Años malos para Estados Unidos
Rómulo Pardo
Silva
2013
tuvo malos resultados internos e internacionales para el poder norteamericano.
Esos
fracasos pueden llevarlo a un intento de solución usando la fuerza. El odio no
es extraño a su forma de capitalismo.
Tener
un presidente negro es un motivo secundario pero adicional.
En
lo interno el enfrentamiento entre los republicanos y la Casa Blanca es
paralizante.
Obamacare
en la salud, el techo de la deuda pública, las leyes migratorias, el control de
las armas de fuego, las ayudas a los desempleados, los cupones de alimentos de
la ley de agricultura… son desacuerdos belicosos que los paralizan.
La
opinión pública sobre los políticos es mala y la aceptación al gobierno de Obama
bajísima.
La
economía crece con dificultades y ya hay señales de nuevas burbujas que se
suman a peligros financieros no solucionados. Los países emergentes buscan la
forma de poner fin al predominio del dólar, elemento fundamental del predominio
estadounidense.
En
lo internacional, la aceptación de Obama al retiro de armas químicas de Siria y
al acuerdo de control de la energía nuclear iraní encuentra oposición política,
se llevan adelante con vacilaciones y muestran a Washington detrás de Rusia.
Además
lo han alejado de la confianza de Israel y Arabia Saudita.
Las
filtraciones sobre el espionaje mundial a gobiernos, industrias y particulares
han sido [muchas], hay nuevas informaciones por salir, un golpe a las
relaciones con sus aliados.
El
gobierno de Afganistán no firma un acuerdo para la permanencia de sus soldados
después de 2014 si no cesan los ataques a la población civil; y el de Paquistán
lo acusa internacionalmente por sus ataques con drones. Egipto, Libia, y
posiblemente un Japón imperialista, escapan a su control.
China
penetra con fuerza en África y América Latina.
Jugado
por una derrota electoral desestabilizadora del presidente Maduro, a quien no
reconoce, en la elección municipal se encontró con otro triunfo del chavismo.
En
la ONU el rechazo a su bloqueo a Cuba fue prácticamente absoluto.
Como
prueba de su debilidad externa, Estados Unidos ha tratado de reunirse para
lograr un acuerdo con el Frente Islámico en Siria, vinculado con Al-Qaeda y a
los talibanes de Afganistán.
La
visión generalizada de su futuro es que en pocos años pasará a ser la segunda
potencia mundial detrás de China.
La
élite en el poder de Estados Unidos sabe que ni con el empleo brutal de las
armas su porvenir será mejor porque el sistema de producción y consumo de las
transnacionales será inviable.
Sobre
Estados Unidos pende una violencia interna desatada.
Contacto romulo.pardo@gmail.com
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