SIRIA:
EL EJÉRCITO Y EL PUEBLO CERCA DE LA VICTORIA FINAL CONTRA LOS INVASORES
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Damasco, 12 abr. 2014, Tribuna Popular TP.- Los actuales combates en las
montañas sirias del Qalamoun van llegando a su fin, pues los extremistas
islámicos que una vez se atrincheraron en la región se encuentran cercados en
unas pocas localidades, con todos los accesos cortados.
En
su recientes avances, las fuerzas armadas han reconquistado las principales
ciudades y villas de esa árida cadena de elevaciones, fronterizas con el
Líbano, desde donde los irregulares armados pretendieron aislar militarmente
las zonas sur y norte de Siria, desencadenar acciones bélicas en toda la región
central, y lanzar el “ataque definitivo” contra Damasco.
Además,
desde el territorio libanés, y a través de 18 cruces ilegales transfronterizos,
los llamados opositores armados recibían armamento (enviado a su vez desde
terceros países), alimentos, medicinas, nuevo personal, y hacia allá
trasladaban a sus heridos. Ante semejante relevancia militar, el gobierno sirio
le prestó una especial atención, entre los diversos escenarios de combate en el
país.
Así,
a inicios de este año, el Ejército Árabe Sirio comenzó la reconquista del
Qalamoun, estableciendo su control sobre las ciudades de Deir Attiye y
al-Nabek, a lo cual siguió la recuperación, junto a las tropas del movimiento
libanés Hezbollah, de la estratégica ciudad de Yabrud, a unos 80 kilómetros al
norte de Damasco.
Días
después caía en manos de las tropas gubernamentales la ciudad de Ras al-Ein,
donde, al igual que en Yabrud, los armados tenían talleres de fabricación de
morteros y artefactos explosivos improvisados, en los cuales se hallaron varios
coches bombas con matrícula del Líbano.
UN
FINAL PREVISIBLE
En estos momentos, según explicaron a Prensa Latina
oficiales del Ejército desplegados en la región, los principales grupos de
extremistas islámicos, principalmente del Frente al-Nusra (rama de la red
al-Qaeda en Siria) se concentran en la villa de Evra, a un tiro de piedra de la
frontera libanesa, y la ciudad de Rankous.
En ambas localidades, esos grupos de armados se encuentran
totalmente cercados, aislados de todo tipo de refuerzos o apoyo, y
constantemente hostigados por el fuego artillero de las fuerzas de Damasco.
En
los alrededores de Evra, a una altura media de unos dos mil metros, los
combates de las semanas recientes se saldaron con la muerte de más de 100
extremistas islámicos, algunos de cuyos cadáveres aún se encuentran entre las
rocas de las montañas vecinas a esa villa.
El
suelo de esas elevaciones, literalmente sembrado de miles de casquillos y
balas, habla por sí solo de la intensidad de los combates, en los cuales los
uniformados cortaron la última de las vías de aprovisionamiento desde el Líbano.
Luego,
el establecimiento de varios campamentos avanzados en las áreas circundantes
liberadas completó el cerco de los pocos cientos de armados que subsisten en
Evra.
En
esos picos sólo quedan ahora aislados francotiradores de al-Nusra, quienes, no
obstante, mantienen en general la cabeza gacha, pues la respuesta del Ejército
a sus disparos suele venir en forma de ráfagas de ametralladoras pesadas.
Algo
más al norte, la ciudad de Rankous, por su lado, presenta una situación
similar, con algunos miles de extremistas islámicos atrincherados, intentando
demorar su fin, a todas luces inevitable.
Pero
más
allá de cualquier explicación acerca del balance de fuerzas en un mapa, el
mayor convencimiento sobre el próximo fin de los armados en el Qalamoun viene
de constatar el espíritu de las tropas desplegadas en el lugar.
Allí, bisoños de 19 años, pero ya curtidos en los combates,
comparten con combatientes más veteranos una contagiosa fe en la victoria, nada
descabellada, sino bien asentada en continuos progresos militares.
Pero,
tal vez, la mejor explicación a ese elevado nivel moral la dé el observar a
oficiales del Ejército, entre ellos uno de los generales a cargo de las
operaciones, supervisar las unidades desplegadas sin agacharse ante el disparo
de francotiradores, a pesar de no contar en ese momento con la protección de
chalecos antibalas y cascos.
Fuente:
Prensa Latina
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