Por Pepe Escobar
31
MARZO 2014
En
este artículo: Estados Unidos, Rusia, Unión Europea, Ucrania, Crimea
Traducido
del inglés para Rebelión por Germán Leyens
La
canciller alemana Angela Merkel podría enseñar al presidente de EE.UU. Barack
Obama dos o tres cosas sobre cómo establecer un diálogo con el presidente ruso
Vladimir Putin.
Como
si Obama fuera a escuchar. Prefiere amplificar su ego de profesor de derecho
constitucional, y sermonear pomposamente a una audiencia de elite eurócrata en
el reluciente Palais des Beaux Arts en Bruselas, como lo hizo este miércoles,
sobre cómo Putin es la mayor amenaza para el orden global administrado por
EE.UU. desde la Segunda Guerra Mundial. Bueno, no le resultó tan bien; la
mayoría de los eurócratas estaban ocupando sacando selfies o
tuiteando.
Putin,
mientras tanto, encontró al director ejecutivo del conglomerado de ingeniería y
electricidad Siemens, Joe Kaeser, en su residencia oficial en las afueras de
Moscú. Siemens invirtió más de 1.100 millones de dólares en Rusia durante los
últimos dos años, y eso, dijo Kaeser, va a continuar. Seguro que Angela estuvo
tomando notas.
Obama
no se podía comportar de otra manera. El experto en derecho constitucional no
sabe nada sobre Rusia, en su (exigua) carrera política nunca tuvo que
comprender cómo funciona Rusia, e incluso puede temer a Rusia – rodeado cómo lo
está por un círculo de asistentes espectacularmente mediocres. Su obra maestra
retórica en Bruselas, no produjo absolutamente nada – fuera de la amenaza de
que si Putin persiste en su “agresión” contra el este de Ucrania o incluso
países miembros de la OTAN el presidente presentaría un paquete de sanciones
mucho más duro.
Qué
más es nuevo, considerando la opinión del supremo activo de la CIA y ex jefe del
Pentágono en el primer gobierno de Obama, Bob Gates, que es lo que pasa por
análisis político en EE.UU.
El
cambio radical del billón de dólares
Demonizado
continuamente por la amplia maquinaria propagandística occidental como un
agresor implacable, Putin y sus asesores en el Kremlin solo tienen que recurrir
a Sun Tzu. Los cambiadores de régimen en Kiev ya están sumidos en una cruel
disputa. [1] E incluso el Primer Ministro interino de Ucrania, Arseniy
Petrovych “Yats” Yatsenyuk ha identificado los sombríos tiempos por venir,
subrayando que la firma de la parte económica del acuerdo de asociación entre
Ucrania y la UE ha sido postergada – a fin de que no haya “consecuencias
negativas” para la industrializada Ucrania oriental.
Traducción:
él sabe que esto será el beso de la muerte para la industria ucrania, combinado
además con un inminente ajuste estructural por el Fondo Monetario Internacional
junto con un (posible) rescate de la UE para Ucrania en bancarrota.
Spengler,
de Asia Times Online, acuñó una formulación: “Un fantasma recorre
Europa, y es el fantasma de una alianza ruso-china a costa de Europa”. La
alianza ya existe – manifestada en el G-20, los BRICS y la Organización de
Cooperación de Shanghái. Hay sinergias de tecnología militar en el horizonte –
el ultra-sofisticado sistema de defensa aérea S-500 debe ser revelado por
Moscú, y a Pekín le encantaría tenerlo. Pero para el verdadero fuego
artificial, basta con esperar unas pocas semanas, cuando Putin visite Pekín en
mayo.
Es
cuando firmará el famoso acuerdo de 1 billón [millón de millones] de dólares
por gas según el cual Gazprom suministrará a CNPC de China con 3.750 millones
de pies cúbicos de gas por día durante 30 años, a partir de 2018 (la actual
demanda diaria de gas de China es de cerca de 16.000 millones de pies cúbicos
de gas).
Gazprom
podrá recibir la mayor parte de sus beneficios de Europa, pero Asia es su
futuro privilegiado. En el frente de la competencia, la híper-exagerada
“revolución” del esquisto de EE.UU. es un mito – así como la noción de que
EE.UU. comenzará repentinamente a exportar pronto gas al resto del mundo en
algún momento.
Gazprom
utilizará ese mega-acuerdo para aumentar las inversiones en Siberia oriental –
que más temprano que tarde será configurada como el centro privilegiado para
embarques de gas a Japón y Corea del Sur. Es la máxima razón (sustancial) por
la cual Asia no “aislará” a Rusia. (Vea Asia will
not ‘isolate’ Russia, Asia Times Online, 25 de marzo de 2014.)
Además
de la tan anticipada posibilidad “termonuclear” (para el petrodólar) de que
Rusia y China acuerden que el pago por el trato Gazprom-CNPC podría ser en yuan
o rublos. Sería el comienzo de un canasto de monedas como la nueva divisa de
reserva internacional – un objetivo clave de los BRICS y el máximo,
incendiario, nuevo factor (económico) en el terreno.
Hora
de invertir en Ductistán
Incluso
a pesar de que su centralidad palidece en comparación con Asia, Europa, por
supuesto, no es “prescindible” para Rusia. Ha habido algunos ruidos en Bruselas
por parte de algunas mascotas sobre la cancelación del gasoducto South Stream –
bombeando gas ruso por debajo del Mar Negro (y eludiendo Ucrania) a Bulgaria,
Hungría, Eslovenia, Serbia, Croacia, Grecia, Italia y Austria. El Ministro
búlgaro de Economía y Energía.
Dragomir
Stoynev, dijo que de ninguna manera. Lo mismo vale para la República Checa,
porque necesita inversión rusa, y Hungría, que recientemente firmó un acuerdo
de energía nuclear con Moscú.
La
otra posibilidad para Europa sería gas del Caspio, de Azerbaiyán – siguiendo la
ruta del oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhan (BTC) negociado por Zbig Brzezinski, que
fue concebido expresamente para eludir Rusia e Irán. Como si la UE tuviera la
voluntad, la rapidez y los fondos para gastar miles de millones de dólares para
construir otro gasoducto virtualmente mañana, y asumiendo que Azerbaiyán tenga
suficiente capacidad de suministro (no la tiene; otros actores, como Kazajstán
o el ultra poco confiable Turkmenistán, que prefiere vender su gas a China,
tendrían que ser parte del cuadro).
Bueno,
jamás nadie ha perdido dinero apostando a la ignorancia de los eurócratas en
Bruselas. South Stream y otros proyectos energéticos crearán numerosos puestos
de trabajo e inversión en muchas de las naciones más atribuladas de la UE.
¿Sanciones adicionales? Nada menos que un 91% de la energía de Polonia, y 86%
de la de Hungría proviene de Rusia. Más de 20% de los préstamos en el
extranjero de bancos franceses son destinados a compañías rusas. Nada menos que
68 compañías rusas trabajan con la Bolsa de Londres. Para las naciones del Club
Med, el turismo ruso es ahora vital (1 millón fue a Italia el año pasado, por
ejemplo.)
Los
think-tanks estadounidenses tratan de engañar a la opinión pública de su país
para que crea que lo que debiera aplicar la administración de Obama es una
repetición de la política de “contención” de 1945-1989 para “limitar el
desarrollo de Rusia como una potencia hegemónica”. La “receta”: armar a todos y
a sus vecinos, de las naciones del Báltico a Azerbaiyán, para “contener” a
Rusia. La Nueva Guerra Fría comenzó porque, desde el punto de vista de las así
llamadas “elites” de EE.UU., nunca se acabó.
Mientras
tanto, el valor de las acciones de Gazprom aumenta. Compra ahora. No lo
lamentarás.
Nota:
(1) Popcorn Please While
“Putin’s Agitators” Rule in Kiev, Moon of Alabama, 26 de marzo de 2014.
Pepe Escobar es autor
de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid
War (Nimble Books, 2007) y de Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad
during the surge . Su libro más reciente es Obama does
Globalistan (Nimble Books, 2009). Contacto: pepeasia@yahoo.com
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(Tomado de Asia Times)
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