Yihadistas chinos del «Emirato Islámico» en
Siria.
EL ARTE DE LA GUERRA»
Operación «Emirato
Islámico», objetivo China
por Manlio Dinucci
Mientras el «Emirato
Islámico» sigue incorporando a sus filas nuevos oficiales de procedencia
china, el geógrafo Manlio Dinucci aporta nuevos elementos a los análisis de los
politólogos Alfredo Jalife-Rahme y Thierry Meyssan para demostrar que el
objetivo final de la operación no es otro que desestabilizar Rusia y China.
RED
VOLTAIRE | ROMA (ITALIA) | 23 DE SEPTIEMBRE DE 2014
Otra
sirena de alarma comienza a sonar en momentos en que el Emirato Islámico
[ex EIIL, designado en Estados Unidos con las siglas ISIS] divulga
a través de las complacientes redes mediáticas las imágenes de la tercera
decapitación de un ciudadano occidental: después de extenderse en Siria e Irak,
el llamado «Emirato Islámico» está penetrando en el sudeste
asiático.
El
anuncio proviene de la firma Muir
Analytics, que se dedica a proporcionar a las transnacionales «información
de inteligencia contra el terrorismo, la violencia política y la insurrección».
Muir Analytics es una de las «auxiliares» de la CIA
en Virginia y la “casa madre” la utiliza a menudo para divulgar las «informaciones»
útiles para sus operaciones.
La
CIA cuenta con una sólida experiencia en ese terreno.
Bajo
las administraciones de los presidentes Carter y Reagan, la CIA financió y
entrenó –a través de los servicios secretos pakistaníes– unos 100 000
muyahidines utilizados para combatir las fuerzas soviéticas en Afganistán. En
esa operación participó un rico saudita, Osama ben Laden, quien llegó a
Afganistán en 1980 con miles de combatientes reclutados en su país y con
amplios medios de financiamiento.
Al
término de la guerra de 1989 –con la retirada de las tropas soviéticas y la
entrada de los muyahidines en Kabul, en 1992– nació, en 1994, la
organización de los talibanes, adoctrinados, entrenados y armados en Pakistán
para conquistar el poder en Afganistán en el marco de una operación que
contó con el apoyo tácito de Washington.
En
1998, en una entrevista concedida al semanario francés Le Nouvel
Observateur, el ex consejero estadounidense de Seguridad Nacional
Zbignew Brzezinski explicó que
el presidente Carter había firmado la directiva que autorizaba la creación
de los muyahidines. Lo interesante es que la firmó no después sino…
antes de la invasión soviética en Afganistán para «atraer a los rusos hacia
la trampa afgana». Cuando el entrevistador le preguntó a Brzezinski si
deploraba aquello, la respuesta de Brzezinski fue la siguiente:
«¿Qué
era lo más importante para la historia del mundo? ¿Los talibanes o el derrumbe
del imperio soviético?» [1]
Así
que no sería nada sorprendente que en el futuro algún ex consejero de
Obama admitiese, después de los hechos, algo de lo que ya tenemos pruebas
en este momento: que fue Estados Unidos quien favoreció el nacimiento del
«Emirato Islámico» en un clima social «fertilizado» por
sus guerras [las guerras estadounidenses en el Medio Oriente] en el
marco de una estrategia que busca en primer lugar la destrucción total de
Siria, impedida hasta ahora por la mediación rusa a cambio del desarme químico
de Damasco, y la reocupación de Irak, que estaba alejándose de Washington y
acercándose a Pekín y Moscú. El pacto de no agresión en Siria entre
el «Emirato Islámico» y los «rebeldes moderados» es parte de
esa estrategia.
En mayo de 2013, el senador estadounidense John
McCain penetraba ilegalmente en Siria para reunirse allí con el estado mayor
del Ejército
Sirio
En mayo de 2013, el senador estadounidense John
McCain penetraba ilegalmente en Siria para reunirse allí con el estado mayor
del Ejército
Sirio Libre
(ESL). En esta foto vemos al senador hablando con “Abu Yusef”, oficialmente
buscado por el Departamento de Estado estadounidense bajo el nombre de “Abu
Du’a” y también buscado por la ONU bajo el nombre de “Ibrahim al-Badri".
Este jefe del ESL (que los occidentales presentan como “moderado”) era al mismo
tiempo el jefe del “Emirato Islámico” (extremista) y hoy se hace llamar “califa
Ibrahim”.
En
ese contexto, la alarma sobre la penetración del «Emirato Islámico» en
Filipinas, Indonesia, Malasia y en otros países geográficamente cercanos de
China –alarma lanzada por la CIA a través de una firma que se dedica
a esos menesteres– sirve para justificar la estrategia que ya había entrado en
aplicación y en cuyo marco Estados Unidos y sus principales aliados están
concentrando fuerzas militares en la región Asia-Pacífico. Precisamente allí
donde –advertía el Pentágono en 2001– «existe la posibilidad de
que surja un rival militar con una formidable base de recursos, con capacidades
suficientes como para amenazar la estabilidad de una región fundamental para
los intereses estadounidenses».
Así
que… se cumplió la «profecía», aunque con una variante. Hoy
Washington teme a China, pero no tanto como potencia militar –aunque el
poderío militar chino no es nada despreciable– sino sobre todo como
potencia económica, a cuyo fortalecimiento contribuyen incluso las
transnacionales estadounidenses que fabrican en China muchos de sus propios
productos.
China
se está haciendo mucho más temible aún para Estados Unidos debido a
sus acuerdos económicos con Rusia, que contrarrestan las
sanciones de Occidente contra Moscú, y con Irán, otro país que está
en el colimador de Washington, importante proveedor de petróleo para Pekín. Existen
además indicios de que China e Irán están dispuestos a participar en el
proyecto ruso des “desdolarización” de los intercambios comerciales, proyecto
que asestaría un golpe mortal a la supremacía estadounidense.
Ello
explica la estrategia que anunció el presidente Obama, basada en el principio
(explicado por el New York Times) según el cual «la potencia
estadounidense deber perseguir sus intereses económicos». Y es
en función de los intereses de Estados Unidos que Italia participará
en la coalición internacional, encabezada precisamente por Estados Unidos,
contra el «Emirato Islámico».
FUENTE
Traducido
al español por la Red Voltaire a partir de la versión al
francés de Marie-Ange Patrizio
[1]
«Brzezinski: "Oui,
la CIA est entrée en Afghanistan avant les Russes…"» [En español,
“Sí, la CIA entró en Afganistán antes que los rusos”], por Zbigniew Brzezinski, Nouvel
Observateur (Francia), Réseau Voltaire, 15 de enero de
1998.
Esta
entrevista está en proceso de traducción al español. Nota de la Red Voltaire.
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