De
qué depende estar optimista sobre América Latina y el Caribe
Rómulo
Pardo Silva
Una
personalidad respetada en la izquierda dijo sentirse optimista sobre la marcha al
sur del Río Bravo.
La respuesta sobre si América Latina va
bien o mal tiene que darse desde un punto de mira político que sirva de unidad de
medida para concluir. El capitalismo es uno; pero es vital lo que se
necesita hacia el futuro, aunque no esté dentro de las preferencias del momento:
¿Se enfrentan con acciones las amenazas a la especie humana que nunca se dieron
antes?
La vida sostenible del hombre y la biosfera
y la conservación del medio físico exigen una explotación racional de recursos,
planificación, reducción del calentamiento global, cambio estructural de la
producción y el consumo, relación social solidaria. Desde esto hay que evaluar porqué
el paradigma dominante del crecimiento permanente es insostenible.
El panorama surcontinental excluyendo a
Cuba:
Un informe de la Organización de las
Naciones Unidas muestra que el 20% de la población mundial es dueño del 82% de
la riqueza, dejando el 18% de los bienes restantes para el 80% de la humanidad.
Este es el modelo de la solidaridad en América Latina y el Caribe.
La ciudadanía no dispone de una opción
política dirigida a la construcción de una sociedad nueva como se
requiere.
Estados Unidos sigue siendo el policía que resguarda
con la fuerza militar la propiedad de los recursos de sus nacionales y de los
empresarios nativos. No importa que su poder político y diplomático haya
disminuido por la presencia económica china.
Todos estos gobiernos buscan el crecimiento
del PIB sin una planificación racional de la extracción de recursos.
No se dan pasos ni se menciona como meta el
fin de la explotación de los trabajadores por los patrones.
En la región nadie aplica medidas contra el
consumismo como práctica ni se denuncia como antivalor.
La participación popular en los asuntos
nacionales e internacionales no existe.
En América Latina y el Caribe se escabullen
las medidas para reducir la emisión de CO2.
Los estados tienen como norte asegurar la
libertad de los negociantes extranjeros y nacionales para intervenir en los
territorios como elementos de la depredación global.
La única forma de ser optimista es medir
América Latina y el Caribe por el PIB, el monto de la inversión foránea, las
reservas en divisas, la disminución de los pobres, el aumento de celulares y de
autos, la disminución de los golpes de estado...
El problema de ese optimismo es que cuando la
naturaleza impele hacia un cambio de civilización no sirven las metas que logra
el sistema aunque las ejecuten el progresismo y el antiimperialismo. Los
peligros del futuro son una realidad.
El tema a discutir es qué significa ser de
izquierda para posicionarse desde ahí.
Contacto romulo.pardo@gmail.com
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