Nueva York, 24 de septiembre de 2014. Haciendo caso omiso del derecho internacional, el presidente estadounidense Barack Obama ultima con sus aliados del Golfo los detalles de su campaña de bombardeos aéreos en Siria.
«ANTE NUESTRA MIRADA»
Tras la coartada
antiterrorista, la guerra del gas en el Levante
Por Thierry Meyssan
Si
bien cualquiera puede estar de acuerdo con el discurso antiterrorista de
Washington y sus aliados del Golfo, todo el mundo se da cuenta de que sólo
es la justificación oratoria de una guerra que en realidad persigue otros
fines. Estados Unidos dice querer destruir el Emirato Islámico
–organización que él mismo creó y que realiza, precisamente para
Estados Unidos, la limpieza étnica necesaria para concretar el plan de
rediseño del «Medio Oriente ampliado». Más contradictorio aún,
Estados Unidos dice querer combatir en Siria del lado de la oposición,
supuestamente moderada, de la que forman parte los mismos yihadistas del
Emirato Islámico. Y, para terminar, Estados Unidos ha destruido en
Raqqa edificios que el Emirato Islámico había abandonado 2 días antes
de los bombardeos estadounidenses. Thierry Meyssan estima que, tras esas
aparentes contradicciones, estamos viendo la continuación de la guerra del gas.
RED
VOLTAIRE | DAMASCO (SIRIA) | 29 DE SEPTIEMBRE DE 2014
La
campaña de bombardeos aéreos de Estados Unidos en Irak y en Siria resulta
sorprendente en la medida en que es imposible destruir un grupo terrorista
solamente con bombardeos aéreos. En Irak, Estados Unidos y el Consejo de
Cooperación del Golfo (CCG) han sincronizado sus bombardeos con las acciones de
las fuerzas terrestres iraquíes o kurdas. Pero en Siria no disponen de
ninguna fuerza terrestre realmente capaz de luchar contra el Emirato
Islámico. Y aunque la tuviesen, «esos bombardeos no pueden afectar las
capacidades del Emirato Islámico ni sus operaciones en otras regiones
de Irak o de Siria», según el general William Mayville, jefe de
operaciones del estado mayor estadounidense [1].
En
todo caso, y a pesar de las declaraciones oficiales, el Emirato Islámico
es una creación de Estados Unidos y del Consejo de Cooperación del
Golfo. Y esa criatura sirve a los intereses de sus creadores, tarea que está
cumpliendo al pie de la letra:
•
En mayo de 2013, el senador estadounidense John McCain entraba ilegalmente en
territorio sitio para reunirse allí con el estado mayor del Ejército Libre
Sirio (moderado), estado mayor del que formaba parte Abu Yussef, alias Abu
Du’a, alias Ibrahim al-Baghdadi, el actual califa Ibrahim (jefe de los
extremistas del Emirato Islámico) [2].
•
En enero de 2014, la agencia de prensa Reuters revelaba que el presidente
Obama había convocado a una sesión secreta del Congreso en la que los
congresistas decidieron armar y financiar a los «rebeldes» que
operan en Siria, entre los que se incluye el Emirato Islámico, hasta
septiembre de 2014 [3].
No se trataba de una sesión a puertas cerradas sino de una sesión secreta que
la prensa estadounidense nunca mencionó, en estricta aplicación de la
orden de censura que había recibido.
•
Orgullosa de este reconocimiento, la televisión pública de Arabia Saudita
proclamó que el Emirato Islámico obedece a las órdenes del príncipe saudita
Abdul Rahman al-Faisal [4].
•
Por su parte, el jefe de la inteligencia militar de Israel, general Aviv
Kochavi, lanzaba una advertencia ante un aumento del número de combatientes
antisirios y revelaba que los miembros de al-Qaeda –entre ellos el Emirato
Islámico, que todavía no se había divorciado de al-Qaeda– estaban entrenándose
(bajo control de la OTAN) en Turquía, más exactamente en
3 campamentos situados en Sanlıurfa, Osmaniye y Karaman [5].
•
En mayo de 2014, Arabia Saudita entregó al Emirato Islámico armamento pesado
nuevo comprado en Ucrania y grandes cantidades de vehículos de la marca Toyota,
también nuevos, para invadir Irak. Para el transporte de todo ese material
se utilizó un tren especial contratado por los servicios secretos de
Turquía.
•
El 27 de mayo, el presidente del gobierno regional kurdo de Irak, Masud Barzani,
viajaba a Amman, la capital de Jordania, para coordinar la invasión de Irak
entre los kurdos iraquíes y el Emirato Islámico. El 1º de junio tuvo lugar
otra reunión, también en Amman, con numerosos cómplices sunnitas [6].
•
A principios de junio, el Emirato Islámico y el gobierno regional del Kurdistán
pasaban al ataque. En cumplimiento de su misión, el Emirato Islámico sembraba
el terror al realizar la limpieza étnica que el ejército de Estados Unidos
no pudo hacer en 2003. De esa manera se concreta el plan del estado mayor
estadounidense para el rediseño del «Medio Oriente ampliado», adoptado
desde el año 2001.
No
hay por lo tanto razón alguna para que Estados Unidos se esfuerce por
destruir el Emirato Islámico, aparte de las muertes ampliamente divulgadas
por los medios –y altamente sospechosas– de 3 ciudadanos estadounidenses,
pero esos crímenes no justifican por sí solos el diluvio de fuego
estadounidense.
Si
bien es evidente que el principal blanco de la campaña de bombardeos no es
el anunciado, nadie dice con precisión qué es lo que se quiere destruir.
Lo que sí se sabe es que hasta el momento Estados Unidos y sus aliados del
Consejo de Cooperación del Golfo han estado bombardeando edificios vacíos en
Raqqa –de donde el Emirato Islámico se había retirado 2 días antes– y una
docena de refinerías en el este de Siria.
La
aviación estadounidense bombardea una refinería en Siria el 24 de
septiembre de 2014.
Las refinerías de petróleo están entre las inversiones industriales más
costosas de cualquier país.
¿Qué
tienen que ver estas refinerías con una supuesta guerra contra el terrorismo?
Según el Pentágono, esas instalaciones estaban bajo control del Emirato
Islámico y le reportaban grandes ganancias.
Pero
se trata de otra justificación falsa. Cuando países sometidos a embargos
tratan de vender gas o petróleo en el mercado internacional simplemente
no logran hacerlo. Pero el Emirato Islámico sí logra vender el
petróleo robado, a pesar de las resoluciones 1373 y 2170 adoptadas respectivamente
en 2011 y 2014 por el Consejo de Seguridad de la ONU. Es de público
conocimiento que el Emirato Islámico está robando hidrocarburos en Irak y
Siria y que los envía a través de los oleoductos existentes hasta el
puerto turco de Ceyhan, de donde son transportados por barco hasta Israel
por los tanqueros de la Palmali Shipping & Agency JSC, la compañía del
millonario turco-azerí Mubariz Gurbanoglu. Ya en el puerto israelí de Ascalón,
las autoridades de Israel “blanquean” el petróleo robado proporcionando
certificados falsos, como si viniera del yacimiento de Eilat.
El petróleo robado por el Emirato Islámico es exportado entonces hacia
la Unión Europea, cuyos miembros fingen creer que se trata de
petróleo israelí.
Es
importante señalar que por esa misma vía también se exportan el gas y el
petróleo robados por el gobierno regional del Kurdistán iraquí. O sea, si
Estados Unidos y el Consejo de Cooperación del Golfo actuasen conforme a
las resoluciones 1373 y 2170 del Consejo de Seguridad de la ONU también
tendrían que bombardear el Kurdistán iraquí. Pero lo que hacen es
respaldarlo, no en contra del Emirato Islámico sino en contra del gobierno
central de Irak. [7].
En
resumen, lo que se busca con los bombardeos contra las refinerías situadas
en territorio sirio es privar a la República Árabe Siria de sus posibilidades
de refinar su propio petróleo si recupera esas instalaciones.
El príncipe Khaled, hijo del príncipe Salman,
quien a su vez es el heredero designado del trono en Arabia Saudita, participa
en los bombardeos a bordo de un F-15.
Cualquiera
es capaz de notar que en todo este asunto Estados Unidos se apoya en las
monarquías del Consejo de Cooperación del Golfo, sobre todo en Arabia Saudita.
Es evidente que los aviones de Arabia Saudita no despegan desde su
propio suelo. Según la prensa iraní están operando desde Israel, lo cual,
aunque no está comprobado, es muy probable.
A
menudo hemos señalado que uno de los principales objetivos de la guerra contra
Siria es el control de sus gigantescas reservas de gas natural y del
territorio sirio por donde podría pasar un pipeline proveniente de Qatar y
Arabia Saudita… o de Irán, rival de esas dos monarquías.
Pero,
a partir del inicio de la resistencia de la Novorossia y del respaldo que Rusia
le aporta, la Unión Europea está tratando de reducir su dependencia del gas
ruso. De ahí la idea del gobierno iraní de proponer su propio gas a ese
mercado, como anunció el viceministro iraní del Petróleo, Ali Majedi, el 9 de
agosto de 2014 [8].
Para Irán, eso sería una alternativa ante el hecho que el Emirato Islámico
le ha cortado el camino hacia Siria a través de Irak.
Esa
opción, que defiende los intereses de Irán como Estado pero abandona el combate
antiimperialista iniciado por el presidente Ahmadinejad, podría obtener el aval
de Washington en el marco de un acuerdo más amplio durante
las negociaciones 5+1. Irán aceptaría renunciar a sus investigaciones
revolucionarias sobre un modo de producción de energía nuclear capaz de liberar
el Tercer Mundo de su dependencia del petróleo mientras que los «occidentales»
levantarían sus sanciones contra Irán.
Pero
ese viraje, si tuviese lugar, modificaría profundamente todo el equilibrio
regional. Y sería difícil obtener su aceptación por parte de la misma Rusia que
acaba de acoger a Irán en el seno de la Organización de Shanghai. Por otro
lado, eso exigiría una inversión de 8 500 millones de dólares para la
construcción de 1 800 kilómetros de tubería y conectar los campos
petrolíferos iraníes al sistema Nabucco. El gas iraní transitaría entonces por
Azerbaiyán y Turquía antes de hacerlo a través de Bulgaria, Rumanía y
Hungría para ser finalmente distribuido en la Unión Europea a partir de
Austria. Así lo confirmó el ayatola Hassan Rohani al presidente austriaco Hans
Fischer en un encuentro al margen de la Asamblea General de la ONU [9].
Nueva York, 24 de septiembre de 2014. El ayatola
Hassan Rohani, présidente de Irán, explicó al presidente de Austria,
Hans Fisher, su proyecto para el aprovisionamiento de gas de la Unión
Europea.
La
resurrección del sistema Nabucco sería un excelente negocio para Azerbaiyán,
que podría entonces exportar más fácilmente la producción de su yacimiento
de gas de Shah Deniz. Y al mismo tiempo Bakú se alejaría de Moscú
para acercarse a Washington, lo que quizás explica sus inesperadas compras de
armas a Israel.
Desde
el punto de vista sirio, un viraje de la política energética iraní
no sería necesariamente algo negativo ya que la mayoría de los enemigos de
Siria –con excepción de Israel– ya no tendrían así razones para continuar la
guerra. Por otro lado, el alejamiento de Irán fortalecería la utilidad de Siria
para Rusia. Ante ese tipo de acuerdo, Washington seguiría estimulando la
inestabilidad en la región sunnita de Irak para mantener la separación
territorial entre Teherán y Damasco, y seguramente apoyaría la permanencia del
Emirato Islámico en la región siria de Deir ez-Zor, pero dejaría tranquilo
el resto de Siria.
[1]
“U.S. Air Strikes Are Having a
Limited Effect on ISIL”, Ben Watson,Defense
One, 11 de agosto de 2014.
[2]
«John McCain, el
organizador de la “primavera árabe” el Califa», por Thierry Meyssan, Red Voltaire,
18 de agosto de 2014.
[3]
“Congress secretly approves U.S.
weapons flow to ’moderate’ Syrian rebels”,
por Mark Hosenball, Reuters, 27 de enero de 2014.
[4]
«Un príncipe saudita al
mando del Emirato Islámico en Irak y el Levante », Red Voltaire,
3 de febrero de 2014.
[5]
“Israeli general says al Qaeda’s
Syria fighters set up in Turkey”,
por Dan Williams, Reuters, 29 de enero de 2014.
[6]
«Revelaciones del PKK
sobre la ofensiva del EIIL y la creación del “Kurdistán”», Red Voltaire,
8 de julio de 2014.
[7]
«Yihadismo e industria
petrolera», por Thierry Meyssan, Al-Watan(Siria), Red Voltaire,
23 de junio de 2014.
[8]
«Iran
ready to supply energy to Europe via Nabucco», Irna, 9 de
agosto de 2014.
[9]
«Iran
Ready to Supply Energy to Europe », Shana, 24 de
septiembre de 2014.
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