Edwin Sánchez
8 de abril 2014
Hay un creciente interés en que las sublevaciones alentadas desde el exterior “aterricen” en Nicaragua a como sea, y cuanto más rápido, mejor.
El experimento de la contrarrevolución enlatada en Venezuela y el fallido intento de fabricar una “primavera” en Cuba, desde el frío invernal de los halcones que anidan en la derecha fundamentalista de Washington, queda tan claro que la prensa internacional debió reconocer el aparatoso fracaso del “zunzuneo”.
Así se difundió la siembra de cizaña: “WASHINGTON (AP) —En julio de 2010 Joe McSpedon, funcionario del gobierno de Estados Unidos, viajó a Barcelona para afinar los últimos detalles de un plan secreto para crear una red social destinada a socavar al gobierno comunista de Cuba”.
“McSpedon no trabajaba para la CIA. Se trataba (de un) programa financiado y gestionado por USAID, la Agencia Internacional de Estados Unidos para el Desarrollo…”.
En Nicaragua el repertorio ha sido variado, desde las fórmulas refritas de la Guerra Fría hasta la búsqueda de un poco de incienso a falta de consenso en la oposición conservadora para hacerla digerible, pasando por la diatriba mediática y forzando paralelismos inútiles con otros países.
Los intentos de formidables marchas que “hagan temblar” el país se han quedado en sueños frustrados de los líderes de minúsculas unidades y fragmentos dispersos.
Parece mentira, pero hay quienes hasta hace poco, creyendo que Nicaragua vive los tiempos del candil, salían como “sabios”, pontificando que “siempre se acusa a la CIA” de lo que haga “la oposición”.
Sin embargo, no es un tema baladí. Las revelaciones de la agencia AP confirmaron lo que debió ser desde hace rato parte del museo de la infamia de Jorge Luis Borges. Con cierto recato, los miembros de la derecha se hacían los yo-no-fui. Hoy, los extremistas conservadores no solo están de acuerdo abiertamente con el plan “Colibrí”, sino que además lo piden del tamaño de un zopilote.
Puesto así las cosas, ¿cómo diferenciar entre un movimiento propio, popular, de uno marioneta, servil y entreguista a intereses extranjeros?
Encuestas y calles
La oposición entró así en 2014: el Partido Liberal Constitucionalista, PLC, registró el 4.4% de simpatía política partidaria; el Partido Liberal Independiente, PLI, el 3.3%; el Movimiento Renovador Sandinista, MRS, el 0.2%. (M&R)
Para los que dicen que las encuestas son “compradas”, una holgada cuadra de la capital narra mejor los hechos: a poco de comenzar el año, la derecha conservadora llamó a una arrolladora manifestación popular. El digital Hispantv informó: “Con poca asistencia, la oposición de Nicaragua realizó una protesta en las calles de Managua…”.
El 18 de febrero volvió a lucir sus “músculos”, esta vez en respaldo a la derecha venezolana. “El grupo denominado de la Sociedad Civil, (…) no superaba las 10 personas…”. (El Nuevo Diario)
El 3 de abril, en su tercer intento de mostrar al planeta entero su imantado poder de convocatoria, escogieron la sede del CSE. “´Fuera Roberto Rivas´”, gritaban reiteradamente los al menos veinte demandantes”, admitió “La Prensa”.
Los sueños
Los líderes de la derecha conservadora en sus diferentes presentaciones, dicen que son “el pueblo”, “la opinión pública” y “hablan” por él. Cuando “todos los sectores de la sociedad nicaragüense” --- así gusta referirse, en su nombre, don Carlos Tünnermann---, salen del papel a la realidad, lo único tangible que se ve a su lado es una maciza soledad de la que no se tiene memoria en los anales de los liderazgos auténticos.
O “no pasan de 10” o “al menos 20 demandantes”, y lo “máximo” “centenares” de personas, a veces escandalosamente multiplicados por el sensacionalismo político. Tal es, en términos proporcionales, su presencia electoral. Por cierto, el CSE no cuenta “esas muchedumbres”. Es lo que la extrema derecha le puede sacar a la vida real. Entonces, ¿de qué pueblo hablan?
Los hechos
El que en las avenidas y plazas su apoyo al Frente Sandinista, a sus líderes, el presidente Daniel Ortega y la escritora Rosario Murillo, es el mismo que valida al Gobierno de Unidad y Reconciliación en las urnas. Cuando desde esta formación política se habla de pueblo, ahí están los rotundos 19 de Julio. Es verdadero, es real.
Como la derecha con pedigrí no logra calar en las multitudes que dan vida al mapa de Nicaragua, se exhorta a la confrontación. Proverbios 31:13-14 advierte: “Hay generación cuyos ojos son altivos /Y cuyos párpados están levantados en alto. / Hay generación cuyos dientes son espadas, y sus muelas cuchillos”.
“Defensores” del Estado de Derecho
“Defensores” del Estado de Derecho
El 21 de marzo, los dueños de “La Prensa” que proclaman la falta de libertad de expresión y el respeto a la institucionalidad, ensalzaron como modelo la arremetida de las huestes ultraderechistas de Venezuela:
“…si Ortega no se enfrenta a una oposición fuerte y beligerante, como la venezolana, ni a una población democrática que se lanza a la calle y levanta barricadas para defender sus derechos y reclamar la restitución de la democracia y la libertad…bla, bla”.
Altivos, tratando a los nicaragüenses como vasallos de su pensamiento único, se creen también accionistas mayoritarios de la verdad. Un memorándum del 7 de abril, disfrazado de editorial, le “aclara” al PLI de Eduardo Montealegre, su lugar y sus obligaciones, y quiénes son los que ponen el fierro de su heráldica en su latifundio mediático: “El PLI puede decidir lo que quiera, pero nosotros tenemos derecho y obligación de expresar lo que pensamos sobre este tema, que es del mayor interés público”.
Este es parte de su “pensamiento”:
Receta para que Nicaragua “explote”
“¿Qué tendría que pasar aquí para que haya una explosión?”, pregunta “cívica” de “La Prensa” el 2 de marzo.
“Se creía antes que sin Hugo Chávez o sin el chavismo el gobierno de Daniel Ortega iba a ser insostenible, pero Venezuela está en crisis y ESTE GOBIERNO SIGUE A FLOTE”.
“Si hay tantas similitudes entre ambos modelos de gobierno, ¿por qué no vemos aquí el nivel de protesta que hay en Venezuela?
Sed de violencia importada:
“¿Necesitamos una crisis como la de Venezuela o existe la posibilidad de que las cosas maduren lentamente?”
“¿Entonces es probable que el cambio se dé por las malas?”
“Demócratas” que urgen derrocamientos
“¿Caiga o no caiga Maduro está en riesgo la cooperación venezolana?” (23 de febrero)
De la Operación “Zunzuneo” para derrocar al Gobierno de la República de Cuba: “Lo deplorable es que el proyecto no se continuara hasta sus últimas consecuencias”. (8 de abril)
El partido impreso debe escuchar al propio secretario general saliente de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, quien invocó, tras los eventos de Ucrania, el "principio de que cada Estado es soberano y libre de elegir su propio destino". (AFP 30 de marzo)
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