Federico Engels y Carlos Marx. Crédito: El Correo del Orinoco
Se cumplen 193 años del nacimiento del compañero de lucha de Marx
Engels nos enseña a desechar la ilusión de que puede haber
conciliación con la burguesía
Por:
El Correo del Orinoco | Jueves, 28/11/2013 10:41 AM |
28
de noviembre de 2013.-
La
enseñanza de Federico Engels para las revolucionarias y los revolucionarios
venezolanos del actual momento histórico es que no se puede permitir que la
burguesía vuelva a controlar el Estado, advierte el periodista y profesor
universitario Juan Barreto. Es lección, acota, nos la legó el compañero de
luchas de Marx en un texto muy importante, titulada “El papel de la Violencia
en la Historia”.
Con
motivo de conmemorarse hoy 193 años del nacimiento de Engels, Barreto señaló
que la obra a la que alude “es un libro desmitificador, que constituyó un
terremoto intelectual. Pone el acento en el papel de una clase en el poder,
cómo se comporta, y cómo ha sido históricamente el desarrollo del Estado, es
decir, se trata del problema de las relaciones de poder”.
Se trata de “un gran aporte para nosotros porque en este momento
coyuntural nos puede servir para desechar las ilusiones de que la burguesía va
a ceder a favor nuestro”. Asimismo, añade, sirve para “librarnos de caer en el
engaño socialdemócrata de la conciliación de clases”.
EL MITO BENEFACTOR
De
acuerdo con esta visión de Engels, la idea contemporánea del Estado benefactor
también queda en entredicho como una “fantasía burguesa” que debemos evitar. Es
insostenible la tesis de que “podemos construir un estado benefactor, que le
sirva a todo el mundo, o que sea útil para todas las clases, o que nos ponga a
todos de acuerdo”. “Porque con un Estado así se le seguiría dando poder a una
clase que lo acumula y lo utiliza para defender sus propios intereses a través
de la violencia”, agregó.
Barreto
comentó que esta obra de Engels le sirvió a Lenin para escribir El Estado y la Revolución, que en su
momento constituyó su principal arma ideológica en su lucha contra la
socialdemocracia.
QUIÉN ERA ENGELS
Barreto
destacó que Engels es una figura histórica que tiene estatura propia
“considerando que sin Federico Engels no hubiera existido Carlos Marx porque
Engels prácticamente quiebra las estructuras de su vida para apoyar a Marx”.
“Engels,
que venía de las esferas de la alta burguesía, del seno de una familia muy
rica, conservadora y religiosa. Su padre era propietario de fábricas textiles”,
recuerda Barreto. Y señala que fue enviado a Inglaterra para atender los
negocios familiares. En Manchester conoció las miserables condiciones de vida
de los trabajadores, incluso publicó un trabajo, La situación de la clase
obrera en Inglaterra, en el que denunció esa realidad.
En
esa época, hacia 1843 se hizo socialista y entró en contacto con los militantes
del movimiento obrero inglés; escribía mucho en revistas y en 1844, al pasar
por París de regreso a Alemania, conoció a Marx, con quien ya mantenía
correspondencia.
Ese
año Engels publicó en los “Anales franco-alemanes” periódico dirigido por Marx,
su escrito “Esbozo de una crítica de la economía política”, en el que analiza
los fenómenos y contradicciones fundamentales del capitalismo desde el punto de
vista revolucionario.
LA AMISTAD
Barreto
destacó que Carlos Marx y Federico Engels construyeron una relación de lealtad,
compromiso, amistad y solidaridad totales: “Yo creo que Federico Engels es el
paradigma de lo que es un buen amigo porque lo fue, con algunos ciclos de
descuerdo, como es normal en toda relación humana, desde que conoce a Marx
hasta su muerte y después de ella”.
Como
una diferenciación entre las dos personalidades, comentó que la formación
teórica de Engels no es comparable a la de Marx: “Ni sus aportes teóricos
tampoco, pero poseía una producción donde destacan algunos títulos como El
origen de la Familia, la propiedad privada y el Estado y los textos que
desarrolla sobre la violencia”.
“Era
como hermano de Marx. Se querían muchísimo. Y Engels, además del acompañamiento
que le hizo a su gran amigo, tiene el mérito de ser el gran divulgador de las
obras” del gigante pensador revolucionario, señala.
Barreto
destaca lo estrecho de su compañerismo: “Compartían muchas cosas y entre ellas
estaba el trabajo conjunto en las tareas de escritura de cartas y de artículos
de prensa, que firmaban ambos indistintamente. Si el compromiso de Marx era
escribir un artículo para un determinado periódico y no podía hacerlo, le
proponía a su amigo que lo escribiera y lo firmara como hecho por Marx”. Esto,
acota, “ocasiona que los investigadores y especialistas en muchos casos no
sepan diferenciar quién es quién”.
TRABAJO CONJUNTO
“Engels
era un hombre muy valiente y asumió la lucha por la aplicación del marxismo en
varios países de Europa y posteriormente en África y en todas partes donde le
fue posible. Era como un Che Guevara moderno que peleaba en todas partes. Así,
actuando como la dupla perfecta dirigió con Marx el movimiento revolucionario
de la época”, valora Barreto.
El
catedrático explicó que Engels asumió como un ministerio la divulgación de la
obra de Marx en Europa, y a la muerte de este, se echó sobre sus hombros esa
tarea “como una cruz”, igual que entre 1883 y 1893 desarrolló una intensa labor
como dirigente de la clase obrera”.
“Es
la época de la Primera Internacional Comunista. Marx estaba clandestino en
Londres. Le resultaba muy difícil movilizarse por Europa porque su cabeza tenía
precio y por eso se encargó de escribir los documentos. Engels cargó sobre sus
hombros, esgrimir argumentos, asumir las discusiones, asistir a las reuniones y
todo lo que fuese necesario para el funcionamiento de esa organización”,
relata.
OPERADOR NECESARIO
Federico
Engels “actuó como el operador político que hizo posible a Marx escribir su obra
y a la vez realizó todo lo necesario para que la genialidad de Marx se
materializara y cobrara vida en el movimiento obrero”, afirma Juan Barreto.
Eso
fue determinante “para que la teoría que elaboró se hiciera conocida a través
de los siglos en toda Europa y el mundo como poderosa herramienta para la
emancipación de la clase obrera”, sostiene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario