Del KGB al Kremlin. El
subconsciente, consiente de Vladimir Putin
Manuel Espinoza
¿Por
qué Putin tiene a Occidente tan enredado y preocupado? A lejos se nota,
pues los tonos y contenidos de los artículos occidentales en los medios de
comunicación e inclusive en aquellos de corte analítico, especializados en
asuntos internacionales se centran en dos únicos culpables; en primer lugar,
Putin y luego Rusia.
La
histeria tiene su lógica, y no es que los rusólogos o sovietólogos no conozcan
a Putin. Con los ejes de ataque bien organizados de manera creíble se busca desprestigiar al líder y a la potencia
reemergente. Ellos saben lo efectivo que eran los órganos de seguridad
soviéticos de donde procede Putin y el lugar que logró ocupar la URSS en el
sistema internacional hasta hace 23 años. El
rédito de tanto ataque mediático es la confusión de los lectores y de la opinión pública
global. A nadie le debe asustar esto, pues estos objetivos son tradicionales en
la guerra de información con fines psicológicos y, en este caso, créanlo con
enormes y buenos resultados en la misma opinión pública rusa.
Por
dicha, el análisis internacional cuenta con un sinnúmero de métodos y
herramientas, que nos llevan por senderos más fáciles para llegar a conclusiones más precisas. Uno de
estos métodos es el análisis a través de ciertas variables ya establecidas. Es
lo que recomienda el estudioso de
Política Exterior James N.
Rossenau[1]
al ocuparnos del individuo o estadista como un elemento a despejar para entender mejor la conducta de
los Estados en los asuntos internacionales altamente influenciadas por estos o,
en su peor caso, cuando carecen de líderes.
Vladimir
Putin es un caso complejo que día a día se manifiesta con mayor énfasis a la
luz de la crítica coyuntura internacional actual, facilitadora de cambios
estructurales significativos en el sistema internacional. Más no es difícil
someterlo metodológicamente bajo el prisma del análisis de las relaciones
internacionales. Su formación
política–ideológica, la educación familiar, su preparación como jurista y su
experiencia en la rama de inteligencia exterior de la KGB, la etapa supuesta de
post servicio al órgano[2],
las decisiones como presidente en su primer término, luego como primer ministro y,
hoy, de nuevo presidente en un segundo término, así como al círculo de
poder al que pertenece son eslabones
principales para su caracterización[3],
que están de alguna manera muy relacionada con
la conducta internacional de la
Federación Rusa[4].
Lo
complejo sobre la biografía de Putin es la experiencia en la inteligencia
soviética[5],
y como ésta formó su concepción sobre la dinámica de poder en los asuntos
internacionales. Desde luego, que
escudriñarla es una tarea muy difícil. Pero es parte de la obligatoriedad del
especialista sobre la URSS o Rusia, si realmente quiere conocer a profundidad
al país que, analíticamente, atiende, o de los analistas de asuntos internacionales.
Me refiero no a simple lectores entusiastas de las noticias a diario.
Esta
parte de la vida de Putin no solo requiere de una enorme cantidad de tiempo en
cuanto a su estudio, sino que somete ineludiblemente al estudioso de las
relaciones internacionales a conocer el mundo de espionaje internacional y
específicamente la historia de la inteligencia soviética; época que le tocó servir a Putin. Al final lo
último también no es un imposible con la
ayuda de cierto tipo de guías, ya que muchos aspectos de la historia de la
labor de inteligencia rusa o soviética han sido ampliamente difundidos a partir
de 1992 por ex funcionarios del servicio soviético así como por traidores del mismo.
En
este campo, muchos aportes han sido dados por académicos netamente
especializados en la historia del espionaje[6]
o de los estudiosos[7]
de las Relaciones Internacionales, entusiastas de entender con mayor precisión
la conducta del Estado en el plano internacional a través de estas agencias
como instrumentos de política exterior.
Si el lector ha seguido los pie de página, fácilmente debe creer que, en los libros hasta ahora mencionados, por lo menos contienen más de dos mil páginas que tendría que leer para tener una aproximación básica de quien es Vladimir Putin, su visión hacia el sistema internacional y por qué Putin facilita y promueve que Rusia reemerja como potencia. Para no caer en la desinformación mediática sobre el desprestigio a Rusia y a Putin, quien desee conocer mejor a este país está obligado a profundizar en las fuentes bibliográficas citadas en este artículo.
La formación político ideológica de Putin -de corte marxista y con pleno conocimiento de lo que significa el socialismo y el comunismo como formaciones económicas sociales y la historia político–económica de Rusia y la URSS- fundamenta el sistema complejo que integra su visión e identidad individual, así como el camino y nivel de desarrollo que este considera que Rusia necesita alcanzar. Putin entiende el marxismo, pero no se queda ahí. Los neo marxistas entienden que el modelo económico imperante en todo el planeta es el capitalista[8] y este tiene sus reglas y contradicciones que abarcan toda la actividad humana. Producto del deterioro al planeta y a sus habitantes de este modelo, no es difícil considerar la imperiosa necesidad de que se sustituya, partiendo de los cambios estructurales en el sistema internacional. Putin aboga por una estructura de poder multipolar en las relaciones internacionales. Lo anterior es mucho más factible y tangible que la aparición, de la noche a la mañana, de un nuevo modelo ante el decadente modelo actual. Putin ha dejado claro que Rusia no sólo debe ser parte integral tanto de la estructura Multipolar, sino un arquitecto en la mayor parte posible de un modelo más justo y equitativo.
Su
padre con igual formación política–ideológica, pero con vivencia en la Gran
Guerra Patria[9]
y oficial de contrainteligencia del NKVD[10]
formó, hasta cierto nivel, el grado de carácter, percepción, el aseguramiento
de su entorno así como el nivel de sigilo y, sobre todo, la permanente noción
de que su país está bajo permanente ataque y la necesidad de defenderlo sobre
todo de las operaciones de espionaje de los servicios de inteligencia
capitalistas contra la URSS; algo no tan tangible como se presenta una vez
relatado en las páginas de la historia.
Putin
estudió leyes en la universidad de Leningrado, lo que tiende a definir su
visión sobre lo justo e injusto y el imperio de la ley misma. Muchos más
elementos de su personalidad pueden ser nombrados como producto de la
instrucción recibida en esta carrera. Tampoco esto es una tarea difícil de
profundizar o por lo menos imaginar.
Al
terminar la carrera, ingresó al Comité para la Seguridad del Estado, conocido
como KGB (por sus siglas en ruso), que integraba unos 420 mil funcionarios.
Primeramente estudió la especialización en la academia de la inteligencia[11]
donde adquirió el conocimiento necesario que se requiere para el trabajo
secreto fuera del país. Posteriormente
Fue designado a la Primer Dirección Principal del KGB (dedicada a la labor de inteligencia en el exterior)
conocido mejor por los especialistas como PGU-KGB[12]
o el “El Bosque” en el léxico de los
oficiales de Inteligencia[13] soviéticos.
Las
instalaciones del PGU[14],
ubicadas a las afueras de Moscú en la región de Yasenevo[15],
concentraba a “La creme de la creme” de todo el resto de por lo menos 16
Direcciones que componían a todo el aparato de la seguridad del estado.[16]
Designado a la Dirección de inteligencia política (una de las cinco principales
Direcciones dentro del PGU) y ubicado en el Departamento que atendía a la
Republica Democrática Alemana, en su momento conocido como RDA. Aprendió alemán y su última misión fue en
Dresden al terminarse la RDA.
Putin
es especialista en artes marciales y trata de mantenerse en la mejor condición
física. Es parte de la cultura deportiva y condición física como los oficiales
se mantiene. Hasta aquí todos son datos
públicos de alguna manera resumidos y asociados de diversas fuentes
bibliográficas, pero que no logran darle al lector más sobre la visión y el
interés de Putin por defender a su país. Una gigantesca lista de operaciones en
las guerras secretas de los servicios de inteligencia y no solo del periodo
soviético, fundamenta su actitud de defender a Rusia y de generarle mayores
capacidades para su resurgimiento como potencia.
La
pertenencia al aparato de inteligencia le permitió a Putin entender las
amenazas y los enormes reveses históricos sufridos por Rusia y la URSS, en la
dinámica histórica y permanente de competitividad en el sistema internacional.
El mismo conoce que el embrión del
aparato de inteligencia donde laboró (o
al que sigue apoyando) fue fundado el 20 de diciembre de 1920 con el
nombre de departamento Extranjero (INO en ruso), bajo las exigencias de tener
mayor y mejor información a mano y anticipada sobre los planes del enemigo,
tras haber sufrido una derrota militar con Polonia.
Putin
conoce muy bien los planes y operaciones
de la inteligencia británica a inicios de la revolución bolchevique conocida
como “El complot Lockhart” o las operaciones exitosas para su desarticulación así como para
infiltrar a la contrarrevolución rusa en toda Europa, que pretendía restablecer
la monarquía zarista.[17]
Putin
sabe que los planes de agresión contra la URSS de parte de Alemania y Polonia se
gestaron desde 1934 para destruir al Estado Soviético.[18]
También está claro el daño irreparable que una medida de desinformación[19]
producto de una conversación en una recepción diplomática puede causar. Me
refiero la casi destrucción total que las purgas estalinistas (1936–1939) le causaron al aparato de inteligencia
dejando con vida a penas a unos 70 oficiales de, por lo menos, doscientos que
lo conformaban. Al ejército lo decapitaron del alto mando también. Por lo menos
3,000 oficiales de mayor rango fueron fusilados. En ambos casos Jóvenes sin
experiencia alguna provenientes del Komsomol[20]
ocuparon los lugares de los oficiales purgados bajo cargos falsos de traición, mismos
que, después de torturados, fueron
ejecutados con un tiro de gracia en la frente o en la parte trasera de
la cabeza en las cárceles internas subterráneas de la plaza Liubyanka.[21]
Muchos colaboradores extranjeros individuales y otros agrupados en redes, simplemente no pudieron ser contactados en función de poder prevenir el golpe desbastador que la Alemania nazi le infringió a la URSS a partir de junio de 1941.
El
desastre fue casi total. En las primeras semanas, cientos de miles de
prisioneros del ejército rojo fueron capturados, otros cientos de miles muertos
en combate, con un avance casi imparable de las tropas alemanas y el 85% de la
aviación destruida en tierra. Aunque muchas son las explicaciones sobre estos
reveses, mucho peso tuvo el modelo de dirección estalinista y la soberbia del
mismo Stalin. En total se conoce hoy que, por lo menos, unos 26 millones de
vidas soviéticas causaron las pretensiones de exterminio y cautiverio alemanas
hacia la URSS. De no ser por un oficial
ilegal[22]
de la Inteligencia militar apostado en Japón, que informó que este no atacaría
a la URSS en el Lejano Oriente, se pudieron trasladar decenas de ejércitos para
detener a los fascistas en las cercanías de Moscú a 15 Km. del Kremlin.
Otras
situaciones de la guerra secreta que integra el conocimiento de Putin son los
encuentros a espalda de la URSS, entre estadounidenses y alemanes con la
intención de rendición en secreto del ejercito fascista ante los aliados,
excluyendo a la URSS (país que aportó la mayor cuota de victoria en cuanto a la
destrucción del ejército hitleriano). Lo mismo debe decirse de la captación de
científicos fascistas y su empleo en los EE.UU, la fabricación de la bomba
atómica así como lo difícil y complejo
de obtener información del “Proyecto
atómico estadounidense y los nuevas amenazas que enfrentaría la URSS en
este nuevo nivel de la confrontación Este–Oeste.
Un ejemplo de la peligrosidad para la supervivencia del Estado socialista que podemos destacar en esa fase de confrontación a inicios de la Guerra fría, es el plan estadounidense “DROPSHOT” que consistía en lanzar 200 bombas atómicas sobre el territorio soviético para debilitar un supuesto del 85% de su capacidad industrial y militar. Esto por sí solo define la seriedad e importancia de la labor de inteligencia. El lograr descubrir, facilitar el accionar y responder del gobierno soviético por otros medios en función de su reversión, fue la dinámica que imprimieron las guerras de los servicios secretos durante la Guerra Fría.
El
esfuerzo y éxitos de 70 años, de contención de los planes más desbastadores de
Occidente contra la URSS por parte de la inteligencia soviética, fue siempre
blanco del desprestigio de la KGB a nivel global. El PGU no se libró de esto,
pues era un componente estructural del Comité, pero no es lo mismo la labor del
oficial de inteligencia, que actúa en el exterior en el territorio del
adversario con las unidades de contrainteligencia local pisándole los talones
todo el tiempo, que otras unidades de la contrainteligencia de la KGB de
carácter punitivo a lo interno de la URSS.
El
oficial de inteligencia siempre estará mejor preparado, que los policías
domésticos. Y por su preparación es más inteligente. Un coronel retirado, del PGU de apellido Kozlov
explica en una entrevista en la televisión, “que desde el momento que un
oficial de inteligencia use un revólver, desde ese momento deja de serlo”. La
preparación de éstos en diversas disciplinas como historia, cultura, idiomas y
psicología para el reclutamiento de los agentes colaboradores en los países
en que operarán es simplemente excelente.
Los éxitos de 70 años fueron echados al traste por la soberbia, egolatría y mediocridad de líderes (si se les puede elevar a ese nivel) políticos soviéticos como Mijail Gorbachev y Boris Yeltsin. Putin, por experiencia propia, conoce lo que representa un político y qué distancia enorme existe entre un oficial de inteligencia y éstos. Sobre todo el nivel de riesgos que corren exponiendo su propia vida en el terreno del adversario y la buena vida que los políticos se dan. Por eso, está claro de cómo los civiles políticos soviéticos de la noche a la mañana se enriquecieron hasta convertirse en oligarcas y los pueblos que conformaban la URSS morían sencillamente de hambre bajo el canto de fondo occidental de democracia, libertad y anticomunismo.
El retroceso económico, que sufrió la URSS, por culpa de los adversarios extranjeros en una guerra prolongada y desgastante. También por culpa de la nomenclatura política nihilista durante y tras el derrumbe de la URSS fue dos y tres veces mayor que lo que perdieron en la Gran Guerra Patria. De la segunda potencia mundial los trasladaron al lugar 33. Su población disminuyó casi dos veces y la franja de territorios conquistados durante la historia de la Rusia imperial o que pertenecieron al campo socialista son objetos de anexión por parte de la OTAN, cuando se suponía, que con la desaparición de la Organización del Tratado de Varsovia la OTAN misma desaparecería. Muchas de las repúblicas socialistas soviéticas o del ex campo socialista albergan bases militares norteamericanas y de la OTAN creando mayores posibilidades de aproximación al territorio ruso.
En esos momentos de debilitamiento, las únicas instituciones que libraban una lucha secreta por la supervivencia de Rusia eran sus servicios secretos y el ejército, que aún poseía la capacidad de responder nuclearmente ante un ataque de Occidente. Por lo anteriormente escrito, el analista debe también centrar su atención en la “variable estructural” y como parte de un engranaje influenciar cambios a lo interno del Estado, para proyectar y generar una determinada conducta en el plano exterior.
Muchos ven el ascenso de Putin al Kremlin como una habilidad personal y ambición al poder. Otros como Robert Eringer, escribe[23] que fue puesto precisamente por generales del KGB y el GRU[24], al ver el abismo sin fin que le deparaba a la misma Rusia de no detener a políticos inescrupulosos e ineficientes[25] y a los oligarcas inmediatamente. La llegada de Putin tiene mucho que ver con la caótica situación que atravesaba Rusia y la misión que se le encomendó es el restablecer el orden y superar el caos[26].
El desastre geopolítico de desintegración de la URSS, la precaria situación económica en que nace Rusia, la derrota del ejército en la primera guerra en Chechenia, la lucha contra el fundamentalismo islámico, en la cara de la lucha contra el terrorismo, el avance de la OTAN[27] hacia sus fronteras, la instalación de un escudo antimisil y el perfeccionamiento de las capacidades militares estadounidenses demostradas desde Iraq en 1991, hasta Libia en el 2011, y la amenaza latente de sucumbir ante las operaciones desestabilizadoras de las revoluciones de color y primavera, dirigidas muy finamente y eficazmente por sus adversarios de siempre, han obligado a los verdaderos círculos de poder ruso a emprender un camino de recuperación en todos los niveles.
El
hecho que la policía secreta a lo interno de la KGB fuera un instrumento de cruel
e inhumana represión al pueblo soviético, el accionar de Occidente en el marco
de la guerra psicológica logró demonizar a todo el servicio de seguridad y
entre estos al aparato de inteligencia del comité. Es por eso que, a partir de
1992, en Rusia ha habido una explosión bibliográfica que recoge las
experiencias operativas de sus altos oficiales, así como de un sin número de
operaciones de inteligencia desclasificadas que, por su complejidad e
importancia para la sobrevivencia de la URSS, reflejan lo importante de la
existencia de este tipo de servicios.
En 1994, cuando visitaba Moscú, pude observar a veteranos de la Gran Guerra Patria, militares y oficiales de los órganos vender sus condecoraciones a ilustres catedráticos, todos harapientos, buscando qué vender para llevar el sustento a sus hogares. Rusia y la nación entera se encontraban humilladas por aquellos que aseguraban su triunfo sobre estas en la Guerra Fría. Aun a sabiendas que no fueron sus servicios de seguridad los que perdieron esa guerra, no dejaban de sentir vergüenza ajena por los políticos a los que les tocó obedecer.
Por eso Putin ha facilitado el desarrollo y engrandecimiento de las capacidades de los diversos servicios secretos rusos. Los recursos económicos no importan. Uno puede ver, a vuelo de pájaro, la ampliación del enorme complejo del SVR en Yasenevo o del GRU en la propia capital. Sedes que él mismo permanentemente visita y atiende en las figuras de sus jefes. Tras el derrumbe de la URSS, el servicio de inteligencia se separó de la KGB, hoy conocido como FSB para tener acceso directo al aparato ejecutivo. Muchos de sus ex oficiales ocupan cargos claves en el gobierno ruso.
Putin
no subvalora sino que da prioridad a la información de inteligencia y a sus
oficiales. Aquello que en materia de toma de decisiones, la información de
inteligencia llega hasta cierto punto sin politizarse y se pone a criterio y
uso único del tomador de decisiones, ha sido ciertamente superada. Él conoce
del caso cuando Vladimir Kriuchkov jefe del JGB le informó a Gorbachov, que su
amigo Yakovlev conocido por el término de “Glasnost” había sido reclutado por
la CIA y aquél le restó importancia. Supo cómo el mismo Gorbachov salvó a Reagan
de un seguro IMPEACHMENT, producto del caso irán–contras. También el caso de la entrega de todo el
sistema de escucha a lo interno del viejo y nuevo edificio de la embajada estadounidense
en Moscú, como muestra de buena voluntad y la amistad que ya existía entre Bush
(padre) y Gorbachov aseguraban relaciones casi eternas de idilio amistoso.
Putin detesta a los políticos tradicionales, vividores de ésta. Aquellos que no
proceden de arriesgar la vida por su patria y su nación. Él sabe cuánto cuestan
éstos y cómo se pueden reclutar o, a su vez, desechar. Para Putin, lo que importa siempre es lo mismo que le
pedían a él cuando era un oficial en el centro; la lealtad y los resultados en
defensa de los intereses nacionales rusos.
Putin también detesta y le ha puesto el control a los oligarcas. Tiene su propio grupo de poder donde la jerarquía tal vez no es necesariamente él, pero sí juega un papel clave. Entiende que a éstos no los puedes dejar a rienda suelta, pues serían los primeros en venderlo todo.
Cuando
los televidentes ven a Putin frente a
las cámaras, muchas veces destacan que parece un tipo firme, de pocas palabras
y de mucha convicción. No todos los televidentes conocen el lema del fundador
de los órganos secretos soviéticos, Felix E. Dserzhinsky, “Operar con la mente fría, puño de hierro y el
corazón ardiente” Con toda seguridad, ese
lema no lo ve el televidente así como su experiencia y formación adquirida en
la inteligencia soviética, que se ha pretendido en este ejercicio analítico
explicar.
La
pregunta entonces seria ¿Actúa Vladimir Putin con lógica en los asuntos
internacionales? Creo que la respuesta es sencilla que, sin duda alguna,
generaría la respuesta a la pregunta inicial de este artículo y a otras más
como ¿Por qué demonizan a Putin y a
Obama le regalan un premio nobel?
Vista parcial del complejo con nuevas
edificaciones en los últimos diez años.
[1] Ver: James N. Rosenau. “Pretorias y Teorías sobre Política
Exterior”. Relaciones Internacionales. El Pensamiento de los Clásicos. Por
J. A Vázquez. Editorial Limusa. ” pag
206.
[2] Muchos opinan que los oficiales de los
servicios de seguridad nunca dejan de serlo, ni estar en contacto con este.
Pasan a una situación de reserva. Mientras el servicio existe esa condición no
cambia.
[3] Sobre las tres primeras características
de Putin se puede profundizar en el libro
“Vladimir Putin. Un Alemán en el
Kremlin” por Alexander Rar. De la serie “Expediente” editorial Olma Press
2001. En Ruso.
[4] Sobre el análisis de Vladimir Putin como
mandatario se ocupan Yuriy Drozdov (ex jefe de una de las unidades más secretas
del servicio de inteligencia soviética, conocida como la Dirección- S
(ilegales) y Vasiliy Fartishev periodista soviético del diario Pravda en su
libro “Yuri Andropov y Vladimir Putin”
En el Camino del Renacimiento. Serie “ Expediente”. Editorial Olma Press
2001. En ruso.
[5] Para este propósito se recomienda por lo
menos estudiar los 6 tomos que el Servicio de Inteligencia Exterior ruso (SVR)
publicó bajo el título de “Relatos de la
Historia de la Inteligencia Exterior Rusa” desde 1996 hasta el 2006. En
ellos se recuenta la historia de las operaciones de inteligencia de Rusia desde
1549 hasta el 2005. Editorial Relaciones Internacionales. En ruso.
[6] Se puede consultar el libro “KGB. Historia de las Operaciones de
Política Exterior desde Lénnin hasta Gorbachev” por Christopher Andrews y
Oleg Gordievsky. Editorial Nota
Bene. 1990 en inglés.
[7] Ver: “Análisis de las Relaciones Internacionales”. Por Karl W. Deutsch.
Se detalla el papel de la CIA y el Pentágono entre otros instrumentos de política
exterior norteamericana. Ediciones Garnika. S.A. 1986.
[8] Me refiero al Sistema Mundo capitalista, de Inmanuell Wallerstein.
[9] Para los soviéticos es el término, que
define la lucha que libraron en contra de la Alemania fascista a partir de ser
atacados por esta en junio de 1941 hasta el 9 de mayo de 1945. Periodo muy
diferente al que comprende la IIGM.
[10] NKVD: Órgano de seguridad del Estado
antecesor hasta 1954 del KGB.
[11] En su mayoría muchos la asocian al
Instituto Yuri Andropov del KGB.
[12] A
lo largo de la historia del servicio de inteligencia soviético desde 1920, su
nombre ha sido modificado muchas veces. Actualmente se conoce como Servicio de
Inteligencia Exterior de Rusia o SVR por sus iniciales.
[13] En el léxico de los servicios de
inteligencia socialistas se diferenciaban los términos entre espía y oficial de inteligencia. El primero se empleaba para llamar a los
adversarios, mientras el segundo era para nombrar a los funcionarios de la
Dirección de Inteligencia.
[14] Según un ex miembro del servicio Israelí
Mossad, En el PGU laboraba en los años
80s unos 20 mil funcionarios. Ver: “Camino a la Decepción” por Victor Ostrovsky y Claire Hoy. New York.
1990.
[15] Durante la Guerra Fría solo los expertos
y en el mundo del espionaje conocían sobre la ubicación del cuartel de la
inteligencia. Las primeras fotos iniciaron a publicarse en la prensa occidental
a principio de los 70s. Hoy ya no es
esto un tabú. Este se puede observar desde la pista o anillo exterior.
[16] Hoy día el SVR es una agencia
independiente con acceso directo al presidente y sirve como instrumento
eficaz de política exterior.
[17] Entre las más destacadas en la
historiografía se encuentran la “Operación Trust “ y “ La operación Sindicato”.
Operaciones de penetración al adversario con varios años de acciones
operativas. Entiéndase operaciones de larga duración.
[18] Interésate por que la estrategia desde
ese entonces para la destrucción de la URSS se fundamentaba en alimentar las
divisiones étnicas entre los cientos de etnias que constituían las repúblicas
soviéticas.
[19] En el léxico de la inteligencia
soviética, se le conoce como “Medidas Activas”.
[20] La cantera juvenil del PCUS.
[21] Donde se ubica desde los primeros años
de la revolución bolchevique el cuartel la famosa CheKa luego NKVD,
posteriormente KGB y hoy FSB. Tras la muerte del fundador de la CheKA Feliz
Edmundovich Dzershinsky , la plaza fue nombrada con su apellido y un monumento
a Dzershinski fue instalado en medio de la plaza. Tras el golpe de Estado
fallido dirigido por el último jefe del KGB, Vladimir Kriuchkov el monumento
fue desmontado y de nuevo renombraron la plaza a Lubianka.
[22] Richard Sorge es el nombre del oficial
en mención.
[23] Ver: ” RUSE” Undercover with the FBI Counter
Intelligence. Potomack Book Inc. 2008. En Ingles.
[24] Dirección Principal de la Inteligencia
Militar del Ejército Rojo.
[25] Existe mucho material sobre como por
ejemplo Yuri Andropov con el uso del KGB llevó al poder a Gorbachev,
limpiándole el camino de otros que tenían mayor posibilidades de llegar a ser
secretario general del PCUS. Se pueden consultar el libro “Canal Secreto” del Coronel (R)
Viacheslav Kervokov. Editorial Geya. Moscu 1997. de también “EL KGB contra la URSS” Por Alexander
Shebakin. Editoril Exkmo. 2013. y el ensayo “Operación Golgota” de Mijail Liubimov (oficial del PGU
especialista en Inglaterra) 2002. Todos en ruso. El mismo intento de golpe de
estado dado por el jefe del KGB a
Gorbachev en el agosto de 1991 demuestra la insistencia de la dinámica
estructural de hacer cambios sustanciales a lo interno-
[26] No es casual que en el caso de la
llegada de Obama a la Casa Blanca también haya tenido como objetivo limpiar la
imagen desgastada globalmente que heredo la administración anterior.
[27] Durante la Perestroika los idealistas
pensaban en que tras la desaparición de la Organización del Tratado de
Varsovia. La OTAN se desintegraría de igual manera al haber desaparecido el
campo socialista.
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