«ANTE NUESTRA MIRADA»
Estados Unidos ya no asusta a nadie
por Thierry Meyssan
La Asamblea General de la ONU debía estar
debatiendo en estos días la materialización de los Objetivos del Milenio.
Pero lo que en realidad preocupa en este momento a los diplomáticos es un tema
muy diferente. ¿Sigue siendo Estados Unidos la hiperpotencia que pretendía ser
desde que desapareció la Unión Soviética o ha llegado el momento de liberarse
de la tutela estadounidense?
RED VOLTAIRE |
DAMASCO (SIRIA) | 30 DE SEPTIEMBRE DE 2013
Estados Unidos estimó en 1991 que el derrumbe de su rival iba
a permitirle liberar las sumas que hasta entonces había reservado a su
propio presupuesto militar y dedicarlas a la prosperidad estadounidense.
Después de la Operación Tormenta del Desierto, el presidente George Bush
padre había empezado a reducir el formato de sus fuerzas armadas. Su sucesor,
Bill Clinton, fortaleció aquella tendencia. Pero el Congreso republicano
electo en 1995 cuestionó esa opción e impuso un rearme, a pesar de que no
se percibía enemigo alguno en el horizonte. Los neoconservadores lanzaban
así el país al asalto del mundo, con intenciones de crear el primer imperio
global.
No fue hasta que se produjeron los atentados del 11 de septiembre de
2001 que el presidente George Bush Jr. decidió invadir, uno tras otro,
Afganistán e Irak, Libia y Siria, y luego Somalia y Sudán para terminar con Irán,
antes de volverse hacia China.
El presupuesto militar de Estados Unidos llegó a representar más del 40%
del gasto militar a nivel mundial. Pero aquella extravagancia ha llegado a su
fin. Ante la crisis económica, Washington
se ha visto obligado a optar por el ahorro. En un solo año, el Pentágono ha
licenciado una quinta parte de los efectivos de sus fuerzas terrestres,
renunciando además a varios de sus programas de investigación. Ese
brutal retroceso, que sólo está comenzando, ya ha desorganizado el sistema en
su conjunto. Es evidente que Estados Unidos, a pesar de todo su poderío
–superior al de los 20 Estados más grandes del mundo, incluyendo Rusia y China–
ya no está actualmente en condiciones de librar grandes guerras clásicas.
Así que Washington renunció a atacar Siria, cuando la escuadra rusa se
desplegó a lo largo de la costa mediterránea. Para utilizar sus misiles Tomahawk,
el Pentágono habría tenido que dispararlos desde el Mar Rojo, sobrevolando
estos Arabia Saudita y Jordania. A lo cual Siria y sus aliados no estatales
habrían respondido con una guerra regional, sumiendo así a Estados Unidos
en un conflicto demasiado grande para sus capacidades actuales.
En un artículo de opinión publicado en el New York Times, el
presidente ruso Vladimir Putin abrió fuego al subrayar que «el excepcionalismo
[norte] americano»
constituye un insulto a la igualdad entre los seres humanos y no puede acarrear
otra cosa que desastres. Desde la tribuna de la ONU, el presidente
estadounidense Barack Obama le respondió que ninguna otra nación, ni siquiera
Rusia, quería cargar con el peso que porta Estados Unidos y que si este país se
dedica a estar haciendo de policía mundial es precisamente para garantizar
la igualdad entre los humanos.
Esa afirmación no es nada tranquilizadora ya que Estados Unidos reafirma
así que se siente superior al resto del mundo y que –a sus ojos– la igualdad
entre los humanos no pasa de ser una cuestión de igualdad entre sus
súbditos.
Pero el hecho es que ya se rompió el hechizo. La presidenta de Brasil,
Dilma Roussef, cosechó aplausos al exigir –también desde la tribuna de la ONU–
que Estados Unidos se disculpe por su espionaje contra el resto del mundo,
mientras que el presidente de la Confederación Helvética denunciaba la política
estadounidense de fuerza. El presidente de Bolivia, Evo Morales, habló de
llevar a su homólogo estadounidense ante la justicia internacional acusándolo
de crímenes contra la humanidad y el presidente serbio Tomislav Nikolic
denunció la farsa de los tribunales internacionales que sólo condenan a
los adversarios del Imperio, etc. Hemos pasado así de las críticas emitidas
por unos cuantos Estados antiimperialistas a una rebelión internacional
generalizada, a la que se suman incluso los aliados de Washington.
Nunca antes se había visto tan cuestionada la autoridad de
los dueños del mundo, al menos públicamente, lo cual muestra que, después
de su retroceso en Siria, ya no logran intimidar a los demás.
Fuente
LA BESTIA ESTA HERIDA DE MUERTE Y SERAN LOS PUEBLOS DEL MUNDO Y SU PROPIA GENTE QUIEN SE ENCARGUE DE LOS MENTIROSOS DE ESE NEFASTO GOBIERNO, ASESINO Y CORRUPTO. DEPREDADOR Y MENTIROSO,,,,,,,YA LE LLEGÒ LA HORA AL IMPERIO,,,,,,SERÀ UNA IMPLOSIÒN,,,LOS BANQUEROS HUIRAN,,¿A DONDE? SI DONDE LLEGUEN SERAN ARRASADOS,,,!!!!!!!!!OLIGARCAS TEMBLAD,,,EL PROPIO PUEBLO NORTEAMERICANO ESTÀ HARTO DE SUFRIR, CANSADO DE PROMESAS NO CUMPLIDAS, CANSADOS DE QUE SOLO SIRVAN COMO CARNE DE CAÑON,,,,,,LEVANTATE PUEBLO NORTEAMERICANO,,,,,,SI NO LO HACES ACABARAN CON TUS DERECHOS E IMPONDRAN MÀS FERREAMENTE LA DICTADURA DEL CAPITAL.......PIENSA EN TUS HIJOS, PIENSA EN LA VERDADERA NORTEAMERICA, UN GRAN PAIS QUE ESTÀ SIENDO LLEVADO A LA CATASTROFE........
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