Abdelhakim
Belhaj, comandante del Grupo Islámico Combatiente en Libia (GICL). Financiado
por el MI6, Belhaj trató de asesinar al líder libio Muammar el-Kadhafi en
4 ocasiones. Llegó a ser el tercer responsable de al-Qaeda. Refugiado
en Qatar, en 2010, regresa a Libia en un avión militar y la OTAN lo nombra
gobernador militar de Trípoli. Actualmente sigue estando reclamado por el
Comité de Sanciones de las Resoluciones 1267 (de 1999) y 1989
(de 2011) de la ONU.
Carta
abierta a los europeos atrapados tras la cortina de hierro
israelo-estadounidense
Por
Hassan Hamadé
Red
Voltaire | 24 mayo del 2014
Desde
la perspectiva de Occidente, la OTAN lucha contra el terrorismo. Fuera de ese
mundo bien ordenado, la verdad es muy diferente: la OTAN es el amo
del terrorismo internacional, protege campos de entrenamiento de
al-Qaeda en Libia e instala otros en el territorio de Turquía, país miembro de
la OTAN. Al-Qaeda nunca ha derrocado un gobierno ni conquistado
ningún país. Lo que ha hecho es destruir sociedades aplicando,
en beneficio de Washington, la doctrina straussiana del «caos constructor». Para Hassan
Hamadé, la civilización comenzó en Siria, mientras que Europa,
Norteamérica e Israel todavía siguen en la fase de la barbarie.
¿Se creen ustedes superiores? Hassan Hamadé les invita a que
abran los ojos.
Voy a
contarles varias cosas muy graves que la cortina de hierro impuesta a la Unión
Europea no permite que ustedes sepan. Voy a hablarles de la peligrosa
relación que los une a ustedes los europeos, sin que ustedes
mismos lo sepan, con la más temible de las nebulosas terroristas que
operan en la escena internacional: ¡al-Qaeda!
Sí. Me
refiero esa misma al-Qaeda que el diccionario político-securitario del «Occidente»
donde ustedes viven define como la madre de la más cruel de todas las
tendencias terroristas que se dicen seguidoras del islam.
Al-Qaeda
está considerada como el enemigo estratégico del «mundo civilizado»,
aunque constituye a la vez una amenaza constante para todos los países que
ustedes se imaginan como «en vías de desarrollo». Y para que esos países
puedan seguir la vía de ustedes es necesario protegerlos de ese peligro
terrorista que los acecha. Es por eso que todo contacto con al-Qaeda o con
sus ramificaciones, con sus redes o sus derivados está estrictamente
prohibido, condenado y, de ser necesario, hay que reprimirlo. Es este un
principio indiscutible establecido por Estados Unidos, país que se ha
arrogado el derecho –que además monopoliza– de velar por el estricto respeto de
ese principio y de controlar su aplicación. Pero ese respeto nunca ha
sobrepasado los límites del discurso político-mediático, o sea no ha ido
más allá de la propaganda en su expresión más simple y ordinaria porque en los
países de ustedes, en el espacio atlantista, ya no se puede hablar de
medios de prensa libres sino más bien de herramientas de propaganda.
Esa
propaganda ha resultado más falsa que nunca en el teatro de operaciones
sirio, donde ciertas ramas y grupos derivados de al-Qaeda –como el Frente
al-Nusra y el Emirato Islámico en Irak y el Levante [conocido como EIIL o Daesh]–
han obtenido notoriedad mundial participando en la guerra
de exterminio que el eje israelo-estadounidense ha desatado contra el
país más antiguo del mundo, que es Siria.
Durante
estos 3 años de guerra de agresión, la nebulosa al-Qaeda ha demostrado una
disciplina ejemplar en la aplicación más estricta y rigurosa de los planes
trazados por el mando estadounidense. Ha demostrado ser la más capaz en
la ejecución de la estrategia del «caos constructor», que exige
la destrucción de la sociedad siria así como la destrucción de la
infraestructura económica y del Estado mismo de ese país. Se trata de una
invasión de la barbarie para destruir la civilización.
La
OTAN, en escrupulosa aplicación de las directivas de Washington, aporta su
protección inmediata a la formación y funcionamiento del frente armado
implicado en el proyecto israelo-estadounidense de destrucción de Siria,
transformando esa cuna compartida de la cristiandad y del imperio árabe en «campos de carnicería donde triunfa la muerte» [1].
Esta obra apocalíptica se inscribe en la categoría de los crímenes supremos que
forman parte del sanguinario orgullo anglosajón, como Hiroshima y Nagasaki
(1945), la Palestina posterior a 1948, la guerra de Vietnam (de 1962 a 1975) y
la guerra de Irak (desde 1991), por citar solamente algunos ejemplos
escogidos en las décadas más recientes.
La
mentira, siempre la mentira, principal instrumento de la propaganda de
Estados Unidos, tanto en materia de política como de seguridad o en el
sector económico, se manifiesta a través de la técnica puesta en manos del
famoso Observatorio de la mentira orwelliana en esta implacable empresa
guerrerista que se ha puesto en marcha agitando las banderas de la «Democracia» y de los «Derechos Humanos». Los gobiernos que actúan como
contratistas a cargo de hacer funcionar esta empresa se hacen llamar «los
amigos de Siria». Los combatientes de a pie, decenas de
miles de yihadistas de 80 nacionalidades diferentes, son designados como «opositores armados» o «combatientes de la libertad».
¡Imposible ser más mentiroso!
Ya
antes fue también con la mentira que se designó este gigantesco movimiento de
desestabilización contra el mundo árabe con la apelación de «primavera árabe».
Los hechos han demostrado que por donde pasa esa «primavera» se
instala la Hermandad Musulmana. A su sombra se desarrollan las organizaciones
terroristas más violentas y se inicia el proceso de destrucción de la
sociedad.
Son
numerosos los ejemplos que así lo demuestran, comenzando por el de Libia, cuya
parte sur –la región de Fezzan– se ha convertido en un santuario de campamentos
militares de al-Qaeda, entre las ciudades de Ghat (cerca de la frontera
argelina) y de Sabbah (cerca de Níger). Según los servicios atlantistas existen
allí 3 campamentos de formación de terroristas especializados (expertos en
explosivos y en la preparación de coches-bomba, etc.) en función de las
necesidades del entorno africano (Mali, Níger, Chad, Argelia, Nigeria). Estos
terroristas de un estilo muy particular mantienen relaciones muy sólidas con
organizaciones extremistas como Aqmi y Boko Haram. Sus universidades del
terrorismo cubren las «necesidades» de otros países, como Siria,
convertida en estos tiempos en destino preferido de los «alumnos». A
cargo de los cursos de formación hay «profesores»
pakistaníes, egipcios, sauditas, yemenitas y de otras nacionalidades. Sólo en
diciembre de 2013 y enero de 2014, esta prestigiosa universidad
del terrorismo envió a Siria 5 000 yihadistas de numerosas
nacionalidades diferentes [2].
El
almirante Edouard Guillaud, ex jefe de Estado Mayor de las fuerzas armadas de
Francia, ofreció un panorama de la situación existente en esa zona durante un
encuentro que sostuvo en París con una veintena de periodistas el 26 de
enero de 2014, una semana antes de su paso a retiro. Según el almirante
Guillaud:
«El sur de Libia se ha convertido en un verdadero hueco negro (…) en un espacio de regeneración, de abastecimiento de armas para los terroristas. Es el nuevo centro gravitacional del terrorismo.»
Graves
revelaciones, sobre viniendo de un hombre que no vaciló ante la misión que
se le confió en Libia, la cual ejecutó en estrecha coordinación con su
homólogo británico. Pero, por muy chocantes que puedan parecer, sus
revelaciones tienen al menos el mérito de ser ciertas. Pero
no terminan ahí sus confesiones. El almirante Guillaud va mucho más lejos
y llega incluso a proponer una nueva intervención militar (lo cual quiere decir
una nueva campaña de destrucción de lo que todavía no quedado totalmente
destruido en Libia). El almirante Guillaud declara, y citamos fielmente sus
palabras:
«Lo ideal sería montar una operación internacional con el consentimiento de las autoridades [libias]. Y algún día no tendremos otra salida que plantearnos la posibilidad de una intervención. El problema es que primero tendría que existir un Estado en el norte del país.» [3].
La
OTAN y la «comodidad de la mentira»
Al
escuchar las confesiones del almirante Guillaud tal parece que Francia
no tuvo nada que ver con la guerra de agresión desatada contra Libia en
2011, ni con la destrucción del Estado libio y la transformación de su vasto
territorio en un «nuevo centro gravitacional del terrorismo». ¿No fue
acaso la participación [de Francia] en una de las operaciones de guerra más
sucias, más criminales y más mentirosas presentada de forma deshonesta como una
noble contribución de Francia y del Reino Unido a la supuesta «primavera
árabe»? Sin hablar de las 160 víctimas de las innumerables masacres y
matanzas que acompañaron aquella guerra de agresión [4].
Hablemos
un poco de la «comodidad de la mentira» [5], característica del discurso atlantista sobre
la gigantesca campaña de desestabilización que hoy está afectando varios países
seleccionados como blancos para la aplicación de la estrategia
estadounidense del «caos constructor».
Esta «comodidad de la mentira»,
amplificada por el terrorismo intelectual del sistema mediático, pretende
hacerles creer a ustedes –y también a nosotros– que la OTAN no tiene cómo
paralizar esas fábricas de terroristas y que la única manera de hacerlo
sería destruyéndolas físicamente. La realidad de los hechos, en el terreno,
desmiente de manera categórica e indiscutible esas mentiras, por demás
grotescas cuando sabemos que la aviación franco-británica domina perfectamente
el espacio aéreo de Libia y que el sur de ese país está bajo constante
vigilancia de los satélites «occidentales»,
a los que no escapa el menor movimiento ni el menor ruido que
se producen en la inmensidad del Sahara y que prestan especial atención a
los «3 centros de entrenamiento
acelerado para la yihad». Nadie ignora las condiciones
extremadamente precarias de esas academias del terrorismo, situadas a cielo
abierto, en pleno desierto, sin la menor posibilidad de enmascaramiento, lo
cual las convierte en blanco fácil de cualquier enemigo que venga del cielo.
Cuando
se sabe lo anterior, es fácil comprender que la aviación
franco-británica en realidad garantiza la verdadera protección de esas 3
bases de al-Qaeda en el sur de Libia. Esa realidad, por muy perversa que
pueda parecer –realidad que la cortina de hierro israelo-estadounidense
oculta al conocimiento de ustedes– constituye el mejor desmentido a las
mezquinas alegaciones de París, de Londres y de las demás capitales de Alianza
de la Mentira Cómoda, que siguen afirmando que el bloque «occidental» está decidido a cumplir
con la enorme y pesada tarea de aterrorizar a los terroristas, de «destruirlos», según la expresión del
presidente francés Francois Hollande.
Propongo
que tratemos de sobrevolar juntos el vacío de la placidez, dejándonos
guiar por los pedagógicos discursos de los dirigentes atlantistas de ustedes y
orientados siempre por el pensamiento único que propagan los medios de
prensa... de ustedes, según el código de conducta definido en el diccionario de
lo políticamente correcto, y que imaginemos al presidente francés
asumiendo seriamente su voluntad de «destruir» ese terrorismo. Si lo
hiciese, nosotros seríamos los primeros en aplaudirlo.
El
presidente está entonces ante 3 blancos fáciles de destruir. Un verdadero
juego de niños, ya que cuenta con perfecto dominio del aire. Cualquiera
sabe que en una zona geográfica desértica, como el Fezzan libio, quien cuenta
con dominio aéreo controla también el suelo. Conclusión: ¡El presidente tiene
que pasar al ataque! Y sin perder más tiempo. Tiene todo a su favor para
hacerlo, sobre todo sabiendo que en esas temibles fábricas de terroristas se
entrenan los combatientes más peligrosos que amenazan los «intereses
franceses» en Mali, en toda la región del Sahel y en otras regiones del
continente africano.
Boko
Haram, Alepo y «Damasco en escena»
El caso
de Boko Haram [6], al agregarse al panorama, pone de
relieve una vez más la perversión de los gobiernos totalmente sometidos a
Washington.
En
primer lugar, Boko Haram, que no pasa de ser un movimiento de
imbéciles y criminales, encuentra los «terroristas calificados» que
puede necesitar en la ya mencionada “Academia de Altos Estudio de Terrorismo”
del Fezzan libio.
¿A qué
vienen entonces todas estas declaraciones teatrales –la farsa más burda de
todas fue la que se organizó en París, en forma de conferencia que reunió,
alrededor de un personaje excesivamente mediocre, 5 presidentes africanos
directamente afectados por el problema en cuestión, todo ello bajo estricto
control de Estados Unidos– en vez de atacar directamente la fuente misma
del problema, en el Fezzan libio?
Habría
que ser totalmente estúpido para tomar en serio el repentino ataque de
humanismo de la Casa Blanca, del presidente de Francia y del primer
ministro británico. O para creer que son reales las lágrimas –de
cocodrilo– de las esposas y amantes de los jefes de Estado de los países
miembros de la OTAN.
Mientras
tanto, esas mismas personas –todas y todos– no solo se mantienen
insensibles a los pedidos de auxilio de los habitantes de la ciudad mártir de
Alepo –cuya población, rehén de los terroristas takfiristas, sufre por la
escasez de agua y de alimento, además del derramamiento de sangre– sino que
incluso expresan públicamente su más enérgico respaldo a los terroristas
que, como declarara el ministro francés de Relaciones Exteriores
Laurent Fabius, «están haciendo un buen trabajo» [7].
El jefe de la “diplomacia” francesa,
Laurent Fabius, exhorta a asesinar al presidente sirio Bachar al-Assad. (Video en el original)Traducción
íntegra de su declaración en la siguiente nota al pie [8].
No
olviden ustedes que Boko Haram, el Frente al-Nusra, el Emirato Islámico en Irak
y el Levante, el Frente Islámico y otros más son todos hermanos gemelos en el
árbol genealógico de la Hermandad Musulmana, amamantados desde su nacimiento
por las monarquías del Golfo, siempre bajo las órdenes de los anglosajones. Y
todos esos hermanos gemelos reconocen a al-Qaeda el derecho que se otorga a
todo hermano mayor, derecho confirmado por una hoja de servicios que se remonta
a la famosa guerra de Afganistán contra la URSS, en los años 1980.
Lo
que explica la excepcional fuerza de inercia del presidente francés Hollande,
al igual que la del primer ministro británico David Cameron, es el hecho que
donde se toman las decisiones es única y exclusivamente en Washington. O sea,
para hacer uso de la fuerza hay que tener permiso de Washington. En efecto,
ha leído usted bien: permiso de Washington.
«Tenemos que esperar la decisión del Congreso
[de Estados Unidos]», eso dijo el presidente francés Hollande.
Fue el 6 de
septiembre de 2013. La Casa Blanca acababa de retroceder… sin avisar
previamente a sus aliados, ante la advertencia del presidente ruso
Vladimir Putin, quien no había vacilado en calificar solemnemente a su
visitante, el secretario de Estado John Kerry, de «mentiroso»
cuando Kerry acusó al gobierno sirio de haber utilizado armas químicas contra
su propia población. Así que es pronto, incluso demasiado pronto, para que
olvidemos esa famosa declaración del presidente Hollande, que denotaba su
evidente relación de vasallaje hacia su superior jerárquico otanesco. Es el
tipo de declaraciones que queda grabado en los anales de las relaciones
internacionales porque dice mucho sobre la verdadera naturaleza de las
relaciones transatlánticas, sería mejor decir de las relaciones que existen
entre el ocupante estadounidense y el ocupado europeo. El primero da las
órdenes, en función de sus intereses, por supuesto. Y el segundo, obedece.
Y, ¿qué pasa con los intereses de los europeos?
Francois Hollande, presidente de Francia,
anuncia que no intervendrá en Siria sin aval… del Congreso de
Estados Unidos. (Video en el original). Traducción
íntegra de su declaración en la nota al pie [9].
Surge
en esa coyuntura la combinación diabólica entre el dirigente europeo y la
violencia de la cortina de hierro, cuya función fundamental es evitar que
el público tenga acceso a la verdad. Se trata de un continuo acto de
prestidigitación que nos regala la máquina mediática. A través de la «info-flación» [10] el público es sometido a un
trabajo de descerebramiento masivo con el cual el sistema mediático alcanza su
más alto grado de terrorismo aplicado a la opinión. Es precisamente en ese
plano que se sitúa la dimensión invisible que caracteriza la cortina de hierro
israelo-estadounidense y la diferencia de la que existió en el antiguo bloque
del este.
El
papel de esta cortina de hierro es ocultar las importantes contradicciones
estratégicas que existen entre los intereses de los europeos y los intereses de
Estados Unidos para que ustedes –el público [europeo] atrapado tras esa
cortina de hierro– no puedan ver que sus propios dirigentes están al
servicio de los intereses del Imperio [estadounidense] en vez de defender los
intereses de los europeos.
Es
por culpa de esos mediocres personajes que los gobiernan a ustedes [los
europeos] que desde hace 3 años están ustedes metidos –sin saberlo– en una
relación vergonzosa y criminal con al-Qaeda y sus ramificaciones, es por culpa
de esos gobernantes que están ustedes en el mismo bando que individuos que
se dedican a decapitar niños, abrirles el vientre a mujeres, que cometen
actos de canibalismo, y que se ven ustedes [europeos] marchando codo con codo
con la Hermandad Musulmana y participando cada vez más activamente en la
destrucción de Siria, nuestra madre-nación, cuna de la cristiandad, tierra
que siempre ha dado un insólito ejemplo de convivencia entre diversas
religiones, confesiones y etnias.
Es así como los gobiernos atlantistas siguen exonerando a los organizaciones
terroristas de todas las masacres que sus decenas de miles de combatientes
extranjeros están perpetrando en suelo sirio y como atribuyen esas matanzas a
las fuerzas del gobierno.
Un yihadista se come el hígado de un
soldado sirio (Video en el original).
Misiones
sospechosas de las 3 bases de al-Qaeda en Turquía
La
propaganda atlantista es tan primitiva que sus autores y depositarios se
indignan cada vez que su versión oficial se pone en duda. Así sucedió con el
embajador de Francia ante la ONU, Gerard Araud, individuo con vocación de
mentiroso, ultrasionista por adopción, personaje carente de convicciones, quien
no encontró otro calificativo que el término «agente» para tratar
de hacer callar al muy serio corresponsal del canal panárabe Al-Mayadeen,
Nizar Abboud, cuando este último cometió el gravísimo crimen de atreverse
a pedirle muy cortésmente al diplomático francés una aclaración sobre las
relaciones triangulares Qatar-Francia-al-Qaeda.
Es
exactamente la misma mediocridad abrupta y arrogante que despliega con soberbia
el ministro francés de Relaciones Exteriores Laurent Fabius, quien no vacila en expresar públicamente su
afecto por el Frente al-Nusra al calificar sus abominables crímenes de «buen
trabajo» [11]. Y lo hizo además precisamente en
momentos en que al-Nusra anunciaba una «buena noticia a los hermanos
yihadistas del mundo entero»: la fusión total de sus estructuras
organizativas con las del tan temido al-Qaeda Fi Bilad Ar-Rafidein (al-Qaeda
en Mesopotamia), que no es otra cosa que la versión iraquí del Aqmi (al-Qaeda
en el Magreb Islámico) y del Boko Haram nigeriano. Yo siento mucho
tener que volver a mencionar esas declaraciones, pero se hace necesario
en aras de defender la verdad que la info-inflación trata
de ocultarles a ustedes.
Gerard Araud, embajador de Francia en la
ONU, califica de «agente» al periodista Nizar Abboud. (Video en el original).Traducción
íntegra del intercambio en la siguiente nota al pie [12].
Esa
declaración del jefe de la diplomacia francesa, reveladora de un absoluto
sadismo, significa que los graduados de la “Academia Terrorista” del Fezzan
libio están haciendo un «buen trabajo» cuando se van derechitos a
Siria pero que su «trabajo» es «malo» si se unen a
Boko Haram en el norte de Nigeria y si actúan en los alrededores del
Sahel. Pero la “prestigiosa academia” sigue enviando “graduados” a ambos
destinos, siguiendo así las directivas de Washington, las mismas directivas que
los gobiernos de ustedes [europeos] se empeñan en seguir aplicando
al pie de la letra.
También
en el marco de las directivas de Washington se mantiene el flujo de
petrodólares de las monarquías del Golfo que financia la enorme logística
desplegada para garantizar el transporte de los yihadistas de un país a
otro, o de un continente a otro –transporte que también goza de total fluidez,
libre de obstáculos, por vía aérea, marítima y terrestre–, así como la
necesaria organización de su acogida y albergue. Porque hay que tener en cuenta
que estamos hablando de decenas de miles de feroces combatientes
provenientes del Cáucaso, del Magreb, de Egipto, de Pakistán, Afganistán,
Arabia Saudita, etc. En abril de 2013, el enviado especial del
secretario general de la ONU Lakhdar Brahimi mencionaba una cifra aproximativa
de entre 30 000 y 40 000 combatientes extranjeros [13]. Pero estimados mucho más serios hablan
de más de 100 000 combatientes que son enviados al país que se quiere
destruir. El caso más ilustrativo y elocuente es el de Siria.
Agredido
por estos «combatientes de la libertad», infiltrados a través de las
5 fronteras terrestres de Siria con Líbano, Israel, Jordania, Irak y
Turquía, e incluso por las costas del Mediterráneo, el Estado sirio resiste
desde hace más de 3 años. Es precisamente gracias a esa resistencia
que han ido cayendo las máscaras ante la opinión pública internacional y que se
está produciendo además el derrumbe final en el plano ideológico.
El
«Occidente» donde ustedes viven
ya no tiene ningún derecho a opinar en materia de terrorismo.
El «Occidente» de ustedes
ya no puede seguir ocultando su verdadero rostro de principal
fabricante de terroristas. Es «Occidente»
quien los protege, los financia, les da órdenes y los dirige.
¡Triste realidad!
El
terrorismo constituye uno de los principales componentes del arsenal militar de
la OTAN de ustedes. Otra realidad constantemente probada y certificada. La
existencia del eje OTAN-al-Qaeda salta a la vista de cualquiera que tenga ojos
para ver y oídos para oír. En este mismo momento existen en pleno centro del
territorio turco, o sea en medio del escudo oriental de la alianza atlántica, 3
campamentos militares de al-Qaeda con varios miles de combatientes cada uno,
repartidos en 3 regiones de gran importancia [14]:
1. El campamento de Sanhurfa, en la zona
fronteriza con Siria. Sirve de punto de partida y base de retaguardia
para las incursiones de al-Qaeda en territorio sirio. De ese campamento
partieron las tropas de choque que atacaron recientemente la tan simbólica
región de Kassab, uno de los
bastiones de la resistencia armenia en Siria y ejemplo vivo de la apertura
sociocultural de la que tanto se enorgullece el patriotismo sirio [15].
2. El campamento de Osmaniye merece
particular atención ya que demuestra cosas que la cortina de hierro oculta
cuidadosamente. Su emplazamiento mismo resulta tan extraño como revelador del
nivel de intimidad que existe entre la CIA y al-Qaeda ya que este
campamento se encuentra dentro de una zona altamente protegida donde se
halla la gigantesca base militar que posee la US Air Force en Incirlik.
Se trata, por tanto, de una relación de vecindad altamente
significativa. Pero eso no es todo.
No
lejos de estas 2 bases de una entidad que supuestamente es el enemigo número 1
del «mundo cvilizado»
se encuentran además las intersecciones de los oleoductos y gasoductos
provenientes de Irak y del Asia Central y que desembocan en el puerto
turco de Ceyhan, en el litoral mediterráneo.
¡Un
momento! Al-Qaeda, oleoductos, gasoductos… esta combinación debe traernos
a la mente algo que la cortina de hierro no quiere que ustedes recuerden: la
Argelia de los años 1990.
¿Recuerdan
ustedes, amigos europeos, que en momentos en que los intereses de ustedes eran
constantemente blanco de ataques y sufrían daños, los miles de kilómetros
de pipelineque pasaban –y que siguen pasando– por el inmenso
territorio de Argelia nunca fueron atacados ni dañados?
De hecho, fueron incluso protegidos. No es por casualidad que
reina la confianza entre el Imperio estadounidense y sus supuestos enemigos.
El Imperio los responsabiliza con la seguridad de su arteria vital. Así,
amigos europeos, no confíen ustedes en la belleza del discurso oficial y
busquen la verdad que se esconde entre lo que no se dice
oficialmente.
3.
El campamento de Karaman, en la noroeste de la provincia turca de Adana, considerado como una academia de
estudios avanzados en materia de terrorismo aplicado. Este campamento está
más cerca de Estambul que de la frontera siria. Parece menos implicado en la
guerra que los otros dos. Lo cual plantea varias interrogantes sobre el
verdadero objetivo de su implantación en territorio turco. En todo caso, lo que
debe servirnos de brújula en toda investigación sobre al-Qaeda y sus “hijos” es
la convicción de que no podemos esperar nada bueno de esa nebulosa
infernal.
En el
caso de las bases instaladas en territorio turco sería interesante saber qué
papel tendrá en el futuro Turquía en la lógica del «caos constructor»
que actualmente se está aplicando en la región. Y para averiguarlo
no debemos excluir ninguna hipótesis, ni siquiera los escenarios más
catastróficos ni las comparaciones que puedan venirnos a la mente, dada la
violencia de lo que ya estamos viendo en Pakistán y en Ucrania. ¿No fue
acaso la extrema gravedad de lo que está en juego lo que llevó a Kemal
Kilicdaroglu, presidente del Partido Republicano del Pueblo, organización
kemalista y principal fuerza la oposición turca, a advertir al primer ministro
Recep Tayyip Erdogan, durante la reciente batalla de las municipales, que
debería romper de inmediato sus relaciones con al-Qaeda para evitar a Turquía
consecuencias que pueden ser nefastas para su propia seguridad nacional? Este
dirigente político declaró:
«Hemos
pedido a Erdogan que se separe de al-Qaeda porque puede resultar peligroso para
la seguridad nacional de Turquía.»
La
ambigüedad alrededor de la existencia de esos campamentos en Turquía exige una
vigilancia constante y justifica todos los temores sobre esta presencia de
al-Qaeda en la línea del frente de la OTAN, cuando este bloque militar
dice estar a la cabeza de la «guerra contra el terrorismo».
En
junio de 2010, la Hermandad Musulmana organiza la Flotilla de la Libertad
hacia Gaza y ésta es blanco de un ataque israelí en medio del
Mediterráneo. El primer ministro turco visita entonces a uno de los heridos,
Mahdi al-Harati, presentado a la prensa como un militante turco-islandés.
En realidad era un agente de la CIA y miembro de al-Qaeda. En 2011,
este mismo Mahdi al-Harati dirige, junto a varios oficiales franceses, el
asedio del hotel Rixos de la capital libia, donde Muammar el Kadhafi había
buscado refugio. En 2012, Mahdi al-Harati dirige una unidad del Frente
al-Nusra en Siria.
Esto un
pequeño ejemplo, entre los muchos que existen, sobre cómo han ido cayendo las
máscaras y sobre el derrumbe del castillo de mentiras que durante décadas se ha
construido alrededor de la OTAN. El «Occidente» que ustedes creen
conocer y sus peligrosas amistades amenazan la paz del mundo y el futuro de la
humanidad. La extrema ligereza de los dirigentes de ustedes [europeos] así como
sus engañifas y su codicia criminal transforman sus regímenes políticos en
dictaduras depredadoras incompatibles con la existencia misma de un Estado de
derecho. La política que esos individuos están aplicando en nombre de ustedes
conduce inevitablemente hacia el totalitarismo.
Es duro
oír esta verdad, pero tiene el mérito de ser sincera.
[2] «Ouverture tardive de la chasse au
Jihad en Libye» (En español, “Apertura tardía de la caza de yihadistas”, por
C.A., Le Canard enchaîné (semanario satírico francés), 5 de
febrero de 2014.
[3] «L’idéal serait de monter une
opération internationale avec l’accord des autorités [libyennes]. Et il faudra
bien, un jour, se poser la question d’une intervention. Mais le problème, c’est
qu’il faudrait d’abord qu’il y ait un État dans le Nord du pays.»
Citado in Le Canard Enchaîné, 5 de febrero de 2014.
[6] «"La face cachée de l’Affaire Boko
Haram (Africom Brezynski, Plan Yinon)"», Reggan Lawson, YouTube, 17
de mayo de 2014.
[7] Citado in «Pression militaire et succès diplomatique pour les
rebelles syriens», por Isabelle Mandraud (con
Gilles Paris), Le Monde, 14 de diciembre de 2012.
[8] Laurent Fabius, ministro francés
de Relaciones Exteriores: Las personas que acabo de ver, que son
sirios de una aldea que fue bombardeada justo al otro lado de la frontera, sus
testimonios son absolutamente conmovedores. Dije a mis interlocutores que
cuando uno oye eso –y estoy consciente de la fuerza de lo que estoy diciendo–
el señor Bachar al-Assad no merece estar sobre la tierra porque es una
operación de destrucción de un pueblo lo que está haciendo.
[9] Francois Hollande, presidente
de Francia: El presidente Obama ha querido pedir al Congreso la
aprobación. No estaba obligado a hacerlo. Ha pensado que esa era una
forma de reforzar la decisión que él tendría que tomar. Así que yo espero por
la respuesta porque tendrá consecuencias sobre la coalición que tendremos que
formar. Ya he dicho que Francia no podría actuar sola, que sólo puede
actuar en el marco de una amplia coalición, lo más amplia posible. Es verdad
que sería mucho mejor tener una resolución del Consejo de Seguridad. Yo soy muy
partidario de la legalidad internacional. Pero si, sobre esta cuestión, el
Consejo de Seguridad está bloqueado desde hace 2 años todos saben que
no podemos utilizar esa vía.
[10] O sea la inflación informativa. El
sistema occidental de propaganda se basa en el exceso de información como
medio de esconder lo realmente importante. Nota de la Redacción.
[12] Periodista Nizar Abboud del
canal de televisión libanés Al-Mayadeen: El médico sirio Nizar Eskaf
presentó el caso de 18 000 niños víctimas de tráfico de órganos en
Turquía. ¿Por qué ocultó usted esas revelaciones? El informe que usted presenta
tiene el respaldo de Francia y Qatar, dos países acusados de apoyar
organizaciones terroristas como al-Nusra. Y ya que están ustedes tan interesados
en conocer la verdad, ¿estarían ustedes dispuestos a abrir los archivos
franceses sobre la muerte de un millón y medio de argelinos durante la
guerra de independencia?
Embajador
de Francia Gerard Araud:
Usted no es un periodista. Usted no es un periodista. Usted es un agente.
Periodista
Nizar Abboud: No, señor.
Yo no soy un agente. Soy un periodista conocido.
Embajador
Araud: ¿Periodista? Ah,
sí… ah, sí… ¿un periodista conocido? Sobre su pregunta, no quiero entrar en una
polémica sobre otra cosa. Dirigirse a la Corte Penal Internacional (CPI) sería
la respuesta a su pregunta. Cuando digo que hay que dirigirse a la CPI, eso es
lo que nos interesa. No sólo queremos someter a la CPI las pruebas de los
crímenes cometidos por el régimen sino hacer también un panorama sobre la
situación en Siria en su conjunto, incluyendo las alegaciones sobre presuntos
tráficos de órganos. Pero la gran diferencia es que nosotros tenemos pruebas
flagrantes únicamente sobre el primer caso y no del segundo… no queremos politizar
la cuestión…
[13] «Briefing
to the Security Council by the Joint Special Representative of the United Nations
and the League of Arab States for Syria», por Lakhdar
Brahimi, 19 de abril de 2013.
[14] “Israeli general says al Qaeda’s Syria fighters set up in Turkey”, por
Dan Williams, Reuters, 29 de enero de 2014.
[15] «El ejército turco ayuda a los mercenarios
extranjeros a entrar en Siria»;
«Turquía derriba un avión
sirio de combate»; «Se niega el Consejo de Seguridad a condenar
ataque turco-terrorista contra ciudad de Siria», Red Voltaire, 22, 24
de marzo y 5 de abril de 2014.
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