanesa
“Albertini & Co.” Beat Notz, del banco privado ginebrino “Banque
Worms” Alberto Foglia, gerente del banco “Banca del Ceresio” de
Lugano
En
el curso de una investigación por un escándalo de corrupción política se
estableció que muchos políticos italianos tenían sus dineros, producto del
soborno, depositados en la Banca del Ceresio.
Por
lo visto Soros tuvo algo más que información interna sobre los puntos sensibles
de la política italiana cuando su ataque a la lira en septiembre de 1994.
William
Engdahl agrega:
“La relación de George Soros con los ultrasecretos círculos
financieros internacionales de los Rothschild no es una vinculación común ni
casual. El más que extraordinario éxito de Soros como especulador en los
mercados financieros de más alto riesgo no se puede definir simplemente como
’suerte de jugador’.”
Soros tiene acceso a la ‘pista de los Insider’, uno de los
canales de información estatal y privada más importante del mundo. Desde la Segunda
Guerra Mundial la familia Rothschild se ha empecinado en crearse públicamente
un aura de intrascendencia. Sin embargo tras esa modesta máscara se esconde una
de las organizaciones financieras más poderosas e inextricables del
mundo.
Los Rothschild prodigaron grandes sumas con objeto de
crearse una imagen de familia noble, acomodada pero retraída, en la que uno ama
los vinos franceses, otro se ocupa de clubes de beneficencia, etc.
Entre
los conocedores de la City londinense “N.M. Rothschild” es una de las personas
más influyentes de esa fracción del servicio secreto del establishment
británico ligada al ala neoliberal thatcheriana del partido tory.
En los años 80 “N.M. Rothschild & Sons” ganó sumas
gigantescas con la privatización de empresas fiscales británicas con valores de
varios cientos de millones (más probablemente miles de millones, N.T.), de
dólares, ejecutada por la Sra. Thatcher.
Por
lo demás el banco Rothschild se halla en el centro del mercado mundial del oro:
en este banco fijan dos veces al día el precio internacional del oro, los cinco
bancos especializados en oro de mayor relevancia. Pero el “N.M. Rothschild & Sons”
también está envuelto en algunas de las más sucias operaciones del servicio
secreto, las que podrían llamarse de ‘armas versus drogas’.
Gracias a sus buenos contactos dentro de los más altos
puestos del servicio secreto del establishment británico obtuvieron que no
hubiera mención alguna sobre su complicidad con una de las más peligrosamente
ilegales redes del servicio secreto, a saber la del BCCI (Bank of Credit and
Commerce International).
En realidad el Banco Rothschild formaba parte del núcleo
central de esa maraña de bancos lavadores de dinero de la CIA y del M16, que
durante los ‘70 y ‘80 financiaron proyectos de la CIA, como el de los ‘Contras’
en Nicaragua.”
(Citas
del libro de William Engdahl “¿Qué se esconde tras las Guerras de Divisas de
George Soros?”, editado por EIRNA-Studie en la RFA).
El
influyente Presidente del Comité de Bancos en la Cámara de Representantes
estadounidense Henry Gonzales, censuró a los gobiernos de Bush y Reagan por
haberse negado sistemáticamente a llevar a los tribunales al BCCI.
Además
el Ministerio de Justicia rehusó repetidamente mostrar alguna cooperación para
el escándalo del BCCI y el escándalo estrechamente relacionado de la “Banca del
Lavoro” BNL, durante la investigación realizada por el Congreso.
El BNL se había embolsado ganancias por miles de millones de
dólares con los créditos que Bush otorgó a Irak poco antes de la Guerra del
Golfo. Gonzales dijo que el gobierno de Bush había tenido un Ministerio de
Justicia, “del cual declaro que fue el más corrupto, el más increíblemente
corrupto que yo haya visto en todos mis 32 años como diputado al congreso”.
Después
que el BCCI había sido inculpado hasta en la prensa de la violación de diversas
leyes, recién el fiscal de Nueva York, Henry Morgenthau, anunció una querella
contra el BCCI. Morgenthau culpó al BCCI, “de la más grande
estafa bancaria de la historia mundial de las finanzas. El BCCI actuó durante
sus 19 años de vida como una asociación criminal corrupta”. Un
director del BCCI, el sheik árabe saudita Kamal Adham, fue el jefe del servicio
secreto de su país mientras Bush era jefe de la CIA. Hasta entonces ningún
periódico occidental había revelado que en medio de la gigantesca maraña ilegal
del BCCI estaba el grupo Rothschild, ligado con George Soros. El personaje
clave de estos negocios era el Dr. Alfred Hartmann, el Gerente Comercial de la
filial suiza del BCCI (la Banque de Commerce et de Placement SA), Gerente del
Rothschild Bank AG de Zürich y miembro del Directorio del ‘N.M. Rothschild
& Sons’. Además Hartmann era director de la filial suiza del banco
italiano BNL y representante ejecutivo del “N.Y. InterMaritime Bank’ suizo. Un ex
miembro del servicio secreto fidedigno, al tanto del ‘caso Soros’, descubrió
que Soros en Septiembre con ayuda de un poderoso grupo de ‘participantes
pasivos’ había reunido un capital de US$ 10.000.000.000 - para utilizarlo como
palanca para desestabilizar las monedas europeas. A ese grupo
pertenecían el poco conocido comerciante en metales y petróleo Marc Rich y el
traficante de armas israelita Shaul Eisenberg. Este último trabaja desde hace
décadas para el servicio secreto israelita y ejerce un importante tráfico de
armas en toda Asia y el Cercano Oriente. Un tercer socio de Soros es Rafi
Eytan, antiguamente el contacto en Londres entre el Mossad y el servicio secreto
británico.
Básicamente
Soros no es más que una herramienta en manos del alto mando de la guerra
política conducida por los Rothschild. Pertenece a los círculos que hace pocos
años organizaron la campaña de odio llamada ‘Cuarto Reich’ en contra de la reunificación
Alemana.
Soros
es rabiosamente anti-alemán.
En
su autobiografía ‘Underwriting
Democracy’, 1991, Soros advierte del peligro que una Alemania unificada
pudiese, “perjudicar el equilibrio de fuerzas en Europa… No es difícil ver de
qué manera podrían aparecer nuevamente las condiciones de entreguerras. Una
Alemania unida se convertirá en el poder financiero más fuerte y desarrollará a
la Europa Oriental para su propio espacio vital… una terrible pócima
encantada.” A través de sus contactos en EE.UU. Soros está presente en los círculos
del servicio secreto y de las finanzas dentro de la Casa Blanca.
El
más importante de sus bancos de depósitos y principal financista en su golpe al
sistema cambiario europeo en septiembre del 93 fue el “CITICORP”, el banco más
grande de los EE.UU. Soros conminó a los inversores internacionales a desbancar
el Marco Alemán. Cuando en 1989 se firmó la reunificación alemana un muy
alto ejecutivo del Citicorp, anteriormente asesor para la campaña presidencial
de Dukakis, declaró: “La unidad Alemana será catastrófica para nuestros
intereses. Debemos tomar medidas para provocar una caída segura del marco en un
30%, a fin de que Alemania no pueda reconstruir al sector oriental y
convertirlo en un factor económico de peso dentro de una nueva Europa”. Soros,
quien a decir de sus colaboradores tiene un ego increíble, relata personalmente
como sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial en Hungría, siendo judío, mediante
una identidad falsa. Lo que no relató es que fue protegido de la
persecución por un sujeto que se apoderaba de los bienes de judíos ricos,
actividad de la cual Soros participó con entusiasmo. Así ‘sobrevivió’
la guerra y abandonó Hungría sólo dos años después de su término. Aunque
tanto él directamente como los medios de prensa a su servicio están siempre
listos para acusar de ‘ANTISEMITISMO’ a cualquier oponente político,
especialmente en Europa Oriental, su judaísmo se basa más en apegarse a las
normas instructivas del Talmud, antes que algo étnico o religioso.
En público Soros financia y patrocina una larga serie de
eventos sociales, por ejemplo ‘conciertos por la paz’ con Joan Baez, becas para
jóvenes europeos del Este en Oxford, etc. La verdad es sin embargo muy
distinta. Soros es personalmente responsable por el caos que provocó la
terapia de shock en Europa Oriental a partir de 1989. El ha forzado a los
débiles gobiernos de esos países a adoptar medidas económicas tanto
descabelladas como draconianas, las que le han permitido comprar los recursos
de extensas zonas de Europa Oriental a precio de huevo.
A
continuación casos ilustrativos:
POLONIA:
A
fines de 1989 Soros organizó un encuentro secreto entre el gobierno comunista
Rakowski y los dirigentes de Solidaridad. Su ‘Plan’, que desarrolló frente a
ambos bandos, era el siguiente: - Los comunistas debían entregar el poder
a Solidaridad para así ganarse la confianza del pueblo.
-
Entonces el gobierno deliberadamente debería llevar a la quiebra a sus propias
empresas agrícolas e industriales mediante la aplicación de intereses
astronómicos, la negación de créditos fiscales y el recargo de las deudas ya
impagables.
-
Luego Soros llevaría a sus ricos amigos capitalistas internacionales a Polonia
como compradores de las empresas estatales privatizadas. El ejemplo más
reciente fue el del gran complejo siderúrgico ‘Huta Warsawa’, el que según estimación
de peritos occidentales tendría un costo total que fluctúa entre 3 y 4 mil
millones de dólares. En pocos meses el gobierno polaco aceptó hacerse
cargo de las ‘deudas’ de Huta Warsawa, para luego venderlo totalmente saneado a
la firma milanesa Lucchini por la suma de US$ 30 millones. Para la concreción
de su plan Soros recurrió a su joven amigo Jeffrey Sachs, asesor financiero
judío polaco, el que sin embargo no podía actuar profesionalmente en Polonia ya
que su certificación como asesor era válida sólo para Bolivia. Para
subsanar esto Soros lanzó una de sus opulentas Fundaciones, en este caso la
‘Fundación Stefan-Batory’, que en 1989 otorgó a Sachs su certificación oficial
al tiempo que lo contrataba en Polonia. Según las propias palabras de Soros él
siempre ha trabajado y trabaja con Bronislaw Geremek, asesor principal de Lech
Walesa, el general Jaruzelski y el prof. Trzeciakowski. Este último es el
asesor secreto del nuevo ministro polaco de Finanzas y Economía, Lesczec
Balcerowicz.
Soros reconoce haber sabido de antemano que su ‘terapia
económica de shock’ desataría en Polonia una fuerte desocupación, el cierre de
fábricas y tensiones sociales. Por eso mismo precisaba que Solidaridad tomara
el poder.
A través de su Fundación tuvo también acceso a los principales creadores de
opinión en la prensa, como Adam Michnik. Su colaboración con la embajada
estadounidense en Varsovia le posibilitó controlar la prensa mediante la
censura, generando así propaganda para la terapia de shock y alzándola agresiva
frente a cualquier crítica. ¿No es esa una estrategia típica de los
Illuminati talmudistas? (N:T:: Los Illuminati son una cofradía
conspirativa de magnates, nobles, iglesias, sectas, masonería, la ONU,
servicios secretos, gobernantes, dueños de medios y agencias de noticias, todos
asociados al sionismo, y que busca obtener el gobierno mundial siguiendo las
enseñanzas del Talmud).
RUSIA
Y LA FEDERACIÓN EX-SOVIÉTICA:
Soros condujo una delegación a Rusia, donde trabajaba en
complicidad con Raissa Gorbachov desde fines de los ‘80, para establecer una
nueva Fundación, esta vez la ‘Cultural Initiative Foundation’. De nuevo una
organización libre de impuestos para él y sus amigos occidentales, destinada a
penetrar en los más altos estratos del gobierno y poder comprar a las
personalidades más importantes en los campos político y económico. Después de
su partida en falso con Gorbachov de 1988-91, se pasó al círculo de Yeltsin. Y
una vez más fue Soros quien junto a su amigo Jeffrey Sachs implantaron la
terapia de choque. A partir del 2 de enero de 1992 la terapia de choque de
Jeffrey Sachs provocó un caos inigualable y desató una hiperinflación, bastante
previsible, sobre Rusia, lo cual motivó la huida de los mejores cerebros de
investigación científica hacia Occidente. Bajo el Plan de Soros el gobierno de
Yeltsin, con Igor Gajdar, decretaron draconianos recortes a las subvenciones
que favorecían la agricultura y la industria, a pesar de que toda la economía
estaba en manos del mismo Estado.
Como
meta se fijó un presupuesto libre de déficit dentro de tres meses. No hubo más
crédito para la industria, las empresas acumularon deudas astronómicas y la
baja del rublo se precipitó fuera de todo control. Soros y sus amigos sacaron
provecho de la situación inmediatamente. Marc Rich, tenido como el mayor
comerciante de aluminio del mundo, empezó a comprar aluminio ruso a precios
ridículamente bajos, el cual lanzó al mercado occidental en 1993 provocando una
caída en su precio del 30%. Este es sólo un ejemplo de la explotación rusa
de Soros.
HUNGRÍA:
Cuando
el parlamentario nacionalista de oposición Istvan Csurka trató de protestar
contra la destrucción de la economía húngara por la estrategia de Soros y sus
amigos, fue etiquetado como ‘antisemita’ y en junio fue expulsado
democráticamente del Parlamento progobiernista.
YUGOSLAVIA:
A
principios de 1990 Soros, en colaboración con el FMI, con su terapia de choque
colocó la mecha que haría estallar la guerra. Soros es gran amigo del ministro
de RR.EE. de la época Lawrence Eagleburger, quien fue embajador en Belgrado y
‘protector’ de Slobodan Miloseviç. Eagleburger fue además presidente de la
empresa ‘Kissinger Associates’, en cuyo Consejo Superior encontramos a Lord
Carrington, magnate de la prensa internacional y miembro del ‘Comité
de los 300' (N.T. una de las sociedades secretas de los Illuminati), cuya
intervención directa desencadenó la agresión serbia a Croacia y Bosnia. Hoy
Soros dispone de Fundaciones en Bosnia, Croacia, Eslovenia y en Serbia (la
‘Fundación Yugoslava Soros’ de Belgrado). Utiliza los fondos de sus Fundaciones
para comprar a periodistas influyentes y para neutralizar a los detractores de
su ‘terapia de choque’ tildándolos públicamente de ‘neonazis’ o ‘antisemitas’.
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