Víktor Tolokin
Traducido
del ruso por Josafat S. Comín
De
nuevo vuelve a aparecer una combinación de palabras de tan infausto recuerdo
como “acuerdos de Múnich”…
La
que ha venido en llamarse conferencia de Múnich, celebrada en la capital
de Babaria, dedicada a la política de seguridad, más bien reforzó el peligro de
que surjan nuevos conflictos o que entren en su fase caliente. Las
negociaciones entre bastidores que han tenido lugar allí -tras la verborrea
sobre iniciativas de paz-, entre los representantes de Washington y los líderes
de la oposición ucraniana, pueden acarrear graves consecuencias, que
desemboquen en un cambio de gobierno en Ucrania.
Eso
se desprende a juzgar por las primeras declaraciones de los representantes del
Maidán de Kiev, nada más volver de las negociaciones, excitados ante tanta
promesa desbocada e instigación.
El
líder del partido “Batkivschina”, Arseni Yatseniuk enfiló directo hacia Maidán,
nada más bajarse del avión, jactándose del plan acordado con el secretario de
Estado John Kerry, para formar un gobierno compuesto por los representantes de
la oposición, hacer reformas en la Constitución y lo más importante, alardear
de las promesas de ayuda económica por parte de los EE.UU., la UE y el Fondo
Monetario Internacional.
Ni
una palabra sobre elecciones democráticas ni sobre un gobierno de unidad
nacional. El derecho del pueblo ucraniano a elegir libremente su vía de
desarrollo sin consejos del exterior, se ha visto reducido a que un grupo de
“opositores” que representa a la minoría en el parlamento, va a dirigir el
Estado siguiendo el plan que les han entregado desde Washington y Bruselas.
Esta parejita de “opositores”, uno de los cuales, Vitali Klichkó, paga sus
impuestos no en su país, sino en los EE.UU., han vendido la soberanía de
Ucrania a cuenta de la futura ayuda norteamericana.
La
muchedumbre que sigue en Maidán, que se autodenomina nada más y nada menos
“Narodnoe Veche” (asamblea popular), ya tiene preparado un manifiesto en
el que declaran al jefe del Estado Yanukóvich, cesado en su cargo, y erigen al
líder del partido UDAR, Klichkó, presidente en funciones del país.
Pero
los ciudadanos de Ucrania que no comparten los ideales de Maidán, tampoco se
quedan de brazos cruzados.
En
Járkov ha comenzado el proceso de consolidación de diferentes fuerzas de la
comunidad local, que apuestan por poner orden en el país. Esas fueron las
declaraciones de los representantes de la organización regional del PCU al
hacer uso de la palabra en el foro abierto a toda la sociedad del país, en la
que fuera primera capital de la Ucrania socialista.
Inicialmente
el evento estaba enmarcado dentro del encuentro nacional de dirigentes de
organizaciones de base del Partido de las Regiones. Pero en una pocas horas
desbordó el marco partidista: En el palacio de deportes se dieron cita cerca de
6 mil personas, no solo partidarios de los “blanquiazules”, también acudieron
representantes de organizaciones sociales de 20 regiones del país,
representantes de la organización del PCU en Járkov, representantes del cuerpo
diplomático, diputados populares.
Al intervenir en el foro, condenando lo que se ha dado en
conocer como Euromaidán, los ponentes señalaron que lo que empezó como una
protesta pacífica democrática ha derivado en un “aquelarre” fascista. Allí no
son ya defensores de los derechos humanos, los que llevan la voz cantante, sino
elementos abiertamente fascistas. La situación empieza a ser dramática en
diversas regiones de Ucrania. En una serie de ellas, se ha producido la toma
violenta de las instituciones locales de gobierno, protagonizada por radicales.
El país se encuentra al borde del abismo.
“Hoy
se hace necesario adoptar medidas firmes, para impedir la sucesiva escalada del
extremismo y la llegada al poder de los nazis”, señaló la primera secretaria
del comité regional del PCU en Járkov, Ala Alexandróvskaya. “Por eso la idea de
la formación de un frente amplio popular, que se plantee esos objetivos, es muy
oportuna.”
Según
sus palabras, la crisis política que está sacudiendo a Ucrania, es claro
exponente de la necesidad de cambios trascendentales. El Partido Comunista de
Ucrania, en numerosas ocasiones se ha pronunciado por la necesidad de llevar a
cabo una profunda reforma política: Ucrania debe convertirse en una república
parlamentaria, de tipo federativo, con gran autonomía de las regiones.
En
opinión de Ala Alexandróvskaya, si se hubiese celebrado el referéndum, tal y
como insistían los comunistas, la elección del curso exterior a seguir se
habría decidido por la vía democrática y las negociaciones con el actual
Maidán, se llevarían ahora de modo muy distinto. El gobierno por desgracia hizo
caso omiso de los argumentos de los comunistas.
Otros
de los ponentes del foro de Járkov, hablaron de que las negociaciones entre el
presidente y la oposición no dan resultados. Los congregados expresaron su
deseo de sumarse a la alternativa portadora de un punto de vista
distinto, para conformar la unión cívica nacional “Frente ucraniano”. Esta
estructura está dispuesta asimismo a iniciar los trámites para poder llevar a
cabo un referéndum sobre la supresión de la inmunidad parlamentaria y la
reducción del número de diputados hasta los 300.
“Ha
llegado la hora de que cada ciudadano de Ucrania, aquellos que ven a su país
avanzando con sus aliados históricos en Europa y Asia, se movilice, subrayó el
diputado del parlamento regional de Járkov, Leonid Strizhko. En este sentido la
Ucrania Slobodá, ya se está organizando.
El
orador informó que en Járkov tuvo lugar un encuentro de representantes de una
serie de organizaciones sociales, del cuerpo de diputados de los consejos
locales de gobierno, de representantes del mundo de la literatura y el arte. Pese
a la gran variedad de opiniones políticas, los congregados, acordaron unirse en
la unión cívica “Primera capital”. Una de sus primeras tareas será la formación
de milicias populares para la defensa de la población ante fuerzas extremistas.
Ya antes de esta reunión
tan representativa de la sociedad de Járkov, los comunistas de Zaporozhie
habían tenido la iniciativa de formar milicias populares. El 31 de enero en la
sesión de la asamblea municipal, el diputado por el PCU Vitali Mishuk, anunció
su creación. Según sus palabras, la iniciativa parte de los ciudadanos de a pie
y de la organizaciones sociales, alarmados ante la posibilidad de la toma del
poder por parte de los fascistas.
La
“milicia popular” no es una organización política, a ella puede incorporarse
todo habitante de la ciudad y la región, que lo desee. La tarea que se fija la
milicia popular es el mantenimiento del orden e impedir la desestabilización en
la región de Zaporozhie, enfrentar cualquier provocación fascista que puedan
intentar los grupos banderistas.
Una
declaración similar hizo Elena Semenenko, diputada del PCU, en la sesión de la
asamblea regional. Además, la diputada comunista propuso la prohibición de la
actividad del partido “Svoboda” y la prohibición de sus símbolos en el
territorio de Zaporozhie. Según informó Vitali Mishuk, para el 8 de febrero
está prevista una marcha antifascista, donde se va a proceder al alistamiento
de voluntarios en la milicia popular.
En
la declaración del grupo parlamentario del Partido Comunista en la sesión del
consejo de Zaporozhie, se dice que debido a la gravedad de la situación
política que está atravesando Ucrania y a los intentos de los grupos radicales
fascistas de hacerse con el gobierno, debido a los asaltos a las instituciones
locales de gobierno, ministerios y demás instancias, a los desórdenes, actos
vandálicos contra monumentos de dirigentes del periodo soviético y panteones en
memoria de los combatientes de la Gran Guerra Patria, el país se encuentra al
borde del enfrentamiento civil.
Los
comunistas anuncian la iniciativa de la creación de una milicia popular en la
ciudad, cuyos principales subjetivos sean el mantenimiento del orden, la
creación de grupos de reacción rápida ante desórdenes en masa, la oposición
ante actos vandálicos y la prevención de asaltos de edificios administrativos.
El
consejo de la ciudad se pronuncia contra cualquier forma de restauración del
fascismo y justificación de sus crímenes, cometidos por los terroristas de la “OUN-UPA”
y similares. El consejo no será una organización militarizada y será
independiente de cualquier fuerza política. Puede ser miembro del mismo
cualquier ciudadano u organización social, que así lo decida de forma
voluntaria.
Esta iniciativa está respaldada
por los ciudadanos de las regiones de Lugansk, Dniepropetrovsk, Donbass y
Crimea.
Al
comentar los últimos acontecimientos que se están produciendo en torno a
Ucrania, el líder del PCU, Piotr Simonenko, señaló que la dictadura fascista en
Ucrania toma visos de realidad. Europa y los EE.UU. aspiran a imponer un
control inflexible y definitivo sobre Ucrania. Su propósito de entrometerse
activamente en los acontecimientos políticos del país, puede acarrear
gravísimas consecuencias. Los llamamientos a formar una “guardia nacional”,
representan el camino directo hacia una guerra civil en Ucrania. Por eso el
pueblo está en su derecho de autoorganizarse para enfrentar la propagación del
fascismo rampante.
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