Confieso con toda sinceridad que para mí, escribir sobre la implosión de la arquitectura del dominio imperialista occidental, es algo extraordinario que me llena de satisfacción.
No puedo pasar por alto el discurrir casi a saltos de los hechos recientes en la escena internacional. Son reflejo de las leyes económicas que se agitan en lo más profundo del sistema. Leyes que están fuera de la voluntad de los hombres. Y han sido sorprendentes que van a quedar gravados definitivamente en los anales de la historia universal.
El negro periodo de la globalización anticomunista (1980-2010) como expresión del sistema unipolar y bajo la férula de Estados Unidos, ha sido mortífero.
Pero, ahora vivimos tiempos históricos. Tiempos inexorables. El desplazamiento del bloque imperialista occidental encabezado por Estados Unidos en la nueva estructura económica del sistema capitalista mundial emergida tras la gran crisis económica iniciada en 2008, es realmente excepcional. Algo que ha roto el espinazo del dominio hegemónico estadounidense que por más de un siglo ha ocasionado enormes sufrimientos a los pueblos del mundo entero.
En primer lugar China ya es la primera potencia capitalista mundial, ha desplazado de ese puesto a Estados Unidos que lo ostentó por más de un siglo. Recordemos que en 2013 China se convirtió en el primer país comercial y en 2014 el mayor país capitalista del mundo. Segundo, India también ha desplazado a Japón del tercero al cuarto lugar. Tercero, Indonesia está fondeando a Inglaterra del quinto al sexto puesto.
Entonces de acuerdo a estos fenomenales cambios la relación de países en orden de importancia en la nueva estructura económica del sistema capitalista mundial, es la siguiente: Primero, China. Segundo Estados Unidos. Tercero, La India. Cuarto, Japón. Quinto, Indonesia. Sexto, Gran Bretaña. Séptimo, Rusia. Sin olvidar que en una estimación de acuerdo al crecimiento de los PBI actuales, existe la posibilidad de que la India también en unos años más este dejando atrás a Estados Unidos.
No debemos olvidar que lo central en todo esto ha sido el movimiento constante. Qué duda cabe, el sistema imperialista estaba en esa vorágine violentamente arrastrado al fondo de la gran crisis económica iniciada en 2008.
Por supuesto esto ha tenido enormes consecuencias, por un lado, la ruina y la bancarrota de las economías, estadounidense y europea, en medio de un enorme sobre-acumulación de capitales ficticios y, la pérdida de la hegemonía mundial estadounidense en 2010.
Y, por el otro, la ascensión capitalista de China, la reconversión de Rusia como una gran potencia militar y la ascensión a una gran potencia nuclear de la República Popular Democrática de Corea (un país que nada tiene que ver con los países imperialistas, un país socialista, una esperanza de los pueblos oprimidos, algo excepcional y única en la historia reciente de la humanidad).
Y, de acuerdo a los mecanismos de interrelación de base y superestructura, esta nueva estructura económica del capitalismo mundial (base) ha dejado impregnado su sello en el sistema internacional (superestructura) como sistema multipolar. En realidad un proceso científico que jamás entenderían los “doctorcitos” del Pentágono. Sobrevino de forma crucial y demoledora con el sistema unipolar establecido en 1991 tras la implosión de la ex URSS. Ocurrió en 2010 tras la constatación de la equiparación de fuerzas (nucleares) en las tres superpotencias más armadas del planeta (Estados Unidos, Rusia y China).
Sin olvidar que es sistema multipolar y no tripolar como algunos sostienen, pues, incluso teniendo en cuenta la enorme incidencia de China, Estados Unidos y Rusia, en el fondo aún no está totalmente definido la nueva estructura económica del sistema capitalista mundial emergida tras la gran crisis económica del 2008 que se bate en un proceso muy fuerte de cambios en el mundo, por un lado, La India e Indonesia están apretujados sobre China y Estados Unidos y, Gran Bretaña, respectivamente y, por el otro, Japón, Alemania y Gran Bretaña están tratando de romper los grilletes impuestos por Estados Unidos en 1945. Entonces aún se sienten los ecos de la implosión del sistema unipolar ocurrida en 2010.
Sin embargo, los hechos no han quedado aquí, han seguido corriendo al influjo de esta misma tendencia. En efecto en el año 2015 sobrevino el periodo que más se temía en geo economía mundial, el periodo que aceleraría el hundimiento económico acelerado de Estados Unidos a efecto de su confrontación con China (que desde 2010 estuvo latente cuando ocurrió la ruptura del acuerdo estratégico en materia económica), llámese si se quiere, “Guerra Fría”.
En esto es muy importante el dato que se tiene aún desde el año 2011. Esto ahora es una realidad, difícil de soslayarla: “La política actual de Washington es mantener su supremacía militar en Asia, pero una carrera armamentística con China podría hacer que la Guerra Fría (con la ex URSS) nos pareciera una minucia. La economía de la Unión Soviética representaba solo una cuarta parte de la de Estados Unidos cuando se produjo aquella carrera armamentística. Si Estados Unidos entrara en un proceso serio de ese tipo con China, los estadounidenses podrían olvidarse de Medicare, la seguridad social y de la mayor de aquello en lo que el gobierno de Estados Unidos gasta su dinero” (1).
Y finalmente, como un resultado de lo anterior, tenemos ante nosotros, la implosión de la arquitectura del dominio imperialista occidental ocurrido a finales de este año, 2016. Esto de antemano ya estaba predicho desde el año 2010 cuando se produjo la pérdida de la hegemonía estadounidense. Consecuentemente, está ante nuestros ojos la nueva arquitectura de dominio del sistema capitalista mundial emergida tras la gran crisis económica del 2008 bajo égida del sistema multipolar. Queréis pruebas sobre esto, observad lo que hay en la olla de grillos de la Unión Europea (quieren nuevo ejército, algunos países están contra las sanciones anti rusas, etc.), también lo que hay en Japón, en el sur de Asia, en el sudeste asiático, en la península coreana (RPDC es una potencia nuclear) y últimamente en Alepo (Siria) y, sobre todo, tomad nota del gran acuerdo entre las tres superpotencias más armadas del planeta (Estados Unidos, Rusia y China) producido entre octubre y noviembre de 2016 bajo presión de, o el gran acuerdo o la guerra nuclear, que en realidad constituye, si queréis, tomadlo por de facto, la primera medida de la nueva arquitectura de dominio del sistema capitalista mundial ya en proceso.
Esta es la historia escrita con letras de oro desde el año 2008.
Notas:
1.- ¿Debería preocuparnos que China supere a Estados Unidos?" Noticia aparecida el 29 de abril de 2011, en: spanish.china.org.cn.
(*) ENRIQUE MUÑOZ GAMARRA:
Sociólogo peruano, especialista en geopolítica y análisis internacional. Autor del libro: “Coyuntura Histórica. Estructura Multipolar y Ascenso del Fascismo en Estados Unidos”. Su Página web es: www.enriquemunozgamarra.org
http://www.hispantv.com/noticias/opinion/328965/dominio-imperialista-occidente-decadencia
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