14/5/2014
Jugada de
ajedrez magistral de Putin en Ucrania
x Pepe
Escobar
Putin no necesita "invadir"
nada. Sabe que cuando Kiev necesite verdadero dinero –no los préstamos
interesados de la mafia del FMI– nadie en la UE estará disponible
[NdeLH:
Artículo escrito antes de la realización del referendo, que tuvo un nivel de
participación en las dos provincias ucranianas del 75% y donde el 90% votó por
la autonomía]
Las celebraciones en Rusia del 69
aniversario de la derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial tienen
lugar solo días después que los neofascistas ucranianos realizaron una
espantosa masacre en Odesa. Para los que conocen la historia, el simbolismo
gráfico habla por sí solo.
Y entonces un gambito geopolítico
agrega un desconcierto absoluto a la hipocresía mostrada por los
autoproclamados representantes de la “civilización occidental”.
El gambito proviene de –quién iba a
ser– el presidente ruso Vladimir Putin, quien ahora mezcla activamente movidas
de ajedrez con 'El arte de la guerra' de Sun Tzu y 'Tao Te Ching' de Lao Tzu.
No sorprende que todos esos embaucadores de las relaciones públicas, inermes
portavoces del Departamento de Estado, y generales de OTANstán no encuentren
ninguna solución al problema.
A diferencia de la escuela de
diplomacia propia de delincuentes juveniles del gobierno de Obama –que quiere
“aislar” a Putin y Rusia– una tregua y un posible trato en la actual tragedia
ucraniana han sido negociados entre adultos dispuestos a comunicarse, Putin y
la Canciller alemana Angela Merkel, discutidos y finalmente anunciados en una
conferencia de prensa por el presidente de la Organización por la Seguridad y
Cooperación en Europa, Didier Burghalter.
El trato se mantendrá si la junta
dictatorial en Kiev –que deberían ser descritos como la junta neoliberal,
neofascista de la OTAN– abandonan su actual “operación antiterrorista” y se
muestran dispuestos a negociar con los federalistas en Ucrania Oriental y
Meridional. [1]
El gambito de Putin ha sido
sacrificar no una sino dos piezas; preferiría que los referendos de este
domingo en Ucrania Oriental fueran postergados. Al mismo tiempo, cambiando la
posición del Kremlin, dijo que las elecciones presidenciales del 25 de mayo
podrían ser un paso en la dirección apropiada.
Moscú sabe que los referendos serán
erróneamente interpretados por el desinformado combo de OTANstán como un
argumento para que Ucrania se una a Rusia, como en Crimea. Podrían ser
utilizados como pretexto para más sanciones. Y sobre todo Moscú quiere impedir
cualesquiera operaciones de bandera falsa. [2]
Sin embargo Moscú no ha abandonado su
posición firme desde el principio; antes de una elección presidencial debería
haber cambios constitucionales hacia la federalización y más poder para
provincias ampliamente autónomas. No tendrán lugar en el futuro previsible – si
acaso.
Con la junta de la OTAN en Kiev que
convierte en un lío absoluto el arte de “gobernar”; el Fondo Monetario
Internacional que ya dirige el show del capitalismo de desastre, Rusia que
corta los subsidios comerciales y de energía, y el movimiento federalista que
crece con cada minuto que pasa después de la masacre de Odesa, Ucrania
es tan absolutamente tóxica que Moscú tiene todo el tiempo del mundo de su
parte. La estrategia de Putin es ciertamente 'Tao Te Ching' se
encuentra con 'El arte de la guerra': observa el flujo del río mientras das
suficiente cuerda a tu enemigo para que se cuelgue.
Estás con nosotros o contra nosotros
El pedido de Putin a la gente en la
región del Donbass para que postergue el referendo –que tendrá lugar en todo
caso– provocó un feroz debate, en Ucrania oriental y en toda Rusia, sobre una
posible traición rusa a los rusoparlantes en Ucrania.
Después de todo, la junta neoliberal,
neofascista de la OTAN ha lanzado una “operación antiterrorista” contra
ucranianos de a pie en la cual incluso la terminología proviene directamente
del “estás con nosotros o contra nosotros” del régimen de Cheney.
Y una vez más el Desinformante en
Jefe es –quién iba a ser– el canciller de EEUU John Kerry, quien está “muy
preocupado por los esfuerzos de separatistas prorrusos en Donetsk, en Lugansk,
por organizar, francamente, un referendo artificial, fingido, por la
independencia el 11 de mayo”. Es “de nuevo el guión de Crimea y ninguna nación
civilizada va a reconocer los resultados de un esfuerzo tan ficticio”.
Es imposible esperar que Kerry sepa
de lo que está hablando, pero a pesar de ello: la gente en Donbass no son
separatistas. Son ucranianos de a pie –trabajadores de las fábricas, mineros,
empleados del comercio, agricultores– que están por la democracia, contra la
junta de la OTAN y son –oh, el delito capital– rusoparlantes.
Y a propósito, no se necesita ser
Thomas Piketty [economista francés especializado en el estudio de la
desigualdad económica] para identificar esto como lucha de clases clásica;
trabajadores y campesinos contra oligarcas – los oligarcas actualmente
alineados con la junta de la OTAN, algunos desplegados como gobernadores
regionales, y todos con intenciones de permanecer en su cargo después de las
elecciones del 25 de mayo.
La gente en Donbass quiere
federalismo, con una fuerte autonomía en sus provincias. No quiere separarse de
Ucrania. Contra el ataque “antiterrorista” prescrito por EEUU, impuesto por
Kiev, tienen sus comités de defensa popular, asociaciones locales y sí,
milicias, para defenderse. Y sobre todo referendos “ficticios” para dejar
absolutamente claro que no se someterán a una junta centralizada, plagada de
oligarcas.
Por lo tanto los referendos tendrán
lugar – y serán debidamente ignorados por el combo de OTANstán. La elección del
25 de mayo tendrá lugar –en medio de una “operación antiterrorista” contra casi
la mitad de la población– y será reconocida como “legítima” por el combo de
OTANstán.
Mucho más allá de esta conducta
cósmicamente vergonzosa de Occidente “civilizado”, ¿qué será lo próximo?
Nada logrará que desaparezca el odio
inflexible que siente la junta neoliberal neofascista de la OTAN, con sus
partidarios neonazis de Banderastán en Ucrania Occidental, contra el Donbass
oriental. Pero entonces, en unos pocos meses, todos los ucranianos sentirán
directamente lo que tiene preparado el FMI, no importa dónde se encuentren. Y
veremos qué pasa si el nuevo presidente –sea el multimillonario del chocolate
Petro Porashenko o la totalmente corrupta “Santa Yulia” Timoshenko– no paga la
cuenta por energía de Gazprom de 2.700 millones de dólares.
Una vez más, Putin no necesita
“invadir” nada. Sabe que no es el camino para “rescatar” Ucrania oriental y
meridional. Sabe que la gente en Donbass hará la vida difícil a la junta de la
OTAN y su vástago del 25 de mayo. Sabe que cuando Kiev necesite verdadero
dinero –no los préstamos interesados al estilo de la mafia del FMI– nadie en su
sano juicio en la enana política UE estará disponible. Nadie querrá rescatar a
un Estado fallido. Y Kiev tendrá que implorar, de nuevo, por la ayuda de Moscú,
el prestamista de primer y último recurso.
Lao Tzu Putin está lejos de buscar un
jaque mate. Puede esperar, y lo hará. El imperio excepcionalista seguirá
haciendo lo que hace mejor –fomentar el caos– incluso mientras europeos
sensatos, incluyendo a Merkel, tratan de hacer algo por el apaciguamiento.
Bueno, por lo menos las plegarias de Washington han encontrado respuesta. Tardó
algo, pero finalmente encontraron un nuevo viejo de la bolsa: Osama Bin Putin.
Notas:
1. Putin-Burkhalter talks: an elusive chance for Ukraine, Oriental
Review, 8 de mayo de 2014.
2. Ukrainian forces prepare provocation against Russia in Donetsk, Voice
of America, 6 de mayo de 2014.
3. 2 Southeast Ukrainian regions to hold referendum May 11 as planned,
RT, 8 de mayo de 2014.
Asia Times Online. Traducido del
inglés para Rebelión por Germán Leyens. Revisado por La Haine
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