A manera de editorial
Sin exageraciones, la Paz es la única forma de tener garantizada la felicidad del mañana…
Sin exageraciones, la Paz es la única forma de tener garantizada la felicidad del mañana…
Manuel Moncada Fonseca
EEUU
debe ser permanentemente denunciado. Es el único país del mundo que inicia una
guerra y nunca la termina. Además, lo hace pasando por encima de las leyes
internacionales, las de su propio territorio y, ya no se diga, las de aquellas
naciones que se ven convertidas en objeto y en víctimas de sus agresiones.
Sus
gobernantes hablan como dueños del mundo, con suma prepotencia y arrogancia.
No
caigamos en la idiotez, o en la inocencia, de creer que esta potencia, en verdad, combate al terrorismo, su propia creación.
Igual debe decirse, sin duda, del eufemismo de los "efectos colaterales" de las bombas de la OTAN, pues se calculan con absoluta frialdad; son, de hecho, parte esencial de sus protervas estrategias militares. Yugoslavia, Afganistán, Libia, Siria y otras naciones son evidencia de este aserto.
Igual debe decirse, sin duda, del eufemismo de los "efectos colaterales" de las bombas de la OTAN, pues se calculan con absoluta frialdad; son, de hecho, parte esencial de sus protervas estrategias militares. Yugoslavia, Afganistán, Libia, Siria y otras naciones son evidencia de este aserto.
Por eso, no hay, no ha habido, ni habrá en la historia humana, mayor
terrorismo que el desatado contra pueblos enteros por EEUU, con todo su inmenso poder de fuego y
destrucción.
Alqa-eda,
ISIS y la innúmera cantidad de siglas con que se camufla la CIA, no deben
llamarnos a engaño. Tampoco debemos creer en la llamada Liga Árabe, que ha
respondido a los intereses occidentales, antes que a los de los pueblos árabes,
a los que ha traicionado de modo aborrecible. Así lo hizo con Libia, Palestina
y, ahora pretende hacerlo, o seguirlo haciendo, contra Siria. Ella es, sin asomo de duda, cómplice de Israel, que responde al mismo amo.
El problema de fondo, no vayamos largo, es la Civilización Occidental. Su naturaleza es opresora, saqueadora, destructora y genocida. Por eso, vive enemistada con la humanidad y con la naturaleza; concibe, cada vez más, a la primera su botín, su blanco y su mano de obra esclavizada; a la segunda, su reserva inagotable, al menos así la trata...
El problema de fondo, no vayamos largo, es la Civilización Occidental. Su naturaleza es opresora, saqueadora, destructora y genocida. Por eso, vive enemistada con la humanidad y con la naturaleza; concibe, cada vez más, a la primera su botín, su blanco y su mano de obra esclavizada; a la segunda, su reserva inagotable, al menos así la trata...
Por lo dicho, no
estamos para vacilar. Estamos obligados a tomar partido, de manera inequívoca,
con las naciones que, en verdad, sostienen una lucha sin cuartel contra las
acciones guerreristas (sempiterno negocio transnacional) de EEUU y sus vasallos, aunque se llamen sus aliados.
Debemos
cerrar filas con el ALBA, la CELAC, los BRICS, con Rusia, con China y con
cuantos movimientos sociales actúen, en verdad, contra la guerra, aunque no
sean, propiamente, dechados de virtudes.
No es hora de vacilaciones estultas. Es hora de ser parte inseparable de los esfuerzos de paz. No dejemos de emprender cuantos esfuerzos ella nos demande; brindémosle un chance permanente, porque, sin exageraciones de ningún tipo, es la
única forma de tener garantizada, hasta donde quepa, la felicidad del mañana… No es otra que la posibilidad del devenir.
No podemos, no debemos ¡jamás! creer en la inevitabilidad de la guerra. Darla por un hecho. Ese lujo no debe tener cabida entre nosotros, los seres humanos. Sería darle paso a lo fatal, en su expresión definitiva...
Digamos ¡No a la guerra!
Estados Unidos de Norteamérica es la única nación que ha hecho uso indebido de la energía atómica, verbigracia en Japón donde mató a más de 140 mil pobladores civiles de Hiroshima y Nagasaki, ciudades que no eran bastiones militares; pero haciendo alarde y para "probar" la destrucción de estos artefactos usó a la población civil como conejillo de indias. La matanza en Vietnam, Laos e Indochina que sumaron millones; guerras contra Iraq, Libia, Afganistán, etc. etc. sin contar sus incursiones en Yugoeslavia para subdividir dicho país en pequeñas republiquetas. Ahora tratan de meter sus narices en Siria, Venezuela, Ucrania, etc. Creen todavía que son los dueños del mundo, no comprenden que su hegemonía se acabó, pues ahora tienen al frente a China, Rusia, la India y demás países emergentes. El resto del mundo ya se organizó en organizaciones disímiles a las creadas por EE.UU. y sus lacayos, para defender los intereses de los invisibles que somos casi el 99% de la población mundial.
ResponderEliminarEn conclusión, esta nación se ha acostumbrado a invadir las naciones ricas en recursos naturales para ser explotadas por sus trasnacionales, verdaderos dueños del poder en esa nación. Sus gobernantes solamente son títeres de las corporaciones y lo mismo hacen con los gobiernos débiles del resto del mundo a través de sicarios económicos o de grupos terroristas a quienes sufragan sus gastos con tal de hacer caer al gobierno que se oponga a sus intereses. En suma, EE.UU. es la nación terrorista más sofisticada del planeta .-
Muchas gracias por el comentario. ¡Atinado!
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