Celac: una integración emancipatoria
Stella
Calloni
Artículos
de Opinión | Stella Calloni | 31-01-2014 |
La cumbre
de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que inicia este
martes en La Habana, Cuba, y a la que concurren 33 jefes de Estado y de
gobierno, enfrentó en los últimos tiempos una verdadera guerra sicológica en el
intento de separar a los países hermanos con una serie de informaciones falsas
e insidiosas y para tratar de impedir su desarrollo en la isla caribeña,
maniobra que fue derrotada por la voluntad de integración, como la única
posibilidad de avanzar hacia un futuro cada vez más independiente y soberano.
Esta
cumbre que se plantea la consolidación de logros alcanzados, la decisión de
encontrar caminos urgentes hacia las soluciones sociales que permitan dejar
atrás la tragedia de la pobreza estructural, y la nueva, ambas consecuencia de
la intervención, injerencia y dominación, con su esquema de explotación y de
los nuevos pobres arrojados a los inmensos arrabales de nuestro continente en
la marea neoliberal de los años 90. Pero también consolidar la integración
real, creando una zona de paz y desarrollo integral, sin injerencia externa.
Una
propuesta concreta de Cuba, que ejerce la presidencia protémpore, lo que se
decidió en la Primera Reunión en Santiago, Chile, el 27 y 28 de enero de 2013,
estará en la mesa de la Celac para llegar a concretar la creación de un
territorio de paz en toda la región.
El
presidente de Cuba, Raúl Castro, estuvo al frente de un sólido trabajo de
preparación, análisis, propuestas. Para lograr la creación de un territorio de
paz en la región deberá debatirse el papel de la Organización del [Tratado] Atlántico
Norte (OTAN) en su actual tarea de llevar adelante la política de guerras
coloniales del imperialismo y sus asociados, que se aplica en países de Medio
Oriente, África, y Asia y que llevó a militarizar el Atlántico Sur.
La
invasión y ocupación de países como Afganistán, Irak, Libia, ahora Siria y
otros estados está destinada al escandaloso robo de recursos naturales, como se
está demostrando en esas regiones devastadas.
Por
todo esto, es tan importante esta reunión en lo que significa el compromiso de
llevar a la práctica los acuerdos de profundizar la recuperación social,
cultura, ambiental, los proyectos económicos conjuntos y otros como la forma
activa de defender unidos los recursos de la región, entre otros temas.
Es el
momento de las grandes decisiones para elegir entre un desarrollo y crecimiento
soberano para el bienestar de los pueblos, y la defensa de todos los derechos
de éstos, entre ellos el de una información veraz y en función de los proyectos
de paz y lo que intenta imponer el poder hegemónico, que apoyando otros tipos
de Alianzas en la región, totalmente supeditados a sus intereses, introduce
obligatoriamente los Tratados de Libre Comercio, en función de un proceso
recolonizador, que las poblaciones rechazan.
Ahora
se agrega como defensa soberana, después de las revelaciones sobre el espionaje
mundial de Estados Unidos y el uso de Internet para la vigilancia, espionaje
global, control de recursos, guerras coloniales tardías, pero de una violencia
fascista que creímos superadas. Debemos elegir entre el sometimiento a estos
proyectos destructivos que dejan tierra arrasada y millones de víctimas como
objetivo final y la acción conjunta de nuestros países contra todas las
actividades de una Guerra Cibernética que se nos aplica solapadamente.
Se
trata de una verdadera puja entre la dictadura mediática mundial que se nos ha
impuesto y el proyecto liberador de la Unión de Naciones Sudamericanas
(Unasur), para independizarnos de Estados Unidos en materia comunicacional,
para lo cual varios países han avanzado con cables submarinos (caso
Venezuela-Cuba ) o los satélites como el recientemente lanzado al espacio por
Bolivia, o el Simón Bolívar en Venezuela y los trabajos que se están realizando
en Brasil junto con Argentina, como se decidió recientemente en una reunión de
los ministros de Defensa de ambos países para asegurar la independencia que
propone una integración emancipatoria y la verdadera defensa nacional. Hay
muchos temas claves para el futuro de la región.
Caso
Malvinas y la paz
Sin
embargo, habría que detenerse en la decisión de convertir a la región en una
extensa y ejemplar zona de paz. En esta cuestión es necesario evaluar todo lo
que se ha hecho a nivel de las organizaciones integracionistas regionales, en
apoyo del derecho de Argentina a recuperar las islas Malvinas, situadas a poco más de
400 kilómetros de la costa marítima de este país y a más de 14 mil de la nación
ocupante en este caso Gran Bretaña (desde 1833 hasta la fecha) que no está
dispuesto a cumplir con las resoluciones de la Organización Naciones Unidas (ONU)
sobre descolonización.
Lo más
grave es la instalación a mediados de los años 80 de la base militar británica
Mount Pleassant en la isla Soledad de ese archipiélago, y que figura ahora en
los mapas extendidos que tiene la OTAN, ilegalmente. Además Gran Bretaña ha
continuado adelante con la llegada de empresas y plataformas para exploraciones
petroleras y otras a pesar de la resolución de la ONU que ordena no avanzar en
este caso sobre la región y dirimir el conflicto en negociaciones para la
definitiva descolonización.
No sólo
maniobras militares amenazantes realiza el Reino Unido, sino que hay que
destacar informes de medios especializados de Estados Unidos que mencionan que
la empresa estadunidense Devon Energy
Corporation, que lidera la extracción de gas esquito se unió a la británica
Falkland Island Oil Co. para
trabajar conjuntamente en la exploración de hidrocarburos en las Malvinas, lo
que se iniciaría en 2015 con la primeras perforaciones.
Esto
pondrá a Argentina ante dificultades ya que recientemente firmó un acuerdo con
la empresa Chevron por 300 millones de dólares para trabajar en los yacimientos
de Vaca Muerta en el sur. A su vez, tanto el Departamento de Estado
estadunidense como las ONG de esa nacionalidad Resources for the Future y Environmental Defense Fund aparentemente
defensoras del medio ambiente están impulsando la extracción de gas esquisto y
agua en Argentina.
Esto
viola leyes del propio Congreso argentino que ha aprobado una ley que penaliza
a todos aquellos países o empresas que participen en asociación con las
empresas británicas en emprendimientos en Malvinas, o que intenten invertir
directamente en el archipiélago argentino, bajo ocupación británica.
Si todo
esto no fuera de hecho grave, en algunos círculos mediáticos londinenses se
comentó que durante la última visita a Londres del secretario de Estado
estadunidense, John Kerry, en sus intercambios con el primer Ministro David
Cameron y el canciller del Reino Unido, William Hague, se habría acordado que
Washington no se pronunciara “públicamente” en apoyo a la ocupación británica
de las islas pero en cambio trabajaría para bloquear cualquier acción de
Argentina ante organismos internacionales. De la misma manera debe proceder
Washington secretamente para detener cualquier demanda en favor de Buenos Aires
o que intenten la aprobación de resoluciones contrarias a los intereses de
Londres.
La
propuesta de Kerry a su vez tiene que ver con el incremento de acciones
conjuntas con Gran Bretaña en las islas, como maniobras militares “disuasivas”,
inversiones como las anteriormente mencionadas y visitas de funcionarios,
especialmente militares a las islas. Es un tema que también se deberá
investigar en función de una zona de paz, así como la existencia de bases
militares de Estados Unidos, centros operativos y oficinas de inteligencia, así
como tropas de Estados Unidos que están en la región. De la misma manera, se
debe actuar contra cualquier tipo de injerencia externa que amenace la paz.
Fuente:
La Jornada
http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article63418
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