Modelo socialista, única alternativa al capitalismo
Por Fundación Alcides Hurtado Bustillo
Caracas. Por Fundación Alcides Hurtado Bustillo. aporrea.org. | 3 mayo de 2010
El modelo de producción socialista es el único proyecto alternativo para sustituir el sistema capitalista, ya que este último modelo es representado por la socialdemocracia, socialcristianismo, democracia representativa y las dictaduras militares, derechistas y fascistas, que han gobernado en nombre de la tan cacareada democracia representativa en el mundo, tienen como saldo negativo 4 mil millones de personas en estado de pobreza, más de mil millones sufren hambre y 600 millones de personas murieron de hambre desde 1945 hasta nuestros días.
Si analizamos la sociedad global actual, observamos que el 80 por ciento de los habitantes del planeta Tierra está excluido de los altos beneficios materiales, y 190 estados nacionales, no son calificados como estados de derecho, por lo cual la sociedad capitalista global carece de legitimidad, de acuerdo a lo que piensan y gobiernan al mundo a sus anchas, como es el caso de los Estados Unidos.
Por otra parte , estamos de acuerdo con este planteamiento marxista, que señaló lo siguiente “La esencia de la sociedad socialista consiste en que la gran masa trabajadora deje de ser gobernada, mas bien que viva toda vida política y económica misma y que la conduzca de manera consciente y bajo libre autodeterminación” (Rosa de Luxemburgo.1918). Si agregamos a esto la esfera cultural y militar, tendremos la esencia democrática del proyecto socialista para las mayorías de la sociedad global actual.
Uno de los grandes retos del modelo socialista del siglo XXI en Venezuela, es diseñar un discurso crítico antiglobalizador, antineoliberal, anticapitalista y antiimperialista, para de esa manera organizar las grandes masas desde el punto de vista político-ideológico y militar, para enfrentar la problemática actual que se vive bajo la constante agresión económica y armada del imperialismo norteamericano.
El proceso de cambios y transformaciones que vive la República Bolivariana de Venezuela, está enmarcado dentro del concepto de una revolución democrática, antifeudal y antiimperialista, por lo cual es necesario pasar de inmediato al modelo de producción socialista.
Es necesario apoyarnos en el ensayo Contribución de la Economía Política de Carlos Marx, que dice así párrafos “El modo de de producción capitalista dará lugar al modo de producción socialista, de la propiedad privada de los medios de producción y de la apropiación privada de la producción social, que es el socialismo”
La vía socialista revolucionaria dentro de la democracia liberal burguesa no es posible, pues estaríamos en presencia de reformas o pañitos de agua caliente, ya que el problema fundamental radica en la propiedad privada de los medios de producción, porque de seguir en manos de capitalistas no habrá ningún verdadero cambio dentro de la sociedad venezolana.
En los actuales momentos, debemos continuar agudizando la lucha de clases entre trabajadores y empresarios, campesinos y terratenientes, y también entre la nación venezolana y el imperialismo norteamericano, para poder dar los pasos concretos para entrar en una etapa de transición hacia el socialismo, tomando en cuenta que el Presidente Chávez se declaró marxista y partidario del socialismo y en contra del capitalismo salvaje.
El socialismo tiene grandes enemigos actuales a derrotar, entre los cuales hay que denunciar, que los estados capitalistas nacionales, entre los cuales es necesario nombrar, como Estados Unidos, desarrolla una estructura económica, política y militar, que esta ligado al gran capital asociado de manera dependiente a los grupos trasnacionales, donde priva la corrupción, y la burocracia parasitaria. La única opción viable de toma de poder en América Latina y en Venezuela en el siglo XXI, consiste en desarrollar el Proyecto Bolivariano, que tiene como eje fundamental, constituir un Bloque Regional Latinoamericano de Poder, “La Patria Grande”, lo cual tiene vigencia en Nicaragua, Cuba, Ecuador, Bolivia, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela.
Es necesario cambiar y transformar desde la raíz a las instituciones como la Asamblea Nacional, Tribunal Supremo de Justicia, Fiscalía General de la República, Fuerza Armada Bolivariana, Contraloría General de la República, Procuraduría General de la Republica, SENIAT, PDVSA, Universidades, Sindicatos, Ministerios, Gobernaciones, Alcaldías, Cuerpo Diplomático, Partidos, Iglesia, pero esto no debe ser utópico, sino necesario realizar dentro de las posibilidades objetivas, por lo cual debemos transitar el camino del socialismo, creemos que es importante instrumentar una nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que en su artículo número 1, establezca la condición de nuestro Estado Socialista y hacer leyes para blindar todos nuestros postulados a ser aplicado dentro de nuestro nuevo modelo de producción.
Estamos conscientes que uno de los puntos más polémicos y álgidos de la discusión del socialismo del siglo XXI, es lo concerniente a la abolición o no de la propiedad privada, pero bienvenida sea la discusión crítica y constructiva y las soluciones, para construir un modo de producción que beneficie al 80 por ciento de los excluidos de nuestra sociedad, que no pueden seguir viviendo bajo el modelo capitalista, globalizador y neoliberal representado por los Estados Unidos.
Nuestra Fundación se adhiere a la proposición de lograr el verdadero Socialismo, que consiste en nacionalizar la educación, cultura, salud y clínicas privadas, transporte, playas, casinos, agricultura, medios de comunicación social, telefonía fija, minería, entidades bancarias, financieras y aseguradoras y casas de cambio, agua, bosques, aire, fabricación de vehículos, productos de limpieza y aseo personal, agroindustria, productos farmacéuticos, puertos y aeropuertos, industria de acero, aluminio y de cemento, fabricación de papel y productos de papel.
Si hacemos eso, la Revolución Bolivariana de Venezuela, habrá logrado implantar un modelo auténtico y único, que tendrá realidad en el Socialismo del Siglo XXI, bajo un marco democrático, participativo, autogestionario, antiimperialista, anticapitalista, humanístico y solidario con los pueblos que luchan por liberarse del yugo imperialista.
Pero sí es cierto que sin una transformación de la Constitución Nacional en una herramienta para demoler el Capitalismo no se hará posible la transición al modelo Socialista. La resistencia que se percibe en la profundización de los cambios del modelo de Producción Capitalista al modo de Producción Socialista se hace cada día más marcado en las Elites Gerenciales del Aparato Productivo del Estado, no es un secreto que en los diferentes Entes Gubernamentales nos encontramos con personajes totalmente divorciados del proceso de cambio que proclama el Único Líder que tiene esta Revolución Bolivariana, como lo es el Comandante-Presidente, Hugo Chávez Frías.
Esta situación no se podrá sostener en el tiempo y más temprano que tarde aflorara el debate ideológico dando origen a las inevitables confrontaciones para erradicar los vicios que arrastran “Figuras” vacías provenientes del viejo orden así como los nuevos actores que emergieron en este escenario político producto del lobby mediático-partidista de la vieja práctica Punto-Fijista que en nada comparten la posibilidad de construir la Patria Bolivariana y Socialista, como lo anhelamos todos los revolucionarios venezolanos que reconocemos el liderazgo indiscutible del Comandante Chávez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario