Venezuela
en peligro, ¿saben por qué?
Por: Atilio Borón
26
mayo 2014 |
Porque
tal como lo había venido diciendo desde hace al menos dos años, un informe reciente publicado por Los Angeles Times dice que “en 2011 una empresa independiente contratada por Washington hizo una errónea estimación del petróleo técnicamente recuperable del mayor yacimiento de esquisto bituminoso del país, ubicado en Monterey, California, que contiene alrededor de dos tercios de las reservas de petróleo de esquisto de la nación.
Según
aquella estimación, se podrían obtener unos 13.700 millones de barriles de petróleo. Sin embargo, un reciente informe asegura que la cantidad no será mayor de 600 millones de barriles, es decir, una cantidad 96% menor de lo esperado y que, como señala la
publicación especializada Business
Insider, equivale a las reservas totales de petróleo de Bolivia.
Esa
errónea estimación de 2011 había sido calificada como la esperanza para reducir la necesidad del país de las importaciones de petróleo desde el extranjero, según el diario The Angeles Times. Y es que la cantidad que reportan ahora es insignificante si se tiene en cuenta que solo podría cubrir las necesidades energéticas en EE.UU. correspondientes a 33 días.”
De
lo anterior se desprenden cuatro conclusiones iniciales:
a)
que la dependencia energética de Estados Unidos seguirá siendo muy elevada, y tal vez creciente en función de la evolución
de la demanda doméstica, y que esto reforzará las tendencias belicistas del imperio para tratar de asegurarse la obtención del petróleo que necesita por cualquier medio.
No
olvidar que las intervenciones militares de los Estados Unidos en terceros países tuvieron como causas fundamentales el petróleo y
las presuntas amenazas a la “seguridad nacional” planteada por gobiernos “hostiles” (en realidad, gobiernos dignos que no estaban dispuestos a sacrificar la autodeterminación nacional);
b)
que los planes para destruir la OPEP a partir del autoabastecimiento petrolero tendrán que ser archivados por mucho tiempo, tal vez definitivamente, lo que constituye un durísimo revés para la política exterior de Estados Unidos.
c)
que dado lo anterior la Casa Blanca redoblará su ofensiva sediciosa y destituyente sobre la Venezuela bolivariana, potenciando su apoyo logístico, financiero, organizativo y mediático a sus peones en el terreno, los cuales son presentados como una “oposición pacífica” cuando en realidad son mercenarios a sueldo del imperio con la misión de quebrantar el orden constitucional y provocar la caída del gobierno bolivariano.
Dato
significativo: de los varios cientos de vándalos arrestados por las autoridades los estudiantes apenas constituyen el 20 % y una proporción igual está formada por extranjeros, algunos de los cuales ni hablan castellano. A la luz de las novedades publicadas por Los Angeles Times es previsible un aumento de la presión desestabilizadora orquestada por Washington.
d)
que las bravuconadas de Obama y Kerry en el
sentido que suministrarían petróleo y gas a Ucrania para facilitar que ese país sea fagocitado por la OTAN y
la Unión
Europea han quedado reducidas a eso: a meras bravuconadas carentes de sustancia y sin ningún efecto práctico que no sea la tentativa de engañar a los ingenuos.
Desgraciadamente
para Washington, el petróleo y el gas se encuentran cada vez con más frecuencia en países que no están dispuestos a ponerse de rodillas ante los mandatos de la Casa Blanca. Por lo tanto, sus palancas económicas para operar en Ucrania son
sumamente débiles.
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