Política Internacional de
los países del ALBA en la ONU
Manuel Espinoza J.
Solemos preguntarnos qué tipo de intereses nos
mueven alrededor del proyecto regional del ALBA. Es más muchos lo validan solo
por el tema energético del petróleo proveniente de Venezuela, o como un simple
grupo de pequeños países, que no simpatizan con los EE.UU. Desde luego, el
simplismo y los simplistas no profundizan
en ejercicios analíticos que les permitan entender con mayor acierto los
verdaderos intereses alrededor de muchos temas que nos unen.
Es más en las universidades nos empreñamos en
seguir enseñando el mundo de las teorías de las relaciones internacionales con
manuales españoles o estadounidenses ejemplificándolas en términos de
conveniencia a la cultura occidental y no a la nuestra; aquella que proviene
del Sur. Seguimos enseñando relaciones internacionales en términos de Poder,
del realismo y la interdependencia y no en términos apropiados a nuestro
enfoque anti-dependentista que viene del Norte.
Según reza el paradigma de la dependencia en las relaciones internacionales, las naciones pobres del sur proveen a las naciones ricas de sus recursos naturales, su mano de obra barata y un destino ideal para la tecnología obsoleta. Las naciones ricas buscan perpetuar el estado de dependencia por múltiples razones. Las naciones ricas buscan eliminar cualquier intento de las naciones dependientes de resistir su influencia, mediante sanciones económicas o el uso de fuerza militar. Pero esa teoría debe de analizarse con la corriente de pensamiento actual desde el SUR.
Según reza el paradigma de la dependencia en las relaciones internacionales, las naciones pobres del sur proveen a las naciones ricas de sus recursos naturales, su mano de obra barata y un destino ideal para la tecnología obsoleta. Las naciones ricas buscan perpetuar el estado de dependencia por múltiples razones. Las naciones ricas buscan eliminar cualquier intento de las naciones dependientes de resistir su influencia, mediante sanciones económicas o el uso de fuerza militar. Pero esa teoría debe de analizarse con la corriente de pensamiento actual desde el SUR.
La reciente Asamblea General de la ONU, de
septiembre, arrojó el criterio analizar una serie de temas, de enorme
complejidad internacional y regional, a la luz de los discursos de los
diferentes representantes de los países que conforma el ALBA.
Entre los temas que unen a nuestros países de
manera unánime están:
La unidad política latinoamericana y del
Caribe; el fin del Bloqueo a Cuba; la Reinvención de la ONU (propuesta surgida
de Nicaragua desde hace años); el cumplimiento a los Retos del Milenio
(Nicaragua ha cumplido exitosamente y ha sido felicitada por todas las agencias
de la ONU); el cambio Climático; la situación en el Medio Oriente
(sobresaliendo la condena a Israel y el reconocimiento del Estado Palestino de
una vez, por todas.
Están de igual forma:
La situación en Siria y Ucraina en función de
las guerras injustas realizadas por Occidente y su brazo armado la OTAN; el
respeto al Derecho internacional y una paz justa.
Otros temas principales que, en su gran
mayoría, invitan al consenso son:
La necesidad de nuevos pilares de la
estructura financiera global en la cara de los BRICS; el rechazo a las
políticas empobrecedoras y de saqueo total, por ejemplo, con los famosos fondos
buitres en contra de Argentina. Así como políticas colonialistas como el
arrebato de las islas Malvinas a Argentina por parte de Gran Bretaña.
La descolonización de Puerto Rico.
La privatización del Agua, los emporios
mediáticos, que promueven la desestabilización interna y otros que van desde la lucha por el
progreso y en contra de la extrema pobreza, hasta la esclavitud.
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