Lunes,
11 de noviembre de 2013
"Santiago Alba llegó a afirmar que la OTAN
había salvado vidas en Libia"
LA "IZQUIERDA" EUROPEA Y SU POSICIONAMIENTO PROIMPERIALISTA
SOBRE SIRIA Y LIBIA
Canarias Semanal
Según
afirma Eduardo Luque, en un artículo titulado "Siria,
demonización e izquierda" y publicado en el último
número de la revista "El Viejo Topo", la industria de la
propaganda cultural de guerra hace ya hace mucho que está en movimiento en
relación con Siria. Según los correos capturados por Wikileaks ésta
comenzó bastante antes del año 2006.
La
campaña ha sido minuciosamente organizada, con la pretensión de “formatear
a la opinión pública” de tal manera que permitiera crear
las condiciones para una "intervención humanitaria", ya sea ésta el
“bombardeo humanitario” o la ayuda a los rebeldes.
,
Luque mantiene en su
artículo que la demonización del gobierno sirio no alcanzaría
la envergadura que tiene en la actualidad, si no hubiera contado con las
generosas aportaciones de algunos reconocidos intelectuales de la izquierda. Para
demostrar lo que afirma, el autor del artículo cita un gran número
de referencias que ponen en evidencia cuál ha sido el
posicionamiento de estos “intelectuales de izquierda”. He aquí
algunas muestras:
En
un artículo titulado “Contra la intervención militar extranjera,
apoyo a la revuelta popular siria" firmado por el académico
libanés Gilbert Achcar publicó en la revista digital Rebelión
el 09.09.2013, en el que decía:
"...
Pero el hecho de que el régimen sirio posea armas químicas y los medios para
lanzarlas (para montar un ataque con cohetes y artillería de gran envergadura,
como ocurrió) está fuera de toda duda, como también lo está su disposición, al
modo de un frío asesino en serie, a utilizarlas contra la población civil".
Este
mismo personaje, en una intervención pública en Madrid, acompañado por Esther
Vivas y Santiago Alba Rico, llegó a decir que la “OTAN había
bombardeado poco en Libia”. Santiago Alba Rico añadió, en esa
misma conferencia, que la “OTAN había salvado vidas” en ese país
gracias a sus bombardeos. Este autor, que en el caso sirio parece imbuido sin
duda del don de la profecía, escribía el 01.09.2013:
“La
de los que pretenden que Bachar Al-Assad no ha usado armas
químicas. Un asesino que bombardea y lanza misiles a su propia población, que
tortura sistemáticamente a su pueblo y degüella a mujeres y niños, es sin duda
capaz de arrojar gas sarín o cualquier otra sustancia letal sobre sus
ciudadanos”.
Eduardo
Luque dice
que en esta campaña antisiria hay casos de manipulación que son
extraordinariamente burdos. Yassin Al-Hajj Saleh, refiriéndose
a las manifestaciones contra el presidente al-Assad en el verano del 2011, hace
estas afirmaciones en un artículo publicado en Rebelión el 14.8.2013:
“Las
protestas siguieron extendiéndose y a lo largo del verano, centenares de miles
de personas se aglomeraron en la plaza del río Orontes, en Hama y en Deir
Ezzor, y otros cientos de miles y decenas de miles se reunían en distintos
puntos de Siria... "
El
autor parece haber recogido la información suministrada directamente por la
prensa anti Assad, sin haberse molestado en contrastar ni siquiera las
fotografías que ilustraban los comentarios. En esos días, distintos diarios
españoles (ABC, El País, El Mundo o Público) en algunas de las ediciones
de agosto del 2011 publicaban reportajes haciéndose eco de las manifestaciones
contra el gobierno de Al-Assad. La realidad era todo lo contrario.
En esos días, las hemerotecas están llenas de imágenes de manifestaciones a
favor del gobierno pero que los titulares señalan que son contrarias: en Hama,
Homs en la Plaza Saada Uah al_Jabr en Damasco... Que el
desconocimiento de los reporteros y su parcialidad sea tan evidente
no es de extrañar, para eso cobran. Pero que supuestos intelectuales de
izquierda se hagan eco de la propaganda y sobre ella construyan un edificio de
mentiras, es algo que aterra.
LA
COMPLICIDAD DE ALGUNOS INTELECTUALES EN LA GUERRA IMPERIAL CONTRA SIRIA
Según Luque la
posición sostenida por intelectuales de izquierda ha debilitado y
confundido los sentimientos contra la guerra y pone el acento
positivo en una rebelión que Occidente apoya militar y económicamente. Una
de las consecuencias de las múltiples declaraciones y peticiones transformadas
en gestos vacíos es acabar, como Almudena Grandes, pidiendo y justificando la
intervención occidental.
El
magnífico artículo de Ángeles Díez Rodríguez: “La complicidad
de algunos intelectuales en la guerra imperial contra Siria”, es, en
este sentido, clarificador. Se pierde la brújula y se acaba por perder hasta el
sentido común. ¿Es menos dictador Sadam Hussein que Al-Assad?
Entonces, ¿por qué Almudena Grandes, la conocida escritora, apoyó
en su momento el “NO a la guerra” y ahora pide el bombardeo
humanitario?... tal vez porque antes había miles de manifestantes en las calles
y ahora no. ¿Cómo justifican las matanzas de la oposición yihadista, los
coches bomba contra la Universidad de Alepo en pleno período
de exámenes? ¿Cómo pueden justificar el saqueo de los impresionantes sitios
arqueológicos de Aphamea, Palmira o Bosra, desde donde
los “rebeldes" están arrancando los restos arqueológicos
con excavadoras para venderlos en Turquía o Jordania?
Obviamente los autores no dirán que ellos “apoyan” a los
extremistas violentos. Es difícil justificar los actos de canibalismo de
sectores de la oposición. En general, orillarán el tema; sencillamente, no se
manifestarán, y no lo harán porque es una realidad muy incómoda que no se
ajusta a sus teorías. Este pseudo-discurso progresista acaba afirmando que el
pueblo sirio se ha quedado sólo aunque, en realidad, el flujo constante de
armas y dinero, proveniente de Occidente, se ha visto incrementado a medida que
pasaban los meses pasaban.
El
11.04.2013, también en el digital Rebelión, se publicaba
un documento titulado “Solidaridad con la lucha por la Dignidad y la
Libertad Siria" (*) y la “Declaración sobre la revolución
siria de las fuerzas de izquierda participantes en el Foro Social Mundial”.
En ambos casos los llamamientos a la solidaridad con la “Revolución
siria” son continuos. Pero la pregunta queda en el aire: ¿a quién
apoyan? Se menciona a unos supuestos “revolucionarios sirios”, que
nadie sabe dónde se encuadran, ni cuál es su nivel de representatividad, y
especialmente qué peso específico tienen entre las decenas de miles de
combatientes opositores, la inmensa mayoría extranjeros, que han acudido a la
llamada de la “yihad islámica”.
Algunos de los autores firmantes de la petición van más
lejos. Valoran como muy positivo que el embajador de Estados Unidos en Siria
haya participado en manifestaciones en contra del gobierno, pero muy
negativamente que el presidente Obama no haya querido implementar “un corredor
aéreo humanitario”. Algunos de los autores antes referidos sostuvieron la misma
proposición en la guerra de Libia, sin que los casi 120.000 muertos que
ocasionaron las decenas de miles de bombas caídas sobre el país les hayan
empujado a reflexionar, ni mucho menos a reconocer su enorme error.
El
esquema que se está utilizando es ya clásico; nos lo recuerda el filósofo Domenico
Losurdo. Posiblemente el primer caso evidente fue la caída del
presidente rumano Ceaucescu. Se justificó el Golpe de Estado por las imágenes brutales de cadáveres
desmembrados, atados con alambre de espino... en la ciudad de Timisoara, (1989). Hoy
sabemos que en realidad se cogieron cadáveres de la morgue o se desenterraron,
para posteriormente mutilarlos, presentarlos delante de las cámaras de las TV y
atribuirlos a una represión policial tal que justificara la destrucción del
estado rumano y la privatización de sus recursos.
EL
POSICIONAMIENTO DE LA IZQUIERDA POLÍTICA
Si,
como hemos señalado, la posición de algunos intelectuales “críticos
de izquierda” es una mezcla que transita entre el deseo y la
fantasía, hay en cambio posiciones en sentido contrario muy importantes, como
la Red de Intelectuales y Artistas en defensa de la Humanidad, con figuras tan
reconocidas como Pérez Esquivel, Frei Betto, Ramsey Clark o Atilio
Borón, firmantes de un documento titulado “Frente a la agresión
extranjera contra Siria, levantemos nuestras voces”, donde se denuncia
la agresión contra Siria.
La
posición de las fuerzas políticas progresistas es en general confusa. Tenemos
desde partidos políticos de carácter internacional que, como el Partido
comunista griego (KKE), se posiciona contra la guerra, hasta el Partido
Comunista Francés, que sostiene las mismas posturas belicistas que el
presidente Hollande o el Partido Socialista Francés.
En paralelo, el partido laborista inglés, sumando apoyos desde la derecha
conservadora, consiguió derrotar al primer ministro Cameron, que
planteaba la intervención militar.
En
España el PCE, IU, Psuc viu, PCPE o Red Roja se
han manifestado contra la intervención, contra la guerra y a favor de la
solución política al conflicto. El PSOE, como no podía ser de
otra forma, ha dado apoyo a la intervención alineándose con el gobierno del
PP y con las fuerzas imperialistas.
Otras
fuerzas políticas, la mayoría de matriz trotskista como Izquierda
Anticapitalista o Revolta Global, se ven en una situación
comprometida, así mismo el PCC, de matriz
prosoviética-ortodoxa pero maniatado por sus dependencias institucionales en EUiA e ICV
intenta, sin conseguirlo, mantener una cierta “neutralidad”. Su
propia retórica les lleva a condenar la intervención occidental, pero al mismo
tiempo siguen criticando al presidente sirio.
Pero
los opositores sirios ¿a quién defienden?, ¿dónde están los revolucionarios pro-democracia?
Desde el comienzo del conflicto, hace dos años y medio ya, las banderas que
ondea la oposición son las de la antigua colonia, ¿cuál es en realidad su
objetivo político?
Otras
organizaciones como Corriente Roja van mucho más lejos y piden
el flujo continuo de armas a los rebeldes, presentados poco menos que como
héroes internacionalistas. Eso incluye a los que bombardean diariamente a la
población civil en Damasco, los que practican el canibalismo o aquella otra
oposición que se vanagloria de degollar a los herejes...
El
movimiento contra la guerra, antes tan activo, hoy se encuentra terriblemente
debilitado. La campaña mediática lanzada por los gobiernos occidentales y
apoyados en parte por esa “izquierda” proclive al bombardeo
humanitario ha llevado a estas organizaciones a la práctica desaparición como
referente político. La posición de alguna de estas organizaciones a favor del
bombardeo de Libia las ha llevado a acrecentar sus contradicciones internas,
provocando una auténtica parálisis frente al nuevo ciclo de guerra en Siria.
Al
margen de las fuerzas políticas antes mencionadas, otras como ICV, en
su declaración del 04-09-2013, buscan una especie de equidistancia política. Es
el refugio de las buenas conciencias, aunque en la práctica se
iguale así al agresor y al agredido. Frente a unos estados que amenazan a otro,
nos declaramos neutrales, somos “ni-nis”. La formación
ecosocialista basa gran parte de su estrategia política en la guía que
le proporcionan las encuestas electorales; su oportunismo político y la
presión de los medios para convertirla en una formación socialmente creíble
hacen el resto. Así la declaración de los ecologistas centra su crítica en el
gobierno sirio "... ICV condena la
violencia del régim d’AlAssad, responsable de l’escalada del conflicte,
aixícom deis altres belligerants... ”
La
falta de claridad en las propuestas de esta formación, la más importante de la izquierda
catalana, se hace más y más evidente. Se critica la acción militar en
ciernes de EEUU, puesto que ella se hace sin el apoyo de la ONU pero, si
tuviera tal apoyo como en el caso libio, ¿serían justificables las decenas de
miles de muertos que ocasionaría la intervención?
La
deriva de la izquierda española es en cierta medida fruto y consecuencia de los
aires que recorren la izquierda europea, donde el PCF - cabeza
dominante en el PIE (Partido de la izquierda Europea)- da
apoyo a las propuestas del presidente Hollande a favor de la
intervención militar. La declaración en el Foro Social de Túnez, apoyando
a la “revolución siria” debemos medirla por el rasero de sus
promotoras, la mayoría, como hemos señalado, de base trotskista, y algunas una
mera página en internet.
La
izquierda italiana,
a través de sus medios de comunicación como l’Unità o La
Repubblica, se alinea con la ideología dominante. Mientras, los
gobiernos progresistas latinoamericanos han dado apoyo sin ambages al gobierno
de Al-assad.
Siria
constituye hoy una síntesis de las contradicciones de la izquierda
intelectual y política. Una izquierda que frente a una situación compleja
en lo nacional y lo internacional tiene enormes dificultades para orientarse en
los nuevos escenarios especialmente dinámicos que la decadencia de un Imperio y
el ascenso de otros evidencian
(*)
Lista de los intelectuales firmantes:
Frederic Jameson (Duke University, United States)
Tariq Ali (British Pakistani writer, journalist, and filmmaker, United Kingdom/ Pakistan)
Ilan Pappe (University of Exeter, United Kingdom)
Etienne Balibar (Columbia University, United States/ France)
Nigel Gibson (Emerson college, United States/ Britain)
Norman Finkelstein (American researcher and writer, United Sates)
John Holloway (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, United States/ Mexico)
Vijay Prashad (Trinity College, United States/ India)
Salameh Kaileh (Intellectual, Syria/Palestine)
Bill Ayers (University of Illinois at Chicago, United States)
Bernardine Dohrn (Northwestern University, United States)
Rashid Khalidi (Columbia University, United States/Palestine)
Lieven de Cuater (Philosopher, Belgium)
Jihane Sfeir (l'Université Libre de Bruxelles, Lebanon/ Belgium)
Jean-Pierre Filiu (Institut d'études politiques de Paris, France)
Farouk Mardam Bey (Intellectual, Syria)
Faraj Bayrakdar (Poet, Syria)
Ziad Majed (American University of Paris, Lebanon/ France)
Kamal Bandara (Intellectual, Tunisia)
Francois Burgat (CNRS, France)
Adam Shapiro (Activist, United States)
Razan Ghazzawi, (Activist, Syria)
Yassin el-Haj Saleh (Intellectual, Syria)
Thierry Boissière (Institut français du Proche-Orient, France)
Olivier Le Cour Grandmaison (universitaire, France)
Jens Hanssen (University of Tornoto, Canada/ Germany)
Ghassan Hage (The University of Melbourne, Australia/ Lebanon)
Hani al-Sayed (American University of Cairo, Syria/ Egypt)
Hazem al-Azmeh (Intellectual, Syria)
Sadri Khiari (Intellectual, Tunisia)
Oussama Mohamad (Film maker, Syria/ France)
Jihad Yazigi (Journalist, Syria)
Saad Hajo (Cartoonist, Syria)
Wendy Brown (UC Berkeley, United States)
R. Radhakrishnan (UC Irvine, United States/ India)
Ann Ferguson (Philosopher, United States)
Samir Aita (Le Monde Diplomatique editions arabes, Cercle des Economistes Arabes)
Santiago Alba Rico (Philosopher, Spain)
Asef Bayat (University of Illinois, USA)
Chela Sandoval (University of California, Santa Barbara)
Tariq Ali (British Pakistani writer, journalist, and filmmaker, United Kingdom/ Pakistan)
Ilan Pappe (University of Exeter, United Kingdom)
Etienne Balibar (Columbia University, United States/ France)
Nigel Gibson (Emerson college, United States/ Britain)
Norman Finkelstein (American researcher and writer, United Sates)
John Holloway (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, United States/ Mexico)
Vijay Prashad (Trinity College, United States/ India)
Salameh Kaileh (Intellectual, Syria/Palestine)
Bill Ayers (University of Illinois at Chicago, United States)
Bernardine Dohrn (Northwestern University, United States)
Rashid Khalidi (Columbia University, United States/Palestine)
Lieven de Cuater (Philosopher, Belgium)
Jihane Sfeir (l'Université Libre de Bruxelles, Lebanon/ Belgium)
Jean-Pierre Filiu (Institut d'études politiques de Paris, France)
Farouk Mardam Bey (Intellectual, Syria)
Faraj Bayrakdar (Poet, Syria)
Ziad Majed (American University of Paris, Lebanon/ France)
Kamal Bandara (Intellectual, Tunisia)
Francois Burgat (CNRS, France)
Adam Shapiro (Activist, United States)
Razan Ghazzawi, (Activist, Syria)
Yassin el-Haj Saleh (Intellectual, Syria)
Thierry Boissière (Institut français du Proche-Orient, France)
Olivier Le Cour Grandmaison (universitaire, France)
Jens Hanssen (University of Tornoto, Canada/ Germany)
Ghassan Hage (The University of Melbourne, Australia/ Lebanon)
Hani al-Sayed (American University of Cairo, Syria/ Egypt)
Hazem al-Azmeh (Intellectual, Syria)
Sadri Khiari (Intellectual, Tunisia)
Oussama Mohamad (Film maker, Syria/ France)
Jihad Yazigi (Journalist, Syria)
Saad Hajo (Cartoonist, Syria)
Wendy Brown (UC Berkeley, United States)
R. Radhakrishnan (UC Irvine, United States/ India)
Ann Ferguson (Philosopher, United States)
Samir Aita (Le Monde Diplomatique editions arabes, Cercle des Economistes Arabes)
Santiago Alba Rico (Philosopher, Spain)
Asef Bayat (University of Illinois, USA)
Chela Sandoval (University of California, Santa Barbara)
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