«ANTE NUESTRA MIRADA»
¿Quiénes son los
miembros del «Emirato Islámico»?
por Thierry Meyssan
Mientras
la opinión pública occidental trata de nadar en un verdadero océano de
información sobre la formación de una supuesta coalición internacional para la
lucha contra el «Emirato Islámico», es este último el que va cambiando
discretamente de forma. Sus principales jefes ya no son árabes sino
georgianos y chinos. Para Thierry Meyssan, esta mutación demuestra que el
objetivo a largo plazo de la OTAN es utilizar el «Emirato Islámico» en
Rusia y China. Es por eso que esos dos países están obligados a intervenir
desde ahora en contra de los yihadistas, antes de que estos vuelvan para
sembrar el caos en sus países de origen.
RED
VOLTAIRE | BEIRUT (LÍBANO) | 22 DE SEPTIEMBRE DE 2014
El
«Emirato Islámico» comenzó haciendo ostentación de su origen árabe.
Esta organización surgió de «al-Qaeda en Irak», que no luchaba
contra los invasores estadounidenses sino contra los chiitas iraquíes. Luego se
convirtió en «Emirato Islámico en Irak» y posteriormente en «Emirato Islámico
en Irak y el Levante» (EIIL). En octubre de 2007, las fuerzas
terrestres de Estados Unidos ocuparon en Sinjar al menos
606 fichas de miembros extranjeros de esa organización, fichas que fueron
cuidadosamente analizadas por expertos de la Academia Militar estadounidense de
West Point.
Sin
embargo, días después de la ocupación de la fichas, el emir al-Baghdadi
declaró que su organización contaba solamente con 200 combatientes y que todos
eran iraquíes. Esa mentira es comparable a las de las demás
organizaciones terroristas que operan en Siria y que declaran que entre
sus miembros sólo hay «algunos extranjeros», cuando el
Ejército Árabe Sirio estima en al menos 250 000 el número de
yihadistas extranjeros que han pasado por Siria en los 3 últimos años.
En todo caso, el califa Ibrahim (nuevo nombre del emir al-Baghdadi) ahora
reconoce que su organización se compone ampliamente de extranjeros y
agrega que el territorio sirio ya no es para los sirios sino para “sus”
yihadistas.
Según
las fichas ocupadas en Sinjar, un 41% de los terroristas extranjeros miembros
del «Emirato Islámico en Irak» ostentaban la nacionalidad saudita, un
18,8% eran libios y solamente un 8,2% eran sirios. Si relacionamos esas cifras
con la población de cada uno de los países mencionados veremos que la población
libia ha proporcionado 2 veces más combatientes que la de Arabia Saudita y
5 veces más que la de Siria.
En
cuanto a los yihadistas sirios, aunque son originarios de diversas regiones de
Siria, el 34,3% venían de Deir ez-Zor, ciudad que desde que el «Emirato
Islámico» tuvo que retirarse de Raqqa, se convirtió en capital del
Califato.
En
Siria, la particularidad de Deir ez-Zor es que su población se compone
mayoritariamente de árabes sunnitas organizados en tribus y de una minoría de
kurdos y armenios. Y, hasta ahora, Estados Unidos sólo
ha logrado destruir Estados como los de Afganistán, Irak y Libia, o sea en
países cuya población está organizada en tribus. Pero ha fracasado en todos los
demás países. Desde ese punto de vista, Deir ez-Zor en particular
y el noreste de Siria en general pudieran ser potencialmente conquistados.
Pero no sucede lo mismo con el resto de la República Árabe Siria,
como ya se ve desde hace 3 años.
Bajo el nombre de Abu Omar al-Shishani, un
sargento de la inteligencia militar georgiana, cuyo verdadero nombre es Tarkhan
Batirashvili, se ha convertido en uno de los principales jefes del
«Emirato Islámico».
Desde
hace dos semanas, se ha iniciado una purga entre los oficiales provenientes del
Magreb. Los tunecinos que tomaron el aeropuerto militar de Raqqa, el 25 de
agosto de 2014, fueron arrestados por desobediencia, juzgados y ejecutados por
orden de sus superiores. El «Emirato Islámico» tiene intenciones de
restar protagonismo a sus combatientes árabes y promover a los chechenos
amablemente puestos a su disposición por los servicios secretos georgianos.
En el centro de la foto, Abu Anisah al-Khazakhi,
el primer yihadista chino del «Emirato Islámico» muerto en combate, no era
uigur sino kazajo.
Y
ahora aparece un nuevo tipo de yihadistas: los yihadistas chinos. Desde junio
de 2014, Estados Unidos y Turquía han introducido en el noreste de
Siria cientos de yihadistas chinos traídos incluso con sus familias. Algunos se
convierten de inmediato en oficiales. Se trata principalmente de miembros
de la etnia uigur, o sea chinos de la República Popular China pero
musulmanes sunnitas turcófonos.
Es por lo tanto evidente que, a largo plazo, el «Emirato Islámico» extenderá sus
actividades a Rusia y China y que esos dos países son los blancos finales de
sus acciones.
Así
que seguramente seremos testigos de una nueva operación de propaganda de la
OTAN: su aviación empujará a los yihadistas fuera de Irak pero los dejará
instalarse en Deir ez-Zor. La CIA proporcionará dinero, armas, municiones
y datos de inteligencia a los «revolucionarios moderados» (sic)
del Ejército Sirio Libre (ESL), quienes cambiarán entonces de casaca para ser
utilizados bajo la bandera del «Emirato Islámico», como ha venido
sucediendo desde mayo de 2013.
John McCain se reúne con el estado mayor del
Ejército Sirio Libre. Durante el encuentro conversa precisamente con Ibrahim
al-Badri, el hoy autoproclamado califa Ibrahim. El hombre con gafas que aparece
en la foto es el general Salim Idris.
En
aquel momento, el senador estadounidense John McCain penetró ilegalmente en
territorio sirio, donde se reunió con el estado mayor del ESL. Según puede
verse en la foto tomada como prueba del encuentro, entre los miembros del
estado mayor del Ejército Sirio Libre estaba en aquel momento un tal Abu
Yussef, oficialmente buscado por el Departamento de Estado estadounidense bajo
el nombre de Abu Du’a, quien en realidad no era otro que el actual califa
Ibrahim. O sea, el mismo individuo era al mismo tiempo jefe moderado en el ESL y
jefe extremista en el «Emirato
Islámico».
Ya
en posesión de esta información, cada cual podrá apreciar el verdadero valor
del documento que el embajador sirio Bachar al-Jaafari presentó al Consejo
de Seguridad de la ONU el 14 de julio de 2014. Se trata de una carta del 17 de
enero de 2014 en la que el general Salim Idriss, comandante en jefe del
ESL, escribe lo siguiente:
«Le informo por medio de
la presente que las municiones enviadas por el estado mayor a los dirigentes de
los consejos militares revolucionarios de la región este deben ser
distribuidas, conforme a lo convenido, entregando 2 tercios a los
jefes de guerra del Frente al-Nusra, y que el tercio restante se repartirá
entre los militares y los elementos revolucionarios para la lucha contra las
bandas del EIIL. Le agradeceremos que nos envíe los comprobantes de la
entrega del conjunto de municiones, precisando las cantidades y
características, debidamente firmados personalmente por los dirigentes y jefes de
guerra, para que podamos transmitirlos a los socios turcos y franceses.»
En
otras palabras, dos potencias miembros de la OTAN (Turquía y Francia) enviaron
volúmenes de municiones y especificaban que dos tercios eran para el Frente
al-Nusra (clasificado como miembro de al-Qaeda por el Consejo de Seguridad de
la ONU) y que el otro tercio era para que el Ejército Sirio Libre luchara
contra el «Emirato Islámico»… cuyo jefe era miembro del estado mayor del
propio Ejército Sirio Libre.
La
realidad es otra: el Ejército Sirio Libre desapareció del terreno y
en realidad dos tercios de las municiones estaban destinadas a al-Qaeda
mientras que el otro tercio era para el «Emirato Islámico».
Gracias a ese dispositivo, que podríamos llamar de “casaca
reversible”, la OTAN podrá seguir lanzando contra Siria sus hordas de
yihadistas mientras sigue afirmando que lucha contra ellos.
Pero cuando la OTAN haya extendido el caos a todo el mundo
árabe, incluso en el territorio de su aliado saudita, enfilará el «Emirato Islámico» contra las dos
grandes potencias en desarrollo, que son Rusia y China. Es por eso que esas dos
potencias deberían intervenir desde ahora y acabar con el embrión de ejército
privado que la OTAN está reuniendo y entrenando en el mundo árabe. De no hacerlo ahora, Moscú y
Pekín pronto tendrán que enfrentarse a ese ejército de todas maneras… pero será
en suelo ruso y chino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario