Ucrania:
se profundiza la guerra, se incrementa la resistencia popular antifascista
Alberto Cruz
jun 16th, 2014 | By Boltxe kolektiboa | Category: Iritzia
La
guerra ya es abierta en Ucrania. Vístase como se quiera, de una parte está la
Ucrania fascista –representada por la junta filonazi de Kiev, respaldada por
quien se presenta como nuevo presidente, Piotr
Poroshenko, y ambos no hacen nada sin el beneplácito y los planes de
Occidente, especialmente de EEUU- y de otra la Ucrania antifascista que hay que
situar principalmente en las proclamadas repúblicas independientes de Donetsk y Lugansk. Desde la elección de Poroshenko,
el 25 de mayo, la guerra ha adquirido un nivel desconocido: bombardeos de la
fuerza aérea, ataques con artillería pesada, helicópteros de combate, tanques,
francotiradores y tropas de asalto fascistas están afectando a diferentes
ciudades como Slaviansk, Kramatorsk y a barrios de Donetsk, la quinta ciudad
más grande del país.
Junto a esta constatación, otra: cada vez es más evidente la
internacionalización de la guerra. Mientras que la junta filofascista de Kiev
cuenta con el apoyo de mercenarios occidentales y nazis polacos y lituanos, la
resistencia antifascista cuenta con el apoyo de chechenos. Pero hay un dato
nuevo: las constantes revueltas en el ejército ucraniano negándose a cumplir
las órdenes represivas y que en unos primeros momentos hicieron que la ofensiva
de Kiev contra el Donbáss fuese muy limitada se han paralizado ahora,
especialmente en la aviación, con la presencia cada vez más segura de pilotos
georgianos. Entender lo que ocurrió en Georgia en 2008 y su intento de
parar la secesión de Osetia del Sur y Abjasia, lo que llevó a la intervención
rusa, es vital para entender lo que está sucediendo ahora en Ucrania y el por
qué Rusia está aguantando todo lo que puede ante la extensión de la guerra
contra los pro-rusos.
Esta
internacionalización de la guerra ha dado un vuelco a la situación y provocado
un aumento sustancial del número de muertos entre la resistencia dado que los
ataques contra sus ciudades ya son abiertos. Hasta este momento los pilotos
ucranianos se habían negado a bombardear las ciudades del Donbáss, por lo que
la tesis de la presencia de georgianos cobra cada vez más fuerza. El
dato no es baladí. Demuestra que el acierto de la resistencia al derribar un
helicóptero ucraniano el pasado 29 de mayo, en el que iba el general que
reorganizó la Guardia Nacional incluyendo en la misma a los batallones nazis
del Maidán, fue un duro golpe para la junta filonazi, quien busca
desesperadamente la revancha y sabe que sólo es posible con la contratación de
mercenarios y la cada vez mayor presencia de nazis, que no dudan en ejecutar a
los soldados que se niegan a disparar contra sus conciudadanos.
Pero
eso, al mismo tiempo, hace emerger las contradicciones en la Ucrania
“pro-occidental”. Se están extendiendo las manifestaciones, pequeñas aún, en
toda esa parte del territorio contra la guerra en apoyo de los destacamentos
militares que se niegan a cumplir las órdenes. Este ha sido el caso de
Volhinia, Rivne, Lviv y Poltava. Un video de la revuelta militar en esta última
ciudad de puede ver aquí (1). En Volhinia soldados del tercer batallón de la 51
Brigada se negaron a ser utilizados en operaciones de combate y contaron con el
apoyo de 200 madres y esposas expresando que su postura era una muestra de
protesta clara porque ya seis de sus compañeros de armas habían muerto en
operaciones en Donetsk; en Rivne fueron soldados de la 24 Brigada Mecanizada;
en Lviv los familiares de los reclutas cortaron árboles e hicieron barricadas
para bloquear la autopista Lviv-Fratovets e impedir el traslado de los jóvenes
al Donbáss. Es un hecho: está creciendo la frecuencia de las rebeliones de soldados
ucranianos que se niegan a combatir.
Quienes
tenían alguna esperanza en que Poroshenko hiciese algún movimiento para parar
la guerra tras ser proclamado presidente se han llevado un chasco. Incluso en
Rusia se pensaba que era el menos beligerante de todos los candidatos. Pero su
discurso de toma de posesión no deja dudas: el ucraniano será el idioma único
aunque “permitirá” el ruso, acuerdo de asociación política y económica con la
UE, “consolidación de las fuerzas patrióticas [es decir, aceptación de los
fascistas] en favor de una Ucrania en la EU”, “la gente ya ha hablado cuando la
revolución [en referencia al Maidán] y rechazando la agresión [en referencia a
Rusia]”.
No sólo mantiene en sus cargos a la totalidad de integrantes
de la junta filonazi, con cuatro ministros de los partidos fascistas Svoboda y
Sector Derecho, sino que alienta la presencia de nazis en la Guardia Nacional,
utiliza el lenguaje de “terroristas” para referirse a los resistentes antifascistas
del Donbáss, rechaza el uso del idioma ruso en las regiones en las que es
mayoritario y niega el plebiscito de Crimea por el que la población decidió
solicitar su adhesión a Rusia. Una buena muestra de cómo se tolera y alienta a
los fascistas lo muestra este video, donde un grupo de la Guardia Nacional
(pertenecientes al llamado “Batallón Azov”), dependiente del Ministerio del
Interior, aparece con la bandera nazi y realiza el juramento mencionando
expresamente a seis “héroes de la revolución ucraniana” que son los líderes de
los movimientos fascistas que colaboraron con las tropas alemanas en la II
Guerra Mundial (2).
El
nuevo presidente, que alardea de demócrata y de alta participación en las
elecciones –según las cifras oficiales fue del 60%, pero en ellas aparecen
cifras más que cuestionables como que en Donetsk y Luganks la participación fue
“inferior al 40” y en Járkov y Odesa “entre el 40 y el 45%” (sic)- ha decidido
seguir el guión estadounidense y busca desesperadamente que Rusia envíe tropas,
poniendo al mismo tiempo al Kremlin en una encrucijada: las envía o pierde por
completo las simpatías de los resistentes del Donbáss porque la guerra se
incrementa hasta extremos desconocidos hasta ahora.
El
salto cualitativo de la resistencia popular
A
mediados de mayo el principal dirigente de las entonces milicias de Donetsk
–ahora denominadas Fuerzas Armadas de
Novorossia- hizo un dramático llamamiento a que la población se incorporase
a la resistencia armada ante el más que previsible ataque a gran escala del
Ejército de Ucrania. Dicho ataque ya se está produciendo, con un incremento
sustancial de las víctimas civiles y ello ha provocado un auge del alistamiento
y de la decisión de resistir cueste lo que cueste.
Esto
ha provocado que la resistencia popular haya logrado algunos avances
significativos en el frente militar, como la toma de puestos fronterizos con
Rusia en Luganks (Dolzhansky, Chervonopartizansk, Krasnaya Mogila, Novoborovtsy
y Severny) y en Donetsk (Marinovka), con lo que se facilita el paso de
refugiados hacia Rusia y el tránsito de voluntarios internacionalistas
antifascistas, como los chechenios, hacia el Donbáss aunque Putin ha dado la
orden de cerrar la frontera en esos lugares para “evitar el paso de grupos
ilegales”. Un mal síntoma por parte de Moscú.
Junto
a ello hay un dato que supone un salto cualitativo y que lo pone de manifiesto:
el 28
de mayo los trabajadores de al menos cinco minas de carbón en Donetsk
(Skochinsky, Abakumov, Cheliuskinsky, Trudovskaya y Makeeva) se pusieron en
huelga exigiendo el fin de los ataques y la retirada del Ejército y de la
Guardia Nacional. Sus carteles son bien expresivos de lo que está pasando en la
cuenca del Donbáss. Dicen, “el fascismo no pasará”.
En
el momento de escribir este artículo, los mineros siguen en huelga y han dado
un paso más que pone de manifiesto la lucha de clases existente (3): exigen al
gobierno provisional de Donetsk la nacionalización de las empresas que son
propiedad de los magnates que apoyan al gobierno filofascista de Kiev, de forma
especial las de Rinat Akhmetov, el oligarca de la zona. Es muy significativo que el
primer ministro de la República Popular Democrática de Donetsk se oponga
tajantemente a dicha nacionalización argumentando que tal pretensión es
“comunista” y que “supone un ataque a la propiedad privada”. Pero
claro, al mismo tiempo, y consciente de cómo se están moviendo las cosas en la
cuenca del Donbáss, afirma que Akhmetov ha hecho “declaraciones erróneas, como
oponerse a la RPD o rechazar pagar impuestos” en la entidad independiente (4).
El
gobierno de Donetsk está ante un dilema de clase puesto que no puede mantener
las industrias existentes sin nacionalizarlas porque Poroshenko ya ha dicho,
siguiendo los dictados del FMI, que se tienen que terminar los subsidios
estatales a las empresas que no sean “rentables”. El siguiente paso de los
trabajadores del Donbáss será ocupar sus empresas y hacerse cargo de las
mismas, por lo que los gobiernos de Donetsk y Lugansks estarán, también, en una
encrucijada: o con los oligarcas o con el pueblo.
La
guerra impuesta por Kiev –siguiendo los mandatos de EEUU y sus títeres
europeos- hace las condiciones más difíciles en el Donbáss porque el movimiento
popular está teniendo que optar por la guerra o la revolución. El
pueblo del Donbáss necesita ahora, de inmediato, el surgimiento de un fuerte
movimiento de solidaridad internacional de claro corte antifascista. Es
probable que en los próximos días haya algún movimiento para parar la guerra,
así sea provisional, una vez que Poroshenko haya demostrado que puede exhibir
“músculo” con los antifascistas y para evitar un incremento mayor el rechazo al
envío de tropas por parte de la población del Oeste de Ucrania. Pero también es
probable que siga los designios de EEUU y Occidente quienes, a través del FMI,
imponen como condición para las “ayudas económicas” que se termine pronto con
la rebelión en el Este de Ucrania. Y ello sólo puede ser a sangre y fuego.
Todo
es posible, pero lo que es una evidencia es que, hoy por hoy, Poroshenko y sus
valedores han realizado una declaración de guerra al pueblo del Donbáss a la
que hay que responder. Y rápido. Por solidaridad antifascista y de clase,
puesto que en la cuenca del Donbáss hay un fuerte componente antifascista,
anti-oligárquico y anti-capitalista que es mucho más avanzado que el existente
en Europa.
Notas:
(3)
Alberto Cruz, “Lucha de clases en Ucrania”, http://www.lahaine.org/index.php?p=77720
(4)
Borotba, 2 de junio de 2006 http://borotba.org/
CEPRID
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