Compañeros y compañeras,
Van unas reflexiones sobre la victoria del 14 de abril y una
exigencia de justicia ante las muertes y dolor sembradas nuevamente por la
derecha fascista en un pueblo que sólo lucha por construir una sociedad de
justicia y paz
(Intervención realizada
en el Encuentro de intelectuales, artistas y luchadores sociales efectuado en
el Teatro Teresa Carreño el día 18 de abril. Siéntanse libres de circularlo)
Saludos,
Carmen Bohórquez
Esa victoria,
compatriotas, tenemos que celebrarla hoy con todo orgullo, pero sobre todo
tenemos que defenderla con toda nuestra fuerza, con toda nuestra inteligencia y
con toda decisión de la que seamos capaces...
El enemigo nos ha dejado
el campo minado y nos toca ahora estar muy seguros de cada paso que damos...
Exigimos una
investigación inmediata y el consecuente juicio a los responsables materiales e
intelectuales de los asesinatos cometidos en la madrugada del 15 de abril
contra líderes populares y pueblo indefenso...
Por la defensa de la soberanía popular y del
derecho a la paz
Cuánto
más difíciles son las circunstancias, más se crecen los pueblos cuando están
decididos a enfrentar y vencer los
obstáculos que le impiden ser verdaderamente libres; y más valor tiene entonces
la victoria. Acabamos de librar y hemos salido victoriosos de una de las
batallas más difíciles de las últimas décadas en Venezuela. La hemos librado
conmocionados todavía por el dolor lacerante de la partida del más grande líder
que ha parido este pueblo después de Simón Bolívar, de aquel que no sólo nos
devolvió la patria, sino que nos enseñó a amarla y a realizarnos en ella y con
ella.
La
hemos librado contra la perversión más refinada y extrema de unos medios que se
han convertido en los más poderosos instrumentos de manipulación de conciencias
y de las creencias que mueven la conducta humana.
La
hemos librado en medio de una guerra económica de larga data que logró en los
últimos meses generar altos niveles de descontento tanto en la población de
menores recursos como en la clase media formadora de opinión; debilitando al
mismo tiempo, con la ayuda de esos perversos medios, la imagen de eficiencia
del gobierno. A lo cual se suma el sabotaje eléctrico y el no menos dañino
sabotaje del aparataje burocrático, que cual comején ha venido minando las
bases de sustentación del edificio administrativo de gobierno.
Y
la hemos librado, sobre todo, contra una permanente conspiración de toda laya
que desde hace 14 años tiene como objetivo fundamental liquidar esta revolución
bolivariana y chavista. Conspiración que todos sabemos es alentada, financiada
y dirigida por el más poderoso imperio que haya existido en toda la historia de
la humanidad.
Hemos
dado, pues, una batalla en las condiciones más complejas que hasta ahora
habíamos enfrentado, y hemos ganado esa batalla. Hemos obtenido una victoria de las
dimensiones de Carabobo o de Pichincha, venciendo a un enemigo mejor armado y
que cuenta con el respaldo de todo un imperio.
Esa
victoria, compatriotas, tenemos que celebrarla hoy con todo orgullo, pero sobre
todo tenemos que defenderla con toda nuestra fuerza, con toda nuestra
inteligencia y con toda decisión de la que seamos capaces. El enemigo nos ha
dejado el campo minado y nos toca ahora estar muy seguros de cada paso que damos.
Hago un llamado a juntar nuestros talentos, nuestras visiones y experiencias, y
hasta nuestras intuiciones porque nos toca no sólo defender la victoria que
hemos obtenido gallardamente, sino también fortalecer nuestras posiciones,
profundizar nuestras acciones y avanzar en la realización del Plan de la Patria
que habrá de acercarnos cada vez más a la única forma de garantizar nuestra
independencia y nuestra soberanía, como lo es la construcción de una sociedad
socialista.
Y
los llamo a juntar nuestros talentos porque parte esencial de esta batalla que
nos toca ahora dar, es desmontar el discurso esquizoide que viene utilizando la
derecha y su vocero principal, el Sr. Capriles, quien en una versión encarnada
del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, se ha mostrado capaz de enviar sus huestes a
asesinar chavistas y médicos cubanos, y declarar al siguiente día, con su cara
muy lavada, que sólo una mente enferma puede realizar tal atrocidad; agregando
con el más desvergonzado cinismo que seguramente fue todo un plan del gobierno
para echarle luego la culpa a él.
Contra
un discurso tan desquiciado, pero que está siendo internalizado y asumido de
manera automática por quienes le siguen, entre ellos parte importante de
nuestro propio pueblo, el contra discurso político tradicional resulta
totalmente ineficaz. Tenemos que tomar esto seriamente. Se ha vuelto a levantar
el monstruo de la disociación sicótica, y peor aún el del racismo y la
xenofobia. Estamos en presencia de una derecha realmente fascista que se mueve abiertamente en el ámbito de la
irracionalidad y que no conoce límites morales de ningún tipo. Una derecha que
está atentando inmisericordemente contra un pueblo que por su propia
generosidad de alma no es capaz de descubrir las perversas intenciones que se
ocultan tras un discurso que en esta ocasión hasta se disfrazó de chavista.
Pero
este pueblo de Bolívar y Chávez es grande, camaradas. Venció todo esto y
seguirá venciendo. Y estamos aquí para celebrar y defender esta victoria.
Estamos aquí para decirle a nuestro Comandante eterno, dondequiera que esté, que
supimos honrar el juramento que le hicimos el 5 de marzo; que cumplimos con lo
que nos pidió aquella terrible noche de diciembre desde su corazón: hacer de
Nicolás Maduro Moros el Presidente Constitucional de la República de Venezuela.
Que nadie se equivoque ni pretenda otra cosa. Esta victoria de Chávez y del
pueblo que cree en la paz, en la justicia y en el socialismo como la auténtica
expresión del humanismo, la sabremos defender contra quien sea.
Por
todo ello, no podemos permitir que unos irresponsables sigan sembrando odio y
violencia en un pueblo que es de por sí solidario y generoso. Exigimos en
consecuencia a esos actores políticos que piensan diferente, que actúen con
responsabilidad y con respeto absoluto a las decisiones del pueblo. No jueguen
con la vida y con la dignidad de las personas. No enfermen más a esta sociedad.
No sigan atentando contra sí mismos y contra sus propias familias. El daño se
lo están causando más a su propia gente. A nosotros nos protegen las sabias enseñanzas de nuestro
Comandante y su ejemplo de vida. La vida y la historia los está juzgando y el
dictamen será vergonzoso. Se están convirtiendo en verdugos de sus propios
compatriotas.
Ante
estas circunstancias, los intelectuales, artistas y luchadores sociales que nos
hemos congregado hoy en esta sala, nos declaramos irrestrictamente defensores
de la dignidad y del respeto absoluto a la soberanía del pueblo, y en
consecuencia exigimos también respeto a las instituciones que ese pueblo se dio
constitucionalmente en el ejercicio de su poder soberano.
En
este sentido, manifestamos nuestro respaldo al Consejo Nacional Electoral,
quien ha dado muestras fehacientes de su gran experticia, transparencia y
altísima confiabilidad, reconocida incluso mundialmente. Particularmente condenamos
el irrespeto, agravios y consecuentes agresiones contra su Rectora principal
Tibisay Lucena, las que sin duda forman parte de un plan dirigido a destruir el
Estado de derecho y a generar el caos y la anarquía que las intenciones
golpistas del imperio, del Sr. Capriles y de la derecha nacional que le sirve
de ariete requieren tener para hacer posibles sus oscuros intereses.
Igualmente,
los aquí presentes y los miles de intelectuales, artistas y movimientos
sociales que en el mundo forman parte de la Red en defensa de la Humanidad
condenamos firmemente la xenofobia y la violencia que el Sr. Capriles,
irresponsablemente, ha desatado en el país guiado por su soberbia, sus
ambiciones de poder y su entrega servil a los intereses del norte.
Asimismo,
la Red en Defensa de la Humanidad dice No a la impunidad. Exigimos una
investigación inmediata y el consecuente juicio a los responsables materiales e
intelectuales de los asesinatos cometidos en la madrugada del 15 de abril
contra líderes populares y pueblo indefenso que celebraba legítimamente la
victoria de la patria, o que defendía valientemente sus centros de salud en la
noche de ese mismo día.
Con
la misma firmeza condenamos todos los demás actos de agresión y violencia que a
lo largo y ancho del país se han ejercido contra instituciones y bienes del
pueblo, contra funcionarios públicos, y sobre todo contra los médicos cubanos
que generosa y heroicamente acompañan día a día a nuestro pueblo en la
restitución y goce del derecho a la salud.
En
esta condena nos acompañan cientos de firmas de intelectuales y artistas del
mundo quienes en comunicado que está circulando por las redes sociales
denuncian “las intenciones del fascismo venezolano y de su aliado imperial de
desconocer la legitimidad de esta victoria y en promover la desestabilización
del país”, así como apoya “el llamado a la paz del Presidente Maduro y respalda
la victoria del pueblo bolivariano”.
¡No
al fascismo y a la injerencia
extranjera¡
¡Justicia
para las víctimas del odio criminal de una burguesía sin conciencia y sin
patria¡
¡Honor a los caídos en defensa de la Patria¡
¡Chávez vive y la lucha sigue!
Carmen
Bohórquez
Caracas,
18 de abril de 2013
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