Portada de antigua versión de Revista Libre Pensamiento

domingo, 19 de noviembre de 2017

ESPONTANEÍSMO Y CONCIENCIA DE CLASE


ESPONTANEÍSMO Y CONCIENCIA DE CLASE


Al fin y al cabo, cuál es la mentalidad de un ecléctico; de aquél que pretende unir ideas contrapuestas y, por tanto, irreconciliables entre sí, en vez de presentar un cuadro general del mundo que permita contemplar a éste en su totalidad, sin fragmentos que lo desarticulen de modo caprichoso y sin sentido. 

Qué encuentra de común entre el pensamiento, tómese de ejemplo, de un intelectual de derecha que expresa sus simpatías por el advenimiento del fascismo y el de los clásicos del marxismo que abogan y fundamentan la necesidad de un mundo sin opresión alguna.

Qué coincidencia puede haber entre un mundo que se concibe sin reglas, ni ataduras de ninguna especie, y uno que proclama reglas de convivencia aceptadas por una indudable e indiscutible mayoría.

Cómo se admite un mundo en el que el espontaneísmo sea la brújula a seguir, sin que haya personas que conduzcan. 





Lenin saluda ““el despertar espontáneo de las masas trabajadoras” pero advierte que “los obreros no tenían ni podían tener, la conciencia del antagonismo irreconciliable entre sus intereses y todo el régimen político y social contemporáneo”. La conciencia era el producto del trabajo teórico de los intelectuales y “tenía que ser traída [a los trabajadores] desde fuera”. Por cierto, generalizaba, “el desarrollo espontáneo del movimiento obrero lleva a su subordinación a la ideología burguesa”. (Alan Shandro. “La conciencia desde fuera”: Marxismo, Lenin y el proletariado). 



Traemos a colación lo que George Plejánov decía cuando aun era marxista en relación con el papel de las grandes personalidades en la Historia:

“El gran hombre es, precisamente, un iniciador, porque ve más lejos que otros y desea las cosas más enérgicamente que otros. Resuelve los problemas científicos planteados por el proceso precedente del desarrollo intelectual de la sociedad, señala las nuevas necesidades sociales, creadas por el desarrollo anterior de las relaciones sociales, toma la iniciativa de satisfacer estas necesidades. Es un héroe. No en el sentido de que pueda detener o modificar el curso natural de las cosas, sino en el sentido de que su actividad constituye una expresión consciente y libre de este rumbo necesario e inconsciente. Ahí es donde reside toda su importancia y toda su fuerza.” Jorge Plejánov. El Papel del Individuo en la Historia. pp. 55.

http://www.fundacionfedericoengels.net/images/PDF/plejanov_papel_individuo.pdf

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Vistas de página en total