Rusia en el 2015 según la Inteligencia
Norteamericana (I Parte)
Manuel Espinoza J.
En
el año 2000, el Consejo de Inteligencia Nacional Estadounidense (CIN) con el
fin de identificar conductores claves y valorar su impacto global,
elaboró un documento titulado “Tendencias Globales 2015: Un
Dialogo sobre el Futuro con los Expertos No Gubernamentales”. En su
introducción, se detalla que no se trata de valoraciones tradicionales de
inteligencia, provenientes de fuentes y métodos clasificados. Más bien refleja
a una comunidad de inteligencia plenamente integrada con la participación de
expertos independientes de instituciones académicas, Think Tanks, empresas
privadas y corporativas. Al final, tras dirigir ese esfuerzo de pronóstico
durante el año 1999-2000 con la ayuda de otras agencias de la inteligencia
estadounidense, el CIN se hace responsable por las conclusiones del documento
señalado.
Dentro
de los temas principales que integran el mismo, hay “elementos claves de
incertitud” y de alta importancia para la seguridad nacional de EEUU. Rusia es uno de ellos.
El
choque de variables como Liderazgo Mundial, Recursos Económicos,
Gobernabilidad y Políticas Económicas de Rusia para el 2000 produjo este
criterio:
1)
“Desde el 2000 al 2015, Moscú tendrá un reto mucho mayor que ajustará sus
expectativas de un líder mundial a sus dramáticos y reducidos recursos”.
2)
“Que tanto el país puede ajustar sus fines a sus medios se mantiene como una
cuestión abierta y crítica, de acuerdo con la mayoría de expertos en cuanto al
carácter y la calidad de la gobernabilidad rusa y las políticas
económicas”.
3)
El resultado más posible es una Rusia, que se mantiene internacionalmente débil
e institucionalmente atada al sistema internacional, primeramente, a su asiento
permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
4)
En este aspecto, qué tanto Rusia se puede ajustar a este diminuto estatus de
una manera lógica y no que busque alterar la estabilidad regional que la
preserve, lo cual es también muy incierto.
5)
Las apuestas (de Rusia) a favor de la Unión Europea y EE.UU serán altas, pero
ninguna tendrá la habilidad de determinar a Rusia en el 2015. La gobernabilidad
de Rusia será determinante.
Qué
tanto la Rusia de hoy presenta ese cuadro, es un asunto a revisar a partir de
la llegada de Vladimir Putin al poder, su respuesta en Georgia, al escudo
anti-misil estadounidense en Europa, en Siria y ante la situación alrededor de
Ucrania. El lector del documento puede tener su propia conclusión.
Otro
aspecto que pronostica el documento es su débil capacidad militar para el
próximo año 2015.
6)
Rusia será incapaz de mantener fuerzas convencionales que sean considerables y modernas; que
proyecten un poder militar significante con medios convencionales.
7)
Militarmente, Rusia de manera creciente se basará en su estrategia de
encogimiento (reducción) y demostrará su arsenal nuclear para disuadir o, si la
disuasión falla, para responder a larga escala a ataques de fuerzas
convencionales en el territorio ruso.
8)
Invertirá recursos escasos en programas selectos de alta tecnología militar
secreta, especialmente en Armamento de Destrucción Masiva (ADM), con la esperanza de
enfrentar la superioridad convencional y estratégica
occidental en aéreas tales como la defensa de misiles balísticos.
No
podemos asegurar que el pronóstico sea lo más acertado pero, en todo caso, no se acerca a la
Rusia que existe hoy a tres meses de alcanzar el 2015 en términos de presencia
política mundial o capacidad militar. El liderazgo interno de Putin,
así como el orden al desorden y caos dejados por Gorbachov y Yeltsin sigue su
curso. Las políticas económicas demuestran, por lo menos, dos momentos
culminantes. No sucumbió ante la crisis financiera del 2008 y tiene la capacidad
de responder a las sanciones económicas de occidente incluyendo a Japón.
La
segunda parte del documento examina el nivel de influencia de Rusia en Asia y
los países cercanos que antes integraban la URSS. Pero eso lo abordaremos en la
segunda parte de este escrito.
Hay
muchas fuentes que nos pueden ayudar a desarrollar nuestra visión sobre el
mundo a corto y largo plazo. En este caso, el CIN ya ha publicado cuatro
documentos más que examinan al mundo de aquí al 2020, 2025 y el 2030. La
metodología empleada, al incluir tantos temas e indicadores, puede servirnos
para nuestros propios requerimientos analíticos y, no necesariamente,
significa aceptar las conclusiones que en ellos se vierten.
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