Laberinto en el valle de
lágrimas televisivo
Para leer el “Chavo del Ocho”
Fernando Buen Abad Domínguez
Universidad de la Filosofía
Todo va mal con el “Chavo del Ocho”.
Sobre su cabeza, literalmente, con un embudo de impunidad histórica, se
descarga un baño de violencia, injusticia, abandono, atraso, miseria y
alienación. Uno mira al “Chavo”, sin familia, sin casa, sin contención social…
golpeado por una Historia, familiar, económica, política… de clase, que nadie
parece conocer, y donde se llora, como corolario del destino, en el laberinto
de las hipocresías. “Don Ramón” es un desempleado verdugo. Todo mal.
México tiene, aproximadamente, 30
millones de niños[1], según datos oficiales no poco contradictorios. Hay en el
D.F. 500 mil viviendo en las calles[2] de un mundo con 6,372,240,030[3] de
habitantes y donde existen 650 millones de niños en pobreza, 150 millones en
situación de calle, 250 millones realizan trabajo infantil, 120 millones no van
a la escuela[4]. El “Chavo” es uno, pero multi-televisado.
Roberto Gómez Bolaños, autor y actor de
las “aventuras del Chavo de ocho” no es, por supuesto culpable del drama que
viven los niños en y de la calle y tampoco es uno de ellos. Pero su personaje,
que ocupa tantos espacios en las pantallas televisivas latinoamericanas y en
los imaginarios de niños y adultos, ocupa un lugar problemático que permite ver
los trasfondos ideológicos de ciertas concepciones mercantiles en los
monopolios mass media. Bolaños produce, apoyado por uno de los
monopolios mediáticos más cuestionables, (y viceversa) un producto de consumo
comunicacional armado con estrategias escénicas, tecnológicas y publicitarias
en un mercado mediocre que se regodea impunemente frente a sociedades
colonizadas y devastadas por la miseria[5]. Hace aproximadamente 30
años el “Chavo” va y viene, con homenajes y todo, paseándose por toda América
Latina[6]. No pocos sueñan con canonizarlo.
Eso de hacer negocio con el dolor de
los desvalidos tiene tradiciones de tipos muy diversos. El recurso del “golpe
bajo” tan apreciado por las estrategias publicitarias, basado en abonar el
terreno de la ternura para sembrar las moralejas de la resignación, no nació
con el “Chavo del ocho”. Se trata de un Caballo de Troya. Es común encontrarse
con audiencias enternecidas por un niño desvalido que vive, milagrosamente, de
la caridad posible en una vecindad de barrio. Ternura medida con la vara de una
herencia cultural melodramática y naturalista que deja descubrir en la miseria
y los miserables ciertos rasgos de hermosura humana, a pesar de los pesares.
Todos los personajes, que comparten con
el “Chavo” sus aventuras en el reino de las desigualdades, son personajes en
crisis. Trasminan inconscientemente todo lo que niegan de su realidad política
para afirmarse una realidad de raiting. Son fantasía, incluso de sí mismos,
iluminada con destellos de otra realidad más cruda que bien filtrada y
purificada no mancha, con sus dramas de clase, la perfección de un micro mundo
encerrado en sus trampas. Especie de esquizofrenia producida para salvaguardar
la inocencia de los personajes y su público. Moral de patriarca.
Se trata de un mensaje de clase. En
los micro-mundos felices de la miseria mediática, donde habitan muchos Chavos y
compinches, el rol de los pobres es trabajar y contribuir con su resignación
para una convivencia pacífica con los patrones y las autoridades.
Resignación funcional que abarca a las buenas costumbres, los honores a la
bandera, el culto al buen burgués, la puntualidad en la fábrica y especialmente
la docilidad entre sonrisas, buen humor, voluntad inquebrantable para el
trabajo y distancia… mucha distancia con el paisaje burgués. Mucha ternura pero
que no se afee el panorama.
Semejante estética de la ternura da
como resultado [de]
un principio de complicidad a-crítica que termina
levantando silencios para esconder culpas. El chantaje hecho diversión. Cuestionar
al “Chavo” no es ofender gratuitamente a las personas que lo miran. Es interrogar
aquello que individual y socialmente se promueve con el espectáculo de la
miseria que lleva tantos niños a vivir de y en la calle. Cuestionar al “Chavo”
implica interpelar los mecanismos, (cualesquiera que fuesen) para conquistar
feligreses y fans. Cuestionar al “Chavo” no implica traicionar a quienes lo
disfrutan, incluidos nuestros hijos, pero implica interrogar e interrogarnos el
por qué ese entretenimiento televisivo basado en la violencia contra un niño
callejero, tierno y todo, divierte; por qué tanta fama, éxito y regalías, por
qué tanta repetición y tanto homenaje. Qué retrata de nosotros, qué nos impone,
qué no sabemos y deberíamos saber. Cuál es el negocio y cuánto nos cuesta, en
todos sentidos.
Es preciso desmontar la actitud
permisiva con [que] se produce y consume la ideología estética de esa violencia
gratuita e inmisericorde descargada diariamente sobre las conciencias
infantiles. Discurso publicitado bajo todos los medios y modos posibles que
fractura estructuras psicológicas y estados de ánimo. Discurso para el
amedrentamiento rentable que se siembra para inmovilizar expresiones de
desacuerdo con las calamidades colectivas o privadas. Nunca es tarde. Aunque
parezca inocente.
Con el “Chavo” se crea un marco
perfecto para la agresión protagonista que es aplaudida incluso por las
risotadas grabadas al remate de cada chiste. Agresiones que se pagan en
millones de dólares y conciencias. Marco perfecto para que parezca normal que
los niños asalten, incendien casas y automóviles, golpeen maestros y
compañeros, acudan armados a las escuelas. Marco perfecto dentro del marco
ampliado de sociedades en crisis, desarticuladas emocionalmente, caotizadas por
la anarquía económica, la corrupción impune, el saqueo de materias primas y
trabajo como principios fundamentales para defender el quietismo, para que nada
cambie, que el sistema no se caiga. Bonita historia.
Pero la inyección
ideológica mayor tras la estética de la ternura en el “Chavo” es la violencia
cultural que los niños maman frente a la tele. Tiene como objetivo principal
desbordar todos los ámbitos puramente formales para entrar en planos más
profundos, convertida en placer por un discurso que tiene ejes muy precisos:
convencerlos de que nada es posible en contra de hegemonías, poderes y propiedades
dominantes; que lo propio vale poco; que todo lo que se intente para el cambio
está condenado al fracaso o a la represión; que tarde o temprano poder es
sinónimo de fuerza ajena; que uno se equivoca cuando pretende cambios y que el
que tiene la fuerza tiene la razón. No es poca cosa.
Esa violencia que el “Chavo”
protagoniza y padece, no sólo por los golpes, los insultos y los pastelazos…
tiene contactos y complicidades con otras violencias que viven descontroladas
por todos los rumbos de la conciencia individual y social[7]. Hay violencia en
mujeres y niños golpeados permanente e impunemente. Hay violencia en niños
callejeros sometidos a la prostitución, el robo y crimen consuetudinarios, en
el desempleo, explotación e indolencia ante el dolor social y falta de futuro.
Hay violencia en el endeudamiento usurero, en los noticieros, en la invasión
imperialista a Irak, en la corrupción electoral, en la corrupción empresarial…
Para el “Chavo” la violencia del entorno, latente o patente, es condición de vida.
Aunque la distribución social de la violencia en cada capítulo del “Chavo”
tenga desequilibrios propios de verticalismo autoritario, aunque algunas veces
el “Chavo” tenga arrebatos violentos contra otros personajes, es ineludible el
retorno de una violencia mayor capaz de regresar al “Chavo” al lugar justo que
la tragedia televisiva le deparó en el reino de la resignación. El
“Chavo” aguanta todo porque para eso está. Es su misión doctrinaria y
catalizadora.
Notas
[1] Disminuye en México población
infantil y juvenil: Consejo Nacional de Población. Domingo 04, Enero, de
2004
En el 2003 el número de niños y
adolescentes en edades escolares (de 6 a 14 años) comenzó a disminuir en
México, después de alcanzar un máximo histórico de poco más de 20 millones en 2002,
informó el Consejo Nacional de Población (Conapo). En un análisis sobre la
población infantil y juvenil en México, Conapo precisó que, de igual manera, la
población en edad de asistir a la educación secundaria también comenzará a
reducirse en los próximos años.
La dependencia de la Secretaría de
Gobernación (Segob) detalló que de aquí al 2010 se reducirá en 10 por ciento la
matrícula escolar de la escuela primaria, mientras que con tan sólo un
incremento de alrededor de 20 por ciento en la matrícula se alcanzará la
cobertura universal en la secundaria.
En cuanto a la población de entre 15 y
24 años, Conapo dijo que entre 1970 y 2003 se registró un aumento de 9.2 a 20.8
millones, y se prevé que su volumen alcanzará un máximo histórico de 21.5
millones en 2011, y a partir de entonces comenzará a disminuir
gradualmente.
http://noticias.vanguardia.com.mx/showdetail.cfm/338834/Disminuye-en-M%C3%A9xico-poblaci%C3%B3n-infantil-y-juvenil:-Conapo/FUENTE:
INEGI. XII Censo General de Población y Vivienda 2000. Fecha de actualización:
Lunes, 16 de Junio de 2003 http://www.e-mexico.gob.mx/wb2/eMex/eMex_Poblacion_total_y_su_distribucion_porcentual
[2] 500 mil niños y niñas viven en las
calles. martes 23 de septiembre de 2003 Son tantos que ya no se ven...
Román González cimac | México, DF “Unos
250 mil niños y niñas de la calle, según cifras oficiales y 500 mil de acuerdo
con Organizaciones No Gubernamentales (ONG), son víctimas de pornografía
infantil, drogadicción, abuso sexual, maltrato y discriminación, lo que les
origina problemas mentales, físicos y emocionales...”
[3] El 17-Feb-04 02:41:12 p.m. según: http://www.osearth.com/resources/worldometers/
[4] Según UNICEF publicado en http://www.universia.net.mx/contenidos/social/noticias/1115.jsp.
[5] Hambre: 840 millones castigados por
hambre; 25 mil víctimas diarias; en las naciones donde la situación es más
trágica, un pequeño tiene una expectativa de vida sana de apenas 38 años; uno
de cada siete niños nacidos en los países pobres morirá antes de completar su
primer lustro de existencia; más de 2 mil millones de personas sufren falta de
micro nutrientes, con los infantes y las mujeres como los grupos más
vulnerables. ONU y (FAO) alrededor de 30 países hacen frente en la actualidad a
situaciones de emergencia alimentaria, 67 millones de personas necesitan ayuda
urgente. El dato es conservador, según la propia fuente. África presenta el
cuadro más crítico -las cifras más recientes revelan que aproximadamente 200
millones de personas (el 28 por ciento de la población africana) están
crónicamente hambrientas. Pero, hasta dentro de los propios países
industrializados, se contabilizan 11 millones de personas con déficit
nutricional. …será preciso reducir cada mes 2 millones de hambrientos de las
cifras mundiales, un ritmo insospechado a partir de las estrategias actuales,
que necesariamente deben rebasar el principio de las ayudas
internacionales.
[7] “CONTRASTE ENTRE CREACION Y GUERRA
I N T E R N A C I O N A L. 12 de noviembre del 2003 El Insituto de
Investigaciones de Paz (SIPRI) revela el aumento del gasto militar mundial solidaridad.net El año
pasado aumentó en un 6% en términos reales, hasta los actuales 794.000 millones
de dólares. Los países que más gastan -Estados Unidos, Japón, Reino Unido,
Francia y China- suman el 62% del gasto total mundial. Casi tres cuartos del
incremento del 2002 vinieron de Estados Unidos, que aumentó el gasto militar en
un 10% en respuesta a los atentados del 11 de septiembre del 2001. Los Estados
Unidos contabilizan ahora el 43% del gasto militar mundial. En agosto, el
Instituto de Investigaciones Internacionales de Paz de Estocolmo (SIPRI),
publicaba su libro anual sobre armamento y seguridad internacional. El estudio
revelaba que el gasto militar mundial, ya en aumento desde 1998, se aceleró de
manera pronunciada en el 2002. El año pasado aumentó en un 6% en términos
reales, hasta los actuales 794.000 millones de dólares. Esta cantidad equivale
al 2,5% del producto interior bruto mundial. Los actuales niveles de gastos
militares en el mundo están ahora un 14% en términos reales por encima de la
cifra más baja de 1998 tras la guerra fría. Pero todavía están un 16% por
debajo del techo alcanzado en 1988. Casi tres cuartos del incremento del 2002
vinieron de Estados Unidos, que aumentó el gasto militar en un 10% en respuesta
a los atentados del 11 de septiembre del 2001. Los Estados Unidos contabilizan
ahora el 43% del gasto militar mundial. Otro país que ha aumentado notablemente
su gasto ha sido China. Aumento el gasto militar en un 18% en el 2002. Rusia
también intensificó sus gastos, con un 12% de aumento. Los cinco países que más
gastan -Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Francia y China- suman el 62% del
gasto total mundial. Los 15 que más gastan el 82%. Detrás de las cifras totales
de gasto militar existen notables disparidades regionales. En el 2001, el año
más reciente del que se tienen datos disponibles, el gasto militar de Oriente
Medio se estimaba en un 6,3% de su producto interior bruto, mientras que
América Latina gastó sólo el 1,3%. Algunos datos del informe del SIPRI vierten
un jarro de agua fría sobre la afirmación de que la guerra contra el terror ha
agravado la proliferación de armas y los conflictos. En el 2002, hay 21
conflictos armados importantes en 19 lugares del mundo. Tanto el número de
conflictos como el de localizaciones fue menor que en el 2001, cuando había 24
conflictos armados importantes en 22 lugares. De hecho, el número de conflictos
armados importantes en el 2002 ha sido el más bajo desde 1998. Además, a pesar
de que se han elevado los gastos militares, las grandes transferencias para armas
convencionales en el periodo 1998-2002 permanecieron en las cifras bajas de la
etapa posterior a la guerra fría, informaba el SIPRI. A pesar del aumento en el
periodo 2000-2002, la media móvil de cinco años hasta el 2002 ha sido la más
baja hasta ahora. Estados Unidos ha sido el mayor suministrador de armas en
1998-2002, con el 41% de las entregas totales. Rusia, en segundo lugar, sumó el
22% de las transferencias totales de armas. Por segundo año consecutivo, Rusia
ha sido en el 2002 el mayor suministrador, con el 36% de las entregas totales.
El SIPRI observaba que entre los mayores receptores de armas estaban países
implicados en la guerra contra el terrorismo. Con todo, indicaba que los datos
«no apoyan la hipótesis de que los niveles de más importantes transferencias de
armas serían más altos a causa de las entregas por el antiterrorismo en el
2002». De hecho, el SIPRI observaba que muchas de las transferencias de armas
convencionales durante el 2002 fueron resultado de decisiones tomadas antes de
septiembre de 2001. Según el informe, es demasiado pronto para decir en qué
medida las importantes actividades antiterroristas incidirán en la futura
tendencia de transferencias de armas. El informe ponía de relieve los problemas
de controlar las ventas de armas, especialmente al implementarse los embargos
de armas de Naciones Unidas. Precisaba la necesidad de un mayor desarrollo de
instrumentos de control del comercio de armas, tanto cerrando los agujeros como
coordinando el control de transferencias de armas desde el punto de salida
hasta el de llegada al destino final autorizado. http://www.rebelion.org/internacional/031112sipri.htm
Dr.
Fernando Buen Abad Domínguez
Universidad
de la Filosofía
@FBuenAbad
Atención
de EDH-El Salvador
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