La utilización
mercenaria de la ciencia
Por Antonio J.
Martínez Fuentes*
La historia de las sociedades humanas muestra como a través del tiempo
se han construido y construyen elaborados procedimientos, apoyados en la
diversidad social, cultural y hasta biológica de los pueblos, para
desestabilizar, subvertir, invadir y ocupar territorialmente países así como
para aniquilar o estimular oposiciones políticas y protestas sociales, los
cuales serían una importante base del nuevo colonialismo en curso.
Las guerras de conquistas y colonización en África, Asia, y América
Latina y el Caribe son ejemplos clásicos de estos procedimientos. En la
actualidad se sabe que existen programas que emplean antropólogos en el apoyo a
unidades de combate de las tropas estadounidenses para sus operaciones
contrainsurgentes, lo que nos hace recordar las acciones desarrolladas en Chile
en los años 60 a través del conocido Plan Camelot, calificadas como una
“prostitución de la disciplina”. Incluso de la Universidad de Chicago
salieron académicos a experimentar el empleo de las políticas neoliberales en
ese país, tras el golpe de Estado ejecutado por Richard Nixon, Henry Kissinger
y el general Augusto Pinochet en septiembre de 1973. Afganistán, Irak. Siria,
Ruanda, Angola, Guatemala, son otros ejemplos, entre muchos.
Diversas agencias del gobierno estadounidense y ciertas organizaciones
no gubernamentales que son apoyadas y contratadas por ellas, se valen de
especialistas de distintas ramas de la ciencia para obtener informaciones en
distintos países, a fin de desarrollar planes de desestabilización y subversión
a corto, mediano y largo plazo contra gobiernos que consideran enemigos o
potencialmente enemigos. En estos planes se conoce de la cooperación y
coordinación del Departamento de Defensa con los integrante de la “comunidad de
inteligencia” (CIA, DEA, FBI, etc.) y, entre otras, con la Agencia para el
Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID, por sus siglas en inglés),
que depende del Departamento de Estado. Generalmente se recurre al trabajo de
expertos en antropología, sociología, psicología, economía, ciencias políticas.
También resalta la necesidad de que las campañas de contrainsurgencia
cuenten con “fuerzas flexibles”, adaptables a las distintas circunstancias en un
país dado y capaces de “comprender” las culturas de los “nativos” que se
rebelan contra el orden establecido. Cuestiones claves son:
- las labores de inteligencia y el análisis y aprendizaje de la
sociedad de un país objetivo,
- los grupos étnicos que lo habitan,
- la forma de gobierno,
- las fuerzas coercitivas del Estado,
- sus instituciones, cultura, lenguaje, percepciones de sus
connacionales, valores, redes,
- creencias de la población,
También se persigue evaluar el apoyo o tolerancia de la población
hacia un grupo guerrillero, un gobernante o dirigente político, sus capacidades
y vulnerabilidades, sus tácticas y estrategias y formas de organización.
Los dirigentes y líderes son motivo de un reconocimiento detallado,
que comprende la historia personal, trayectoria, creencias, ideología,
temperamento y educación entre otros aspectos.
Quienes colaboran en estos planes no son más que instrumentos de
guerra, suministradores de informaciones, ya que las decisiones finales las
toma el personal militar.
Los cubanos tenemos una larga y amarga historia que narrar sobre estos
métodos, desde el bioterrorismo hasta los hechos recientemente divulgados por
la agencia de prensa AP sobre un plan promovido por la USAID y su contratista
Creative Associates International, en el cual un ciudadano costarricense, jefe
de una organización de derechos humanos en Costa Rica llamada Fundación
Operación Gaya Internacional, contrató jóvenes latinoamericanos de distintos
países a fin de identificar y convertir jóvenes cubanos en actores políticos
efectivos contra el gobierno. y promover la desestabilización interna bajo la
cobertura de programas culturales, de salud, de intercambios estudiantiles,
entre otros.
El caso del empleo del conocimiento antropológico: un poco de historia
Cuando me preguntan sobre el concepto de Antropología, usualmente
expreso, a fin de dar un concepto de amplio entendimiento, que la antropología
es la ciencia que estudia la diversidad biológica y cultural de la
especie humana en el espacio y el tiempo, su origen y evolución.
Aunque en alguna que otra ocasión me refiero al estudio del otro, no es una expresión que sea de mi agrado
pues siempre me da una especie de aire o tufo colonialista, neocolonialista e
imperialista, que sirvió y sirve, entre otras cuestiones, para el uso de la
antropología con fines de manipulación y dominación del llamado “otro”
La historia de los inicios de la antropología muestra los vínculos de
las tradiciones antropológicas estadunidenses, británicas, francesas, holandesas
y alemanas con la expansión colonial en África, Asia, Indonesia y sobre los
territorios de los pueblos indígenas de América.
Según diversos autorizados antropólogos de la época, numerosos pueblos
del planeta, de acuerdo con un riguroso análisis científico, no podían ser
propiamente denominados humanos, y consideraron al europeo blanco como criterio
de medida que consagraba la inferioridad de cualquier otra persona.
Así la antropología se vio involucrada en numerosas empresas
coloniales, la conquista y el genocidio, mostrando, desde entonces, que no
existe la neutralidad política en la disciplina.
El imperio colonial, la jerarquización de los seres humanos y los
llamados zoológicos humanos
La historia de la humanidad nos muestra, amargamente, cómo durante la
etapa colonialista numerosos pueblos fueron conquistados y masacrados,
cometiéndose verdaderos actos de genocidio. Las personas de otras culturas que
sobrevivieron, muchas veces fueron sometidas a atrocidades que los
despojaron de toda dignidad.
Durante mucho tiempo los europeos secuestraron personas de distintas
partes del planeta y las exhibían degradantemente, práctica que dio carácter a
modos discriminatorios que persisten hasta nuestros días. El término de zoológicos
humanos, usado para denominar estas exhibiciones, fue popularizado en el 2002 por
la publicación de la obra Zoológicos humanos, escrito por varios historiadores
franceses especialistas del fenómeno colonial. En su época eufemísticamente se
les rotulaba como "exposiciones etnológicas" o "Ciudades de
negros".
Así, numerosas personas de origen no europeo fueron expuestas como
animales durante el siglo XIX, en los zoológicos, ferias coloniales, en
exposiciones universales y hasta en congresos antropológicos. Durante
todo el siglo XIX y hasta los inicios del siglo XX, la biología humana y la
antropología física más ortodoxas habían proporcionado un marco teórico que
podía servir de legitimación de este tipo de exhibiciones humanas así como de
las conquistas coloniales.
En la Exposición Universal de Bruselas de 1897, el rey Leopoldo II había organizado una
representación del Congo con 267 hombres, mujeres y niños traídos de África,
entre los que se contaban dos pigmeos. Llegaron casi un millón de visitantes
que arrojaban comida a los africanos, quienes terminaron indigestados. Las autoridades
colocaron un cartel: “Los negros son alimentados por el comité organizador”.
Para muchos de los más calificados antropólogos físicos de la etapa
decimonónica finisecular, numerosos pueblos del planeta, de acuerdo con un
riguroso análisis de las ciencias naturales, no podían ser propiamente
denominados personas. De esta manera la objetivación científica de la jerarquía
racial, impulsaban la expansión colonial.
Las eufemísticamente llamadas "exhibiciones etnológicas" del
Jardín de Aclimatación de París “fueron legitimadas por parte de la Sociedad de
Antropología -y por la casi totalidad de la comunidad científica francesa.
“La antropología física, como la antropometría naciente, que
constituye entonces una gramática de los "caracteres somáticos" de
los grupos raciales -sistematizada en 1867 por la Sociedad de Antropología con
la creación de un laboratorio de craneometría- y el posterior desarrollo de la
frenología, legitiman la difusión de esas exhibiciones. Esas disciplinas
incitan a los científicos a apoyar activamente dichas muestras, por tres
razones pragmáticas: permiten disponer de manera práctica de un
"material" humano excepcional (variedad, cantidad y renovación de
especímenes…); despiertan el interés del gran público por sus investigaciones y
por lo tanto permiten promover sus trabajos en la gran prensa; finalmente,
aportan la prueba más concluyente de lo bien fundado de sus enunciados racistas
con la presencia física de esos "salvajes".”
Las investigaciones realizadas han demostrado que los llamados
zoológicos humanos no aportaron nada acerca de los "pueblos
exóticos". Al contrario permiten el análisis de las concepciones racistas
europeas a finales del siglo XIX. Tales espectáculos degradantes tenían
básicamente por función mostrar las manifestaciones de lo no acostumbrado y de
lo disímil, por oposición a una elaboración de la humanidad según los cánones
europeos.
Este ejemplo de la triste y amarga historia de los zoológicos humanos nos muestra
como la antropología sirvió a la fría maquinaria del genocidio en aquellos
momentos. Tristemente, aún hoy y bajo veladas formas, persiste la costumbre de
llevar representantes de los “pueblos exóticos”, “pueblos primitivos” a
determinadas celebraciones.
La perspectiva histórica de la antropología nos muestra que con mucha frecuencia fue usada -
y aún no deja de serlo - para hacer énfasis en las diferencias llamadas
raciales y ser un sustento para el racismo, la discriminación racial y los
prejuicios raciales. Es innegable, y sobran los
ejemplos de cómo el discurso antropológico en general, con su sello de
cientificidad, ha dado elementos para justificar superioridades e
inferioridades de “raza”, clase y género y para el accionar contra los
pueblos del llamado tercer mundo.
*Sociedad Cubana de Antropología Biológica.
Vea también entrevista al autor en Cubadebate
Imágenes tomadas de Wikipedia y Blog H-B, de José Barriga y
de Taringa.net
Lic.
Rosa Cristina Báez Valdés "La Polilla Cubana"
Moderadora Lista Cuba coraje, miembro de Red Social
Hermes<http://auto-hermes.ning.com/>y miembro fundador de la Red de Trincheras Amigas
Twitter
@LaPolillaCubana
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