Entre pueblo e irrelevancia -
el dilema
de los obispos
Tortilla Con Sal
Enviado por tortilla en
Vie, 23/05/2014 - 13:19
tortilla con sal, 23 de mayo
2014
El reciente encuentro entre los
obispos de la Conferencia Episcopal y el Presidente Comandante Daniel Ortega
señala un cambio significativo y positivo en la vida nacional. La oposición
política del país no ha perdido tiempo en hacer su interpretación sesgada de la
reunión que tomó lugar en la residencia del Nuncio Apostólico Fortunatus
Nwachukwu, representante del Vaticano en Nicaragua. El título de "La
Prensa" del día siguiente fue "Ortega va hacia 'un Estado
totalitario' ", basándose en declaraciones de Abelardo Mata, obispo de
Estelí.
Sin embargo, las declaraciones
del Obispo Mata van en contra tanto del tono respetuoso y positivo de la
reunión en sí como de los comentarios de los otros obispos. Estos reflejan una
postura mucho más prudente y conciliatoria que el irreflexivo odio al gobierno
Sandinista del Obispo de Estelí. El mero hecho del intercambio entre los
obispos y el gobierno indica que la Conferencia Episcopal reconoce que tiene
que acomodarse, de una u otra manera, al innegable éxito de las políticas del
gobierno del Presidente Ortega.
Esta realidad implica que el
mensaje de los obispos que se difundió en La Prensa es, más que todo, la
versión oficial para apaciguar a los históricos aliados de la jerarquía
reaccionaria. En abril de este año la oposición política expresó implícitamente
falta de fe en su propia gestión cuando La Prensa puso el titular
"Credibilidad de obispos en 'riesgo' ". Con apenas 8% de apoyo a
nivel nacional, dirigentes fracasados como Eduardo Montealegre y sus colegas
están mirando hacia el abismo de la irrelevancia total.
En sí, el texto del mensaje de
los obispos representa el reciclaje del negativo discurso basura de Montealegre
ya rechazado contundentemente por la gran mayoría del pueblo de Nicaragua. Pocos
días antes del encuentro de los obispos con el gobierno, una encuesta dio al
Presidente Ortega un nivel de apoyo de 66% a nivel nacional. En cambio, una
encuesta reciente a nivel de América Latina por Latinobarómetro indicó
una caída estrepitosa del número de católicos en Nicaragua hacia 50%.
Este dato confirma la encuesta
de MyR Consultores de finales de 2012 que indicó una caída de 30% entre los
nicaragüenses que se declaran católicos desde 1991, hasta llegar a un 52% de la
población. En cambio, en el mismo período, las personas que se declaran
evangélicos han subido desde el 4% hasta el 30%. La encuesta de MyR reportó que
14% de la población se declara creyente sin seguir ninguna religión.
Este es el contexto político y
social en el que los Obispos de la Conferencia Episcopal tienen que maniobrar.
Si no quieren seguir el camino de sus naturales aliados políticos hacia la
irrelevancia, tendrán que acomodarse a la nueva realidad política y social del
país. Además, en el último año, la visión moral y religiosa del Papa Francisco
ha creado un ambiente más favorable que induce a la Conferencia Episcopal a
reconocer la intuición sabia que en su momento tuvo el Cardenal Obando y Bravo.
Desde antes de las elecciones
presidenciales de 2006, el Cardenal Obando y Bravo reconoció que tanto la
obligación moral cristiana como el declive en el número de las personas que se
declaran católicas exigen una alianza precisamente con el principal poder
político comprometido con la mayoría empobrecida y no con la élite oligarca.
Por supuesto, individuos como el Obispo Mata o el Obispo Auxiliar de la
diócesis de Managua, Silvio Báez, seguirán con una guerra de guerrillas contra
el ajuste en proceso. Al final, la Conferencia Episcopal tendrá
que elegir entre una creciente irrelevancia al margen del desarrollo político y
social del país o un papel positivo en la construcción de la unidad nacional a
favor de una nueva Nicaragua de paz, bien y prosperidad.
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