El verdadero origen de
la Navidad
Periódico Alternativo
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¿Dónde
se originó la costumbre de celebrar la Navidad? ¿Tiene su fundamento en el
paganismo babilónico Anunnaki? ¡En este folleto se revelan algunas verdades
sorprendentes! ¿Conoce usted el origen del árbol de Navidad, de “Papá Noel” y
del intercambio de aguinaldos?
Primero
que todo debemos aclarar que NO somos Cristianos, pero si que para investigar
al tema hay que irnos a la biblia y todo el tema.
ERA
NOCHE BUENA. Los niños habían hecho el pesebre y esperaban ansiosos la venida
de Papá Noel cargado de regalos. Al amanecer del día 25 de diciembre
encontraron una gran cantidad de paquetes con juguetes y dulces debajo de un
flamante árbol de Navidad. Sus padres les aseguraban que todo aquello lo había
traído Papá Noel durante la noche mientras ellos dormían.
¿Acaso
dudaban los niños de lo que sus padres les decían? ¡Claro que no! Lo daban por
hecho. ¿A usted no le sucedió lo mismo?
Muy
pocos se han detenido a pensar por qué creen lo que creen, por qué observan
determinadas costumbres. La mayoría de nosotros aprendimos a aceptar todo sin
vacilar.
¿Por
qué sucede esto? ¿Por instinto ovejuno? No exactamente.
Por
naturaleza tenemos la tendencia a hacer lo mismo que hacen los demás… aunque
estén equivocados. Las ovejas siguen el rebaño hasta el degolladero. Pero los
humanos debemos fijarnos hacia dónde vamos.
¿Cuál
fue el origen de la Navidad?
¿Es
la Navidad realmente la celebración del nacimiento de Jesucristo? ¿Nació Jesús
un 25 de diciembre?
Los
apóstoles originales, quienes conocieron a Jesús personalmente y fueron
instruidos por Él, ¿celebraban su cumpleaños el 25 de diciembre? ¿La idea se
les ocurrió alguna vez? Si la Navidad es la festividad más importante del
cristianismo, ¿por qué tantas personas que no son cristianas la observan? ¿Lo
sabe usted?
¿Por
qué es época de intercambiar regalos con nuestros parientes y amistades? ¿Tiene
esta costumbre su origen en los magos quienes le presentaron obsequios al niño
Jesús? Las respuestas nos pueden sorprender.
La
mayoría de las personas “suponen” muchas cosas acerca de la Navidad… cosas que
realmente no son ciertas. Pero no supongamos nada, sino que busquemos los
hechos.
LO QUE DICEN LAS
ENCICLOPEDIAS
La palabra “navidad” es
una contracción de “natividad”, que significa natalicio. Esta fiesta hizo su
aparición en la Iglesia Católica y de allí se extendió al protestantismo y al
resto del mundo.
Ahora
bien, ¿de dónde la recibió la Iglesia Católica? No fue de las enseñanzas del
Nuevo Testamento. No fue de la Biblia ni de los apóstoles quienes habían sido
instruidos personalmente por Jesucristo. La Navidad se introdujo en la Iglesia
durante el siglo cuarto, proveniente del paganismo.
Puesto
que la celebración de la Navidad fue introducida en el mundo por la Iglesia
Católica Romana y no tiene otra autoridad que la de ella misma, veamos lo que
dice al respecto la Enciclopedia Católica (edición de 1.911):
“La Navidad no estaba incluida entre las primeras festividades
de la Iglesia… los primeros indicios de ella provienen de Egipto… Las
costumbres paganas relacionadas con el principio de enero se centraron en la
fiesta de la Navidad”.
En
la misma enciclopedia, bajo “Día Natal”, encontramos que Orígenes, uno de los padres de la Iglesia, reconoció la siguiente
verdad: “…No vemos en las escrituras que nadie haya guardado una fiesta ni
celebrado un gran banquete el día de su natalicio. Sólo los pecadores
[como Faraón y Herodes] celebraban con gran regocijo el día en que
nacieron en este mundo”.
La
Encyclœpedia Britannica, edición de 1.946, dice: “La Navidad no se contaba entre
las antiguas festividades de la Iglesia…” No fue instituida por Jesucristo ni
por los apóstoles, ni por autoridad bíblica. Fue tomada más tarde del
paganismo.
La
Enciclopedia Americana, edición de 1.944, dice: “La Navidad… de acuerdo con
muchas autoridades no se celebró en los primeros siglos de la Iglesia
Cristiana, ya que la costumbre del cristianismo en general era celebrar no el
natalicio sino la muerte de personas importantes. [La “Comunión”, o
mejor dicho, la Pascua, instituida por autoridad bíblica en el Nuevo
Testamento, es una conmemoración de la muerte de Cristo.]… En memoria de este
acontecimiento [el nacimiento de Cristo] se instituyó una fiesta en el siglo
cuarto. En el siglo quinto, la Iglesia Occidental dio orden de que fuese
celebrada para siempre, en el mismo día de la antigua festividad romana en
honor del nacimiento del Sol, ya que no se conocía la fecha exacta del
nacimiento de Cristo”.
Tomemos
nota de este hecho importante: Estas autoridades históricas demuestran que
durante los primeros dos o tres siglos de nuestra era los cristianos no
celebraban la Navidad. Esta fiesta fue introducida en la Iglesia
Romana en el siglo cuarto de nuestra era ¡y no fue hasta el siglo quinto que se
estableció como fiesta oficialmente cristiana!
JESÚS NO NACIÓ UN 25 DE
DICIEMBRE
¡Jesucristo
ni siquiera nació en la época del año en que ahora se observa la Navidad!
Cuando Él nació, “había pastores en la misma región, que velaban y guardaban
las vigilias de la noche sobre su rebaño” (Lucas 2.8). Esto jamás pudo haber
acontecido en Judea en el mes de diciembre. Los pastores traían sus rebaños de
los campos y los encerraban a más tardar a mediados de octubre para protegerlos
de la estación fría y lluviosa que se acercaba. La Biblia misma prueba, en
Cantares 2.11 y Esdras 10.9, 13, que el invierno era época de lluvias, lo cual
hacía imposible que los pastores permanecieran de noche en el campo con sus
rebaños.
“Era
una antigua costumbre de los judíos de aquellos tiempos sacar sus rebaños a los
campos y desiertos alrededor de la Pascua (a principios de la primavera) y
traerlos nuevamente a casa al comenzar las primeras lluvias” (Adam Clarke
Commentary, Comentario de Adán Clarke, volumen 5, página 370).
El
mismo comentarista declara: “Los pastores vigilaban sus rebaños día y noche
mientras permanecían fuera. Puesto que la primera lluvia caía a principios del
mes de chesvan, que corresponde a
parte de los meses de octubre y noviembre [comienza en octubre], vemos que los
rebaños permanecían en el campo todo el verano. Ahora bien, según el relato
bíblico los pastores todavía no habían recogido sus rebaños, lo que hace
suponer que el mes de octubre no había comenzado aún y que, por lo tanto,
nuestro Señor no nació un 25 de diciembre, cuando no había rebaños en los
campos. No pudo haber nacido después del mes de septiembre, ya que los rebaños
aún estaban en el campo de noche. Con esto, debemos descartar la natividad en
diciembre. El pastoreo nocturno de los rebaños en los campos es un hecho
cronológico.”
Cualquier
enciclopedia u otra autoridad nos puede confirmar el hecho de que Cristo no
nació un 25 de diciembre. La Enciclopedia Católica lo dice claramente.
La fecha exacta del nacimiento de Jesucristo es totalmente
desconocida. Esto lo reconocen todas las autoridades. La falta de espacio en
esta publicación nos impide mostrar las escrituras que indican que este
acontecimiento sucedió a principios de otoño, posiblemente en el mes de
septiembre, alrededor de seis meses después de la Pascua.
Si
Dios hubiera querido que guardáramos y celebráramos el cumpleaños de
Jesucristo, no habría ocultado la fecha.
¿CÓMO SE INTRODUJO EN LA
IGLESIA?
¿Cómo
pudo esta fiesta pagana introducirse en el mundo cristiano occidental?
The
New Schaff-Herzog Encyclopedia of Religious Knowledge (La nueva enciclopedia de
conocimiento religioso, de Schaff-Herzog) lo explica claramente en su artículo
sobre la Navidad: “No puede determinarse con precisión… hasta qué punto la fecha de esta
festividad dependió de la pagana Brumalia (25 de diciembre), que seguía a la
Saturnalia (17-24 de diciembre) y conmemoraba el día más corto del año y el
nuevo Sol. Las festividades paganas de Saturnalia y Brumalia estaban demasiado
arraigadas en las costumbres populares para ser suprimidas por la influencia
cristiana… La festividad pagana, con su alboroto y jolgorio, gustaba tanto que
los cristianos vieron con agrado una excusa para continuar celebrándola sin
mayores cambios en el espíritu y la forma de su observancia. Predicadores
cristianos de Occidente y del Oriente Cercano protestaron contra la frivolidad
indecorosa con que se celebraba el nacimiento de Cristo, mientras los cristianos
de Mesopotamia acusaban a sus hermanos occidentales de idolatría y de culto al
Sol por aceptar como cristiana esta festividad pagana”.
Recuérdese
que el mundo romano había sido pagano. Antes del siglo cuarto los cristianos
eran pocos, aunque su número iba en aumento, y eran perseguidos por el gobierno
y los paganos. Pero con el advenimiento del emperador Constantino quien en el
siglo cuarto se declaró cristiano y elevó al cristianismo a un nivel de
igualdad con el paganismo, el mundo romano comenzó a aceptar este cristianismo
popularizado y los nuevos adeptos sumaron centenares de millares.
Tengamos
en cuenta que esta gente había sido educada en las costumbres paganas, siendo
la principal aquella fiesta idólatra del 25 de diciembre. Era una fiesta de alegría
y gozaba de un espíritu especial. ¡Le gustaba al pueblo! ¡No querían
suprimirla! El artículo ya citado de The New Schaff-Herzog Encyclopedia of
Religious Knowledge explica cómo el reconocimiento del día domingo por parte de
Constantino, día en que antes los paganos adoraban al Sol, y cómo la influencia del
maniqueísmo pagano, que identificaba al Hijo de Dios con el Sol, dieron motivo
a estos paganos del siglo cuarto, ahora convertidos en masa al cristianismo,
para acomodarle a su fiesta pagana del 25 de diciembre (día del nacimiento del
dios Sol) el título de día del nacimiento del Hijo de Dios.
¡Así
fue como la “Navidad” se introdujo en nuestro mundo occidental! Aunque le demos
otro nombre, sigue siendo la misma fiesta pagana de culto al Sol. Sólo ha
cambiado el nombre. Podemos llamar “león” a una liebre, mas no por esto deja de
ser liebre. La Encyclœpedia Britannica dice: “A partir del año 354 algunos
latinos pudieron haber trasladado la fecha del 6 de enero al 25 de diciembre,
la cual era entonces una fiesta mitraica… o cumpleaños del invencible Sol… Los
sirios y los armenios, aferrándose a la fecha del 6 de enero, acusaban a los
romanos de idólatras y adoradores del Sol, sosteniendo… que la fiesta del 25 de
diciembre había sido inventada por los discípulos de Cerinto…”
EL VERDADERO ORIGEN DE
LA NAVIDAD
Hemos
visto, pues, que la Navidad llegó al mundo por medio de la Iglesia Católica y
que ella la recibió del paganismo. Ahora bien, ¿de dónde la sacaron los
paganos? ¿Cuál fue su verdadero origen?
La Navidad es una de las principales tradiciones del sistema
corrupto llamado Babilonia, y como tal es censurado en las profecías y
enseñanzas bíblicas. ¡Tiene sus raíces en la antigua Babilonia de Nemrod! Sí.
¡data de la época inmediatamente posterior al diluvio!
Nemrod,
nieto de Cam, hijo de Noé, fue el verdadero fundador del sistema babilónico,
sistema de la competencia organizada, de imperios y gobiernos humanos, del
sistema económico del lucro, el cual se ha apoderado del mundo desde entonces.
Nemrod construyó la torre de Babel, la Babilonia original, Nínive y muchas
otras ciudades. Organizó el primer reino de este mundo. El nombre Nemrod se
deriva de la voz hebrea marad que significa “rebelar”.
De escritos antiguos aprendemos que fue este hombre quien
comenzó la gran apostasía mundial organizada que ha dominado al mundo desde
tiempos inmemoriales hasta ahora. Nemrod era tan perverso que se dice se casó
con su propia madre cuyo nombre era Semíramis. Muerto prematuramente,
su llamada madre-esposa, Semíramis, propagó la perversa doctrina de la
supervivencia de Nemrod como ser espiritual. Sostenía que de la noche a la
mañana un gran árbol (tipo siempre verde) surgió de una cepa muerta, lo cual
simbolizaba el nacimiento de Nemrod a una nueva vida. Ella declaró que en cada
aniversario de su natalicio Nemrod dejaría regalos en el árbol. La fecha de su
nacimiento era el 25 de diciembre. He aquí el verdadero origen del árbol de
Navidad.
Con tramas e intrigas Semíramis se convirtió en la “reina
del cielo” babilónica, y Nemrod, bajo diversos nombres, se convirtió en el
“divino hijo del cielo”. Después de varias generaciones de esta
adoración idólatra, Nemrod también se tornó en el falso mesías hijo de Baal, el
dios Sol. En este falso sistema babilónico “la madre y el hijo”
(Semíramis y Nemrod nacido nuevamente) se convirtieron en los principales
objetos de adoración. Esta veneración de “la madre y el hijo” se extendió por
todo el mundo, con variación de nombres según los países y las lenguas. Por
sorprendente que parezca, encontramos el equivalente de la Madona ¡mucho antes
del nacimiento de Jesucristo!
Así
fue como en los siglos cuarto y quinto, mientras los paganos del mundo romano
se convertían en masa al “cristianismo” llevando consigo sus antiguas creencias
y costumbres paganas y disimulándolas bajo nombres cristianos, se popularizó
también la idea de “la madre y el hijo”, especialmente en época de Navidad. Las
tarjetas de Navidad, los villancicos y las escenas del pesebre reflejan este
mismo tema.
Quienes
fuimos criados en este mundo babilónico, quienes hemos escuchado y aceptado
estas cosas durante toda la vida, hemos aprendido a venerarlas como algo
sagrado. Jamás dudamos. Jamás nos detuvimos a investigar si estas costumbres
tenían su origen en la Biblia o en la idolatría pagana.
Nos
asombramos al conocer la verdad y, desgraciadamente, hay quienes se ofenden
ante la verdad escueta. Pero Dios ordena a sus ministros fieles: “Clama a voz
en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta y anuncia a mi pueblo su
rebelión” (Isaías 58.1). Increíble como parezca, estos son hechos reales en la
historia y en la Biblia.
El
verdadero origen de la Navidad está en la antigua Babilonia. ¡Está envuelto en
la apostasía organizada que ha mantenido engañado al mundo desde hace muchos
siglos! En Egipto siempre se creyó que el hijo de Isis (nombre egipcio de la
“reina del cielo”) nació un 25 de diciembre. Los paganos en todo el mundo
conocido celebraron esta fecha siglos antes del nacimiento de Jesucristo.
Jesús el verdadero Mesías, no nació un 25 de diciembre. Los
apóstoles y la Iglesia primitiva jamás celebraron el natalicio de Cristo en esa
fecha ni en ninguna otra. No existe en la Biblia mandato ni instrucción alguna
para hacerlo. Pero sí existe el mandato de observar, no festejar, la fecha de
su muerte
(1 Corintios 11.24-26; Juan 13.14-17).
Así
fue como los “misterios caldeos”, inventados por la esposa de Nemrod nos fueron
legados – con nuevos nombres cristianos – por las religiones paganas.
OTRAS COSTUMBRES PAGANAS
Además
de las tradicionales costumbres navideñas de nuestros pueblos, hemos adoptado
otras que con ser de origen pagano logran una acogida entusiasta. La
“flor de Navidad” y el madero que se enciende en la chimenea son “vestigios de
épocas precristianas”, según la Enciclopedia Americana. La corona verde
o guirnalda que adorna las puertas de tantos hogares es igualmente pagana. De
ella dice Frederick J. Haskins en su libro Answers to Questions (Respuestas a
algunas preguntas): “Se remonta a las costumbres paganas de adornar edificios y
lugares de adoración para la festividad que se celebraba al mismo tiempo de la
Navidad. El árbol de Navidad viene de Egipto y su origen es anterior a la era
cristiana”.
Aun las velas, símbolo tradicional de la Navidad, son una
vieja costumbre pagana, pues se encendían al ocaso para reanimar al dios Sol
cuando éste se extinguía para darle paso a la noche.
TAMBIÉN EL PAPÁ NOEL
“Papá Noel”, o “Santa Claus”, es el mismo “San Nicolás”,
obispo católico del siglo quinto. La Encyclœpedia Britannica, edición 11, volumen
19, páginas 648-649, dice: “San Nicolás, obispo de Mira santo venerado por los
griegos y los latinos el 6 de diciembre… Se dice que una leyenda según la cual
regalaba clandestinamente dotes a las tres hijas de un ciudadano pobre… dio
origen a la costumbre de obsequiar regalos en secreto la víspera del día de San
Nicolás [6 de diciembre], fecha que después se cambió al día de Navidad. De
allí la asociación de la Navidad con Santa Claus…”
Los padres castigan a sus niños por decir mentiras pero al
llegar la Navidad ¡ellos mismos se encargan de con tarles la mentira de “Papá
Noel”, los “Reyes Magos” o del “Niño Dios”! Entonces, ¿por qué nos extraña que
al llegar a la edad adulta también crean que Dios es un mito?
Cierto niño, sintiéndose tristemente desilusionado al
conocer la verdad, le comentó a un amiguito: “Sí, ¡y también me voy a informar
acerca del tal Jesucristo!”
¿Es
cristiano enseñarles a los niños mitos y mentiras? Dios dice “No engañaréis ni
mentiréis el uno al otro” (Levítico 19.11). Aunque a la mente humana le parezca
bien y lo justifique, Dios también dice: “Hay camino que al hombre le parece
derecho; pero su fin es camino de muerte”.
Estudiados
los hechos, pues, vemos con asombro que la costumbre de celebrar la Navidad en
realidad no es costumbre cristiana sino pagana ¡Ello constituye uno de los
caminos de Babilonia en que el mundo ha caído!
¿ES BÍBLICO EL
INTERCAMBIO DE REGALOS?
Para
algunas personas este es el punto más importante de todo lo que se refiere a la
observancia de la Navidad: la época de comprar e intercambiar regalos. Al
respecto muchos exclamarán triunfalmente: “¡Para esto sí tenemos autorización
bíblica! ¿Acaso Jesucristo al nacer no recibió regalos de los magos?”
Nuevamente
la verdad nos ha de sorprender. Primero, veamos el origen histórico de la
costumbre de dar aguinaldos para después ver lo que nos dice la Biblia al
respecto.
Citamos
lo siguiente de la Bibliotheca Sacra, volumen 12, páginas 153-155: “El
intercambio de regalos entre amigos es característico tanto de la Navidad como
de la Saturnalia y los cristianos seguramente lo tomaron de los paganos, como
lo demuestra con claridad la amonestación de Tertuliano”.
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