A 23 años del despertar de una Revolución: Por ahora y para siempre (+Video)
Venían tiempos de cambio, el pueblo venezolano conocería a un combatiente que traía consigo el espíritu de Maisanta sobre un caballo de hierro.
Uno de los días más importantes de la historia contemporánea venezolana estaba por escribirse, llegaba la gloriosa madrugada del 4 de febrero de 1992 (4F).
Las principales ciudades del país: Caracas, Maracaibo, Valencia y Maracay, estaban por experimentar un cambio… “La reivindicación de nuestra venezolanidad y la renovación de la democracia, motivos más que suficientes para emprender la acción de las armas, ideales por los cuales vale la pena asumir un riesgo hasta el sacrificio”, Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
Hambre e inflación de 1992
Venezuela arrastraba desde el 27 de febrero 1989 un rotundo rechazo al paquete económico impuesto por el presidente Carlos Andrés Pérez (1889-1992) y dictado desde el Banco Mundial.
El desenfrenado declive económico que experimentaba el pueblo venezolano había generado una conmoción social, la devaluación de la moneda, los altos precios del petróleo, la privatización de empresas del Estado como la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV) y la Venezolana Internacional de Aviación Sociedad Anónima (Viasa), demostraron un evidente caos económico, además de una ferviente corrupción.
Al menos 62% de la población vivía en pobreza y un 30% en situación de pobreza extrema.
Las medidas neoliberales impuestas por el gobierno de Pérez, ahogaban al pueblo venezolano que ya no tenía esperanzas.
Activen la “Operación Zamora”
Apoyados en el pensamiento de Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora, nace en 1982, el Movimiento Bolivariano Revolucionario (MBR-200), liderado por Hugo Chávez, proyecto que ante la incesante necesidad del pueblo en 1992 pariría la “Operación Zamora”.
Más de dos mil 350 hombres en armas, cinco tenientes coroneles como cabezas visibles del movimiento, 14 mayores, 54 capitanes, 67 subtenientes, 65 suboficiales, 101 sargentos de tropa y 2.056 soldados alistados, saldrían a la calle representando la esperanza del venezolano.
Los efectivos, pertenecientes a 10 batallones, formaban parte de las guarniciones militares de los estados Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y el Distrito Federal, y fueron dirigidos por los jóvenes oficiales encabezados por Hugo Chávez y Francisco Arias Cárdenas, así como también Yoel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta y Miguel Ortiz Contreras.
La Operación Zamora tenía como principal objetivo derrocar el Gobierno de Carlos Andrés Pérez y constituir una Junta de Reconstrucción Nacional, que representara un cambio real en lo político, económico y social para un pueblo que enfrentaba una fuerte crisis.
Rebelión en marcha
Hacía tiempo que los rumores sobre un posible golpe de Estado eran casi diarios; camuflados con trajes de campaña, boinas rojas y un distintivo tricolor en el brazo, se desplegaron los integrantes de la operación Zamora.
El eje del movimiento insurgente fue el entonces Distrito Federal (actual Distrito Capital), donde se concentran tradicionalmente los poderes públicos en Venezuela. Allí, desde las 11:00 pm del 3 de febrero, se escenificaron los enfrentamientos más intensos.
La base de operaciones de los insurgentes, comandados por el Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, estaba en el Museo Histórico Militar (Cuartel 4-F), en el 23 de enero.
Los principales puntos estratégicos de la capital, que sirvieron de escenario para las operaciones, fueron: la Residencia Presidencial La Casona, el Palacio de Miraflores, el Fuerte Tiuna, las Comandancias Generales del Ejército y la Armada, el Comando Regional número 5, el Comando de Seguridad Urbana de la Guardia Nacional, la sede de la Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip) en el Helicoide, la sede de la Comandancia de la Policía Metropolitana en Cotiza, la sede de Venezolana de Televisión en los Ruices y la Base Aérea Francisco de Miranda.
A su regreso de Suiza, Carlos Andrés Pérez fue recibido en el aeropuerto por el Ministro de la Defensa, general Fernando Ochoa Antich, y el Ministro de Interior, Virgilio Ávila Vivas. Ya en la residencia presidencial, Pérez decidió trasladarse al Palacio de Miraflores tras una llamada de Ochoa Antich, quien le informó de la insurgencia en el Zulia. Gracias a esa súbita decisión logró evadir a los insurgentes, quienes estuvieron a pocos minutos de capturarlo.
En consecuencia, a la medianoche, varios tanques y una unidad de paracaidistas intentaron tomar el Palacio de Miraflores. Pérez escapó nuevamente, esta vez hacia la sede de Venevisión, canal de televisión propiedad de su socio de décadas, Gustavo Cisneros. Desde allí “nervioso, muy nervioso”, condenó los actos de revolución, donde sembró la interrogante del verdadero objetivo del golpe de Estado.
Un Por Ahora… para siempre
La retoma del Palacio de Miraflores y la huida de CAP, llevó a Hugo Chávez a reconocer el plan y a responsabilizarse por lo ocurrido, para evitar más derramamiento de sangre.
Ante las cámaras de televisión, el combatiente lleno del espíritu de Maisanta, se dirigió a todos los venezolanos, marcando un “por ahora” que lo convertiría en la esperanza de todo el pueblo venezolano.
Escuchado el mensaje del Teniente Coronel, se inició la desmovilización y rendición de los rebeldes en todo el país, pero esa derrota militar se convirtió en una histórica victoria política, social y cultural, Chávez se convirtió desde ese mensaje en el rostro de la esperanza que tanta falta hacía en el pueblo.
El Comandante Chávez se tatuó en el imaginario colectivo presentando su batalla como el inicio de una revolución que hasta hoy sigue viva, 23 años después la lucha revolucionaria que el combatiente sembró un 4 de febrero de 1992, sigue viva en la conciencia del pueblo venezolano.
“Desde mi corazón de soldado vaya un abrazo infinito para mi pueblo, para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, siéntanme entre ustedes en este Día de la Dignidad Nacional, estoy con ustedes llevando la boina roja y el brazalete tricolor, multiplicado en el amor popular, el amor que me sana y me da vida, 4 de febrero bendito seas por ahora y para siempre” reza la carta del Comandante Chávez el 4 de febrero del 2013.
En voz de Nicolás Maduro, parte de la carta del Comandante Chávez a su pueblo, el 4 de febrero del 2013 [Download]
En aquella memorable jornada quedaron reivindicadas todas las luchas de nuestro pueblo, en aquella memorable jornada, nuestras libertadoras y nuestros libertadores volvieron por todos los caminos, en aquella memorable jornada, Bolívar se hizo oración y entró en batalla por ahora y para siempre.
La Radio del Sur
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