SOLEDAD

SOLEDAD

Por Marcio Vargas Aguilar

Ella se llama Soledad
Y es bella, ella.
Algunos le dan nombres o apodos feos
que no tienen nada que ver con ella.
Tampoco brilla ni es estrella.
Pero es bella, definitiva, y la última…Ella.

Soledad se llama
Y es la muchacha pálida aquella
de manos tenues y piel púber.
Con palmas sudorosas las de ella,
Más cerca de mí cada noche.
Cada vez más cerca, hacia el fin,
que es ella.

Bella, Soledad, bella es ella,
Piernas delgadas pálidas tiernas
Como doncella adolescente…,
aquella.

¡Ah!, pero la mirada de sus bellos
grandes ojos negros-moros ellos,
profundos y oscuros y rotundos,
como el fondo de los tiempos,
con esos ojos bellos,
los de ella,
me advierte:
“Falta poco para nuestro orgasmo definitivo”.

Y me estremecen sus palabras,
Más ahora que estoy solo,
Sólo con ella, solo, con
su mirada bella aquella
la de ella, Soledad ¡tan bella!