DECLARACIÓN
DE LA HABANA
II
CUMBRE DE LA CELAC
28 y
29 de enero de 2014
Las
Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe,
reunidos en La Habana, Cuba, en ocasión de la II Cumbre de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada los días 28 y 29 de enero
de 2014,
Reafirmando
la vigencia del acervo histórico de la Comunidad, integrado, a su vez, por el
acervo histórico del Grupo de Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe
sobre desarrollo e integración y por las Declaraciones, Comunicados Especiales
y decisiones aprobados en la I Cumbre de la CELAC, celebrada en Santiago de
Chile, los días 27 y 28 de enero de 2013; en la Cumbre Fundacional de Caracas,
el 3 de diciembre de 2011; en la Cumbre de la Unidad de América Latina y el
Caribe, realizada en la Riviera Maya, Cancún, México, el 23 de febrero de 2010;
en las Cumbres de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo,
iniciadas en Salvador de Bahía, Brasil, los días 16 y 17 de diciembre de 2008;
y en el proceso de convergencia que dio paso a la CELAC.
Destacando
que a dos años de la puesta en funcionamiento de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños hemos logrado construir un espacio de diálogo y
concertación política que nos une y hace posible la aspiración de trabajar
juntos por el bienestar de nuestros pueblos; que permite, a su vez, una mejor
inserción y la proyección de nuestra región en el ámbito internacional.
Ratificando
hoy nuestra voluntad irrevocable de fortalecer este espacio de diálogo político
efectivo. Hemos sido, somos y seremos diversos, y a partir de esta diversidad
es que tenemos que identificar los desafíos y objetivos comunes y los pisos de
convergencia que nos permitirán avanzar en el proceso de integración de nuestra
región. Fortalezcamos nuestras democracias y todos los derechos humanos para
todos; demos mayores oportunidades a nuestra gente; construyamos sociedades más
inclusivas; mejoremos nuestra productividad; estrechemos nuestro comercio;
mejoremos nuestra infraestructura y conectividad y las redes necesarias que unan
cada vez más a nuestros pueblos; trabajemos por el desarrollo sostenible, por
superar las desigualdades y por una más equitativa distribución de la riqueza,
para que todas y todos sientan que la democracia les da sentido a sus vidas.
Esa es la misión de la CELAC, esa es la tarea a la que hemos sido convocados y
esa es la responsabilidad política que tenemos por delante y de la cual
deberemos dar cuenta a nuestros pueblos.
1.
Reiteramos que la unidad y la integración de nuestra región debe construirse gradualmente,
con flexibilidad, con respeto al pluralismo, a la diversidad y al derecho
soberano de cada uno de nuestros pueblos para escoger su forma de organización
política y económica. Reiteramos que nuestra Comunidad se asienta en el respeto
irrestricto a los Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas y
el Derecho Internacional, la solución pacífica de controversias, la prohibición
del uso y de la amenaza del uso de la fuerza, el respeto a la
autodeterminación, a la soberanía, la integridad territorial, la no injerencia
en los asuntos internos de cada país, la protección y promoción de todos los
derechos humanos, el Estado de Derecho en los planos nacional e internacional,
el fomento de la participación ciudadana y la democracia. Asimismo, nos
comprometemos a trabajar conjuntamente en aras de la prosperidad para todos, de
forma tal que se erradiquen la discriminación, las desigualdades y la
marginación, las violaciones de los derechos humanos y las transgresiones al
Estado de Derecho.
2. Reafirmamos
como principio general, que el fortalecimiento de la CELAC como foro y actor
político internacional es una de nuestras prioridades. En ese contexto,
consideramos fundamental buscar el perfeccionamiento de la coordinación y la
cooperación entre los miembros de la CELAC, en el marco de los organismos
internacionales, siempre que eso sea posible y viable.
3.
Expresamos nuestro más profundo pesar por el fallecimiento del Comandante
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías,
ocurrida el 5 de marzo de 2013, uno de los principales fundadores e impulsores
de la CELAC, humanista incansable e impulsor de la unión latinoamericana y
caribeña, que luchó contra la exclusión social, la pobreza e impulsó el
desarrollo integral de la región.
4.
Subrayamos nuestro propósito de continuar avanzando unidos en la concertación y
la integración latinoamericana y caribeña, y la consolidación de nuestra
Comunidad, conforme los ideales y sueños de nuestros libertadores y próceres.
Ratificamos nuestra decisión de establecer acciones que nos permitan prevenir,
y en su caso, afrontar coordinadamente, los efectos de la actual crisis
internacional de múltiples interrelaciones, que sigue impactando negativamente
en los esfuerzos de nuestros países para fomentar el crecimiento y el
desarrollo sostenible e integral de la región.
5.
Promovemos una visión de desarrollo integral e inclusivo, que garantice el
desarrollo sostenible y productivo, en armonía con la naturaleza, en aquellos
ámbitos en los que podemos construir sinergias, particularmente en áreas como
la energía, infraestructura, el comercio intrarregional, la producción de
alimentos, las industrias intermedias, las inversiones y el financiamiento, con
el propósito de alcanzar el mayor desarrollo social para nuestros pueblos.
6.
Asumimos nuestro compromiso con el desarrollo regional integrado, no excluyente
y equitativo, tomando en cuenta la importancia de asegurar un tratamiento
favorable a las economías pequeñas y vulnerables, a los países en desarrollo
sin litoral y Estados insulares.
7.
Saludamos los importantes resultados alcanzados en las Reuniones de
Coordinadores Nacionales y de Ministros de Relaciones Exteriores celebradas
hasta el momento, y llamamos a la aplicación de las decisiones y mandatos
contenidos en los acuerdos alcanzados, sobre la base de los principios de
flexibilidad y participación voluntaria.
8.
Reconocemos que la experiencia de los dos años de existencia de la CELAC,
demuestra la importancia del diálogo permanente para fortalecer el consenso en
temas de interés regional, sobre la base de los principios de la solidaridad,
complementariedad con otras experiencias o instituciones regionales y
subregionales, y cooperación, y orientado a alcanzar resultados efectivos para
lograr el desarrollo sostenible, solidario e inclusivo de los Estados
latinoamericanos y caribeños. Destacamos los avances en el diálogo con los
Mecanismos regionales y subregionales de integración.
9.
Llamamos a la comunidad internacional a tomar medidas urgentes para hacer
frente a las fragilidades y desequilibrios sistémicos. Expresamos nuestro deseo
de trabajar conjuntamente para superar los desafíos que nos presenta el actual
escenario internacional, y a realizar esfuerzos para impulsar ritmos de
crecimiento económico sostenido, dinámico y de largo plazo para la región, que
propicien una equidad e inclusión social crecientes y la integración de la
América Latina y el Caribe, tomando en cuenta el valor del emprendimiento y las
PYMES como instrumentos para fortalecer las economías nacionales.
10.
Reafirmamos que para la erradicación de la pobreza y el hambre es necesario
impulsar políticas económicas que favorezcan la productividad y el desarrollo
sostenible de nuestras naciones, trabajar para fortalecer el orden económico
mundial en beneficio de nuestros países, fomentar la complementariedad, la
solidaridad y la cooperación, y exigir el cumplimiento de los compromisos de
ayuda al desarrollo, por parte de los países desarrollados.
11.
Ratificamos nuestra voluntad de promover el crecimiento, el progreso, la
inclusión social y el desarrollo sostenible de nuestros Estados, formulando y
desarrollando planes, políticas y programas nacionales con metas cuantificables
y calendarios, dirigidos a la universalización del disfrute y ejercicio de los
derechos económicos, sociales y culturales, con atención prioritaria a las
personas en condición de pobreza extrema y sectores en situación de
vulnerabilidad como las poblaciones indígenas, afrodescendientes, mujeres,
niños, personas con discapacidad, adultos mayores, jóvenes y migrantes.
12.
Saludamos el éxito de la III Conferencia Global sobre el Trabajo Infantil, y
reiteramos nuestro compromiso con la eliminación de las peores formas del
trabajo infantil antes de 2016, así como con la erradicación del trabajo
infantil en el más corto plazo posible.
13.
Saludamos la adopción de la Declaración y Plan de Acción de Caracas de las
autoridades de Desarrollo Social para la Erradicación del Hambre y la Pobreza.
Seguiremos trabajando en planes, políticas y programas nacionales para reducir
progresivamente las desigualdades de ingreso que están en la base misma del
hambre, la pobreza y la exclusión social mediante, entre otras, políticas
fiscales progresivas, de creación de empleos formales permanentes, de
protección, de asistencia y seguridad social, de establecimiento de salarios
mínimos y su elevación progresiva, las cuales se concretarían según las
capacidades de cada miembro de la CELAC, aumentando gradualmente la inversión
social.
14.
Otorgamos la más alta prioridad a fortalecer la seguridad alimentaria y
nutricional, la alfabetización y post-alfabetización, la educación general
pública gratuita, la educación técnica, profesional y superior de calidad y
pertinencia social, la tenencia de la tierra, el desarrollo de la agricultura,
incluyendo la familiar y campesina y del trabajo decente y duradero, del apoyo
a los pequeños productores agrícolas, el seguro al desempleo, la salud pública
universal, el derecho a la vivienda adecuada para todos y todas, y el
desarrollo productivo e industrial como factores decisivos para la erradicación
del hambre, la pobreza, y la exclusión social.
15.
Reiteramos nuestro compromiso para trabajar mancomunadamente en el
fortalecimiento de los mecanismos nacionales, regionales y multilaterales en la
lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales y asegurar la integración
cultural de nuestros pueblos a través de la promoción del intercambio de
saberes culturales, tradicionales y modernos.
16.
Reconocemos que los pueblos indígenas y comunidades locales desempeñan un papel
importante en el desarrollo económico, social y ambiental, así como la
importancia de las prácticas agrícolas tradicionales sostenibles, asociadas a
la biodiversidad y el aprovechamiento de sus recursos, su derecho de acceso al
agua adecuada para el riego, de conformidad con la legislación de cada país, y
los sistemas comunales de tenencia de la tierra, y los tradicionales de
suministro de semillas, y el acceso al financiamiento y los mercados.
17.
Decidimos fortalecer, de manera integral, la base productiva con énfasis en las
prácticas locales y culturales sostenibles de las pueblos indígenas y
comunidades locales, para una gestión integral que optimice el uso y acceso al
agua para riego, desde una visión de manejo de cuencas, la recuperación de la
fertilidad del suelo mediante la reposición de cobertura vegetal, abonos
orgánicos, terrazas y la conservación e incremento de la biodiversidad, a
través de la recuperación y crianza de semillas nativas y producción de
semillas mejoradas.
18.
Subrayamos el papel fundamental de las políticas públicas y reconocemos la
valiosa contribución del sector privado, de la sociedad civil, de los
movimientos sociales y la sociedad en su conjunto. Tomamos nota de los
progresos logrados y nos comprometemos a continuar impulsándolas activamente,
con apego a las prioridades y estrategias nacionales de desarrollo de cada
Estado para alcanzar las metas de erradicación del hambre, la pobreza y la
exclusión social. Reconocemos la importancia de la cooperación internacional,
regional y bilateral para tal fin.
19.
Reconocemos las iniciativas nacionales, subregionales y regionales dirigidas a
garantizar el derecho humano a la alimentación y promover la seguridad
alimentaria y nutricional, reducir los niveles de pobreza e impulsar la
inclusión plena, y saludamos los progresos logrados en esos empeños, a la par
que subrayamos que para garantizar éxitos ulteriores deben privilegiarse la
complementariedad y la solidaridad entre nuestras naciones.
20.
Reiteramos el compromiso de fortalecer los mecanismos de seguimiento en cada
país para los programas y proyectos sociales que se implementen en distintos
sectores, con especial atención a los grupos poblacionales en situación de mayor
vulnerabilidad, a fin de evaluar con una perspectiva multidimensional su
impacto y compartir las mejores prácticas con el resto de los países de la
región.
21.
Apoyamos la Iniciativa América Latina y el Caribe Sin Hambre 2025.
22.
Reafirmamos nuestra voluntad de impulsar programas regionales, subregionales
bilaterales y triangulares de cooperación para el desarrollo, así como una
política regional de Cooperación Sur-Sur y Triangular, que tengan en cuenta las
características y necesidades específicas de las diversas áreas y subregiones,
así como de cada uno de los países que las conforman.
23.
Reconocemos, en ese sentido, al Caribe insular y Centroamérica, así como los
países en la costa norte de América del Sur con áreas costeras bajas, como las
subregiones de mayor vulnerabilidad desde el punto de vista económico, social y
medioambiental, y abogamos por promover el comercio solidario y complementario,
las inversiones y proyectos, y las acciones de cooperación encaminadas a
superar los disímiles retos y dificultades asociados a su vulnerabilidad.
24. Nos
comprometemos a continuar contribuyendo al esfuerzo de reconstrucción y
desarrollo de Haití, de conformidad con los ámbitos prioritarios definidos por
su gobierno, y con pleno respeto a su autoridad y soberanía, así como al
principio de no intervención en los asuntos internos, en conformidad con la
resolución sobre cooperación especial con Haití aprobada por las Ministras y
Ministros de Relaciones Exteriores, y ratificada por las Jefas y Jefes de
Estado y/o de Gobierno en la I Cumbre de la CELAC. Instamos a los Gobiernos, a
los donantes tradicionales y a las instituciones financieras internacionales
para que apoyen con mayor amplitud y rapidez, la ejecución del Plan de
Desarrollo Estratégico Nacional (NSDH) del Gobierno de Haití, en especial en el
ámbito de la agricultura. Los instamos, asimismo, a apoyar el Plan Nacional
para la Eliminación del Cólera, que requiere de medidas urgentes de prevención
y control, así como de inversiones en infraestructura de agua, saneamiento, y
fortalecimiento de la capacidad de las instituciones del país.
25.
Afirmamos, que para la elaboración de una Agenda Estratégica Regional sobre la
Gestión Integral del Riesgo de Desastres, es necesario que la temática sea
reconocida como un proceso integrado por acciones relativas a la estimación y
reducción del riesgo, la preparación, la asistencia humanitaria y la
reconstrucción, las que deberán ser parte de un Plan de Acción coordinado y
articulado entre los entes locales, nacionales, subregionales y regionales.
26. Nos
comprometemos a continuar consolidando sólidos principios regionales en materia
de reconocimiento de los derechos de los migrantes, así como a profundizar la
coordinación de políticas migratorias regionales y de posiciones comunes en las
negociaciones globales e interregionales sobre migraciones, y en especial, en
la promoción del debate internacional sobre el nexo entre la migración, el
desarrollo y los derechos humanos.
27.
Reafirmamos nuestra voluntad y compromiso para seguir avanzando en la consecución
de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
28.
Ratificamos la importancia crucial del proceso intergubernamental de
formulación de la Agenda de Desarrollo Post 2015, que deberá ser abierto,
transparente e inclusivo. Subrayamos que la nueva agenda de desarrollo deberá
formularse sobre la base del respeto irrestricto de los principios consagrados
en la Carta de las Naciones Unidas, y a la luz de los principios consagrados en
el Documento Final de Rio+20, “El Futuro que Queremos”; así como los diferentes
enfoques, visiones, modelos e instrumentos que los países han determinado para
alcanzar el desarrollo sostenible, en función de sus circunstancias y
prioridades nacionales. Debiendo cuidar que el proceso sea universal y lo
suficientemente flexible para responder a las prioridades, condiciones y
necesidades de los países en desarrollo y tomando en cuenta las necesidades
especiales de los diferentes países, incluyendo los países menos desarrollados,
los países sin litoral, los pequeños Estados insulares en desarrollo y los
llamados países de renta media.
29.
Reconocemos la urgente necesidad de que la nueva Agenda de Desarrollo incluya
explícitamente como un objetivo, con indicadores y plazos de cumplimiento
específicos, los medios de implementación que garanticen su cumplimiento, entre
los que figuran recursos financieros nuevos, adicionales y previsibles, el
desarrollo y la transferencia de tecnología, la creación de capacidades en los
países en desarrollo.
30. La
nueva Agenda debe partir de la experiencia en la consecución de los Objetivos
de Desarrollo del Milenio, para definir armónicamente los Objetivos de
Desarrollo Sostenible; excluir cualquier condicionalidad; y eliminar las
brechas al interior de las sociedades, entre regiones y a escala global. Asimismo,
deberá reforzar el compromiso de la comunidad internacional, de que las
personas sean el centro de sus preocupaciones, que promueva el crecimiento
económico sostenido e inclusivo, el desarrollo social participativo y la
protección del medio ambiente.
31.
Reafirmamos la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas
A/RES/64/292, de 28 de julio de 2010, en la que la Asamblea General reconoce el
derecho al agua potable y el saneamiento como un derecho humano esencial para
el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos.
32.
Convencidos que el cambio climático es uno de los más graves problemas de
nuestro tiempo, expresamos profunda preocupación por su creciente impacto
negativo en los países en desarrollo y los pequeños Estados insulares en
particular, que compromete los esfuerzos por la erradicación de la pobreza y
alcanzar el desarrollo sostenible. En ese contexto, y en el marco del principio
de las responsabilidades comunes pero diferenciadas y las respectivas
capacidades, reconocemos que la naturaleza global del cambio climático requiere
de la cooperación de todos los países y su participación en una respuesta
internacional efectiva y apropiada, en conformidad con la responsabilidad
histórica de cada cual por este fenómeno, para acelerar la reducción global de
las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y la adopción de medidas de
adaptación, de conformidad con las disposiciones y principios de la Convención
Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y las decisiones adoptadas
en las Conferencias de las Partes.
33.
Recibimos con beneplácito la realización del Diálogo Interactivo de la Asamblea
General sobre Armonía con la Naturaleza, que se celebró en Nueva York, el 22 de
abril de 2013, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la
Madre Tierra, evento que discutió los diferentes enfoques económicos, en el
contexto del desarrollo sostenible, para promover de manera más ética la
relación entre la humanidad y la Tierra.
34.
Celebramos la reciente suscripción de la nueva Convención de Minamata sobre
Mercurio, como el primer instrumento vinculante negociado en el ámbito de
Naciones Unidas en los últimos doce años, y el primero de la agenda post Río+20
sobre desarrollo sostenible, destacando que la misma supone un gran paso en el
desarrollo del derecho ambiental internacional, al tener como objetivo la
protección de la salud humana y el medio ambiente ante los riesgos del
mercurio, instando muy especialmente a los países miembros a tomar medidas que
hagan posible la pronta entrada en vigor y su efectiva implementación.
Asimismo, instamos a la participación en la reunión regional de GRULAC,
preparatoria de la Sexta sesión del Comité Negociador Intergubernamental de
Mercurio (INC-6).
35. Los
países de América Latina y el Caribe expresamos nuestro apoyo a la Presidencia
peruana de la 20 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre Cambio Climático y de la 10 Reunión de las Partes del
Protocolo de Kyoto, que tendrán lugar en Lima, Perú, del 1ro. al 12 de
diciembre de 2014 y nos sentimos comprometidos con procurar su éxito y el de su
fase preparatoria, pasos que resultan esenciales en el proceso de desarrollo de
un instrumento legal fortalecido bajo la Convención que debe presentarse el
2015. Subrayamos la importancia de que dicho instrumento, para ser efectivo y
facilitar la participación de todos los países, debe respetar los principios y
disposiciones de la Convención.
36. Animamos
la participación de representantes de los países de la Comunidad en la primera
Pre-COP Social de Cambio Climático que tendrá lugar entre los días 13 al 16 de
octubre de 2014, en Caracas, Venezuela, que representa una iniciativa
importante en el proceso de negociaciones en el marco de la Convención de las
Naciones Unidas sobre Cambio Climático para afianzar la alianza
pueblos-gobiernos en la construcción del futuro régimen que se requiere para
hacer frente al cambio climático.
37. Nos
comprometemos, de conformidad con nuestras capacidades y legislaciones
internas, a apoyar la investigación científica sobre la drogadicción en los
países de CELAC, en aras de avanzar en el desarrollo de tratamientos, incluidas
vacunas y antídotos.
38.
Reiteramos el carácter latinoamericano y caribeño de Puerto Rico y, al tomar
nota de las resoluciones sobre Puerto Rico adoptadas por el Comité Especial de
Descolonización de las Naciones Unidas, reiteramos que es asunto de interés de
CELAC.
39. Los
países miembros de la CELAC nos comprometemos a seguir trabajando en el marco del
Derecho Internacional, y en particular, de la Resolución 1514 (XV) de la
Asamblea General de las Naciones Unidas, del 14 de diciembre de 1960, para
lograr que la región de América Latina y el Caribe sea un territorio libre de
colonialismo y colonias.
Animamos
la participación de representantes de los países de la Comunidad en la primera
Pre-COP Social de Cambio Climático que tendrá lugar entre los días 13 al 16 de
octubre de 2014, en Caracas, Venezuela, que representa una iniciativa importante en el proceso de negociaciones
en el marco de la Convención de las Naciones
Unidas sobre Cambio Climático para afianzar la alianza pueblos-gobiernos en la construcción del futuro régimen que
se requiere para hacer frente al cambio
climático.
climático.
40.
Encomendamos al Cuarteto de la CELAC para que, con la participación de otros
Estados miembros que deseen sumarse a este mandato, presenten propuestas para
avanzar en lo señalado en el párrafo 38 de esta Declaración.
41.
Reiteramos nuestro rechazo a las listas y certificaciones unilaterales por
parte de países desarrollados que afectan a países de la América Latina y el
Caribe, en particular las referidas a terrorismo, narcotráfico, trata de
personas y otras de similar carácter, y ratificamos el Comunicado Especial aprobado
por las CELAC el pasado 5 de junio, que rechaza la inclusión de Cuba en la
denominada Lista de Estados que promueven el terrorismo Internacional del
Departamento de Estado de los Estados Unidos.
42.
Reafirmamos la Declaración de Santa Cruz, denominada “Ama Qhilla, Ama Llulla y
Ama Suwa” (no robar, no mentir y no ser flojo), de la Primera Reunión
Especializada de las Ministras, Ministros y Altas Autoridades de Prevención y
Lucha contra la Corrupción de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
(CELAC), adoptada en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, el 8 de noviembre de
2013, en la cual se establece, entre otros temas, que los delitos de corrupción
deben combatirse de forma rigurosa y sin impedimentos para su investigación,
enjuiciamiento y sanción con respecto a las legislaciones nacionales y a los
acuerdos internacionales vigentes; asimismo, celebramos la creación de un Grupo
de Trabajo especializado en la Prevención y Lucha contra la Corrupción, que
elaborará un Plan de Trabajo con el fin de promover e impulsar las líneas de
acción según las bases y prioridades establecidas en la Declaración y en el
Plan de Acción de CELAC para 2014, optimizando recursos, complementando los
trabajos desarrollados en otros mecanismos y foros multilaterales y evitando la
duplicación de esfuerzos.
43.
Subrayamos la importancia de que nuestros países fortalezcan su preparación en
materia de atención a controversias internacionales, y consideramos que se debe
evaluar la posibilidad de que nuestra región se dote de mecanismos apropiados
para la solución de controversias con inversionistas extranjeros. Manifestamos
nuestra solidaridad con los países de la América Latina y el Caribe que están
siendo afectados por reclamaciones que ponen en riesgo el desarrollo de sus pueblos,
y solicitamos a las empresas y grupos trasnacionales que mantengan una conducta
responsable y consistente con las políticas públicas adoptadas por los Estados
receptores de la inversión. Ad Ref.
44.
Reafirmamos la importancia de desarrollar herramientas que permitan fortalecer
el sistema financiero internacional, lo cual debería contemplar una regulación
más estricta y efectiva de las grandes entidades financieras, y la adopción de
medidas concretas para lograr mejores prácticas internacionales en flujos
financieros internacionales. En línea con esto, resulta de gran relevancia la
reducción de la dependencia excesiva de las evaluaciones de las agencias
calificadoras de riesgo crediticio.
45.
Consideramos indispensable para la estabilidad y predictibilidad de la
arquitectura financiera internacional, garantizar que los acuerdos alcanzados
entre deudores y acreedores en el marco de los procesos de reestructuración de
las deudas soberanas sean respetados, permitiendo que los flujos de pago sean
distribuidos a los acreedores cooperativos según acordado con los mismos en el
proceso de readecuación consensual de la deuda. Es necesario contar con
instrumentos que posibiliten acuerdos razonables y definitivos entre acreedores
y deudores soberanos, permitiendo hacer frente a problemas de sustentabilidad
de deuda de forma ordenada.
46.
Expresamos nuestra convicción acerca de la importancia que han adquirido los
flujos de inversión extranjera directa en nuestra región y la necesidad que los
mismos contribuyan efectivamente a los procesos de desarrollo de nuestros
países, y redunden en un aumento de los niveles de bienestar de nuestras
sociedades, sin imposición de condicionalidades, con respeto de su soberanía y
en concordancia con sus planes y programas nacionales de desarrollo.
47.
Consideramos necesario contar con una herramienta de planificación
latinoamericana y caribeña ante los nuevos desafíos que enfrenta la CELAC,
razón por la que resultan imperativos los esfuerzos colectivos de integración,
solidaridad y cooperación, mutuamente ventajosa en particular con aquellos
países vulnerables y de menor desarrollo relativo que servirán para la
obtención de objetivos claros, medibles y adaptables a las distintas realidades
nacionales, con vistas a la erradicación de la pobreza y a la promoción del
desarrollo sostenible.
48.
Ratificamos la importancia de la cooperación e integración financiera regional.
En ese sentido, respaldamos las resoluciones adoptadas por las Ministros y
Ministras de la CELAC en sus reuniones del año 2013.
49.
Saludamos con beneplácito al Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia y al
pueblo boliviano, por el lanzamiento exitoso al espacio ultraterrestre del
primer satélite boliviano de comunicaciones denominado “Túpac Katari”
(TKSAT-1), realizado el 20 de diciembre de 2013 en el centro espacial Xichang,
de la República Popular
China, reconociendo que los beneficios del Satélite llegarán a millones de
bolivianos, facilitando el acceso a la educación e información y garantizará el
ejercicio de los derechos humanos y facilitará el intercambio de conocimientos
científicos entre los diferentes pueblos de América Latina y el Caribe.
50.
Reiteramos nuestro más firme respaldo a los legítimos derechos de la República
Argentina en la disputa de soberanía por las Islas Malvinas, Georgias del Sur y
Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, así como el permanente
interés en que dicha disputa se resuelva por la vía pacífica y de la
negociación, conforme lo dispuesto por la Resolución 31/49 de la Asamblea
General de las Naciones Unidas.
51.
Reiteramos nuestro compromiso con el principio del derecho soberano de los
Estados de disponer de sus recursos naturales y de gestionarlos y regularlos.
Manifestamos, asimismo, el derecho de nuestros pueblos de aprovechar, de manera
sustentable, los recursos naturales, los cuales cuentan con el potencial de ser
utilizados como una importante fuente para financiar el desarrollo económico,
la justicia social y el bienestar de nuestros pueblos.
52.
Reiteramos nuestro más profundo rechazo a la aplicación de medidas coercitivas
unilaterales y reiteramos, una vez más, nuestra solidaridad con la República de
Cuba a la par que reafirmamos nuestro llamado al gobierno de los Estados Unidos
de América a que ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero que
impone a dicha nación hermana desde hace más de cinco décadas.
53. Nos
comprometemos a seguir trabajando para consolidar a América Latina y el Caribe
como Zona de Paz, en la cual las diferencias entre las naciones se resuelvan a
través del diálogo y la negociación u otras formas de solución pacífica
establecidas en el Derecho Internacional.
54. Tomando
en cuenta los objetivos esbozados en la Declaración de Surinam, aprobados en la
Primera Reunión de Ministros de Cultura de la CELAC celebrada los días 14 y 15
de marzo en Paramaribo, Surinam, enfatizamos la importancia de la cultura en
Latinoamérica y el Caribe como el fundamento de la identidad de cada país y
como catalizador de los procesos de integración regional. Subrayamos la
importancia de la cultura y de las industrias culturales para las economías
nacionales y asumimos el compromiso de promover el emprendimiento cultural,
como una herramienta de conservación de nuestro patrimonio cultural y la
generación de oportunidades de empleo y riqueza para nuestros pueblos, de tal
forma que contribuya al bienestar de nuestros ciudadanos y al progreso de la
sociedad en su conjunto.
55.
Expresamos nuestra satisfacción por la realización de la VI Cumbre Mundial de
las Artes y la Cultura, realizada en Santiago de Chile entre el 13 y 16 de
enero pasados, lo que ha contribuido a proyectar a la región como un escenario
privilegiado para viabilizar encuentros y diálogos de vocación universal en el
ámbito de la cultura.
56.
Reiteramos nuestro apoyo al proceso de diálogo que se lleva a cabo en La
Habana, Cuba, entre el Gobierno de Colombia y las FARC, y saludamos los avances
logrados mediante la consecución de acuerdos en dos importantes puntos de la
agenda. Instamos a las partes a continuar el proceso dirigido a poner fin a un
conflicto interno que por más de 50 años ha afectado el desarrollo político,
social y económico de esa nación hermana. Saludamos y agradecemos el papel de
los países garantes, Cuba y Noruega, y de los países acompañantes, Chile y
Venezuela, en los logros alcanzados.
57.
Reiteramos nuestro apoyo a la proclamación por la Asamblea General de las Naciones
Unidas en diciembre de 2013 del Decenio Internacional de los Afrodescendientes,
que se iniciará el 1o de enero de 2015, bajo el tema “Afrodescendientes
justicia y desarrollo”; así como al Comunicado aprobado por los Ministros de
Relaciones Exteriores de la CELAC, en su tercera reunión, que proclama el
Decenio de los Afrodescendientes Latinoamericanos y Caribeños, iniciado el 1o
de enero del presente año.
58.
Reconocemos la importancia de considerar el rol esencial de la acción colectiva
de los pueblos indígenas y de las poblaciones locales en la conservación y uso
sustentable de la diversidad biológica, como un aporte significativo al
Planeta. Apoyamos las acciones que están desarrollándose para impulsar su
reconocimiento oficial.
59.
Reiteramos la necesidad de tomar medidas para proteger los derechos sobre los
conocimientos tradicionales y ancestrales de los pueblos indígenas y tribales y
comunidades locales, evitando su vulneración por parte de terceros a través de
registros que no reconozcan su titularidad, así como de promover la
participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de su
utilización. Apoyamos la negociación que se está llevando a cabo al respecto en
los foros multilaterales competentes.
60.
Destacamos que las negociaciones del Documento Final conciso y orientado a la
acción de la Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas, de la Reunión
Plenaria de Alto Nivel del sexagésimo noveno período de sesiones de la
Asamblea, que se conocerá como la Conferencia Mundial sobre los Pueblos
Indígenas, a celebrarse el 22 y 23 de septiembre de 2014 en Nueva York, estarán
dirigidas a compartir puntos de vista y las mejores prácticas sobre la
realización de los derechos de los pueblos indígenas, incluyendo la realización
de los objetivos de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de
los Pueblos Indígenas, y tomamos nota de las recomendaciones de los principales
temas de la Conferencia Preparatoria Mundial de los Pueblos Indígenas para la
Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas, celebrada del 10 a 12 de junio
de 2013, en Alta, Noruega. Tomamos nota de la iniciativa del Gobierno de México
de llevar a cabo una reunión preparatoria de la Conferencia Mundial en abril
del 2014.
61.
Apoyamos el Año Internacional de la Agricultura Familiar declarado por la
Asamblea General de Naciones Unidas.
62.
Saludamos la elección del Estado Plurinacional de Bolivia a la Presidencia del
Grupo de los 77 y China durante el año 2014, y nos comprometemos a brindarle
todo nuestro apoyo en el ejercicio de dicha responsabilidad a fin de que
redunde a favor de los intereses de la América Latina y el Caribe. Asimismo,
celebramos la organización de una Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de
Gobierno del Grupo de los 77 más China, a llevarse a cabo en Santa Cruz de la
Sierra, Bolivia, los días 14 y 15 de junio de 2014, en conmemoración del 50°
aniversario de fundación del G77.
63.
Consideramos la necesidad de una distribución geográfica equitativa en el
sistema de Naciones Unidas y enfatizamos la necesidad de que América Latina y
el Caribe incremente cuantitativa y cualitativamente su presencia en puestos
clave de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales, objetivo al
cual dedicaremos nuestros mejores esfuerzos.
64.
Reiteramos nuestras posiciones en torno a una reforma integral del sistema de
las Naciones Unidas, muy particularmente, a la democratización de las
instancias decisorias internacionales, en particular el Consejo de Seguridad.
La democratización que se requiere debe incluir la representatividad, la
transparencia, la eficiencia la democracia, el respeto por los mandatos de
otros órganos de las Naciones Unidas y rendir debidamente cuenta a toda la
membresía de la ONU.
65.
Considerando que la migración internacional es un fenómeno global que involucra
a más de 220 millones de personas entre los que se encuentran mujeres, niños,
niñas, adolescentes e indígenas, reconocemos el valor del contenido de
resolución adoptada durante el II Diálogo de Alto Nivel de Naciones Unidas
sobre Migración y Desarrollo (DAN2013), la cual privilegia el enfoque de
derechos humanos, destaca la urgencia de proteger a los grupos más vulnerables
en los flujos migratorios e insiste en la necesidad de un mayor involucramiento
de las Naciones Unidas, sus agencias, fondos y programas en la materia, así
como el interés de incluir el tema de la migración internacional en la Agenda
de Desarrollo Post 2015, entre otros asuntos, y nos comprometemos en fortalecer
las acciones de cooperación en el marco de la responsabilidad compartida, para
avanzar en la atención de los múltiples retos que la migración internacional
nos plantea.
66.
Ratificamos, el compromiso para fortalecer la lucha contra la delincuencia
organizada transnacional, de conformidad con el Derecho Internacional. En ese
contexto, estamos conscientes de que el delito y la violencia constituyen un
obstáculo para el desarrollo pleno de la América Latina y el Caribe, y
enfatizamos la necesidad de contar con una visión de consenso regional de
seguridad ciudadana con un enfoque de desarrollo humano, y respeto a los
derechos humanos y a los principios de soberanía nacional y no injerencia en
los asuntos internos. Con esta perspectiva, debemos reforzar los mecanismos de
diálogo y coordinación, según proceda, para mejorar las estrategias regionales
sobre seguridad ciudadana y desarrollo sostenible.
67.
Expresamos nuestra más seria preocupación por la grave situación humanitaria y
de seguridad en la República Árabe Siria, y por la amenaza que representa para
el Oriente Medio y para la paz y la seguridad internacionales. Encomiamos a las
partes sirias por haber aceptado sostener negociaciones directas en la
Conferencia Internacional sobre la situación en Siria (Ginebra II), bajo los
auspicios del Enviado Especial Conjunto de las Naciones Unidas y la Liga de
Estados Árabes. Felicitamos al Secretario General de las Naciones Unidas por la
organización de dicha Conferencia. El diálogo y la negociación son urgentes y
esenciales para avanzar en los esfuerzos de reconciliación nacional y para
garantizar la plena aplicación de los Convenios de Ginebra en Siria. Reiteramos
que sólo un proceso político inclusivo liderado por los sirios podrá conducir a
la paz y a la realización de las legítimas aspiraciones del pueblo sirio, sobre
la base de la estricta aplicación de los principios de soberanía,
independencia, autodeterminación, integridad territorial y no injerencia en los
asuntos internos.
68.
Destacamos la celebración, por primera vez en las Naciones Unidas, de una
Reunión de Alto Nivel sobre Desarme Nuclear, el 26 de septiembre del 2013, en
la que la CELAC reafirmó la necesidad urgente de avanzar hacia el desarme
nuclear y lograr la eliminación total y general de las armas nucleares de forma
transparente, irreversible y verificable, e instó a trabajar para avanzar hacia
la negociación de un instrumento universal jurídicamente vinculante, que
prohíba las armas nucleares con un cronograma multilateralmente acordado. Nos
comprometemos a darle continuidad a dichas posiciones.
69.
Expresamos nuestra más alta preocupación por las consecuencias humanitarias de
enormes proporciones y los efectos globales de cualquier detonación nuclear
accidental o intencional. Exhortamos a la comunidad internacional a reiterar su
preocupación sobre las consecuencias humanitarias de las armas nucleares, donde
sea que se lleve a cabo el debate sobre este tipo de armas. Damos la bienvenida
a los resultados de la Conferencia de Oslo sobre el Impacto Humanitario de las
Armas Nucleares, celebrada en marzo de 2013 y, en este sentido, hacemos un
llamado a todos los Estados a participar en la segunda Conferencia
Internacional sobre el Impacto Humanitario de las Armas Nucleares, que se
celebrará en México, los días 13 y 14 de febrero de 2014.
70.
Tomamos nota con satisfacción, del acuerdo preliminar entre la República
Islámica de Irán y el Grupo 5+1 en Ginebra sobre el programa nuclear iraní, lo
cual demuestra que el diálogo y la negociación son la vía para dirimir las
diferencias entre los Estados, y manifestamos nuestra expectativa de que pronto
se alcance una solución amplia y duradera para la cuestión. Ratificamos el
derecho inalienable de todos los Estados, de conformidad con lo dispuesto en el
TNP, de desarrollar la investigación, la producción y la utilización de la
energía nuclear con fines pacíficos sin discriminación, que, junto con el
desarme y la no proliferación, constituyen los pilares del Tratado sobre la No
Proliferación de las Armas Nucleares, del que todos los miembros de la CELAC
somos parte.
71.
Reiteramos nuestro llamado para que la Conferencia para el establecimiento de
una zona libre de armas nucleares y otras armas de destrucción en masa en Medio
Oriente, se celebre lo más pronto posible, de conformidad con lo acordado por
las Partes del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares en
1995, 2000 y 2010, ya que contribuiría de forma valiosa al fortalecimiento de
la paz y la seguridad internacionales.
72.
Destacamos el valor y contribución a la paz y la seguridad internacionales del
Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el
Caribe y sus Protocolos (Tratado de Tlatelolco), el cual estableció la primera
zona más densamente poblada, libre de armas nucleares en el planeta. Subrayamos
nuestro pleno apoyo a los trabajos del Organismo para la Proscripción de las
Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe y en este sentido, reafirmamos
la importancia de la colaboración y cooperación entre la CELAC y la OPANAL,
órgano especializado de la región, para articular posiciones comunes y trabajos
conjuntos en materia de desarme nuclear.
73.
Tomamos nota de la adopción del Tratado sobre Comercio de Armas por la Asamblea
General de Naciones Unidas, en abril de 2013.
74.
Tomamos nota de las actividades internacionales de la CELAC, especialmente la
visita de la Troika Ministerial ampliada a la Federación de Rusia, las
reuniones de la Troika Ministerial abierta de la CELAC con los Ministros de
Relaciones Exteriores de la República de Corea, la República Popular China, el
Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, Turquía y Japón
realizadas en Nueva York con motivo del inicio del 68° Período de Sesiones de
la Asamblea General de Naciones Unidas, así como la labor para concertar, con
cada uno de estos interlocutores, una Hoja de Ruta para el diálogo y la
cooperación.
75. Nos
congratulamos del establecimiento del Foro CELAC-China y del Mecanismo de
Diálogo con la Federación de Rusia, elementos que pueden redundar positivamente
en las actividades de la Comunidad.
76.
Estamos convencidos de que es necesario proseguir la búsqueda de nuevas
sinergias de la CELAC a nivel internacional, para lo cual es preciso retomar
aquellos que ya se iniciaron en 2012 y establecer modalidades adicionales de
convergencia y relacionamientos.
77.
Saludamos la coordinación entre los Estados miembros de la CELAC en las
Naciones Unidas, y expresamos nuestra disposición a seguir trabajando en forma
gradual en la materia, y a ampliar el trabajo a otras sedes en los casos que
resulte posible y necesario.
78.
Expresamos además nuestro apoyo al proceso preparatorio de la II Cumbre CELAC-
UE, a celebrarse en Bruselas en el año 2015. Encargamos a los Coordinadores
Nacionales y los Altos Funcionarios del Diálogo CELAC-UE, según corresponda que
finalicen la negociación del acuerdo internacional para el establecimiento de
la Fundación EULAC, con vistas a la II Cumbre CELAC-UE.
79.
Agradecemos al Presidente de la República de Chile, Excelentísimo Señor
Sebastián Piñera Echenique, quien este año finaliza su mandato, por la
excelente labor y liderazgo desarrollado durante el proceso de convergencia y
puesta en funcionamiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños, que culminó con la realización de la exitosa I Cumbre de la CELAC,
celebrada en Santiago, Chile, los días 27 y 28 de enero de 2013.
80.
Agradecemos a la República de Costa Rica por acoger la Presidencia Pro Tempore
de CELAC en el año 2014 y la III Cumbre de la CELAC en el 2015. Reconocemos a
la Excelentísima Señora Laura Chinchilla Miranda, Presidenta de la República de
Costa Rica, quién culminará su mandato en mayo 2014, su firme y valioso apoyo a
la CELAC desde su origen.
81.
Agradecemos a la República del Ecuador por acoger la Presidencia Pro Tempore de
CELAC en el año 2015 y la celebración de la IV Cumbre de CELAC.
82.
Tomamos nota del ofrecimiento reiterado por la República Dominicana para ser
sede de la CELAC en el 2016, presentado en febrero de 2013.
83.
Expresamos nuestro agradecimiento al Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros
de la República de Cuba por el liderazgo y trabajo realizado durante el
ejercicio de la Presidencia Pro Tempore del foro y el reconocimiento al pueblo
y Gobierno de Cuba por la organización de la II Cumbre de la CELAC en La
Habana, los días 28 y 29 de enero de 2014.
La
Habana, 29 de enero del 2014
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