Miente el
gobierno de EPN: a la corrupta Gordillo se la jodieron porque no se sometió
Pedro Echeverría V.
1. Que Esther Gordillo, dirigente
vitalicia del Sindicato (SNTE) es corrupta, es indiscutible; pero como ella hay
cientos de miles de funcionarios, empresarios y dirigentes sindicales que
silencian y esconden muy bien sus enormes propiedades e ingresos. México –por
su historia- ha sido de los países más corruptos del mundo. ¿Por qué ningún ex
presidente de la República, ningún multimillonario de Forbes, ningún dueño de
monopolio ha sido encarcelado, a pesar de que más de la mitad de los 115
millones de mexicanos vive en la miseria, el desempleo y el hambre? Decir que
la Gordillo fue encarcelada porque se robó mucho dinero y, sobre todo creerlo,
es una bobería. Si la Gordillo hubiese aceptado la “reforma” y se hubiera
disciplinado, aunque siguiera saqueando las cuotas magisteriales, seguiría
siendo apoyada por el gobierno.
2. En México el oportunismo es rampante o
rastrero. Pide que entierren al rey muerto para someterse a otro rey. El PRI,
el PAN, el PRD, los gobiernos, los medios de información, apoyaron la
corrupción de la líder Gordillo, pero ahora que ha caído claman por otro líder
“honesto”. Los maestros de la Coordinadora (CNTE) han venido batallando durante
más de 30 años contra los líderes espurios (Jongitud, Gordillo) y por una
educación al servicio del pueblo y, en vez de apoyar estas luchas de la CNTE se
ha perseguido, encarcelado y asesinado a sus dirigentes. ¿Por qué en lugar del
fuerte apoyo que cuatro gobiernos dieron a la Gordillo no sacaron las manos del
Sindicato para dejar que la lucha sindical se desarrolle de manera
independiente y sin intervención gubernamental? Gordillo gozó de todos los
privilegios mientras se subordinó o mientras sirvió.
3. En México, siglo XX-XXI, solamente ha
habido un golpe de Estado (al gobierno de Madero en 1913) que se hizo oficial;
pero se han registrado por lo menos una decena de
“golpes de Estado” disfrazados, siempre con apoyo gubernamental. El golpe
contra Esther Gordillo es idéntico o parecido al del líder
petrolero “La quina” en 1989, al que Jongitud dio en 1972 al grupo Robles
Martínez y al que recibió Jongitud de Gordillo en 1989 en el SNTE; a los que
sufrió López Obrador en 2006 y 2012, el que recibieron los electricistas del
SME en 1910. Es decir, los golpes de Estado no sólo son contra gobiernos nacionales
por militares o civiles; son también cuando fuerzas de choque desplazan a un
grupo de manera rápida o violenta. Otra cosa es una rebelión o una revolución
en las que intervienen fuerzas masivas para expulsar a un grupo gobernante.
4. La Gordillo no fue encarcelada por
ladrona y defraudadora (aunque sí lo es) sino porque le falló su
táctica de conseguir las cosas por presión, con movilizaciones. Creyó en las
promesas personales de Peña Nieto –a quien le consiguió decenas de miles de
votos de apoyo- confiando en que sería igual que con Salinas, Zedillo, Fox y
Calderón y le falló. Estaba segura que con su enorme poder institucional en el
Sindicato lograría los mil un privilegios de que gozó durante los últimos
cuatro sexenios (dos del PRI y dos del PAN). Debe estar en estos momentos
revisando lo que le falló y trazando la estrategia para su defensa ante la
romería que se ha desatado contra ella. Lo mismo le pasó a la Quina y al mismo
Jongitud en 1989, que como líderes eran profundamente corruptos, pero como
indisciplinados frente al poder de Salinas parecían tontos.
5. ¿Se desatará una rebelión de maestros
para apoyar a la Gordillo? Ni pensarlo. Si no sucedió cuando en 1959 fue
encarcelado el ferrocarrilero Demetrio Vallejo, si no sucedió cuando fueron
encarcelados campesinos, cuando se clausuró el internado del Poli, cuando
fueron apresados maestros othonistas, asesinados a estudiantes de 68,
brutalmente reprimidos los líderes de Atenco, puede pensarse acaso en que ahora
suceda? A la Gordillo le podrán bajar las acusaciones y sacarla bajo fianza
porque está vieja y enferma. El problema no es ella sino la llamada reforma que
sólo busca la mayor privatización educativa para adecuar la educación a los
intereses de la producción capitalista. La CNTE, la única organización de real
oposición, tendrá que continuar batallando para evitar que todo siga igual.
6. Lo mejor que podría pasar es que la
CNTE salga fortalecida en estas batallas por tener las mejores ideas, las
demandas más correctas y por haber demostrado durante más de tres décadas una
enorme honestidad en sus batallas. Pero lo que se vislumbra es que el gobierno
de Peña Nieto ya tenga muy claro el equipo sustituto y esté a punto de
anunciarse. Así ha pasado en la historia de México porque el poder presidencial
ha sido apabullante sobre eso que se ha llamado “oposición”. Imagínense si
podría llamarse oposición a algún grupo o partidos de esos que han firmado el
“pacto político” y los que se preparan a hacerlo. Lo peor que podría pasarle a
la CNTE es que –por ser muy consecuente- la obliguen a radicalizar sus luchas
contra la reforma, se quede sola y le impongan una brutal represión de parte
del Estado. (27/II/13)
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